El ataque de los ingleses

[Nicholas Kilgariff]

Sonrió. Hizo fuerza para seguir sonriendo, porque los músculos de la cara reclamaban que demostrara el malhumor que estaba sintiendo desde hacía ya cinco minutos.

Cinco minutos, aunque no suene como un montón de tiempo, son 300 segundos. ¿Vieron esos posters de salud pública que dicen que actuar hasta un segundo más rápido puede salvarle la vida a alguien? Boom, trescientas vidas. Es un montón de tiempo cinco minutos.

La mujer no paró de hablar en esos cinco minutos. La señora, de unos sesenta años, era la hermana menor de su profesor de Análisis de Decisiones II. El pobre hombre la había dejado ahí en la biblioteca de la universidad para que Nicholas se la fumara, aparentemente, porque la señora estaba contándole que en dos semanas se iba a ir de vacaciones a Mallorca.

Ni media docena de 'qué bien', ni dos 'ya vuelvo' ni un firme 'estoy un poco ocupado' detenían a la mujer. Cada vez que él bajaba la vista para al menos descansar el cerebro, ella le buscaba la mirada y soltaba un '¿me escucha, joven?' que le taladraba la cabeza. ¿No era que los ingleses eran fríos y reservados? Puro engaño este país.

En la desesperación empezó a dejar que su mirada hiciera como una una pelota de ping pong: la señora, un grupo de alumnos en una mesa cercana. La señora, el celador que pasaba con un escobillón en mano. La señora, un árbol ahí afuera donde seguro que los pájaros disfrutaban de su libertad. La señora... Nicholas hizo contacto visual, por fin, con alguien más.

Abrió grandes los ojos, queriendo transmitir por morse mental la señal de socorro. Mayday, mayday. S.O.S. Ayuda.

((Abierto))

[Moira Wallace]

((Por fin es Septiembre y puedo contestar este thread! no importa lo que vos vayas a tardar después, Sandrito♡))

Moira no necesitaba ni cinco segundos para demostrar su desagrado ante una situación. Cualquier cosa que requiera interactuar con gente o compartir el espacio con muchas personas la tensionaba, porque esperaba lo peor de los demás y estaba segura de que de alguna manera u otra iban a fastidiarla.

Sin embargo, así como los ingleses deberían ser más parcos y callados, se suponía que la biblioteca de la Universidad sería un lugar tranquilo y silencioso para poder leer uno de los libros que le habían ya recomendado en una de sus clases de Derecho. Pero no, ahí estaba, una voz aguda de señora mayor que no cesaba en su parloteo.

A Moira le llevó un cuidadoso scanneo encontrar la mesa de la que venía ese sonido tan molesto que la desconcentraba y la había puesto de un humor horrible. Miró con mala cara, deseando que la señora se diera cuenta y se callara. Pero el que la devolvió la mirada fue el chico que se encontraba al lado, al que Moira insistió en mirar feo. Era su obligación ubicarla, que la echara o algo...

[Nicholas Kilgariff]

((Jelóu ♥))

Nicholas no iba a andar echando a las hermanas de sus profesores de Análisis de Decisiones II, ni las de I, ni las de III. Por más que fuera su trabajo mantener el orden en la biblioteca, también era su prioridad aprobar todo y llevarse bien con esos ancianos que quizás lo ayudarían a meter el pie en la puerta de alguna embajada o consulado. Chupar medias era un trabajo mal visto, pero alguien tenía que hacerlo y tratar de beneficiarse, así que si le tocaba a él, mejor.

Posó la vista en Moira, que estaba mirándolo feo. No se esperaba eso, así que volvió a ver brevemente a la señora, que seguía hablándole de Mallorca y sobre lo genial que es ver tantos británicos haciendo de la ciudad un segundo hogar tras el retiro laboral, pero volvió a buscar a la morocha con la mirada dos segundos después, listo para poner su mejor cara de inocencia total como si fuera incapaz de parar la mujer. Alzó un poco los hombros, negando un poquito con la cabeza, como si fuera incapaz de hacer algo al respecto y quisiera la lástima de Moira. Lo que pasa es que el olmo da peras en Bélgica, eso pasa.

[Moira Wallace]

((Hey ♥))

Eran sus primeras semanas en esa universidad, no tenía idea de quién era la señora mayor de voz aguda ni quién era el chico que le devolvía la mirada. Si Moira hubiera sabido que él era empleado de la biblioteca en ese momento se hubiera sentido todavía más molesta porque no le explicara a esa mujer que debía mantener el silencio o bajar el tono de voz.

Apretó los labios y soltó el aire al ver que él la ignoraba, pero sabía que era inútil seguir intentando leer. Apoyó el libro sobre la mesa exhalando su molestia y luego volvió a mirarlos. Deseaba tanto que se callara que por un instante temió que la magia involuntaria que hacía cuando era pequeña volviera, pero ese pensamiento la llevó a uno igual de peligroso pero más divertido. ¿Y si le lanzaba un hechizo a la señora para dejarla muda por un ratito? No podían echarla por eso ¿o sí?.

Que el chico le hiciera esos gestos de resignación la hicieron sentir un poco mejor, al menos alguien más opinaba como ella y estaba igual de fastidiado con la charlita de la señora. Moira respondió negando también con la cabeza de manera lenta, indignada. Pero acto seguido levantó una ceja y ladeó la cabeza, como señalando a la mujer. Levantó apenas la mano enseñándole la palma como diciéndole 'Y??? Dale, nene, callala de una vez'.

[Nicholas Kilgariff]

El gesto de Moira hizo que sonriera, lo que a la vez hizo que la señora se riera al pensar que él había encontrado algo encantador en lo que le estaba diciendo. Aprovechando que la señora estaba encantadísima con su propia historia, apuntó disimuladamente con la varita (que tenía en el bolsillo del saco, uno de esos tejidos horribles pero que no pican y son perfectos para no pasar frío) hacia una pila de libros en una mesa cercana a la de Moira, empujándolos hasta el borde de la mesa y luego arrojándolos al suelo. Ruidosamente. Lo suficiente para distraer aún más a la señora.
Había que luchar fuego con fuego, ¿no? Ya no sé qué lecciones se pueden aprender de los éxitos de los 90's, quizás Ricky Martin no sabía nada de qué era realmente poner fuego contra fuego.
"Uff, le hablo después" dijo fingiendo estar apuradísimo y muy preocupado por los libros que hizo caer, saliendo por detrás del mostrador hacia la mesa. Aparte eran los de la Encyclopædia Britannica, una versión de 1857 que era la novena edición. En cualquier momento lo rajan a este chabón por maltratar así a los ejemplares si alguien se entera de las cosas que se manda.

[Moira Wallace]

No esperaba que él encontrara divertida su queja y sonriera, lo único que Moira esperaba era que él activara, que hiciera lo que fuera con tal de que parar ese parloteo que ya comenzaba a retumbar en su cabeza.

El sonido de esos libros tan pesados la asustó por un segundo, haciendo que por fin dejara de prestarle atención a la mujer, aunque quizás fuera por el repentino silencio que se había invadido la biblioteca ahora que ella se había callado. Dos o tres alumnos que estaban cerca giraron su cabeza y Moira podía sentir que la estaba observando a ella, como si fuera responsable del ruido que les había llamado la atención, pero prefirió buscar con la mirada qué era lo que había caído en la mesa cerca suyo.
Se puso de pie y se acercó con la intención de hacer levitar los libros con su varita y regresarlos en una pila a la mesa. Eran demasiado pesados para andar agachándose a levantarlos. Cuando levantó la mirada, el chico con el que la señora parloteaba se había acercado también y Moira lo observó un instante, alzando levemente las cejas.

[Nicholas Kilgariff]

Nicholas miró brevemente sobre su hombro para ver que la señora se había quedado donde la había dejado, ahora en silencio, mirando a su alrededor como si no supiera bien qué hacía ahí. Por si las dudas, porque lo último que quería hacer era darle a entender a la mujer que él estaba interesado en seguir la charla, miró al frente mientras se agachaba para levantar los libros a mano.

"No, no, yo me encargo" le dijo por las dudas a Moira, listo para agarrar un libro flotando con magia si era necesario. No se iba a ir de ahí hasta que la mujer no estuviera sentadita en su sillón favorito de su propia casa, necesitaba hacer todo el tiempo del mundo. El plan era apilarlos en el piso, revisar que no los hubiera dañado con la caída, y después levantarlos. Uno por uno. El ser más eficiente de la Europa continental.

[Moira Wallace]

Lo observó agacharse sin entender por qué prefería hacerlo manualmente si cada uno de esos libros parecía pesar como dos kilos. "¿Seguro?" respondió más por compromiso que por otra cosa, además ya se había parado y sentía que sus compañeros y, para peor, la señora parlanchina los estaban mirando "¿No necesitas ayuda?".
Moira decidió echar una mirada hacia el mostrador, como controlando que la mujer siguiera allí pero en silencio, mientras se agachaba también para buscar uno de los libros que había caido cerca de la pata de la mesa. Quizás debieran cambiar lugares, algo me dice que Moira estaría fascinada de ser la guardiana de los libros pero sobre todo la encargada de mantener el silencio y la calma en ese lugar. Casi que había nacido para eso.

[Nicholas Kilgariff]

"No, no te preocupes" insistió, tentado de sentarse ahí en el piso y quedarse protegido por entre las mesas para no tener que regresar a donde había abandonado a la mujer, que seguramente ya estaba considerando dejar de estar parada ahí sola frente al mostrador. Ni se le había ocurrido la posibilidad de que fuera docente de algo, por suerte, sino era capaz de sacrificarse de todo y quedarse horas hablando con ella con tal de ganársela y poder usar eso a su favor en alguna clase.

"Debería estar ofreciéndote ayuda yo, se supone" bromeó alzando la vista para ver a Moira con una sonrisa. Apa, linda chica. Si había alguna diferencia entre el rictus amigable básico y uno más ladino, estaba formulándose ahí en sus labios. Por ahí tendría que ser más atento y empezar a ofrecer ayuda sin que se lo pidieran, y a Moira en particular aunque no lo necesitara.

[Moira Wallace]

Se acercó hasta el chico para alcanzarle el libro que había recogido del suelo y lo encontró sonriéndole de esa manera un tanto extraña. Los chicos a ella no le sonreían así, incluso creía que se había vuelto un poco invisible a ellos gracias a su expresión de pocos amigos, pero ahí estaba el que se empecinaba en hacer las cosas a lo muggle, sonriéndole sospechosamente.

Al menos se daba cuenta que él estaba ahí para ayudar a los estudiantes. Moira alzó las cejas mientras le extendía el libro "Sí, bueno, podrías haber empezado por callar a esa mujer" le dijo sin filtro "Estaba empezando a fantasear con lanzarle un hechizo enmudecedor".

[Nicholas Kilgariff]

Se sintió muy tentado de poner los ojos en blanco cuando ella le dijo que tendría que haber callado a la señora. Sí, Moira tenía razón, pero Nicholas no iba a arriesgar su comodidad y posible futuro contacto solamente por cumplir su deber. Primero él, segundo él, tercero hay que parar si alguien queda knockeado. No, momento, esa tercera es del Club de la Pelea.

"Si lo hubieras hecho yo hubiera pretendido estar muy sorprendido de su repentina pérdida de la voz, y le hubiera indicado la chimenea más cercana para San Mungo. Así que ya sabes, si la próxima se te escapa algún hecho de la varita..." le sonrió de lado, tomando el libro que ella le pasaba. No le estaba prestando mucha atención a los libros.

[Moira Wallace]

No había tenido la intensión de hacer una crítica directa a él, aunque sí había pensado antes que podría haber hecho algo para callarla, sino una queja (esta vez verbalizada) sobre la señora que se había empeñado en hablar sin respirar. Moira escuchó su respuesta y sonrió de lado también, sin terminar de comprender si era un chiste o si él pretendía que hiciera el trabajo sucio por él. O ambas.

"Espero que no haya próxima" contestó, siempre tan buena onda "Aunque con mi buena suerte, seguro que me la cruzo cada vez que venga" cerró por si su primer frase había sonado muy optimista "¿Es una de las profesoras?" preguntó entonces para saber a qué atenerse y qué posibilidades había de cruzársela seguido.

[Nicholas Kilgariff]

Se le escapó una risa breve con las frases de Moira, sorprendido de que ella fuera tan sincera con sus pocas expectativas para el orden de la biblioteca en el futuro. No la podía culpar, seguramente hasta ahora no había tenido buenas experiencias ahí.

"Es la hermana del profesor de Análisis de Decisiones II, no sé qué enseña ella" dijo, alzando los hombros. Estaba casi seguro de que ella enseñaba algo, porque si solamente pasaba por ahí para visitar a su hermano y molestar a todos los que vivían y trabajaban en el campus, seguramente era una mujer malévola con mucho tiempo de sobra. "¿Qué estás estudiando?" preguntó, sosteniendo los libros en las manos. Nunca muy apurado por acomodar las cosas, claro.

[Moira Wallace]

"Ah" soltó mirando hacia donde estaba la mujer por un instante, preguntándose lo mismo que él, si es que enseñaba algo o sólo habia ido a molestar. El pesimismo de Moira le dijo que la segunda opción era la más probable, aunque también era posible que le tocara como profesora en alguna de las materias más importantes de su carrera, volviéndola un parto.

La pregunta de él la hizo volver a mirarlo con atención "Derecho" le contestó "Estoy en primer año, recién empiezo" recordando que debía ser más sociable, algo que le decía su mamá desde chiquita y que una vez que se había hecho amiga de Melwyn había olvidado poner en práctica, decidió devolver la pregunta "¿Tú? ¿Trabajas aquí o también estudias?"

[Nicholas Kilgariff]

Qué linda, una chica de primer año, e inteligente como para seguir Derecho. Seguramente ya le habían caído encima los de los años superiores queriendo hacerse los bananas, ofreciéndole ayuda solamente para ver si le sacaban una cita. Igual él hubiera hecho lo mismo si la hubiera cruzado en el edificio de la Facultad de Derecho, así que no debería estar criticando a esos hipotéticos futuros abogados del reino.

"Ambas" explicó mientras dejaba los libros apilados sobre la mesa de Moira y, sin pedir permiso, tomaba asiento. Estaba casi todo su turno ahí parado, él creía merecerse un descanso. "Trabajo acá media jornada, estoy en cuarto de Marketing" dijo mientras acercaba la pila de libros hacia sí sobre la mesa. ¿Escondiéndose de quien pudiera estar buscándolo para hacer una consulta estúpida? No, no, claro que no.