Cero Remordimiento

[Lawrence Olivier]

((Gracias por abrir, y iiii-jaaa!! por la firma))

Había esperado pacientemente en donde le habían indicado, para no interrumpir el entrenamiento. De haber querido molestar a la pelirroja, podría haber hecho que la interrumpan media hora antes. Por suerte para Queenie (aunque ahora pienses lo contrario): a) Lawrence era un buen tipo y b) Le encantaba el Quidditch. No va a negar que disfrutó esa media hora de trabajo como ninguna otra media hora de ese día.
Cuando ella se acercó, él hizo otro tanto. "¿Queenie McRiller?", preguntó. No tenía dudas de que lo era (sobre todo por los gritos furiosos del acusante refiriéndose a la pellirroja), pero debía hacer las cosas formalmente.

[Lawrence Olivier]

AGH, ¡cómo detestaba que lo traten de usted! Era algo a lo que no se acostumbraría hasta no cumplir al menos el doble de esa edad. Hubiera sonreído al comentario de ella, pero lidiar con sentirse un abuelo ocupó momentáneamente su cerebro.
"Mi nombre es Lawrence Olivier", le dijo estrechándole la mano con un movimiento correcto y breve que ya estaba empezando a dominar. "Me envían del Departamento Legal del San Mungo", agregó al soltarle la mano y meterla en el bolsillo de la capa para buscar algo. El bolsillo es grande y está encantado, dale un momento por favor, gracias.

[Lawrence Olivier]

¿Ira? ¿Lawrence debería temer por su vida? Ah, no, olvidé que está entrenado para lidiar con asesinos seriales y americanas bipolares.
Sacó un sobre sellado y cerrado, con el nombre de ella y el sitio donde estaban en ese momento escritos en una de las caras. "¿El quinto? ¿Y por qué nunca te presentaste a declarar?", le preguntó, observándola con detenimiento mientras estiraba la mano para entregarle el sobre. Ya se olvidó del tuteo, por favor no lo trates de señor.

[Lawrence Olivier]

Con los primeros indicios de ira de ella, las comisuras de los labios comenzaron a elevársele, sobre todo cuando ella alzó tres dedos. Hasta le pareció tierna, o simpática, o algo tipo mascotita con carácter (y por Godric que jamás lea esto porque lo carboniza, me imagino).
Pero lo que iba a ser una sonrisa se le congeló a medio camino con lo de 'castrar'. "No...", tuvo que tragar para humedecer la garganta. "No se castra a la gente", le explicó, como suponiendo que en donde fuera que vivió ella para tener ese acento, eso estaba permitido.

[Lawrence Olivier]

No sé si más lista, pero probablemente sea más peligrosa que él. Con entrenamiento de Hit Wizard y todo.
Asintió, levantando las cejas. "A eso me refería, sin dudas", y por favor no pruebes la excepción de la regla con él. "Pero lo que no entiendo es: ¿sabes que te genera más problemas no presentarte a declarar que sí hacerlo?". Muchos problemas, como por ejemplo que te sigan enviando víctimas como Lawrence para que juegues con ellos a castrar cosas.

[Lawrence Olivier]

"Lawrence", dijo automáticamente. Frunció el ceño cuando Queenie se dejó caer. ¿Qué tenía que hacer ahora? No la llevaría a la rastra, eso lo dejaba para los verdaderos criminales, no para una chica de caracter extraño.
Estiró la mano para que ella la tome y se levante mientras miraba hacia un lado, cediendo la mitad del terreno legal que nadie le dio permiso a ceder. "Podemos arreglar una reunión en otro sitio, si no quieres ir allí", volvió la vista hacia ella, sonriendo levemente. "¿Aceptarías hacer eso?".

[Lawrence Olivier]

Revoleó los ojos, no tan enternecido como yo sé que ella esperaba que lo esté con toda su actuación. Es que tiene horarios que cumplir, ¿sabes?
"No soy un pervertido, no soy un violador... Estoy trabajando, y mi tarea es simple: Necesitamos que declares". La miró, sacando paciencia de donde no sabía que tenía y movió los dedos de la mano como para mostrársela y que entienda el mensaje. Sonrió un poco, como para tranquilizarla. "Puedo enviarles un mensaje diciendo que tienes problemas mentales con los espacios cerrados, y si quieres puedo tomarte la declaración hoy mismo en donde digas", le propuso, así elegía ella un sitio que le de seguridad y no lo hacía sentir un degenerado.

[Lawrence Olivier]

Continuó con la mano extendida, porque le parecía de mala educación dejar que una chica se levante sola del suelo por más que se haya tirado ella misma. "Donde prefieras, si tenías que ir a algún sitio, te acompaño y vamos avanzando con el papeleo, ¿te parece?", le propuso. Porque la verdad es que odiaba el papeleo tanto o más que ella.
Ella al menos le había pegado a alguien para tener que soportar eso, a él lo obligaban.

[Lawrence Olivier]

"No hay problema", respondió al recibir los golpecitos en el brazo, que parecían más de uno de sus compañeros de trabajo que de una chica que acababa de conocer. "Vayamos allí entonces, ¿cómo sueles ir?", no preguntaba por curioso, se estaba atajando para el caso que ella quiera aparecerlos a ambos, cosa que no, gracias. No confiaba en la gente más joven que él para aparecerse. A veces ni en la gente de su edad.

[Lawrence Olivier]

Iba a proponer que ella le diera la dirección, para aparecerlos él a ambos, pero se quedó callado. Tomar un taxi sonaba divertido. Era algo que no hacía por varias razones, entre ellas que era caro y que no se animaba a frenarlos por temor a pasar vergüenza haciéndolo de forma incorrecta.
"Puedo pasarlo como gasto del Ministerio" comentó, contento de tener la excusa perfecta para darse el lujo gratis. ('La chica estaba acostumbrada a viajar así, ¡no podía obligarla a aparecerse!')

[Lawrence Olivier]

Iba a ofrecerle buscar el bolso, pero antes de que pudiese abrir la boca, Queenie ya estaba más cerca de tomarlo que él. No te sientas para nada inútil, Lolo, ¿quieres?
"Ok", fue lo único que logró decir. Mientras ella subía, él miró alrededor chequeando el lugar nuevamente. Costumbre de Hit Wizard: Fijarse si alguien los seguía. Por más inocente que fuera la tarea a realizar y lo poco relacionada con los Mortífagos que estuviese.