Sun on Sunday

Mensaje por **Ashley Hogan** » 31 Mar 2014 20:01

Asumiendo que Samantha está esperando junto a más gente que necesitaba atención de algún tipo, no creo que se haya perdido el 'Rogers, Samantha: consultorio número diez. Rogers, Samantha: consultorio número diez' que repitió por algún tipo de sistema de vociferadores la Recepcionista de turno.

El consultorio que tenian asignado él y sus compañeros de prácticas se encontraba en la Planta Baja del San Mungo. Ashley estaba allí hacía tres horas ya, y había atendido a dos personas. Podría haber atendido tres, pero no cobraba por hora y realmente tenía ganas de aprender en la práctica. Y disfrutaba mucho ayudando a las personas, por algo estudiaba eso y no para ser Banquero.
Cuando Samantha llegase a la puerta número 10 del largo pasillo en el cual atendían, la encontraría entornada, para invitarla a pasar sin llamar. El futuro Psicomago Ashley la esperaba sentado detrás de un escritorio antiguo lleno de papeles y libros, con una sonrisa amable en el rostro.

Mensaje por **Ashley Hogan** » 01 Abr 2014 00:54

"Hola Samantha, yo soy Ashley Hogan," le dijo mientras se paraba un momento, extendiendo la mano por sobre el escritorio para saludarla como correspondía profesional y humanamente. "Y antes de que lo preguntes, te cuento que Ashley es un nombre mixto", bromeó para romper el hielo y, en el mejor de los casos, robarle una sonrisa a su nueva paciente.
Le haya tomado ella la mano o no, Ashley a continuación le señalaría la silla frente a él, del otro lado del escritorio, para que se siente con comodidad.

Mensaje por **Ashley Hogan** » 02 Ago 2014 11:41

"'Sam' me gusta" le dijo, sonriendo. "Es un buen apodo. El mío es Ash" comentó, riéndose de si mismo. "Supongo que va a tener más sentido cuando tenga canas".
Ashley se sentó, también, apoyando los codos en el escritorio y cruzando los brazos uno sobre el otro. "No hace falta que me agradezcas, estoy aquí para ayudar" le dijo, con amabilidad. Se guardó un par de comentarios sobre lo mucho que debería agradecerle él a ella por dejar que la atendiera y sobre lo mucho que amaba esa carrera y ayudar a la gente, pero le recomendaron no verse tan emocionado con las sesiones. Eso hacía que algunos pacientes de resultados lentos sintieran presión para complacerlo en su carrera, cosa que estaba decididamente mal.

"Antes de empezar, vamos a conocernos un poco mientras me ayudas a decorar esta oficina horrible a tu gusto, ¿te parece bien? No tendrás que hacer ningún esfuerzo" le propuso, sacando la varita para que quede claro que no la iba a poner a pintar las paredes a lo muggle o algo por el estilo.