Moor Street

[Melwyn Blackwood]

Melwyn estaba que moría de emoción. Sus padres le habían permitido ir a Birminham, donde vivía Moira, para verla y pasar todo el día con ella. Como si eso no fuera suficiente como para salirse de emoción, le habían dado una muy bondadosa mesada (en libras esterlinas, no en galleones) para que comprara lo que quisiera. Al parecer su papá finalmente había recibido un pago y su mamá había estado ahorrando de aquí y allá para poder darle el dinero a Melwyn cuando regresara de Hogwarts. Y ella no podría estar más encantada: por más que amaba tratar de pasar como sangre pura, no había necesidad de pretender nada durante las vacaciones y en un lugar tan muggle... al menos por un día.

No quería parar en todos los negocios solamente porque no quería molestar a Moira, pero si fuera por ella entraría a todos lados a mirar cosas con cara de borrego mientras se convencía a sí misma que no debería comprar nada. Hasta caminar por las calles, con el bonito día que les había tocado, junto a su mejor amiga la llenaba de sincera felicidad.

[Moira Wallace]

Pese a lo feliz que podía ser por dormir hasta más tarde y no tener clases todos los días, para Moira las vacaciones solían apestar bastante. Ni siquiera cuando sus padres organizaban un viaje su humor mejoraba, lo único que quería, sea en su casa o en cualquier otro punto del mapa, era estar un poco sola. Dejar el paisaje de Hogwarts y la magia eran un cambio duro, además, por más reconfortante que fuera su cama, sus cosas. A las únicas personas que tenía ganas de hablarles estaban lejos, pero al menos se entretenía escribiéndole cartas kilométricas a Melwyn, a veces con más quejas de las que quisiera. Recién todo había mejorado cuando recibió atrasadas un par de cartas de su amiga donde le contaba que iba a venir a visitarla, allí a Birmingham!

Había tenido que rodar un par de veces los ojos hasta que disipó los miedos de su madre, asegurándole una y otra que vez que Mel no vendría con ninguna varita y que no tenían permitido hacer magia fuera del colegio. Sólo la llevaría a recorrer el parque cercano, a caminar por alguna calle comercial y a tomar un helado. Para su fortuna el día estaba soleado, así que se vistió con algo liviano y apenas presentó a Melwyn a sus padres y a Agnes que ya la estaba arrastrando calle arriba. Caminar con su amiga en un escenario totalmente distinto era extraño pero la hacía feliz, cortaba todo tipo de rutina y la hacía sentir realmente de vacaciones. La miró a Melwyn sonriente, notando como todo lo muggle parecía darle curiosidad.

"Si quieres entrar en algún local o ir a otro lado, dime" le ofreció porque quería que la pasara bien en su ciudad.

[Melwyn Blackwood]

No sabía si confesarle o no a Moira que sentía mucha curiosidad por uno local de ropa 'joven'. Ahora que sentía esas libras casi que pesándole en el bolsillo quería comprarse algo de ropa muggle, que empezaba a gustarle. Pero también Melwyn tenía su lado orgulloso, una necesidad de seguir manteniendo la fachada de sangre pura frente al mundo, y le daba miedo terminar cediendo y olvidarse de lo que tenía que ocultar.
"Te diré" le aseguró a Moira, con una sonrisa. "¿Tú paseas por acá seguido, qué lugares frecuentas?" preguntó muy animada. Todo le parecía genial. Ahora entendía que lo que odiaba no era el mundo muggle, sino su mundo muggle. Las ovejas, los caminos de tierra, los pueblitos de edificios viejos y aburridos.

[Moira Wallace]

Moira traía encima algo de dinero que su padre le dio para tomar el helado y le había sacado más dinero a su madre con el mismo cuento de salir con su amiga, aprovechándose de los evidentes problemas de comunicación entre sus padres. ¿Quién diría cuando se encontraron un año antes en el callejón Diagon que ahora iban a caminar con la seguridad de poder comprar lo que quisieran?

Abrió apenas la boca mientras pensaba, observando los locales alrededor del parque. "Sí, vengo a esta plaza desde que era niña, cuando iba a la escuela" le explicó a Mel conteniéndose de agregarle el adjetivo muggle a esa última frase "Hay un par de bares, una heladería en esa esquina" le señaló "Y locales de ropa en una galería que sale a dos calles diferentes... luego por allí está la estación de tren" le fue contando para que decidiera a dónde ir.

[Melwyn Blackwood]

Miró alrededor, todavía tratando de procesar todo lo que estaba viendo, que era tan distinto a lo que había (o, mejor dicho, todo lo que no había) donde ella vivía. Le parecía todo novedoso y fantástico, de una forma en la que pensó que el mundo muggle jamás podría lograr interesarle.
"¿En la galería que mencionas solamente hay ropa?" preguntó, porque... bueno, sí, ella quería ver ropa. Lo bueno de que Melwyn raramente iba a Hogsmeade era que se ahorraba un montón de dinero que se suponía que era para financiar sus salidas. Le daba un poco de impresión haber viajado con tanto dinero (para su mente aniñada) por miedo de que se lo robaran, pero el muggle que metiera mano en su bolsito no lograría agarrar nada allí.

[Moira Wallace]

Estaban paradas en una de las esquinas del parque, esperando que cortara el semáforo para poder cruzar y decidir a donde ir. Volvió a mirar a Melwyn para contestarle "Mmm no, la mayoría son de ropa, pero hay un local que vende anillos, aritos, y esas cosas... otro de perfumes" intentó recordar porque hacía mucho que no iba allí con su mamá y su hermana, estar en Hogwarts la salvaba de esas salidas familiares "Creo que hay una juguetería también... ¿quieres que vayamos?" preguntó viendo que de todos los lugares del centro de su barrio era el que parecía atraer más la curiosidad de su amiga. Tomó de la mano a Melwyn para cruzar la calle cuando el semáforo cortó, como si fuera una nena chiquita o por vivir en el campo no supiera cruzar.

[Melwyn Blackwood]

Melwynagarró la mano de Moira y la siguió, agradeciendo que la guiara para cruzar la calle porque de donde ella venía no había tránsito (y solamente recordaba haber visto unos cuatro o cinco semáforos en la intersección principal del pueblo, al que visitaba poco seguido debido a lo lejos que quedaba de su casa) y terminaría corriendo al otro lado de la calle sin mirar dos veces hacia los costados, como los gatos.
Se había quedado pensando en el local que vendía aritos, porque Lux le había dicho que a ella le quedarían bien unos con plumas. Melwyn no usaba aretes seguido, y si lo hacía eran pequeños tipo perla, pero se había quedado pensando en los consejos de Lux todos esos meses. "Me gustaría ir" confirmó, pero dejando en claro que si Moira no quería podía aguantarse.

[Moira Wallace]

Moira sonrió y asintió con la cabeza, encaminándose entonces a la otra pequeña esquina que se abría en esa parte del parque, donde se juntaban cuatro esquinas y se abrían varias calles en diagonal. Esperó a poder cruzar y nuevamente lo hizo de la mano de Melwyn, guiándola hacia una de las entradas de la galería.

"Hace mucho que no vengo aquí..." le contó mientras entraban y pasaban por el primero de los locales, que era la juguetería que había mencionado Moira antes "¿Has traído dinero... yasabesqué?" se interrumpió antes de decir el adjetivo muggle en voz alta y lo reemplazó por algo que podía tranquilamente formar parte del vocabulario de gente que no nombraba a Voldemort.

[Melwyn Blackwood]

Apretó mucho los labios hasta hacerlos desaparecer de su rostro, abrió grandes los ojos y asintió energéticamente tres veces con la cabeza, porque sí había traído dinero muggle. Había traído todo el dinero muggle que poseía, así que estaba un poco nerviosa por eso. Igual, ahora que estaba con Moira, sentía que nada podía salir mal.
"¿Tú también?" preguntó en voz baja, aunque la respuesta en sí era bastante obvia. Estaba emocionada de más, todavía no entraban a la galería y ella ya quería comprarse algo.

[Moira Wallace]

Sonrió al ver a Melwyn tan emocionada... y ella había estado preocupada porque el barrio muggle no le agradara, porque la ciudad le pareciera un horror!
"Sí, algo traje... ¿te conté mi nuevo método?" le respondió divertida aunque pensar en sus padres le pinchaba la burbuja del momento "Le pedí dinero a mi papá primero y luego a mi mamá, para exactamente lo mismo... ¿no soy un genio del mal?" preguntó con ironía antes de comenzar a caminar más despacio por si Melwyn quería mirar tranquila las vidrieras. Seguramente había cosas muggles que le llamarían la atención y Moira estaba ansiosa observándola, deseando que se sintiera cómoda. Sabía que era su amiga y nunca la juzgaría pero aún así necesitaba la aprobación de Melwyn ahora que conocía su hogar.

[Melwyn Blackwood]

Escuchó atentamente a Moira y alzó las cejas, ¡era un excelente plan! Aparte sus padres se lo debían, no era justo que después de pasar todo el año fuera de casa no las compensaran económicamente.
"Eres un genio del mal y del bien" le confirmó con una sonrisa. Había algunas cosas que ya tenía vistas de donde vivía, como unos sweaters muy bonitos, pero estaba encantada con todos los accesorios que había en las tiendas. Los colores fluorescentes en la ropa y las vinchas de un misterioso material elastizado la tenían muy intrigada. "¿Compras ropa por aquí?" preguntó, había ropa normal en los negocios pero no sabía si la de color fluorescente se salía de la norma.

[Moira Wallace]

Le devolvió la sonrisa a su amiga y negó con la cabeza. Solamente Melwyn podía pensar que era buena, no sabía qué era lo que veía en ella pero se sentía agradecida de tenerla. Posiblemente si nunca se hubieran hecho amigas, Moira no hablaría con nadie en el castillo.

Ella también comenzó a mirar las vidrieras, hacía meses que no paseaba por allí y no sabía qué cosas tenían. "A veces" le respondió a Mel "Otras mi madre nos lleva a otra avenida, cerca del trabajo de mi papá" le explicó "Hay más locales solamente de ropa y zapatos" se detuvo en una vidriera para ver un vestido rojo que le pareció bonito pero, otra vez, no creía que valiera la pena gastar el dinero en eso cuando posiblemente nunca lo usara en el corto plazo.

[Melwyn Blackwood]

"Wow..." admiró en voz baja, no el vestido que se habían detenido a ver, sino el mundo de Moira donde habían varios lugares donde podía comprar ropa y zapatos, cerca de un lugar urbano donde su padre trabajaba. Era más o menos todo lo que Melwyn quería en la vida.
"Si tuviera mucho dinero me encantaría ir a una tienda de esas que tienen muchas cosas" como Harrods "y cambiar todo mi vestuario. Ser alguien nuevo" en realidad quizás Melwyn quería un cambio más de personalidad que de atuendo, pero miró a Moira sonriente.

[Moira Wallace]

Cuando Melwyn terminó de hablar, Moira comenzó a caminar nuevamente, lento, para que su amiga la siguiera y pudieran ver todas las vidrieras en tranquilidad. Nada ni nadie las apuraba, se sentía bastante parecido a la libertad que habían tenido la tarde que se encontraron en el Callejón Diagon el verano anterior.

Todavía le resultaba extraño ver a Mel en ese escenario, en su barrio, entre los lugares que ella conocía tan bien de toda la vida, los mundo se habían mezclados y se sentía diferente pero estaba feliz. La miró también con una sonrisa, pensando en eso, cuando finalmente cayó en lo que su amiga estaba diciendo "¿Por qué?" le preguntó entonces frunciendo levemente el entrecejo "Ya eres alguien... la ropa que usas, tus bolsitas para las monedas, tus pañuelos, hasta el perfume que usas ya son Melwyn" alzó los hombros "Para mí no debes cambiar nada"

[Melwyn Blackwood]

No pudo evitar sonrojarse cuando escuchó a Moira nombrar las cosas que la hacían quien era. Debería sentir más orgullo en sí misma, pero no podía evitar dudar sobre su persona y pensar en que debería trabajar duro para ser alguien a quien los demás no puedan juzgar.
"A-h" soltó sin saber qué decir, mirando a su amiga totalmente sorprendida y acalorada por los cumplidos. Que ella la apreciara tal cual como era significaba un montón para ella, pero también hacía que le de miedo cambiar. Le dieron ganas de llorar, pero las reprimió, mirando hacia una vidriera. Menos mal que estaba ese saco divino ahí para que Melwyn se lo señalara a Moira. 1985 a pleno.