Moor Street

[Moira Wallace]

Moira, en cambio, pensaba que la manera de no ser juzgado (o por lo menos, serlo un poquito menos) era saber reírse de uno mismo. Por eso había adoptado la ironía, no solamente porque fuera una quejosa que no le gustaba nada de lo que la rodeaba. Alguien que se ríe de sí mismo, pensaba, no es risible para los demás.

También la conocía tanto a Melwyn que sabía que era inútil insistir en el tema y que su amiga le contaría lo que quisiera y lo demás se lo guardaría para ella, como siempre. Siguió la mano de Mel hasta la vidriera donde estaba el saco rojo. Ladeó la boca y entrecerró el ojo derecho. El rojo le gustaba, mucho, pero ese saco... DIOS. Menos mal que recién nacíamos en los 80, suficiente castigo cómo nos vistieron nuestras madres en la primera mitad de los 90.

"¿Te gusta?" le preguntó para asegurarse antes de criticar.

[Melwyn Blackwood]

"No sé si me gusta" admitió, porque ella no terminaba de entender lo que era 'lindo' o 'quedaba bien' dentro de la moda muggle. Entendía que había una reciente obsesión por las hombreras, pero no tenía una opinión sobre ellas. Sentía que como no entendía nada de esas tendencias, cualquier cosa que vendieran en tiendas de moda debería ser, por default, ideal para cualquier persona fashionista.
"Lo veo muy grande" comentó con tono de preocupación. Todo veía muy grande: los pantalones abombados sujetados por un mínimo cinturón, los sacos enormes, hasta los peinados. Y eso que venía de Melwyn, que usaba los vestidos más anticuados.

[Moira Wallace]

Ella tampoco tenía una opinión formada aunque notaba lo mismo que Melwyn, pero no sabía si era bueno o malo que todo fuera grande... Alzó los hombros porque realmente no le importaba, mientras no dejaran de fabricar jeans y remeras ella tendría algo que ponerse, sino tendría que recurrir al Callejón Diagon y empezar a vestirse con esos vestidos que Mel usaba y era capaz de aparecerse con una capa encima solamente para fastidiar a sus papás.

"A mí no me gusta" le informó "El color es lindo pero ¿esos botones y esas hombreras? No, gracias" exagerada como siempre y como si alguien le hubiera pedido opinión. Siguió caminando porque no parecía haber nada que les gustara a ninguna de las dos ahí.

[Melwyn Blackwood]

Caminó junto a Moira, tratando de recordar las cosas que ella le había dicho que no le gustaban para no usar nada de eso. Lo que no sabía si admitir era su recientemente descubierta pasión por los jeans de tiro alto como el que tenía puesto en ese mismo momento, así que mejor no decía nada.
"Habías mencionado aretes y cosas así, ¿cierto?" preguntó, mirando de lado a lado en la galería. Sentía que le quemaba el dinero en el bolsillo, estaba demasiado ansiosa por hacer la primer compra del verano, aunque fuera una tontería.

[Moira Wallace]

No tenía nada en contra de los jeans de tiro alto de Melwyn, al contrario, le agradaba cómo estaba vestida su amiga, así camuflada de muggle y todo.
Asintió con la cabeza, intentando hacer memoria de en qué parte de la galería estaba el local de aritos y anillos que le había mencionado. "Sé que estaba como metido en un pasillo..." murmuró pensando en voz alta y la tomó levemente del brazo para guiarla "Creo que por aquí, a la derecha" asomó la cabeza para mirar "Sí, es aquí" le señaló el local que estaba la final del pequeño pasillo que se abría "¿Qué te quieres comprar?" quiso saber. Moira no era muy amante de las joyas, pero le gustaban los anillos y tenía un par en sus manos. Quizás comprarse uno más no era mala idea.

[Melwyn Blackwood]

Miró hacia el fondo del pasillo y sonrió, poniéndose en puntitas de pie mientras daba pasitos cortos pero rápidos, tratando de contener su emoción.
"Quiero ver aros de esos que son más colgantes... y quiero ver los de piedritas, también" comentó entusiasmada. "¿Qué aritos te gustan, Moira?" preguntó, mirándola con una sonrisa. Pensaba comprarle un par que le gustara, siempre y cuando le alcanzara el dinero. No tendría gracia comprar algo para ella sola, lo divertido era compartirlo con su mejor amiga.

[Moira Wallace]

Moira cada día merecía menos a una amiga como Melwyn que incluso le quería regalar cosas. Se sentía incómoda cuando eso pasaba, no creía estar a la altura de esas amigas, siempre sentía que en cualquier momento Melwyn se cansaría de aguantarla.

La pregunta la hizo dudar un poco, porque no se la esperaba. Se acercó también hacia el local y miró en la vidriera la cantidad de aritos, anillos y pulseras que había, la mayoría de plata. "Me gustan más pequeños..." parecía que todo era grande, como las hombreras, como los jeans... "Como esos, por ejemplo" le mostró unas piedritas verdes en el segundo estante, marcando con el dedo sobre el vidrio "¿A ti?" quiso saber volteando a mirarla.

[Melwyn Blackwood]

Cada vez estoy más convencida que una de las razones claves por la cuál funciona esta amistad es que ninguna de las dos siente que merece a la otra, así que siempre se están apreciando.
Entrecerró los ojos para ver los aritos a los que se refería Moira y le sonrió para aprobar su elección, y luego ladeó la cabeza mientras veía los que había. "Me gustan mucho esos de ahí, pero me daría un poco de vergüenza usarlos" admitió alzando los hombros. Seguramente terminaría comprándose unos de perlita virtualmente idénticos a los que ya poseía.

[Moira Wallace]

Buscó con la mirada los que le indicaba Melwyn y apretando levemente los labios los observó e intentó imaginarse a su amiga con ellos. "¿Por qué?" sabía que era una pregunta que posiblemente no tuviera respuesta lógica, a Mel le daban vergüenza un montón de cosas que para Moira carecían de sentido pero la quería así, medio demente y todo "¿Qué tienen de malo? Están lindos" asintió con la cabeza, animándola a que los compre si de verdad le gustaban "¿Quieres entrar?" le ofreció porque si no presionaba un poquito Melwyn se iba a arrepentir.

[Melwyn Blackwood]

"Si no te molesta, sí" asintió con la cabeza, de entre todos los negocios definitivamente quería entrar a ese. Ahora que Moira le había confirmado que el arito que ella había visto no era feo y parecía aprobar de éste tenía ganas de comprárselo. Ya lograría tener el coraje de usarlo en algún momento.
Entró al negocio susurrando un "Permiso" como si fuera la casa de alguien, dudosa en hasta ir a darle dinero a un local de joyería. Lo bueno de que estuvieran en un lugar muggle es que el viaje no había requerido ir a Gringotts a cambiar el dinero muggle por el mágico. Melwyn estaba haciéndose más a la idea de que tendría que empezar a dejar de distanciarse tanto de su mitad muggle, que era tan parte de ella como la mágica.

[Moira Wallace]

Se dispuso a seguir a su amiga, sosteniendo la puerta para pasar detrás de ella. Moira no sabía por donde mirar primero. No había notado al vendedor del otro lado de una vitrina de vidrio llena de más aritos y pulseras. Había muchas más cosas dentro, desde bolsos de colores hasta billeteras, un par de exhibidores de esos que giraban con aritos, otros con anillos... a Moira le llamó más la atención este último, eran lo que más le gustaba, quizás no le vendría mal tener un anillo nuevo.

"Ven" le dijo a Mel para que la siguiera y miraran cada una un exhibidor distinto.

[Melwyn Blackwood]

Se quedó pensando en si el arito que se fuera a comprar no sería demasiado obvio en su muggleidad, pero supuso que nadie le prestaría tanta atención. Al menos no era algo de plástico y con colores que los muggles inventaban, como esos flúor de distintas tonalidades. Dejó de sobrepensar cuando notó todo lo que tenía el local.
Siguió a Moira, mirando alrededor con obvia sorpresa. Estaba un poco intimidada por la cantidad de cosas, todas tan brillantes y bonitas. ¡Y los precios! Más que accesibles, ¿cómo era posible? Melwyn tiene que aprender el significado de la palabra 'enchapado' así como ya. Se mantuvo cerca de Moira, como si se tratara de esconder tras ella.

[Moira Wallace]

Se acercó al que tenía anillos y lo hizo girar despacito por las dudas de que estuviera muy pesado, no quería tirar nada. En algunos aspectos Moira se parecía a Melwyn, la gente desconocida le caía mal por default y por eso no le gustaba llamar mucho la atención, para hablar con ellos lo menos posible. Se acercaría al vendedor sólo para pagar y retirarse.

Fue moviéndolo despacito hasta encontrar uno que le gustara lo suficiente como para gastar en eso. Moira no había salido con tanto dinero como Melwyn, tenía que pensar qué elegiría para que luego le alcanzara para pagar el helado también. Sonrió y miró el cartelito que indicaba el precio de un anillo que le había llamado la atención. Buscó a Melwyn con la mirada para saber si ella también había encontrado algo que el gustara además de los aritos.

[Melwyn Blackwood]

Melwyn se había quedado casi perdida en ese mundo de brillitos, perlas, piedritas y demases. Le gustaba todo, y en realidad también le gustaban un montón los broches de anciana, todo lo que fuera bastante anticuado hacía que su corazón salte de alegría. Pero no podía comprar esas cosas, que para ella eran como parte de su disfraz de sangre pura, porque eran imitación de cosas caras. La pondrían muy en evidencia, una cosa falsa y de repente toda ella era falsa (lo cuál era cierto).
Había agarrado unos aros similares a los que le había señalado a Moira en la vidriera, y también dos colgantes que se vendían en par. Sintió la mirada de su amiga y se giró para verla con una sonrisa "¿Qué encontraste de lindo?" preguntó.

[Moira Wallace]

"Este anillo" respondió con su voz medio ronca, girando para enseñárselo y aprovechar a mirar la etiqueta del precio esta vez con detenimiento. No era ni caro ni muy barato, podía pagarlo y aún así tomar un helado pequeño. Sonrió porque iba a llevarlo.

Una vez que lo tomó del exhibidor, se acercó a Melwyn para mirar lo que ella había tomado. "Son muy lindas" le dijo refiriéndose a los colgantes de estrellas, amaba las cosas plateadas y que tuvieran forma de luna o estrellas "¿Vas a llevar todo?" le preguntó mirándola ahora a ella y sonriendo porque ambas habían encontrado cosas que les gustaban, así las dos tendrían un recuerdo de ese días juntas en Birmingham.