Entregando La Flor

[Waleska Sumpter]

La idea se empezó a germinar desde hace una semana cuando, mientras tomaba su café matutino con otros compañeros en el Ministerio, formó parte de una desafortunada conversación.

"El otro día me llevé a una chica a casa" Dijo Brian del departamento Catástrofes. Estaban él, Lucas del de Seguridad, Winston de Catástrofes y Waleska, del de juegos. Había comenzado como una normal conversación del trabajo pero como eran todos jóvenes en sus veinte salió a colación un tema más íntimo. "Fue increíble" Añadió Brian.

"¿Dónde la conseguiste? Porque en el Caldero Chorreante también se consiguen pero tienden a ser muy raras" Admitió Winston.

"En el Callejón Diagon, estaba comprado plumas y la vi allí. Te lo digo, Winnie, la pasé increíble. Tres veces en una noche" Dijo Brian con un tono pícaro. Los demás (Menos Waleska) se rieron hasta que, de repente, Brian se puso serio mirándola "Lo siento, Sumpter, casi olvido que eres una chica y que a lo mejor estas cosas te incomodan. ¿Pero qué digo? ¡Tú debes llevarte a chicos a casa todo el tiempo! ¿No es así?" Le dijo dándole un empujoncito en el hombro.

"¡Claro! Al menos una vez por semana" Dijo lo más natural que pudo.

Lo cierto es que no hacía eso una vez por semana, ni mes ni año. Nunca lo había hecho, el acto, y empezaba a pensar que se estaba perdiendo de algo de su juventud. No quería sentirse incómoda y fuera de lugar en esas conversaciones de cafetería, pero tampoco podía esperar a entrar en una relación porque por lo general estaba demasiado ocupada en su trabajo y tampoco se le daban muy bien. El sexo casual sonaba como algo que podría encajarle.

Sin pensarlo demasiado, al salir del trabajo, con las piernas previamente afeitadas, el cabello lavado de ese día y un poco de maquillaje decidió que, como una prostituta muggle, esperaría al primer hombre que viese y le preguntaría si quiere acostarse con ella. Después de unos minutos supo que tenía que poner condiciones. 1) No podía parecer más de 10 años mayor o 5 menor. 2) Tenía que ser medianamente atractivo. 3) Debía oler bien. 4) No parecer un psicópata. En el punto 4 era un poco flexible porque, después de todo, en el Londres muggle lo más probable es que encuentre a un muggle y no podría hacerle daño aún si quisiera.

"No, no, no, no" Decía a los que le pasaban en frente. Demasiado viejos, demasiado jóvenes, nariz demasiado grande. No era fácil elegir pero llegó un punto en el que dijo que si no elegía de una vez terminaría no haciéndolo.

-El próximo que vea, si o si- Pensó con firmeza. Total, aun si decidiera podría no querer y debía volver a empezar.

Libre

[Nicholas Kilgariff]

((Me metí aunque claramente Waleska no quiere un narigón jajaja, no me molesta que esto sea ambiental si querés))

Había salido de un local de Fish & Chips con la comida envuelta en periódico, cosa que le resultó curiosa, pero decidió seguirle la corriente a la gente y pretender que estaba súper cómodo caminando por la calle sosteniendo ese paquete caliente con una sola mano mientras trataba de abrirlo y sacar comida con la otra.

Entre que se estaba quemando la mano, que estaba haciendo un desastre tratando de caminar y comer a la vez, y que no tenía idea de cómo se suponía que hiciera para limpiarse entre bocado y bocado, decidió detenerse a un costado y pseudo-sentarse contra un portabicicletas vacío en una esquina. Acomodó bien el paquete sobre la palma de una mano, y con la otra arrancó un pedazo de pescado empanado frito para llevárselo a la boca.

Nunca había imaginado que el pescado estaría tan... no-crujiente. Y como que le faltaba sabor, también, ¿no le habían puesto nada a la masa? ¿Sería que le dieron una orden equivocada? Tenía dos tristes rodajas de limón descansando entre las papas fritas, que lucían grasosas de más. Eso le pasaba por seguirle la corriente a la gente y pensar que una cena callejera de una libra podría ser aceptable. Miró la comida en su mano, decepcionado y frustrado, y enderezó la espalda mientras reconsideraba su vida brevemente. Y eso que a él le gustaba comer pescado, si es que se entiende.

[Waleska Sumpter]

((Gracias por entrar :)))

Su corazón se aceleró cuando, casi al mismo tiempo que se decía con decisión que debía aceptar al primero que viese, apareció un chico joven en su campo de visión. No era lo que ella llamaría su tipo, aunque viéndolo mejor, con solo ponerle un bate de Quidditch en la mano mágicamente se convertiría en su clase de hombre. Merlín sabe que se acostaría con cualquier jugador profesional, pero todos los equipos de Gran Bretaña e Irlanda la han visto en sus 'Peores fachas', es decir, 'su cara y ropa de organizar partidos', por lo que, entre que para algunos es 'una más de ellos', para otros simplemente es incogible.

Por lo que contentarse con un desconocido medianamente atractivo podría parecer patético pero, ¿Cuántas mujeres podrían ser capaces de decir que le preguntaron a un completo desconocido si quieren tener sexo con ellas y hubiesen dicho rotundamente que sí? ¿No es eso la definición de total y absolutamente cogible? En su razonamiento la respuesta a esa pregunta es sí, porque no quiere imaginarse como patética.

Así pues, caminó con paso decidido hasta el chico, el tipo de caminar que podría asustar a alguien si ella hubiese sido hombre de mal aspecto, hasta plantarse frente a él.

"¡Hola!" Le dijo en un tono mucho más agudo que su voz normal "¿Tendrías sexo conmigo?" Preguntó sin más porque, ¿De qué otra manera se conseguían estas cosas? De nuevo, no tenía tiempo para citas y si no era él, sería el siguiente porque ella estaba convencidísima que era 100% cogible.

[Nicholas Kilgariff]

Demoró en entender que le estaba hablando a él, pero había escuchado claramente. Eso de escuchar y entender eran cosas distintas, por lo que miró de arriba a abajo a Waleska mientras entendía la pregunta que ella le había hecho. Nunca más apropiado ese paneo general que le hizo a la muchacha.

La cogibilidad (¿cogestibilidad? Es uno de esos verbos que en la escuela nunca te quieren decir cómo se conjuga, como elegir) de Waleska era bastante indudable. Lamentablemente todo en la vida venía atado a su contexto: en un bar la pregunta hubiera sido igual de bien recibida pero menos extraña, en la sala de espera de un hospital hubiera habido más reserva en responder.

Si hubiera estado en su país, lo primero que hubiera preguntado hubiera sido '¿qué?', pero en Inglaterra él trabajaba con reglas internas distintas. Una de ellas era no preguntar cosas como si fuera extranjero, no dudar de lo que escuchó para tratar de pasar menos desapercibido cultural y lingüísticamente. "¿Cuánto cobrás?" devolvió como pregunta, adosando una sonrisa ladina que invitaba a tomarse lo que había dicho con simpatía. Puede que no funcione, igual, pero Nicholas le estaba poniendo onda.

[Waleska Sumpter]

Lo primero que sintió fue la más pura indignación que su cuerpo era capaz de producir. Estuvo a un movimiento de Snitch de mandarlo a la mierda pero se lo pensó, y eso marcó toda la diferencia.

Porque con solo pensarlo un segundo se daba cuenta de que la reacción de él había sido completamente natural. Waleska no era la que más sabía sobre las convenciones sociales pero había vivido en el mundo real el tiempo suficiente como para saber que si una desconocida se te acercaba ofreciéndote sexo era porque trabajaba de prostituta.

Así que tenía dos opciones: tomárselo como una broma todo y seguir su camino con la poca dignidad que le quedaba o seguir con el plan pese que ahora no cabía duda de que era patética. La razón por la que no se iba a un bar donde esa clase de cosas eran más frecuentes era porque no quería 'estar allí para los hombres', ella no iba a ser la conquista de un hombre, el triunfo de la noche. No. No iba a irse a su territorio, ella construiría el suyo propio.

Así que sonrió, de la mejor manera que pudo pese a sentirse pequeña de repente. "No cobro, no trabajo de eso. Solo quiero sexo" Contestó. "Bueno, eso si te compras un chicle de menta" Añadió, viendo el pescado de sus manos.

[Nicholas Kilgariff]

La escuchó atentamente, sintiendo alivio al saber que ella no estaba ahí tratando de ganarse la vida. No podía evitar juzgar un poquito a las chicas en la otra situación, no porque pensara menos del carácter y reputación de ellas, sino porque no podía evitar sentir un dejo de desconfianza con lo que se refería a la salubridad.

Se rió con el último comentario de ella, bajando la vista a ver su fish & chips a medio comer. Le parecía un pedido muy lógico. "¿Estás apurada? Porque podríamos terminarnos estos, agarrar una cerveza e ir..." dejó la frase en el aire, dándose cuenta que no sabía cuál era el plan. Pensaba que lo ideal fuera que ninguno ofreciera su casa, por las dudas. Probablemente ambos se sentirían más cómodos en un lugar que estaba para eso, going Dutch y taza-taza cada uno a su casa. Alzó las cejas "¿Conoces algún lugar?" preguntó, mientras le hacía lugar a Waleska para que se sentara a su lado sobre el apoyabicicletas. Qué lujo, caramba.

[Waleska Sumpter]

Trabaja como organizadora de uno de los eventos (para no decir EL evento) más importante del mundo mágico, claro que tenía un plan. Faltaría más que no planificara bien la pérdida de su virginidad.

"A dos manzanas hay un hotel que me recomendaron. He reservado una noche allí. Yo como lo estoy pagando lógicamente dormiré, tú no lo sé, ya veremos, el punto es que pudimos hacer check in hace una hora, aunque tampoco tengo prisa" Le dijo seriamente, como si le estuviese dando instrucciones a un compañero de trabajo. Miró el asiento que él le ofrecía. Bueno, al menos era amable. "No, gracias" Respondió. Se veía un sitio incómodo.

[Nicholas Kilgariff]

Apretó los labios para ahogar una risa que amenazó con escapársele de la boca cuando Waleska dijo que ya había reservado la habitación. Toda la situación le sonaba a que iba a terminar en una bañera repleta de hielo con algunos órganos faltantes, pero era imposible no sentir una enorme curiosidad por ver dónde terminaría la situación.
Lo cierto es que, si él hubiera sido muggle, ya hubiera pasado del ofrecimiento de la chica. Pero ser mago le daba confianza, se sentía muy capaz de defenderse contra una atractiva joven que asumía muggle y al imaginario proxeneta que se encargaría de robarle los órganos.
"¿Te puedo preguntar tu nombre o tienes interés por algo que sea totalmente anónimo?" preguntó, mientras seguía comiendo. Necesita la energía, Waleska, esto es por vos.

[Waleska Sumpter]

Se lo pensó un momento porque en realidad no había considerado la idea de que fuese todo anónimo. Es decir, es bruja, siempre que la cosa saliera muy mal de su parte tipo que cuando ella se desnudara él dijera que era horrible o que tenía la vagina más fea del mundo o que sencillamente fuera muy mala en la cama le podía borrar la memoria en un plis, o hacerle un confundus, lo que saliera.

"Pregúntame eso luego" dijo al no poder decidirse. "En lo que termines ahí nos vamos" añadió, intentando no sonar impaciente pero le han dicho que no es buena aparentando tranquilidad.

[Nicholas Kilgariff]

La expresión un plis es de lo más adorable, y estoy seguro de que si Waleska fuera por la vida usándola nadie podría resistirse a sus encantos sin necesidad de siquiera sugerir que está sexualmente disponible. Debería sumarla a sus frases con toda interacción humana y nadie quedaría con la ropa interior prístina.

"¿Te puedo preguntar ahora si eres de aquí, de la ciudad?" preguntó antes de meterse un pedazo de pescado frito en la boca para apurar el trámite. Podía tirar las papas sin culpa, pero si algo había conquistado su corazón de la comida callejera británica era ese pescado frito, increíble que costara solamente una libra. Se chupó los dedos mirándola, despegándose por fin del soporte para las bicicletas.

[Waleska Sumpter]

Hizo lo posible por no poner cara de asco cuando lo vio zamparse el pedazo de pescado. Nunca ha sido muy fan de la comida de mar, aunque sea plato nacional. Menos mal que iban a un hotel decente donde seguro tienen cepillo y pasta dental que él puede usar. Oh, Merlín, ¿Se acaba de chupar los dedos frente a ella? ¿Será que no cree que va en serio lo de tener sexo y por eso le trae sin cuidado su comportamiento? ¿O será que eligió al tipo más tosco y bruto de todo Londres?

"Trabajo en Londres, pero vivo en Liverpool" Le contestó, luego pensó, ¿Qué tan lejos quedaba Liverpool de Londres? ¿Se toma un tren? ¿Un bus? ¿Un avión? Ella usa polvos Flu así que ni idea.

"¿Ya has terminado?" Preguntó por confirmar. No sabía si en el bolsillo cargaba una barra de chocolate derretida así como para mancharse más la cara y las manos.

[Nicholas Kilgariff]

Si en ese momento Nicholas sacaba una barra de chocolate derretida y empezaba a ensuciarse delante de Waleska realmente iba a ser impresionante. ¿No que al menos iba a causar en ella una impresión que durara toda la vida? Ya la imagino, en diez años, contando la anécdota. Lamentablemente Nicholas solamente había comprado fish and chips.

"Sí" dijo, estirando el brazo para tirar el envase de comida en uno de los cestos de basura que estaban cerca del soporte. "¿Sabías que nunca fui a Liverpool?" le preguntó, porque él piensa hacer conversación mientras tanto. Quería comenzar a caminar pero como no sabía a dónde iban, estaba atento para seguirle el paso a Waleska.

[Waleska Sumpter]

-Bueno, al menos no lo tiró en el suelo- Dijo para sí, sonriendo un poco, como si ese hubiese sido un pequeño triunfo personal.

Esperó a que se pusiera a su lado para caminar en dirección al hotel. No quedaba lejos pero sabía que tendría que conversar en el trayecto. Esto no le costaba para nada pero le preocupaba cambiar de opinión si él decía algo equivocado y sentía cada vez más que, como no sea con él, abortaría la misión. Virgen a los 40, su vida quizás inspire una película.

Intentó no decir un comentario sarcástico porque estaba claro que no sabía nada de él. "Nunca es tarde" Respondió. "¿De qué parte de Irlanda eres?" Preguntó, identificando su acento.

[Nicholas Kilgariff]

Le causaba gracia que ella fuera tan directa y a la vez tan misteriosa. Si él supiera que ella era bruja, egresada de la casa Ravenclaw de Hogwarts, y que encima trabajaba para el Ministerio de la Magia yo creo que estaría corriendo en otra dirección. O quizás estaría mostrándole que tenía los papeles en regla, vaya a saber.

"En realidad" dijo tratando de sonar apenado, porque tener que corregir a alguien lo hacía sentir insufrible y sabelotodo "soy belga, pero me crió mi madre, que es irlandesa. De Éire" aclaró, por las dudas. "¿Cómo sabías?" preguntó, porque él, tan nuevo ahí, todavía estaba con esa mentalidad de que todo inglés hablaba con acento, como si él no. La idea de que su inglés tuviera acento sería una revelación.

[Waleska Sumpter]

Lo de los papeles no es su área, pero ya quisiera ella saber que es mago y probar su valía con la escoba antes de llegar más lejos. Claro que ese no era el trato que se hizo a sí misma, por eso seguía caminando.

Un belga. Los belgas nunca llegaban lejos en los mundiales de Quidditch. Arrugó la nariz. Igual salió más a su madre.

"El acento" contestó. "Aunque no hubiese sabido si eras del norte o del sur" Añadió, porque no era ninguna experta. "¿Qué te trae por Inglaterra?" preguntó.