Vestite y andate

[Sophia Wright]

Lo primero que sintió Sophia al despertarse fue calor. Amaba el sol en verano, pero Londres no era exactamente la ciudad para broncearse. Sin embargo, esa mañana el calor resultaba molesto, como pesado. Le costó abrir los ojos porque sentía dolor de estómago y que la cama todavía daba vueltas como cuando se durmió. Su cama nunca había dado vueltas, el problema era que Sophia había tomado y mucho. Habían ido a bailar con Ben, su amigo había querido tomar tequila, brindaron tres o cuatro veces... y hasta ahí llegaba más o menos su memoria.

Tomó aire, como queriendo juntar fuerza cuando notó que algo le impedía levantarse con facilidad. Un peso sobre su estómago que no ayudaba tampoco para nada para no sentir náuseas por la resaca. Agachó la cabeza y notó un brazo. -Ooook- pensó mientras seguía con la vista el brazo y encontraba a quien pertenecía. Un chico. En su cama. No pudo evitar sonreír de costado. Ben estaría orgulloso de que había 'estrenado' la habitación.
((Reservado))

[Jesse Sacheverell]

Despatarrado en una cama ajena era la mejor forma de dormir, especialmente después de una alocada noche de borrachera en la que había salido para festejar su semana de vacaciones de verano. Es que no solamente era festejar el verano en sí, sino el que tenía vacaciones de un trabajo, ¡él, trabajando! No hay que dejar de creer en los milagros nunca.

Estaba desnudo, despeinado, y babeando sobre el colchón de la cama de Sophia, soñando alguna estupidez. Jesse podía seguir durmiendo unas dos o tres horas más, y luego quedarse en la cama unas cinco. Su ropa, hecha un bollo en la esquina de la habitación, olía fuertemente a firewhiskey y colonia barata al igual que su pelo. Cómo había llegado hasta ahí el olor a su bebida preferida de la noche era un misterio, pero creo que alguna chica al comienzo de la noche le había arrojado el líquido a la cara cuando dijo alguna barbaridad. Pero Sophia era una santa.

[Sophia Wright]

Era una santa porque había estado lo suficientemente ebria para no entender las barbaridades que Jesse decía y haber estado lo suficientemente dispuesta a tener sexo ocasional con él una vez que lo calló a besos.

Notó que el chico seguía durmiendo, y frunció la nariz con un poco de asco al ver el resto de baba en la almohada. De todas maneras tenía que lavarlas, pero era demasiado temprano para una imagen así. Cerró los ojos por un instante más, intentando acostumbrarse a la claridad que entraba por la ventana y, cuando juntó fuerzas, con su mano libre intentó mover el brazo del chico para que dejara de aplastarle el estómago y poder incorporarse en la cama. -A ver si se despierta- pensó Sophia corriendo el brazo hacia un costado y observando que la figura inerte seguía igual. -¿Se habrá muerto?- arrugó los ojos y lo observó mejor -Meh... no está mal- al menos el alcohol no la había dejado ciega y se había levantado cualquier cosa.

[Jesse Sacheverell]

Cuando sintió que su brazo se movía solamente atinó a, lentamente, soltar un sonido gutural y girarse hacia el otro lado. Lo malo es que el cambio de posición no era bueno para su salud, porque no hizo más que darle arranque a la aparición de la apnea del sueño. Y lo que viene con eso era un primer y enorme ronquido. Aclaro que era el primero, porque vienen más, no te preocupes.

Estaba de costado, como en posición fetal. Y me parece bien que Sophia cambie las sábanas, porque Jesse había sudado durante la noche. Es que el alcohol tenía que dejar su cuerpo de alguna forma, y la elegida en verano era el sudor. Quizás cuando se moviera del todo ella vería que había dejado el colchón de su lado ligeramente humedecido. Una hermosura.

[Sophia Wright]

El sonido gutural la hizo abrir grande los ojos y maldecir un poco al pobre Merlín. Al menos estaba vivo... ¿Pero qué había hecho? Tequila barato nunca más. ¿Dónde estaba Ben? Seguro que muerto de risa en el sillón del living. El ronquido terminó de tensarla y despabilarla. Se sentó en la cama de golpe y notó que estaba semidesnuda y que la sábana era un asco de transpiración y otros fluidos que no quería saber qué eran. Todo olía horrible, a alcohol y cuerpo sudado.

Se tapó como pudo con la sábana de arriba, tironeando porque Jesse la tenía medio enroscada entre las piernas. Sophia tragó saliva con dificultad y se fue acercando despacito al chico que ahora le daba la espalda. Con el dedo índice le tocó el hombro, moviéndolo un poco intentando despertarlo. "Hey..." lo llamó dándose cuenta que, claramente, no sabía el nombre del humanoide con el que había compartido la cama.

[Jesse Sacheverell]

Sí, Jesse la tenía medio enroscada entre las piernas. Ah, y la sábana también, sí, que Sophia recuperó para taparse. Él, hasta que ella no le tocó el hombro, no se dio por enterado de lo que estaba pasando ahí. Dormir era un placer de los dioses.

"Hnnn..." soltó, pasando a la comunicación no-verbal entre sueños, negándose a ese cruel dedo índice queriendo arrastrarlo a la realidad. Se giró más en la cama, hacia la punta opuesta a donde estaba Sophia, inconscientemente arriesgándose a caer al piso con tal de escapar de la amenaza de despertarse. "Mmnoh..." se negó, tomando aire profundamente y dispuesto a seguir una horita más.

[Sophia Wright]

Con una mano se sostenía la sábana encima y con la otra intentaba despertarlo. Al ver que balbuceaba pero no abría los ojos, al contrario, se acomodaba todavía más en la cama, Sophia exhaló, frustrada. Se llevó la mano libre a la cabeza, por lo menos había dejado de roncar porque se le partía la cabeza de dolor. Con la mirada buscó su ropa y la del chico, divisó la remera negra que tenía la noche anterior en el suelo y, luego de mirar de reojo a Jesse una vez más se destapó para arrastrarse por la cama para buscarla y poder ponérsela.

-Ufff- la cabeza le daba vueltas al agacharla, tanteó como pudo la remera, levantándola del suelo y poniéndosela para sentarse otra vez en la cama. Se llevó ambas manos a la cabeza, quitándose el cabello de la cara y decidió probar una vez más. "Tssst..." le chistó a ver si ahora sí reaccionaba "Lo siento, tienes que despertarte" le dijo porque claramente no estaba cómoda con un desconocido durmiendo en su casa. La noche anterior todo bien, pero ya había salido el sol, era hora de irse. Taza-taza, los chongos a su casa.

[Jesse Sacheverell]

Cerró con fuerza los ojos tratando de ignorar la voz de Sophia, pero se lo estaba complicando un montón. ¿No le habían dicho a ella que era bueno dormir después de una borrachera descontrolada? ¿Acaso las vacaciones de verano americanas carecían del noble significado que tenían para él?

Levantó un brazo para ponérselo sobre los ojos, dejando libre su axila para que perfumara el ambiente. Ese es olor a hombre, Sophia, un poco concentrado quizás. Su voz era soñolienta y pesada, todavía más dormido que despierto. "¿Por qué? Nos podemos quedar un ratito más durmiendo y después..." se giró hacia ella, sin quitarse el brazo de encima de los ojos usando el otro brazo para buscarla con la mano libre. Después pito y matraca, como lo que repartieron anoche en el boliche cuando pusieron música dance, ¿no? Quizás Jesse se trajo algunos en el bolsillo del pantalón.

[Sophia Wright]

Sophia creía que ya habían dormido bastante y que él ya había también utilizado su casa de hotel lo suficiente. Si tenía sueño podía seguir durmiendo en su casa, ¿no? sólo no se sentía cómoda dejándolo ahí en la cama cuando ella ya se había despertado y le tocaba trabajar ese sábado. No sabía exactamente qué hora era pero después del mediodía debía estar en el bar. Además hacía muchísimo calor, no entendía cómo él podía seguir durmiendo en ese charco de sudor hediondo.

Eligió girar la cabeza y llevarse una mano a la frente, bajando a donde comenzaba su nariz, viendo si así juntaba algo de paciencia. ¿Por qué se había llevado ese paquete a su casa? ¿No habían podido darle matraca al pito en otro lugar? Claramente en su destino estaba el no coger en Londres nunca más. "No, es que tengo que irme a trabajar" le explicó volteando a verlo de nuevo "Disculpá, ¿cómo eras vos...?" y movió la mano como queriendo decirle que completara la frase y se presentara porque, al menos ella, no recordaba su nombre.

[Jesse Sacheverell]

¡Pero con más razón! Si ella no iba a usar la cama sería de buen samaritano prestársela a alguien que sí la necesita y que le va a dar uso, ¿no? Aparte si se iba seguramente iba a terminar despabilándose y no daba que pasara el día con sueño, porque los sábados no estaban hechos para despertarse antes del mediodía.

"Jesse" le dijo mientras se acomodaba panza arriba en la cama de Sophia con toda la intención de seguir durmiendo, o al menos dormitando un ratito más. La mano libre la seguía buscando, como para tocarle la pierna o algo, para ver si con eso ella se acordaba de anoche y le tenía un poquito de compasión esa mañana. "¿Y si no vas a trabajar y te quedás conmigo?" ofreció como solución al problema, todavía no había abierto los ojos ni una vez.

[Sophia Wright]

"Sophia" le informó su nombre, por si él también tenía un bache mental y no recordaba esos detalles de la noche anterior. Sintió los manotazos en su colchón y se acomodó de costado, mirando lo que hacía extrañada. ¿Qué pretendía agarrar? Ya había acaparado todas las sábanas para hacerlas un bollo. ¿Ahora qué quería? Por Merlín, cierto, quería ella que se quedara...

Alzó una ceja mientras levantaba sus piernas y las abrazaba, para mantenerlas lejos de la mano de Jesse que seguía recorriendo la cama muy cerca de ella "No puedo, me descontarán el día" le explicó intentando razonar pero sin saber si tenía mucho sentido hacerlo, no estaba seguro de que el chico entendiera mucho porque parecía seguir dormido. Estiró el cuello hacia su mesita de luz, queriendo ver la hora. Las diez y cuarto. La hora perfecta para que se fuera, ella pudiera desayunar, bañarse e ir al trabajo tranquila luego de acomodar ese desastre que era ahora su habitación.

"¿Tú no tienes nada que hacer?" preguntó esperanzada con que Jesse se acordara de algo super importante que le impedía quedarse tirado en su cama todo el sábado, como parecía que pretendía hacer.

[Jesse Sacheverell]

Su mano seguía tocando a ciegas el colchón, esperando encontrar alguna parte del cuerpo de Sophia en vano. La pregunta de ella lo tomó de sorpresa, no porque fuera extraña sino porque no se la esperaba. ¡Una tierna! Seguro que le preguntaba para ver si él la podía acompañar hasta el trabajo o algo. ¿O quizás quería que le hiciera el desayuno?

"No, soy todo libre, podemos hacer lo que quieras" le dijo mientras bajaba el antebrazo con el que se había cubierto los ojos y enfocaba la mirada para verla bien, por primera vez, con luz solar y con menos alcohol en la sangre. Ah, no, re bien había estado anoche en lograr irse a la casa de Sophia. Así cualquiera se empezaba a despabilar.

[Sophia Wright]

Estaba por poner mala cara por la respuesta de Jesse hasta que vio que bajaba el brazo y tuvo que improvisar una cara más neutral, para que no se diera cuenta que comenzaba a molestarle que fuera tan insistente. No entendía por qué de repente la miraba así, como tan contento, pero al menos parecía que ahora sí se había despertado e iba a activar un poco.
"Es que yo no..." le explicó por tercera vez que no tenía todo el tiempo del mundo. Y aunque lo tuviera, apenas si se acordaba lo que habían hecho la noche anterior, no lo conocía, no eran amigos, no quería pasar el día con él. Por más bueno que estuviera, porque estamos notando un patrón, a Sophia la pueden los de ojos claros. "Por eso, si no te molesta, prefiero que ahora te vayas así hago mis cosas". Obvio que el 'si no te molesta' era de cortesía, no le estaba dando a elegir.

[Jesse Sacheverell]

La miró, frunciendo un poquito el entrecejo sin entender bien qué era lo que le estaba pidiendo Sophia. ¿Cómo se iba a ir ahora, así, tan rápido? La mañana recién comenzaba, ¿no sería bueno que hicieran algo ahora que estaban técnicamente sobrios, como para recordarlo? Un souvenir, ponele.

"¿Qué cosas tenés que hacer? Te ayudo" propuso, haciendo un esfuerzo por girarse en la cama y acercarse a ella de buena voluntad, rodando por el colchón para acercarse a ella como si lo que ella necesitaba hacer fuera posible desde la cama misma. Porque él cree que es re convincente esto, que a cualquiera le re encantaría tenerlo en casa ofreciéndose a hacer cualquier cosa menos irse.

[Sophia Wright]

Se mordió el labio inferior, dudando. ¿Estaba siendo mala echando al chico así? Pero es que si no hubieran estado tan ebrios nunca lo hubiera dejado dormir allí. Era la primera vez que se despertaba con el chongo de la noche anterior. Esas cosas no suceden. Lo que sucedía en la borrachera debía quedar dentro de la misma borrachera. No había espacio para nada dentro de la sobriedad de la mañana siguiente.

Lo miró, pensando que quizás estaba siendo pesado pero que era bueno y la maldita era ella que no se ponía en su lugar. "Tengo que ordenar e ir a trabajar, no me puedes ayudar con eso" le explicó manteniendo un tono calmo "Pero si quieres te alcanzo tu ropa y ¿un vaso de agua?" le preguntó "¿Algo?" Los ingleses iban a pensar en serio que era una maleducada por tratarlo así pero a Sophia le costaba horrores verlo como un huésped en su casa básicamente porque nunca había querido que se quedara allí!