El reto de los quince

[Nikoleta Waldgrave]

No podían culparla por sentirse inclinada a personas quietas como él, a los demás les daba risa o pena que los dibujara. En cambio, a Dietrich parecía no importarle. Era como el modelo ensueño de todo artista, alguien físicamente atractivo y con la capacidad de la inmovilidad momentánea... menos el detalle de las 'gracias' o reconocimiento posterior al dibujo que no esperaba él, porque se iba al otro extremo de la verdadera indiferencia. Pah, como si alguna vez hubiera sido distinto con él. Ella lo sabía, estaba totalmente tranquila al respecto, e, incluso le divertía la idea de preguntarle de repente a alguien cercano a la sala común si Dietrich no se había muerto, o dormido con los ojos abiertos, o algo, porque en verdad era increíble la quietud que era capaz de adquirir. No sólo en ese día, sino en general.
Ahora, terminaba de ensombrecerle la nariz; el boceto no debía llevar de empezado más de diez minutos. Nikoleta estaba sentada sobre la alfombra, la espalda apoyada contra un sofá ocupado por alguien que conversaba con otro alguien, las piernas flexionadas y su libreta de dibujo sobre éstas, en sentido vertical, sus ojos atentos.
¡Si tan sólo pudiera permanecer así unos quince minutos más...! Eugene recibiría una mirada asesina si se le ocurría hacerlo reír. Y un premio por la hazaña, también.

[Eugene Genkov]

¿Por qué luego luego con las amenazas? Eugene estaba tranquilo haciendo su tarea mientras se rascaba la frente, el reporte que estaba haciendo requería de mucha concentración. No sólo se trataba de copiar textos de libro, sino de explicar con palabras de qué se trataba lo copiado, y no sólo eso, ¡la imagen! Era un poco laboriosa la tarea, vaya.
Dejó de rascarse para pasarse la mano por entre su cabello, elevando sin querer la vista. Dietrich, que estaba enfrente, también se veía sumamente concentrado en lo que estaba haciendo. Ok, parecía estatua. Ni siquiera parecía que estuviera respirando... ¿cómo podía lograr tal inmovilidad?

A lo lejos pudo distinguir la imagen de Nikoleta... pero ni idea de lo que estaba haciendo. Regresó a su tarea y entintó de nuevo su pluma.

[Dietrich Stover]

¿Quietud? ¿Dietrich quieto? ¿Cómo podía lograrlo? Pues no moviéndose, vaya, qué preguntas. Y el que no tenía ni la más remota idea de nada era Dietrich. ¿Cómo iba a saber que su estática figura había sorprendido a unos cuántos? No era nuevo, Dietrich así era. Cuando leía por lo general colocaba el libro enfrente y no volvía a moverse, a menos que sea para cambiar la hoja. Lo que hizo en ese momento, de hecho. Eso provocó que inclinara un poco la cabeza y entrecerrara un poco más los ojos, los cuales no despegó en ningún momento del libro.

[Nikoleta Waldgrave]

((¡Perdón, perdón, perdón! Las vacaciones han estado de muerte, pero ya volví :D))

¿Cómo que por qué las amenazas? ¿Quién se supone que podría hablarle en un determinado momento al rubio? Evidentemente, él, y sólo él. Se entendía que Eugene estuviera también ocupado, pero ¿y si por ejemplo estornudaba, y eso invitaba a Dietrich a reaccionar de algún modo, girando el rostro hacia él, o dirigiéndole un salud? Nikoleta pensaba en varias cosas mientras dibujaba, aparte del modelo. Como que debía apurarse y procurar no ser tan obvia en cuanto a la atención que le dedicaba a Dietrich, seguida de un trazo sobre la libreta. Dibujaba con una rapidez de poseída.

[Eugene Genkov]

¡Pues qué habilidad para dibujar de esa manera! Quién quisiera ser ella al momento de hacer tareas de... ¿astronomía? ¿runas? El dibujo no se le daba a Eugene, lástima. Inevitablemente volvió a rascarse la frente... "Oye Dietrich" lo siento Nikoleta, pero era necesario "¿El Lazo de Diablo tiene contextura cuadriculada como la Flor Voladora?", no lo recordaba. Su mirada reflejó indecisión y duda en el momento en que la posó para encarar a su amigo.

[Dietrich Stover]

¿Por qué cuando no tienes nada que hacer la gente ni te hace caso, pero cuando estás haciendo una actividad que te gusta mucho, te molestan? ¿Por qué la gente es tan inoportuna? Bueno fue que Eugene era el responsable de la interrupción y no otra persona cualquiera a la que hubiera hecho llorar con dos palabras. Giró el cuello con dirección a su amigo, sólo para penetrarle la mirada sin decirle exactamente nada.

[Nikoleta Waldgrave]

La pregunta no iba para ella, evidentemente, pero casi reaccionó como si hubiera sido así: tensándose y quedándose quieta, con la mirada clavada en el dibujo ahora interrumpido, temiendo que Dietrich hubiera perdido la pose. Permaneció así unos cuantos segundos hasta animarse a únicamente levantar la mirada hacia él.
Una vez corroboradas sospechas (porque parecería una idiotez que sólo porque hubiera girado el cuello, se hubiera arruinado todo, pero...), arqueó las cejas en forma de 'n'; la frustración omitiéndole posibilidad de ver hacia otro lado, que no fuera el rubio.

[Eugene Genkov]

¿Y por qué lo veía de esa manera? Era una pregunta común y corriente... ¿no podía nada más decirle la respuesta y ya? Es lo que le molestaba de Dietrich, pregunta que le hicieras, respuesta nula y/o inútil que te daba, con tal de no decirte y forzarte a que lo busques por ti mismo en los libros. ¡Maldito! A veces lo odiaba por eso. Relajó los músculos como quien ya sabe la respuesta y se conforma con mejor dejar el tema zanjado y regresó a su tarea, tomando un libro de su mochila para buscar la respuesta correcta. -Maldito-, a veces no entendía cómo Aimee le soportaba esas cosas. ¡Nikoleta también!

[Dietrich Stover]

De que perdió la pose, la perdió... había girado la cabeza, pero cuando Eugene desistió con esa pregunta tan obvia y tan... ¡por Merlin, eso se lo habían enseñado en 2do grado, ¿ya se le olvido?!, giró la cabeza de nuevo hacia su libro y continuó con la lectura. Había terminado el parrafo, al menos, antes de la interrupción, por lo que continuó con el siguiente. ¿Ya estaba contenta Nikoleta? ¿Contenta de que Dietrich no le había estropeado el dibujo?

[Nikoleta Waldgrave]

Confío en que los dibujantes me entenderán el trauma sobre cómo una diferencia de dos centrímetros hacen LA diferencia en un trazo. Como que por eso había gente a la que le pagaban por estar inmóvil durante el tiempo requerido: la gente normal no tenía por qué estar aguantando esas poses agotadoras. ¡Demonios! ¡Pero si Dietrich había estado quieto hasta el momento! A ver si Eugene sentía el segundo par de ojos sobre él, Nikoleta no dudó en fruncir el ceño en su dirección. Claro que, cayendo en cuenta de lo absurdo de su reacción, salió de ésta parpadeando con rapidez y volviendo a ver el dibujo. Iba a comparar la actual pose de Dietrich con la plasmada. Al hacerlo, suspiró.

[Dietrich Stover]

((... y Eugene se quedó buscando en su mochila por harto rato. LOL; o sea, me va))

¿2 centímetros? Pues ¿qué? ¿Se te fue el carboncillo de lado? 2 centímetros sí es mucho, si me hubieras dicho al menos 2 milímetros te creería la locura del dibujante. Pero bueno, Dietrich por eso no era dibujante. Siguió con su pose de estatua, hasta que tuvo que moverse ligeramente (así como su cabeza también) hacia un costado, porque sentía comezón en el hombro. Maldición, rascarse por encima del uniforme no fue suficiente. ¿Por qué los uniformes eran como todo un búnker? Tuvo que meterse la mano por debajo de éste (entiéndase la camisa, además del sueter) para poder rascarse con mayor empeño.

[Nikoleta Waldgrave]

Bueno, GRACIAS por eso. Me ayuda a pensar que Nikoleta no está (tan) demente, después de todo. Lo que me hubiera encantado ver es la reacción de ella ante la acción del rubio en caso de estar poseída por alguien más, digamos... por cierto fanático suyo que rondaba en el colegio. Yo sé que con un poco de magia sería posible el intercambio de cuerpos, porque desafortunadamente (JÁAAA) ella no iba a emocionarse por estas cosas, sólo seguir enajenándose con la idea del dibujo que ya no le saldría perfecto. Ya no estábamos hablando de algunos centímetros de diferencia, sino de la pose entera. Topó la punta del lápiz en la hoja, indecisa sobre cómo proseguir ante el asunto. Si esperar a que Dietrich dejara de toquetearse para ver si reanudaba una pose más o menos como la de antes, o empezar a garabatear sobre la nueva.

Los pensamientos le habrían fluído con más facilidad de no ser por unos pasos que de repente escuchó detrás suyo. No se dejó distraer por el sonido sino hasta que el motivo de éste proyectó una gran sombra sobre su libreta, más específicamente, la hoja en la que estaba una parte de Dietrich, plasmado.
Era Fiona, una compañera de la casa. Estaba inclinada hacia el dibujo, a un lado suyo, sonriendo mucho. Nikoleta no dudó en virar los ojos hacia ella. Primero, la asustó un sonido que hizo la chica, como inhalando aire muy rápida y fuertemente, a modo de sorpresa. Apenas pudo disimular el exhalto. "¡SÍ SE PARECE! Es Stover, ¿verdad? ¿Verdad?" exclamó la chica.


Nikoleta quiso morir, un poco.

[Eugene Genkov]

((Y ahora sí entro, aunque sea de chocolate XD))

Ok.... what? Eso hizo que inclusive Eugene (que estaba a un chingo de metros de distancia de Nikoleta y la otra tipa) elevara el rostro lentamente para visualizar a las mencionadas y quedárseles viendo con el rostro fruncido.