Terapia de rebotes

[Ashley Hogan]

Luego de almorzar, Ashley se había dirigido a la sala común para leer el periódico, cosa que hacía todos los días.
Una hora después daba vuelta la última página del Profeta con una mueca de preocupación en el rostro. No había nada bueno en las noticias últimamente, como intentaban hacerle creer a todos ocupando páginas enteras con inmensas fotos de jugadores de Quidditch o de grandiosos recitales de los músico de moda. Si uno se tomaba el trabajo de leer todas las pequeñas notas que contaban desastres y asesinatos, podía darse cuenta de que la mayoría de las cosas que se leían eran negativas.
Se levantó del sillón y tiró el periódico al fuego, mirando el papel quemarse mientras picaba su pelota roja (del tamaño de una naranja) en el suelo. Luego de un momento, se giró para hablarle a la otra persona que estaba más cerca suyo. "¿Quieres jugar un rato?", le dijo levantando la pelota para mostrársela.
Sonaba infantil, pero era terapéutico.

[Ashley Hogan]

Esperemos que la pelota no caiga por ninguna ventana abierta, porque Ashley no quiere tener problemas con nadie como Dietrich.
Sonrió, feliz de que Pietro le dijera que sí, porque la única otra persona que veía sola allí era una chica de séptimo con cara de pocos amigos. "¿Ibas a salir?", le preguntó al tirarle la pelota con un pique, de forma que rebote hasta bien arriba antes de llegar a Pietro.

[Ashley Hogan]

Atajó la pelota y lo señaló con ella, "Por el abrigo", antes de picarla de nuevo hacia él.
Ashley ya se sabe su nombre porque no puede evitarlo: Le gusta saber quién es quién allí. Se siente feliz nadando en la paz mental que le brinda el gastar neuronas en recordar cosas dignas de una vieja de barrio de esas que salen a barrer la vereda y a contarse chismes con la vecina que barre su propia vereda.
"¿Cómo le está yendo a tu primo?", le preguntó por cortesía.

[Ashley Hogan]

Rió, "Es que no hace frío aquí". Y si Pietro le lanzó la pelota, él la atajó y se la devolvió con un pique más directo. "No sé cómo hacía para que le vaya tan bien, con el Quidditch y eso", comentó volviendo al tema de Dietrich. Porque si este año surgía algún alumno ejemplar en Slytherin, no había dudas de que tendría que ganarse el legado dejado por él a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. Aclaro que Ashley solo está dispuesto a la parte del sudor (y no por el Quidditch precisamente), así que queda descartado como candidato para el puesto.

[Ashley Hogan]

Disculpa, Ashley no tiene idea de que Pietro siente eso con respecto a su primo. Falencias de todo hijo único. Va a tener que ponerse más empático al respecto si pretende algún día ser un buen Especialista en Mentes.
"Quizás sea el abrigo", le dijo como si se le hubiese ocurrido recién, medio en broma. "Hey, ¿quieres ir a picar esto a uno de los corredores?", propuso. Se le acaba de ocurrir lo que vendría a ser el paddle sin raquetas y con posibilidades de rebotar en el techo también, porque había pasillos allí abajo lo suficientemente bajos como para tener rebotes muy interesantes.
Todos tienen un vicio. El suyo al menos no es demasiado nocivo para su salud.

[Ashley Hogan]

Te cuento que me estoy reservando a Judith Powell para mi cuando le crezcan las hormonas. Pero te presentaré a las demás, no hay problema.
"No hay problema". Sonrió, picando la pelotita en el lugar y luego encarando para la puerta. "Vamos cerca del aula de Pociones, entonces", le propuso levantando las cejas. Porque si querían lucirse, necesitaban más público que el ocasional Slytherin que iba hacia la Sala Común.

[Ashley Hogan]

Negó con la cabeza. "¿Tú sí?" consultó, mirándolo con intriga mientras se adentraba en el pasillo y doblaba hacia el lado del aula -deben estar terminando la clase en unos minutos-. Quizás Pietro era del tipo de chicos que tiene novia, amante y dos o tres potenciales, por las dudas. ¿Quién sabe? Su primo era un enigma, quizás le venía de familia.

[Ashley Hogan]

Levantó las cejas, picando la pelotita en las paredes a medida que avanzaban por el pasillo (aunque frenó el tiempo suficiente para ver el gesto de Pietro). "¿En serio?", le dijo, extrañado. Consultó su conciencia un segundo y ella le dio el 'Ok' para proseguir. "O sea, ¿en serio crees que es necesario ese título para eso?"
Si hay algo que me enseñó 'The Tudors', a pesar de que no la vi, es que no hay demasiada gente que deje que un título o un papel frene sus impulsos sexuales.

[Ashley Hogan]

Hizo una mueca, pensando en el razonamiento de Pietro. No hacía mucho tiempo él habría opinado algo similar... pero la realidad era que él era mucho más cómodo de lo que parecía (que ya era mucho): ¿para qué realizar el mantenimiento aburrido de una relación cuando estaba feliz con las cosas pasajeras? Ladeó la cabeza, no muy convencido.
"La verdad es que prefiero ser franco con ellas" comentó. "Las cartas sobre la mesa y las cadenas lejos del cuello, gracias..." bromeó. Picó la pelotita contra la pared que tenían enfrente (siguen caminando, ¿no?) con la intención de que rebote luego hacia Pietro.

[Ashley Hogan]

Recibió la pelotita pero no la tiró de nuevo sino que la picó a sus pies para volver a tomarla.
"Entiendo, son bastante especiales las chicas de tu año" bromeó. Aunque, según él, a Dora le había costado bastante aceptar el final de la relación. Quizás Pietro ya había estado en esa situación con ella, pero él no se había fijado, porque nunca había sido celoso de ella como para vigilarla. (¡Vade retro, Satanás!)
Y la oportunidad de Pietro apareció delante de ellos, doblando la esquina del pasillo. "Puedo, mira..." dijo, y le lanzó la pelotita a la víctima.
Y yo creo que luego de este acto de bondad, podemos decir que Ashley le tiró un par de huesos más a Pietro a lo largo del año. Si Pietro los aprovechó o no, es otra historia.

((Cerramos, dale?))