Esto es cualquiera

[Michael Llewellyn]

((King's Cross Station. 1 de septiembre. Reservado))

La placa la define el que la usa, se había repetido a diario desde que le llegó en el sobre con la lista de libros que necesitaría ese año. Sintió muchas cosas cuando le vio dentro del sobre: sorpresa, orgullo, miedo y un montón más de orgullo. Su mamá lo había felicitado y le había llenado las mejillas de manchas de labial, mientras que su padre lo había despeinado y le había dicho que era una gran responsabilidad que esperaba que Michael se tomara en serio. Sí, pero no por nerd, por copado que era. Por ser un buen equilibrio de cosas, pero nunca un nerd.

Claro que se lo había tomado en serio: ese primero de septiembre fue el primero en despertarse y, por primera vez en su vida, se había puesto la camisa y el pantalón de la escuela para ir a King's Cross. No iría con la túnica porque lo que faltaba era que lo miraran raro en el subte, como si ya no fuera raro ver a alguien que iba con un baúl, pero estaba orgulloso. Y así había subido al tren, y esperado ansioso a que lo llamaran para ir a hablar con los nuevos Premios Anuales y ver a los demás prefectos.

A la que no esperaba ver ahí, representando a las chicas de Slytherin, era a la engreída, tonta y terca de Smethwyck. Le parecía un chiste de mal gusto, una burla de Dios, Merlín y Dumbledore. Trató de no mirarla mientras recibía las instrucciones sobre sus deberes y responsabilidades, y cuando les permitieron regresar a sus compartimientos no pudo evitar acercársele con una ceja en alto, para inspeccionar más de cerca la placa de Mia. No podía ser de verdad.

[Mia Smethwyck]

Era bueno saber que habían tenido sensaciones parecidas al recibir la placa. Mia se había quedado en silencio, mirándola, pensando en que claramente debía ser un error. Ella tampoco pensaba que fuera de verdad, pero ni Merlín ni Dumbledore se equivocaban, por más que mirara una y otra vez el sobre para asegurarse de que fuera para ella y no para Allegra de forma tardía.

Con el paso de los días le había ido cayendo la idea de la responsabilidad que ahora tendría sobre los hombros. Quizás los profesores y el director veían cosas en ella que no estaba ni ella enterada que tenía. Se sintió extraña al tener que ir con el uniforme a la estación y despedirse de sus padres que la miraban orgullosos. ¿Había querido una forma de llamarles la atención? bueno, finalmente la tenía pero no se sentía tan bien ni tan cómoda como creía.
Le sonrió a Melwyn al encontrarse con una slytherin como premio anual, incluso había comenzado a calmarse y pensar que no sería tan difícil ni tan malo ser prefecta cuando lo vio a Michael. ¿Qué hacía Lebuelin ahí? No, no podía ser cierto. ¿También iba a arruinarle eso? Por Merlín, iban a quitarle la placa por su culpa, seguro. Iba a boicotearle lo más importante que le había pasado en el castillo y era totalmente injusto.

Cuando la charla terminó le dedicó una mirada de molestia. Quería hacer un berrinche ahí mismo, quería decirle a todos los demás que era injusto que Michael fuera prefecto también, que ahora sí estaba segura de que los sobres estaban equivocados y advertirles que cuando las cosas salieran mal ese año y algo explotara por los aires ELLA ya sabía desde ese momento que iba a ser responsabilidad de él, de Lebuelin.
"¿Qué?" le preguntó al verlo acercarse y se cruzó de brazos como para repeler la desgracia.

[Michael Llewellyn]

Subió la vista de la placa de ella a su rostro, enseguida poniendo una mueca de desagrado para que ella apreciara la sensación que le daba ver que ella era prefecto. Todo el orgullo que había sentido al recibir la placa acababa de irse por el inodoro ahora que resultaba ser que alguien como Smethwyck tenía el mismo privilegio y las mismas responsabilidades que él. Era como enterarse que había nacido el mismo día que Hitler y que los dos le habían puesto el mismo nombre a un ovejero alemán, porque tenían tanto en común.

"Nada" le dijo mientras intentaba tragarse las ganas de decirle todo lo que pensaba. Era un misterio cómo le pudo haber caído bien ella en el pasado, ¡qué ignorante, qué inocente lechucita! "Debería ser Ackerman la prefecto de tu casa" dijo seriamente, mirando al frente, aparentemente incapaz de tragar el comentario y dejándolo escapar.

[Mia Smethwyck]

No entendía por qué él le devolvía la misma expresión que le estaba haciendo ella, conteniéndose de chillar que no podía ser que él fuera a arruinarle todo lo bueno que le pasaba. ¿Por qué él se molestaba si ella no estaba arruinándole nada? Debería estar orgulloso pero sobre todo agradecido con la vida de lo lejos que había llegado siendo como era.

Alzó una ceja y lo miró, sintiéndose dolida por sus palabras pero sólo logrando que aumentara su enojo "Y el prefecto de tu casa debió ser Bhaer" respondió como los nenes, devolviéndole su propia medicina y porque ese apellido sí podía pronunciarlo bien aunque era igual de difícil que Llewellyn. Mia se mantuvo firme observándolo, como si quisiera explicaciones o que él le pidiera disculpas por el error de Dumbledore, sus anteojos y las lechuzas distribuidoras de cartas.

[Michael Llewellyn]

Puso los ojos en blanco con la respuesta de ella, porque ¿qué opción quedaba, darle la razón que obviamente tenía? No, nada de andar dándole pases gratis a Smethwyck de ahora en más, ya bastante había quedado como un estúpido casi 4 años enteros. Ahora que ella había sacado todos los trapitos al sol, era hora de escupírselos desde el balcón.

"Puede ser... igual debe estar contento de que no lo hayan elegido, considerando de lo que acaba de zafar" la miró con una sonrisa sarcástica de lado. Pobre Thomas, que seguro que apenas podría soportar media hora hablando con la ignorante de Mia.

[Mia Smethwyck]

Se movió a un costado del pasillo porque unos chicos de cuarto año querían pasar, y volvió a mirarlo a Michael sonriéndole también con un poquito de malicia. "¿La charla fue demasiado dura para ti?" le preguntó con fingido tono de preocupación, sabiendo que él en realidad no se refería a eso "Si no te sientes seguro de poder, deberías avisarles a los premios anuales" le aconsejó adoptando un tono que posiblemente fuera el que iba a usar de ahora en más cuando tuviera que retar a alguien. O no, a Mia la veo más de soltar tonos demasiado agudos por el enojo. "Seguramente podrán pasarle tu puesto a alguien que no sienta que es demasiado" bajó los brazos, descruzándolos y sonriéndole una vez más sin despegar los labios.

[Michael Llewellyn]

Qué ganas de decirle que se meta el tonito condescendiente donde no le daba el sol. ¿Quién se creía que era para hablarle así? Era una falta de respeto antes de la placa, y lo seguía siendo ahora. Que ella fuera prefecto era una burla del destino, una prueba a su paciencia y al honor que era ser prefecto.

"Realmente te falla" se dió un golpecito suave en la sien "si pensás que voy a dejar el puesto. No hay nada que puedas hacer que yo no pueda hacer mejor, Smethwyck". Si tenía que competir con ella examen a examen, trabajo a trabajo, día a día con ella, le desearía suerte en su inútil meta.

[Mia Smethwyck]

Era un consejo que Michael sabía bien que no era desinteresado, en realidad eran las ganas que Mia tenía de que él renunciara al puesto y todo eso no fuera más que un susto. Intentaba pensar en positivo y decirse que era el prefecto de otra casa y que eso no debía afectarle, no iban a quitarle la placa a ella por nada de lo que él hiciera ¿cierto? ¿CIERTO?

Mia alzó ambas cejas, entreabriendo la boca y dejando escapar una risita incrédula. Dudaba mucho que lo que él decía fuera cierto, ¿cómo iba a hacer las cosas mejor que ella si no podía aprobar un simple trabajo de primer año? "No creo, Leluen" le dijo toda seria como si estuviera pronunciando perfecto su apellido, pero le molestaba que la llamara Smethwyck así que necesitaba devolvérselo también. Esta iba a ser una guerra ojo por ojo. "Vamos a ver si llegas a fin de año todavía con la placa" le señaló la túnica y se dispuso a caminar hacia donde había dejado sus cosas con Lina hasta que fuera la hora de comenzar a trabajar ayudando a los chicos de primero.

[Michael Llewellyn]

Otra vez. Otra vez pronunciando cualquier cosa menos su apellido. Lebuelin, Leluen... Lo hacía a propósito, ¡estaba seguro de ello! Estaba pronunciándolo mal para hacerlo enojar. ¿Cómo había logrado llegar a las letras correctas pero desordenadas, eh? No podía ser por accidente, era todo para sacarlo de quicio. Y, aunque estaba funcionando, trataba de que ella no supiera que su método lo afectaba.

"¿Es una amenaza? ¿Me estás queriendo avisar que me la vas a robar?" preguntó con las cejas alzadas, mientras miraba por sobre su hombro el compartimiento de donde acababan de salir, como esperando ver a los Premios Anuales en la puerta, esperando que él fuera corriendo a buchonearles todo.

[Mia Smethwyck]

Aunque parecía que lo hacía para tomarle el pelo, y lo disfrutaba un poco en el fondo, de verdad Mia tenía una incapacidad para pronunciar bien su apellido. No podía, se le trataban esas vocales en particular y las eles. Era demasiado difícil y como no tenía ganas de detenerse cinco segundos a pensarlo antes de decirlo, soltaba lo primero que le pasaba por la cabeza y que su lengua podía modular.

Frunció el ceño y lo miró como si acabara de decir una locura "Claro que no, ¿quién crees que soy?" ¿Su hermana Allegra que se robaba las cosas perdidas que podían servirle? Mia era pobre pero con orgullo, además confiaba en que Michael la iba a perder solito. Tarde o temprano el universo le iba a dar la razón.

[Michael Llewellyn]

¡Uy, qué lindo sería pescar ambos a Allegra con las manos en la masa! Entiendo que no beneficiaría a Mia en nada esa situación, pero soñar con cosas que le subirían el ego a Michael es gratis. Aparte seguro que no había nadie en la escuela a quien no le gustaría imaginarse a la hermana de Mia con las manos en cualquier lado, ya sea una masa, u otra cosa que creciera en tamaño.

"Nadie" dijo con una sonrisa sobradora "no creo que seas nadie". Le hubiera gustado hacer un gesto despectivo con el brazo y gritar '¡Tomá, Smethwyck!', corriendo círculos a su alrededor, pero era prefecto ahora. Iba a tener que sacarle punta a su intelecto para poder pensar en cosas inteligentes para defenderse, aunque ese no era su fuerte.

[Mia Smethwyck]

Era una suerte para la salud mental de Mia y para su placa reluciente de prefecta no poder enterarse de esos pensamientos tan horribles tuyos sobre su hermana mayor. Ya sabía que era la linda de familia pero eso no significaba que no fuera a dejarlo pelado a Michael si insinuaba algo de Allegra tocando cosas que crecían de tamaño.

Giró a verlo con cara de pocos amigos, haciéndose la aburrida de sus ataques. "Soy prefecta igual que tú" le dijo para remarcarle lo que más le dolía a ambos "Por lo que jamás te robaría nada". Ni siquiera podían tener la satisfacción de ganarle al otro, estaban empatados hasta que comenzaran los exámenes o cometieran un error en sus tareas, lo que era muy probable porque era la primera vez que iban a estar en esa posición. ¿Qué seguía, Leluben? ¿Hacerte premio anual?

[Michael Llewellyn]

Ah, bueno, ¿resulta que ahora nadie puede decir que Allegra es buena cocinando, o cuidando de plantas en herbología? No sabía que las hermanas mayores pudieran ser guardabosques también, basado en la nada misma. Envidia, seguro, como del jopo precioso de Michael que protege sus ideas.

Le hubiera encantado saber de alguien de mala fama que hubiera sido prefecto como para usarlo en contra de Mia, pero no se le ocurría nadie. Nadie, ni un tal Tom Riddle. Michael apretó los labios y rodó los ojos. "El tiempo dirá, Smethwyck" quiso hacerse el malo, pero la verdad es que no sabía qué más decirle. Eso de andar buscando roña no era lo suyo, era cansador y prefería un ambiente donde su ego recibiera caricias en vez de golpes.

[Mia Smethwyck]

Me da curiosidad si está un rato largo dándole al jopo con secador de pelo y peine redondo y si usa spray para que le quede tan armado y esponjoso.

Frunció los labios, molesta porque él parecía tener dudas sobre su honestidad. Podía ser muchas cosas, hasta rencorosa estaba dispuesta a cederle, pero ladrona no. "Lo mismo digo, Lubelin" respondió para no dejarlo tener la última palabra y remarcando su apellido mientras movía un poco la cabeza como haciéndole burla. Sí, discutir era mucho más agotador que intentar llevarse bien pero no podía evitarlo. Tenía que defenderse, él había comenzado esta vez diciéndole que su mejor amiga debía estar en su lugar.
Mia frunció el ceño y ahora lo miró más seriamente "¿Por qué crees que Lina debió ser prefecta?" le preguntó pero esperando oír argumentos serios, como ella que de verdad creía que Thomas iba a ser el prefecto. No había parado de imaginar a sus compañeros en esa tarea desde que había recibido la placa.

[Michael Llewellyn]

Qué lindo que quieras saber tanto de Michael. Por ahí si viene Allegra a preguntar detalles le cuento todo lo que quiera sobre cómo erigirlo tumefacto pero maleable. Al jopo.

-LLEWELLYN- pensó, irritado con que ella siguiera pronunciando mal su apellido a propósito. La pregunta de ella hizo que la mirara seriamente, tratando de adivinar si se lo estaba preguntando porque quería saber o solamente buscaba molestarlo después con alguna respuesta. No quería caer en ninguna trampa de ella. "¿No te parece que es bastante perfecta para el puesto? Es simpática, siempre da una mano..." alzó las cejas "no es una engreída resentida busca-pleitos" agregó.