Sunday Roast

[Alastair Cunha]

Alastair no era fan de la lluvia. La lluvia, por más encantamientos protectores que uno supiera hacer, arruinaba planes. Los muggles no podían ver a uno caminando con la varita en el aire, protegiéndose completamente del agua. Había que manejarse con un paraguas, unos encantamientos más sutiles (especialmente para el calzado), y pretender que estaba todo bien. ¡Si hubo días soleados y agradables antes! Era injusto, no estaba todo bien.

Al menos tenía que estar agradecido que había dejado de caer granizo como anoche, y que lo único que había quedado de la tormenta del día anterior era esa lluvia finita, casi imperceptible hasta que pasas más de un minuto bajo ella.

Caminó desde Canada Water hasta The Angel, donde había quedado con Liney con toda la intención de pedir un Sunday Roast. En su mente era muy válido hacer ese plan de cita, y entusiasmarse por verla y por comer algo así en Londres, en un restaurant, como persona adulta. Sacudió el paraguas a un costado de la entrada al bar a las 12:57 del mediodía.
((Reservado))

[Caroline Rensselaer]

Caroline no era fan de la lluvia, aunque para ser justa, tampoco era fan del calor, del frío, o del granizo que la noche anterior había tratado de no interpretar como un mensaje del universo para que ese domingo se negara a abandonar su casa. Pero no, su propio orgullo le impedía darse el lujo de cancelarle infantilmente justo a la persona que le había escupido que tenía que madurar.

Llegó sin problema a la zona donde estaba el restaurante, pero batalló un poco para dar con la ubicación exacta porque nunca había estado ahí, por eso terminó llegando a la una en punto, sosteniendo un paraguas encantado para hacer que el agua rebotara sólo ligeramente más lejos de lo que habría sido natural. Había pocas cosas más irritantes que ese tonto artefacto muggle que sólo funcionaba correctamente para evitar que se le mojara la parte superior de la cabeza.

Hablando de cosas irritantes, ¿Alastair la esperó afuera tres minutos, o ya está adentro?

[Alastair Cunha]

Alastair había considerado que lo más seguro era esperarla afuera, en la puerta, usando el techito de la entrada como protección contra los elementos. Lo último que quería era entrar, elegir una mesa, y que Liney no lo viera y se fuera a su casa. No, lo más seguro era esperar ahí hasta la una y cinco, y después entrar al restaurant a preguntar por ella o buscarla mesa por mesa. Había que minimizar las posibilidades de desencuentro.

Había bajado la vista, entreteniéndose con las letras de su sweater y tratando de armar palabras con éstas, cuando alzó la vista para ver hacia la calle y girando la cabeza de un lado a otro como si fuera a cruzar.
"¡Liney!" exclamó, contento. No le duró mucho, porque -Oh, no- se reprochó enseguida. "Digo, ¡Caroline!" se corrigió, aunque pronunciándolo como Caro-láin. Quizás hubiera sido mejor nacer mudo.

[Caroline Rensselaer]

Frenó en seco cuando escuchó 'Liney', porque lo juraba por Merlín, se daría la vuelta para regresar a casa y al demonio su madurez, no iba a aguantar una hora de 'Liney esto, Liney aquello'. Igual no tuvo demasiado tiempo para molestarse, porque la inmediata corrección de Alastair le sorprendió bastante. Quizá hasta sintió tantito orgullo. Su hermano mayor decía que era muy mala maestra (no, lo que pasaba era que su hermano era medio lento, no era TAN difícil aprender a usar una cámara básica como la que requería para documentar sus vacaciones en familia), pero aquí, aquí había una prueba de que sí era capaz de comunicar claramente un mensaje y que la otra persona comprendiera. Si Alastair lo había logrado, cualquiera podría.

Ladeó un poco la cabeza, decidiendo pasar por alto la forma en la que pronunció su nombre completo. "Hola, Alastair" saludó. Se acercó para también aprovechar el techito y no mojarse mientras cerraba el paraguas.

[Alastair Cunha]

Exhaló por la nariz, nervioso. Entre que la había cagado llamándola Liney y que ella había frenado, realmente pensó que nunca llegarían a cruzar las puertas del pub. Le daba gusto verla, y aunque lo normal hubiera sido abrazarla, no se había olvidado de la otra condición. Las ganas que tenía de rodearla con los brazos y darle un apretujón cariñoso, acercando el rostro a su cuello... no. Nada de eso.

"¿Cómo estás?" preguntó, mirándola sonriente. "Aparte de linda, claro" agregó. Le costaba no hacer nada, que sintió que algo tenía que decir. ¿Qué iba a hacer? ¿Pretender que no le gustaba? ¿Que había querido verla porque quería intercambiar notas sobre las condiciones de vida en Hogwarts? No, Alastair tenía en claro que Liney le atraía muchísimo y no quería hacer de cuenta que no era así. A menos que eso fuera otra condición, claro. Se adaptaría.

[Caroline Rensselaer]

Las palabras de su ex-compañero le mandaron un escalofrío, y no necesariamente de los buenos, porque la hicieron pensar en el tipo de líneas que tiraban algunos hombres cuando habían bebido demasiado durante la celebración del final de una producción importante, poniendo incómodas a las modelos, a ella, y a cualquier otra mujer que no hubiera tenido el sano juicio de retirarse antes de ese momento. Por eso miró a Alastair, sacudiendo ligeramente su paraguas para prevenir que goteara demasiado, e inhaló profundamente, como queriendo detectar el olor a alcohol.

"Estoy bien, gracias" respondió. "¿Tú, cómo estás, aparte de musculoso?" respondió, y se le escapó una sonrisa torcida que fue más fuerte que ella. Aquí es donde vengo a aclarar que sí, Caroline es una persona madura que, a diferencia de su hormonal versión adolescente, es perfectamente capaz de pensar en otras cosas que en lo bueno que está Alastair y de controlar sus impulsos. Pero no está ciega, no tiene problema con aceptar la realidad, y tampoco con decirla: Alastair se veía mejor que cuando eran unos mocosos.

[Alastair Cunha]

Caray, suena a que Liney tuvo malas experiencias. Alastair nunca debió haberse ido a Portugal, si se hubiera quedado a acosarla todos estos años quizás Liney solamente hubiera tenido una sola mala experiencia, con él, y ahora Alastair no la estaría molestando porque no lo dejan salir los fines de semana de Azkaban.

"Sorprendentemente seco" contestó sonriente, extendiendo brevemente los brazos hacia los lados para que ella pudiera apreciar toda la gloria de su campera verde (¡como los colores de Slytherin, Liney!) seca. Uno de sus brazos dejó el resguardo del techito, de donde se deslizó una gota que lo mojó pero Alastair no se dio por enterado. "¿Quieres que entremos?" preguntó, aprovechando el brazo estirado para acercarlo a la puerta del pub.

[Caroline Rensselaer]

Más que malas experiencias, yo diría que son experiencias de vida. Que son malas. O sea, sí, malas experiencias, pero nada fuera de lo normal, con la ventaja de que Caroline podría mandarle una maldición a cualquier idiota (bajo el riesgo de irse a Azkaban, pero quizá hay cosas que valen la pena, no sé).

Levantó las cejas, como para expresar su ¿admiración? porque había logrado mantenerse seco hasta que ella llegara. Consideró felicitarlo, pero como seguramente sonaría a sarcasmo, decidió quedarse callada. "Sí, entrar suena bien" aceptó, y avanzó hacia la puerta sin necesariamente esperar a que él abriera, aunque si Alastair quiere moverse más rápido, por supuesto puede hacerlo. No es que quiera impedirte ser caballeroso, es que quiere dejar de estar ahí parada.

[Alastair Cunha]

Alastair no llegó a abrir la puerta por Liney, aunque sí intentó (innecesariamente) sostenerla cerca de las bisagras. Pero no con los dedos sobre las bisagras, porque cuando tenía ocho años ya había aprendido esa lección de la vida sobre meter los dedos en las rendijas de las puertas.
El interior de The Angel era cálido, con apenas un murmullo de voces de otros clientes y el staff del local. La mayoría de las mesas estaban desocupadas, al menos por lo que se veía desde la entrada, donde el maître los estaba esperando con menús en las manos. Alastair no había hecho una reserva, así que el maître los recibió y preguntó si necesitaban una mesa para dos.
"Sí, una con linda vista, por favor. ¿No, Li-?" se mordió rápidamente el interior de los labios "¿Caroline?" la miró, puede que con un poquito de pánico que intentó disimular con una sonrisa.

[Caroline Rensselaer]

Sonrió de lado, porque aunque no lo va a admitir, le hizo un montón de gracia detectar ese dejo de pánico en Alastair. Como si de verdad ella fuera capaz de hacer algo para que él sintiera miedo... físicamente llevaba las de perder, y no recordaba qué tan buen estudiante había sido, enfocada siempre sólo en lo bueno que estaba, pero apostaba a que tampoco tendría la victoria garantizada en un duelo. Pasó la mirada al maître y completó la sonrisa. "Por favor" dijo, secundando la solicitud de Alastair. Honestamente, habría preferido ocupar una mesa para cuatro, porque más espacio y distancia le sonaba mejor, pero no tenía modo de justificarlo.
Imagino que siguieron al maître hasta la mesa que les asignó, y Caroline eligió el asiento que la dejara de frente o en un ángulo desde el que pudiera observar la puerta del lugar, incluso si significaba darle la espalda a la 'linda vista' que habían pedido.

[Alastair Cunha]

Caroline podía hacer muchas cosas para que él sintiera miedo, y físicamente absolutamente llevaba las de ganar ella. Quizás no en el sentido en el que la frase fue escrita originalmente, pero yo creo que Caroline siempre tiene todas las de ganar contra Alastair. A él le gustaba mucho eso, creo que es evidente a esta altura.
Alastair no había notado aún que ella estaba eligiendo el asiento que la dejara con vista a la puerta, porque de todos modos la 'linda vista' para él era Caroline. Les dejaron los menús, la carta de vinos, y no sé si alguna otra cosa más. La miró, sonriente, mientras se permitía disfrutar del momento: estaba en una cita con Liney. Habían pasado muchos años, pero estaba en una cita con Liney.

[Caroline Rensselaer]

Bueno, Caroline no lo ve así para nada, al menos no por ahora, porque su existencia en Hogwarts realmente giró alrededor de todas las formas en las que Alastair la venció una y otra vez. Y francamente, deberías temer que descubra que la balanza de poder se inclina a su favor (según tú).
Tomó el menú que le correspondía y bajó la vista para escanearlo. Sí, sí podía sentir la mirada de Alastair, pero eso sólo la hizo recordar cómo cuando estaban en el colegio había pasado clases enteras mirándolo a él. Si no fuera porque sabía que habría sido una estudiante por debajo del promedio de cualquier modo, lo culparía por sus bajas calificaciones. "¿Has comido aquí antes?" preguntó, todavía revisando el menú.

[Alastair Cunha]

La miró mientras él pasaba las páginas del menú sin leerlo. Ah, Liney le estaba hablando... ¡Liney le estaba hablando! Correspondía responderle.
"Solamente vine aquí por tragos una vez" contestó, porque si había pasado por The Angel en alguna otra ocasión no lo recordaba. El lugar era bonito, pero prefería algo más barato y caótico para salir de tragos. No se imaginaba a un grupo de borrachos cantando y gritando 'Oi, oi, oi' dando palmadas en la mesa del local. "¿Vamos a estrenar juntos nuestro apetito acá?" preguntó, en una forma innecesariamente complicada de devolverle la pregunta.

[Caroline Rensselaer]

Como Caroline es el tipo de persona que espera lo peor de todos, asumió que la forma en la que Alastair planteó la pregunta estaba especialmente diseñada para sonar fastidiosa. O para incomodarla, porque eso era lo que pasaba cuando la forzaban a escuchar que ellos estaban juntos en cualquier cosa.

Dejó de revisar el menú y lo observó con frialdad, aunque no podría culparlo si él no se da cuenta de la diferencia entre su mirada usual y ésta. "Nunca había venido aquí" contestó. Regresó su atención al menú. Si no me equivoco, ellos no han comido juntos antes en un restaurante, así que Alastair no puede saber, pero Caroline es extremadamente... especial con la comida. De diez opciones va a encontrar una que se le antoje, y va a terminar rechazándola si tiene un ingrediente que a) le desagrade; b) no le suene apetecible. Había esperado que él ya supiera qué quería para darse una idea, pero como no funcionó, tendría que ser proactiva. "¿Qué vas a pedir tú?".

[Alastair Cunha]

"Uh" le pregunta de Caroline hizo que notara que no había estado prestando atención al menú. De todos modos Alastair no era muy complicado, así que simplemente respondió con "El Sunday Roast, bien standard" porque no tenía problema en sentarse ahí a comer lo que fuera que le sirvieran.
"¿Quieres que veamos si hay opción en el menú para compartir?" preguntó, porque le pareció que sería muy adorable que comieran lo mismo. No era un plato de spaghetti como esos perros animados, pero era su versión de algo romántico. Porque esto es romántico para él, Caroline, una cita contigo.