Esperaba que llegaras, te esperaba primavera

[Anisa J Arkwright]

Ni de casualidad había visto a Barty Crouch. Anisa, más allá de su corazón roto, solamente tenía ojos para Regulus Black: a él siempre lo notaba cuando entraba o salía de un cuarto, o si miraba en su dirección, o si respiraba más agitado en determinada situación. Estaba ciega.
Dejó caer la Corazón de Bruja en su regazo cuando Barty la sorprendió, retrayéndose ligeramente como si buscara refugio en lo mullido del sillón. Subió la vista hacia él con algo de desconfianza (era el hijo del director del departamento de leyes, y para peor de males amigos de ese Lestrange que seguramente había llevado al camino del mal a su perfecto Regulus) pero aceptó la flor con una mueca que intentó ser una sonrisa "Gracias, Bartemius" bajó la vista a la flor. El corazón le latió un poco más rápido, ¡alguien le había regalado una flor! ¡A ella!

[Anisa J Arkwright]

Pero llamarlo 'Barty' era tomarse muchas libertades. Después de todo, ¿qué tanta confianza tenía ella como para llamarlo por un apodo? ¿Y si lo hacía y eso hacía que la gente pensara que podían empezar a llamarla Annie, o Nissy, o Wigglebottom? No era bueno correr riesgos. Tal vez lo llamaría de Crouch. O de Junior.
Pasó la mirada de Barty a su Corazón de Bruja "Yo no sabría decirte, no me interesan los muggles" respondió tranquila. No era su culpa que pusieran a una editora que dejaba pasar artículos de ese tipo, y no iba a dejar de mantenerse enterada sobre los mejores encantamientos estéticos solamente por ese detallecito.

[Anisa J Arkwright]

Apartó la vista de Barty para mirar hacia la entrada de la Sala Común, como si, durante un segundo, temiera ver al padre de él reprimiéndolos con una mirada severa. Volvió a ver a su compañero.
"Pues espero que no haya una condena para los que tenemos exigencias. Quizás deberías ir informándole al Ministerio que tampoco me gustan los pelirrojos, por si acaso" alzó un poco un hombro, colocando en la boca una sonrisa que trataba de disimular las ganas de quitarle su revista de las manos.

[Anisa J Arkwright]

Cambió la flor de una mano a la otra y se la acercó a su propio mentón. Ojalá que Barty preguntara de forma retórica y no porque juntarse con Rabastan Lestrange le estaba formando tapones de cera en las orejas.
"Claro, si es que están tan interesados en el tipo de hombre que me interesa..." comentó, haciendo girar el tallo para que los pétalos le acariciaran el mentón. Sonrió aún más, tratando de hacer una sonrisa infantil, de esas llenas de inocencia y dulzura.

[Anisa J Arkwright]

Miró la revista como si hubiera olvidado lo que decía la portada. No realmente. A veces copiaba algunas pociones y algunos consejos en un cuaderno, por si algún día los llegaba a necesitar. Algún día, cuando Regulus Black abriera esos hermosos ojos grises y la viera por lo que realmente era: la esposa ideal.
Rió suavemente por el comentario de Barty "Depende las prioridades que tengas, realmente: hay mujeres que prefieren tener las uñas largas y fuertes a un antídoto para el veneno de Lobalug" ella aún no se decidía. Las uñas largas le molestaban para bordar la mayoría de las veces.

[Anisa J Arkwright]

Tal vez ambos deberían fundar el Virgin Club en Slytherin. Sería sumamente útil para saber quiénes están de qué lado. Para Anisa todos los estudiantes que no eran vírgenes eran unos promiscuos que, de existir el infierno, estarían condenados a vivir eternamente empalados sobre un río de lava ardiente.
"Yo tampoco" sonrió, ella era la simplicidad hecha loca. "¿Has visto como se visten últimamente?" no tenía más que enseñarle la portada. Esos atuendos eran para fiesta de disfraces o para prostíbulo en Amsterdam.

[Anisa J Arkwright]

Desde el domingo que no puedo sacarme esa canción de Palito Ortega de la cabeza. No es que realmente quiera, Palito es mi amor imposible y mucho más dreamy que Sandro.
Sonrió a Barty por el comentario bien salvado al final, por supuesto que una chica chapada a la antigua era ideal. "Quizás resulten interesantes y llamativas ahora, pero cuando realmente importa" a la hora de conocer a los padres, cuando tuviera que hacerle sopa de pollo al marido con gripe, cuando le tocara dar lecciones de piano a los hijos "hay poco que se pueda hacer con esa apariencia". Levantó un poco el mentón, dejando la revista sobre su falda y volviendo a acercarse la flor a la nariz.

[Anisa J Arkwright]

Estuvo tentada de pretender que no sabía de lo que Barty hablaba, pero se le hizo imposible ocultar que se estaba sonrojando, y que apenas hablaban de Regulus lo tenía nuevamente instalado en su cabeza, de donde nunca se había ido en realidad.
Suspiró largamente y se dejó caer hacia atrás en el sillón, deseando que la flor hubiera sido más grande, un girasol quizás, como para cubrirle el rostro entero en ese momento. "No es su culpa" dijo en voz baja. Y le resultaba extraño que Barty le dijera eso (y que ella le contestara), ya que sospechaba que las acciones más que horribles de Regulus habían sido causadas por los amigos que tenía. Si Regulus había dejado de ser el hombre perfecto, era porque en su perfección alguien había metido mano. Y esos seguro que habían sido Barty y Rabastan.

[Anisa J Arkwright]

Frunció el entrecejo y aunque no tenía forma de negar que lo que Barty estaba diciendo era cien por ciento cierto, no quería admitirlo. Porque también era admitirse aún más imperfecta si ni siquiera conseguía enamorarse del príncipe azul correcto.
"Honestamente, no tengo la mejor opinión de Lestrange" comentó, por lo que no quería ahondar en el tema. "Y es por eso que no creo que sea justo culpar a Regulus por lo que sucedió. De algún lado tuvo que haber sacado la idea de hacer algo tan... bajo" Barty no tenía la culpa de ser hijo de su padre, así como los Lestrange no tenían la culpa de haber tenido ese segundo hijo innecesario y arruina-Regulus. Rodolphus había sido más que encantador.
((¡Me fui! Buenas noches, Barty))

[Anisa J Arkwright]

Aguantó la mano de Barty en su mejilla hasta que él terminó de hablar, por respeto o alguna otra razón que no sabe encontrar con palabras. Pero la ponía nerviosa que la tocaran, especialmente los hombres. Y el rostro era algo muy íntimo, muy suyo. Pero sonrió cuando hizo la cabeza hacia atrás y se tocó la mejilla con la palma de la mano que no sostenía el tallo de la flor.
"Entonces puedo culpar a Rebecca, a quien yo consideraba mi amiga" apretó los labios y no pudo evitar que se le escapara el comentario entre los dientes "De mucho que me sirvió", con ironía. Y, tal vez, un poco de dolor.

[Anisa J Arkwright]

Quitó la mano de su propia mejilla y la colocó sobre la parte inferior del tallo de la flor "Para ellos, seguramente" alejó la mirada de Barty. Se escuchó, y sonaba odiosa, rencorosa, muchas otras cosas feas que terminaban con 'osa'. Iba a acabar siendo odiada por Barty también, si es que a él le importaba tanto como para dedicarle odio en vez de indiferencia.
"O una indirecta para mí, diciéndome que tengo que superarlo" se encogió de hombros, aún sin verlo. Aceptar que nunca nadie la querría y ya. Sin amigas y sin novio, sin nadie. Ser feliz solamente en vacaciones buscando refugio en las palabras que su padre le dirigiera durante la cena.

[Anisa J Arkwright]

Arrastró la vista hasta las chicas y volvió a ver a Barty. Demoró en separar los labios mientras se preguntaba si él volviería a insistir en que lo llamara por el diminutivo si ella le decía Bartemius nuevamente, dándose cuenta que decirle Junior le sonaba un tanto peyorativo y llamarlo de Crouch era traer a la boca el sabor amargo de lo que era el padre de él.
"No, no quiero" sonrió, dándose cuenta que no especificaba a qué estaba respondiendo. "No quiero ser como ellas" omitió el nombre, y omitió que no estaba segura si quería dejar ir la idea de una vida con Regulus.

[Anisa J Arkwright]

Miró a Barty extrañada y no pudo evitar que se le escapara una risita, por más rápido que intentó llevarse la mano a la boca, como si así pudiera evitar que se le escaparan los sonidos.
"¿Con cuántos quieres que me obsesione?" preguntó risueña, obviamente renunciar al sueño que era una vida con Regulus significaba renunciar a toda vida romántica. No quería que pensaran que era una cualquiera que cambiaba de intereses románticos como quien cambia de escoba de carreras.

[Anisa J Arkwright]

((OHMYGOD me encanta así como mucho, ¡no lo había visto! OK, Rainn Wilson es súper cool, pero esa propaganda lo supera porque es demasiado cute y graciosa))

Lo miró, viendo que le guiñaba el ojo y también lo observó atentamente cuando él se echó a reír. Le costaba mucho entender si Barty estaba bromeando o qué, especialmente porque la verdad es que lo único que veía en común entre Barty y Regulus era el año y casa (y un poco que ambos eran inteligentes, pero Anisa estaba bastante segura de que hasta eso era en niveles diferentes).
Sonrió, porque no sabía de qué le tocaba reírse "¿Te refieres a ti?" preguntó, para poner las cartas sobre la mesa. Quería entender si él había implicado algo de verdad, bromeando, o ella se lo imaginó.

[Anisa J Arkwright]

((Nunca vi esa, creo que siempre será Napoleon Dynamite en mi corazón, hahaha :))

No, Regulus no podía decir que había sido un fiel amigo. Tampoco se podía decir de Regulus que alguna vez le hubiera hecho una propuesta (o lo que fuera) como la que hizo Barty.
Anisa se llevó las manos a las mejillas (y el tallo de la flor también) cuando las sintió enrojecer "No sé si sea algo que una pueda planear por adelantado, B-... Crouch". Seguía sin tener la confianza como para tratarlo de Barty.