Visita en Godic's Hollow

[Connor McGee]

((Asumo que era el hogar de los Potter, ¿no? Es una pregunta estúpida pero necesaria xD))

Era la primera vez que Connor visitaba ese lugar. No había sido conocido de los Potter porque eran más chicos que él, pero les estaría eternamente agradecido igual. Gracias a ellos, gracias a sus muertes, él había recuperado a su hermana Agatha.
Lo mínimo que podía hacer para devolver lo que habían hecho por tantos magos y brujas del mundo, incluido él, era darles el reconocimiento merecido. Por ello había comprado un arreglo floral a unas cuadras de su casa en Wareham y lo había llevado allí. Era un gesto simbólico (consejo de su ama de llaves) que indicaba que los efectos de lo que había sucedido allí habían llegado a su pueblo también.
Llevaba el arreglo con el brazo izquierdo (una mezcla de flores silvestres de medio metro de alto), por lo que no veía bien hacia ese lado. Se acercó al Memorial sin darse cuenta que ya había alguien allí, así que cuando finalmente vio a Elyon, quizás ya había interrumpido su concentración.

[Connor McGee]

((Están aquí entonces *leyó los libros pero no retiene información*))

"Buenas tardes", le respondió, sonriendo con tristeza. Y si no hubiese visto su expresión, habría dejado las flores y se habría marchado (o al menos alejado), para no molestar. Pero ver lágrimas en las mujeres afecta de formas extrañas a los hombres. En el caso de Connor, eso hizo que se quede allí parado, mirándola.
"¿Los conociste?", preguntó finalmente.

[Connor McGee]

((Pff, somos dos entonces!))

Gracias, Eloise, por tu consejo sobre las flores. Con saber que había alegrado un poquito el día a una conocida de los Potter ya sería suficiente premio para Connor, esto de estar sobrio lo había dejado más sensible que antes. Quizás por eso se sintió un intruso allí, dejando unas flores a dos desconocidos que lo habían ayudado sin saberlo. Pero parte de la recuperación consistía en enfrentar situaciones incómodas, así que las enfrentaba como podía.
"Lo siento", le dijo acercándose un paso. ¿Debía darle las flores a ella, entonces? Se había hecho totalmente dependiente de lo que su ama de llaves le aconsejaba. En este momento necesitaba correr a consultarle qué hacer.
"Lamentablemente no los conocí", le respondió. "¿Sabes...?", iba a hacer otra pregunta, pero cuando levantó la vista hacia la estatua se le hizo un nudo en el estómago pensando en Agatha.

[Connor McGee]

Connor estaba en proceso de reparación, exactamente. Y deseando que hubiese algún hechizo que curase la culpa que lo llevó a la bebida y la culpa posterior por beber. Y la culpa por saber que había ayudado a encaminar hacia lugares no muy apacibles los destinos de varios de sus subordinados en el pasado.
Se cambió de mano el arreglo floral y le tomó la mano a ella, de forma de quedar ambos de frente a la estatua. En esas situaciones el espacio personal no era el clásico que uno esperaría entre extraños. En esos momentos había conexiones entre las personas que quizás duraban solo ese momento, pero valían oro. Finalmente se animó: "¿Sabes qué sucedió con él?", preguntó mirando al bebé.
Al no estar trabajando, todo contacto con la realidad mágica se remitía a sus empleados y al diario El Profeta, y en ninguna de esas fuentes había podido conocer el destino del niño que vivió.

[Connor McGee]

Está muy bien eso de no hablar de más. Connor bien podría ser un Mortífago inescrupuloso aprovechándose del dolor ajeno para buscar información. Si lo estuviesen chantajeando aún con la vida de su hermana, esta conversación no sería buena para ti, Elyon. Lamentablemente ya lo doblegaron antes, podría volver a suceder.
"Me alego mucho de que aún tenga familiares que lo cuiden", le dijo, sonriendo con pesar. Jamás le pasaría por la mente que pudiese haber una familia menos adecuada para brindarle amor al pequeño sobreviviente.
"¿Lo ves seguido?", le consultó. Y luego agregó apresurado: "Por favor, no digas dónde está exactamente. Quién sabe..."
Se refiere a que puede haber gente escuchando. Como él mismo, digamos.

[Connor McGee]

"Yo también lo espero", comentó. Tendría que dejar el ramo allí, entonces. Por un momento había pensado en dárselo a ella para que se lo llevara a la familia. Pero quizás hasta era de mal gusto. No sabía sin preguntarle a su ama de llaves.
Mientras pensaba en qué responderle, se soltó de su mano luego de darle un apretoncito y se adelantó un par de pasos, con la excusa de dejar las flores junto con las demás. Así agachado, mirando tantos ramos y arreglos dejados por gente como él, volvió a pensar en la suerte que había tenido de recuperar a su hermana. "Asesinaron a mis padres y a una de mis hermanas. Y secuestraron a la más pequeña para... Me pedían...", se le hizo un nudo en la garganta y se quedó así, agachado y dándole la espalda, para que no lo notase. "No puedo hablar de esto", finalizó con la voz trabada.
Se le estaba haciendo costumbre esto de andar contando sus penas a extrañas. Quizás las extrañas lo juzgarían menos duramente que si le contaba a su amiga Dee Dee, por ejemplo. No se imaginaba haciéndolo.

[Connor McGee]

Se paró, aún de espaldas. Escuchar eso le había terminado de hacer arder los ojos. No lloraría, no podía llorar, era un hombre, ¿no? De todas formas tenía los ojos brillantes, no te lo niego. Pero la expresión con la que la miró cuando se dio vuelta al fin fue de indignación. "Espero que los culpables hayan pagado", dijo con dureza.
Se acercó a ella, aflojando un poco la expresión. "¿A quién...? ¿Qué pasó?", preguntó. No sabía cómo preguntarle si habían matado a toda su familia o solo a algunos, como le sucedió a él.

[Connor McGee]

Unos años atrás Connor no habría sabido qué hacer ante una mujer que lloraba, pero la vida le había enseñado de la peor forma que los abrazos eran una parte de la cura del alma. No es que pudiera expresarlo con esas palabras (no es un poeta), pero es lo que sentía.

Por eso cuando la vio llorar se acercó a ella, poniéndole las manos en los hombros con suavidad y mirándola a los ojos aunque ella no lo mirara, con entendimiento. No quería meterse en su espacio personal más de lo que ella le permitiera. Un abrazo estaría bien en esos momentos de tristeza. Una cachetada no.

[Connor McGee]

Le apretó los hombros un momento, dudando de si abrazarla o no. No quería parecer un cargoso o un desubicado. Supuso que si ella necesitase más consuelo, lo buscaría, así que decidió quedarse así, apretándole levemente los hombros de a momentos, en señal de contención. Hasta que ella no le soltase la mano no bajaría los brazos.

"Se merecen toda una vida de torturas", dijo en voz baja aunque con algo de enojo contenido en el tono. "Si por mí fuese... haría que les den el beso a todos", continuó. Pero al instante recordó que, en cierta forma, él había terminado siendo uno más de los magos que habían ayudado a que familias queden truncadas.
-Todo por Aggy-, se recordó. Se lo tenía que recordar constantemente: todo lo que había hecho estaba justificado por el temor a que asesinasen a su hermana.
A veces se detenía a pensar en cómo sería su vida si su hermana no estuviese con vida, y no había una sola vez en la que el resultado de tan nefasto escenario terminase bien para él. Algunas veces pensaba en que se habría quitado la vida, otras veces pensaba en que seguramente se habría entregado a la justicia como cómplice forzado por amenazas...
Lo único que lo mantenía entero era saber que Aggy estaba comenzando a tener una vida normal nuevamente. Lo más normal que se podía.

[Connor McGee]

Le dio un último apretón en el hombro antes de soltarla. Se giró de nuevo hacia el memorial, luciendo cansado.
"Discúlpame por haberte hecho sentir así", dijo. Quizás si él no hubiese hablado de su familia, Elyon no habría terminado llorando. Al final Connor sentía que transportaba con él un manto de dolor que se expandía a todos los que lo rodeaban. "Me gustaría poder irme a mi casa sabiendo que estás bien... ¿Dejarías que te invite un café?". La miró por un momento, con algo de preocupación. "Sin compromiso", agregó. No había ningún tipo de doble intención en su invitación, pero no quería hacerla sentir obligada a ir con él.