Night shift

[Gerald Cowershof]

Gerald creía que no existían razones por las que su esposa pudiese enojarse con él jamás. ¿Qué era lo que hacía mal? Dejarse engañar incontables veces y terminar haciendo largos turnos de trabajo, pero si ayudaba a la gente... Al final no era algo malo.

"April enojada conmigo" repitió, sin darse cuenta que Agatha no sabía de quién hablaba, "Han pasado varios días desde la última vez que dormí en casa ¿Podría tratarse de un sueño premonitorio?" alzó la mirada hacia la muchacha, de nuevo intranquilo, alguna vez había escuchado que cualquier mago podía tenerlos, así que no debía ser una exageración de su parte ¿O si?

[Agatha McGee]

Entonces April era una chica que vivía con él. Podía ser novia, esposa o hermana. Buscó con la mirada sus manos, para ver si tenía un anillo y confirmar sus sospechas.

Meditó la pregunta unos momentos. "No sé si podríamos llamarle premonitorio, pero si es algo que haces frecuentemente y por lo general ella tiene esta reacción podría ser tu mente preparándose para lo inevitable" concluyó. "La preparación inconsciente es un mecanismo de defensa que muchos tenemos" explicó, que a veces era consciente, como cuando se ensayan conversaciones o discursos frente la espejo. "¿Qué tan malo es que April se enoje contigo? Si ella sabe la naturaleza de tu trabajo no debe sorprenderse que tengas largas jornadas de vez en cuando" dijo, ya dejando de lado su opinión profesional para dar una personal.

[Gerald Cowershof]

La mayoría del tiempo Gerald tenía el anillo de bodas en el dedo anular de su mano izquierda, a excepción de esos momentos en los que tenía que meter sus manos en lugares poco usuales, por ejemplo, en heridas de mordeduras. No hay más ejemplos.

Se llevó una mano al mentón, le encontraba sentido en lo que ella le decía, a pesar que no era algo que ocurriera con frecuencia y que seguramente no era más que un temor infundado de su parte. "Es muy malo. Es decir, ella sabe cómo es mi profesión, pero..." se encogió de hombros "En el fondo no puedo culparla si se enoja" suspiró con resignación. Él se molestaría si ella llegaba a la emergencia del hospital por culpa de alguna poción, aunque ya sabía que era algo que podía ocurrir en su profesión, entonces, suponía que ella podía enojarse si el no dormía en casa por una semana completa.

[Agatha McGee]

Entonces diremos que ella vio el anillo y pensó en su colega Nancy, en lo triste que va a estar cuando le comente que el guapo del primer piso estaba casado. El guapo no, Gerald, que íbamos bien.

Bajó la mirada hacia su té, pensando en el tema de la culpa, que era tan complejo que a ella le costaba transmitir lo que sabía, lo que creía y lo que sentía al respecto. "Ella puede molestarse, frustrarse, alegrarse o lo que quiera. Tú no puedes controlar cómo se siente. Lo importante es que sepas que no has hecho nada a propósito para herirla y que sus sentimientos no son tu responsabilidad" dijo, sabiendo que decirlo era mucho más fácil que creerselo pero era lo que decía el libro.

[Gerald Cowershof]

Se pasó los dedos descuidadamente por el cuello, entendía que no podía controlar los sentimientos del otro y también era consciente de que nada de lo que hacía era a propósito pero existía un pero muy importante para él.

"Entiendo" sonrió amablemente, para no restarle importancia a lo que le había dicho "Es solo que para mi es importante no hacerla sentir mal. Tenemos un compromiso, no puedo solamente tomar decisiones o hacer cosas sin tener en cuenta como se siente ella al respecto" explicó y tomó otro poco de café, como para pasar un trago amargo, es que caía en cuenta que sus acciones de esa semana iban en contra de lo que acababa de decir.

[Agatha McGee]

Asintió, entendiendo a lo que se refería. Desentenderse de lo que las acciones causan en los demás era muy difícil, incluso si se sabe que se obró bien o sin malas intenciones. La posición de Gerald era incluso más complicada, porque era su esposa.

"¿Estás seguro que eso es lo que te vas a encontrar cuando llegues a casa? ¿Una April molesta?" Preguntó, porque le sonaba que la pesadilla había sido un detonante de un pensamiento distorsionado.

[Gerald Cowershof]

Se encogió de hombros, eso era lo que había visto en su sueño no-premonitorio, pero esa situación en la que se encontraba era diferente a las anteriores, habían pasado muchos días.

"Bueno... No lo sé, no es como si yo hiciera esto con frecuencia" quería decir que no era un reincidente y nunca se había enfrentado a algo así. Sin embargo, otras ideas terroríficas se apoderaron de su mente "¿Crees que pueda encontrar algo peor? ¿Qué tal si no está en casa?" llevó una mano a la frente, estaba imaginando los peores escenarios.

[Agatha McGee]

Levantó su taza y bebió un poco, mientras miraba a Gerald. Ordenó sus pensamientos, tratando de escoger las mejores palabras para calmarlo. "Creo que si no haces esto con frecuencia es muy poco probable que April se marche cuando lo has hecho una sola vez" explicó, entendiendo que cuando él se refería a que no estaría en casa es a que se iría de forma permanente. "Por lo que, si llegas a casa y no está, no deberías pensar que es que te ha dejado sino que se ha ido con amigas o fue a hacer recados, depende de la hora" añadió, intentando situarlo en esa situación y que no reaccionara de mala manera.

[Gerald Cowershof]

Mientras escuchaba a Agatha experimentó dos tipos de sentimientos: alivio y preocupación. El primero porque era bueno que le recordara que al ser su primera vez, seguramente las consecuencias no serían tan graves; el segundo... Bueno, aún existía la posibilidad de que ella no estuviera en casa cuando él regresara.

Bebió el último trago de café que quedaba en su taza, "¿Crees que sea buena idea enviar una lechuza?" preguntó, se le acababa de ocurrir, solo le faltaba pensar en lo que escribiría.

[Agatha McGee]

La cantidad de té que le quedaba peligraba y no sabía si debía ir a buscar otro o si esta conversación con Gerald se acabaría pronto. Decidió esperar, lo veía bastante estable y no como la clase de persona que necesita una sesión de terapia urgente de una hora.

"¿Es solo para avisarle que llegarás tarde?" Preguntó, porque si esperaba que además le respondiera igual era complicado. Si tan solo los magos aceptaran los teléfonos muchas cosas serían más inmediatas.

[Gerald Cowershof]

Movió la cabeza de un lado a otro, avisar que llegaría tarde era lo único que se le había ocurrido hasta el momento... Pero no creía que fuera necesario, teniendo en cuenta la hora "Bueno, pensaba enviarla en la mañana porque debe estar durmiendo y..." guardó silencio, rascándose un lado de la frente, no quería aburrirla con detalles innecesarios "Mañana, es decir, hoy no llegaré tarde. Pensaba... quizá ofrecer una disculpa" dijo con resolución de no caer en las mentiras de sus compañeros de piso.

[Agatha McGee]

Miró su té, queriendo beber pero decidió reservarse ese último poco para después. Gerald empezaba a buscar soluciones a su dilema y eso era una buena señal, a juicio de Agatha.

"¿Por qué no mejor le llevas algo? No sé si le gustan las flores o quizá el desayuno. Haría más fuerte tu disculpa si sientes que hay algo que perdonar" sugirió. En su experiencia, cuando la otra persona era receptiva a perdonar, añadir un incentivo era un plus, pero eso solo si estaba dispuesta a aceptar disculpas.

[Gerald Cowershof]

Llevar una ofrenda de paz, claro, tenía todo el sentido del mundo. Se llevó otro pancito a la boca y lo masticó mientras pensaba en las opciones que le había ofrecido Agatha. Un desayuno no le sonaba tan conveniente porque no creía poder llegar tan temprano en la mañana y las flores de alguna manera terminaban siendo comida para sus mascotas.

"Bueno.. A ella le gustan las pociones y el ballet" dijo, y sí, estaba pensando como combinar ambos en una sola cosa. La falta de sueño le estaba afectando muchas más cosas en su cerebro de lo que creía.

[Agatha McGee]

-Pociones y ballet- repitió en su cabeza, tratando de buscar una conexión que la llevara a una sugerencia para Gerald. No había ninguna, a menos que una bailarina se pusiera a beber una multijugos que la transformara en otro personaje en plena obra.

"No estoy al tanto de las obras más recientes pero seguro encontrarás una de ballet en Londres" sugirió. "Puedes buscarlo en el periódico. Si dices que le gusta, seguro que le encantará que la lleves" esbozó media sonrisa, para darle confianza. No se le ocurrió nada que tuviese que ver con pociones, a menos que Gerald quiera robar material del hospital pero no podía decirle eso.

[Gerald Cowershof]

¿Cómo que no podía decirle que robara el hospital? Ningún regalo le causaría tanta felicidad a su esposa como alguna pócima o ingrediente super secreto que guardaran allí. Y luego, él terminaría en Azkaban o peor incapaz de conseguir empleo como sanador por el resto de su vida, pero habría valido la pena.

Por su parte, él tenía unas nociones muy básicas respecto al ballet: estaba el clásico y el contemporáneo, usaban tutús y zapatillas de punta, -Y uuuh- Había una obra que se llamaba El cascanueces. Cualquier información que Agatha le aportara le iba de maravilla. "Seguro" respondió con entusiasmo, "¿Crees que haya diferencia entre un ballet mágico o muggle?" preguntó, necesitaba más opciones por si no encontraba nada en El Profeta.