Mordiditas

[Minho Hwang]

Había estado media mañana cosechando dientes de los Geranios Colmilludos que tenían en el fondo del local, debajo de una ventana de las que daba a la calle. Todos los vidrios de los locales del mercado mágico coreano de New Malden estaban hechizadas para mostrar únicamente escombros en su interior, lo que le permitía a los vendedores disfrutar de la luz del sol siempre que quisieran y pudieran pasar un rato en el fondo de cada local.

Minho volvió al frente del local para darse cuenta de que el Maestro Kim no estaba allí, y recordó que Minwoo se había asomado hacía un rato para avisar que ya se iba. Miró el reloj y comprobó que eran las tres de la tarde y que por eso estaba solo: Minwoo ya había terminado su turno y el Maestro Kim se habría ido a dormir la siesta a su casa sin avisar (para algo tenía esclavos, ¿no?: para hacer lo que quería). A él le quedaban aún dos horas de trabajo, así que se sentó en el banco alto de detrás del mostrador del local y colocó el cuenco de cerámica lleno de dientitos pequeños y puntiagudos delante suyo.
Tenía tiempo para terminar las tareas que le quedaban antes de salir: tenía que reponer el stock con unos 15 sobrecitos de 10 dientes cada uno y pasar por el mortero el resto, para rellenar el frasco grande en el que guardaban el polvo para la venta por peso. Pero antes, debía curarse los pinchazos que había recibido en los dedos tratando de recolectar los dientes, porque de otra forma se le infectarían. Y no era nada agradable el escozor que se sentía cuando se infectaba una mordida de Geranio Colmilludo. Así que se agachó, aún sentado, para buscar en los estantes internos del mostrador la pomada que usaban para esos casos. En un estante más abajo estaban los trozos de tela limpios con los que se curaban las manos, así que se agachó aún más.
Si alguien entraba, era posible que no lo viera por unos segundos, hasta que él volviese a sentarse correctamente.

((Reservado))

[Naomi Sewell]

De todos los lugares en Londres que Naomi jamás había visitado (en su defensa, una vergüenza bastante usual entre los nativos de una metrópoli), este mercado tenía que ser el más intimidante en el que se había aventurado hasta la fecha. La historia de cómo había terminado ahí es larga, baste decir que comenzó con Heather presentándose enferma a una 'cena de hermanos' y terminó con ella apostando con Asher sobre cuál de los dos lograba preparar la poción más efectiva y menos complicada para curar un resfriado común que no fuera la Pepperup. Ese era el único requisito, todo lo demás valía. Pese a que siempre le había ido bien en Pociones, no se animaba a experimentar con los ingredientes que conocía (raíz de mandrágora y cuerno de bicornio) para intentar crear una alternativa. ¿La solución? Salirse de la caja e investigar cómo resolvían el problema los magos de otros países. Tras revisar varios libros, llegó a la conclusión de que el ginseng y el jengibre eran los ingredientes clave en cualquier versión de la poción a la que recurría la comunidad coreana. Aunque todavía tenía muchas dudas sobre la concentración, la temperatura al momento de consumirla y otros detalles, había decidido que la única forma de resolverlas era comenzando a experimentar y envenenándose accidentalmente. Por eso estaba ahí. No para experimentar, sino para conseguir esas dos cosas.

Después de dar varias vueltas sin rumbo y asomarse con inesperada timidez a un par de locales (no poder comunicarse oralmente con fluidez en serio era horrible), un par de brujas se apiadaron de la rubia que parecía no tener idea de nada y le explicaron en un inglés que puso a prueba todo lo que sabía de su propio idioma cómo llegar al arco #24. ¡Por fin, esperanza! Así que no puedo describirte el tamaño de la nube negra sobre su cabeza cuando entró y encontró el lugar aparentemente vacío. "Es broma" murmuró, entre incrédula, frustrada y a punto de gritar. O llorar, una de esas.

[Minho Hwang]

Minho no escuchó entrar a nadie mientras removía bolsas de papel y frasquitos en busca de las telas limpias. Seguramente su hermano las había movido de lugar el muy... -Ah, ahí están-.
Levantó la cabeza con cuidado de no golpearse contra la madera del mostrador y apoyó los trapos y la pomada delante suyo. Tan concentrado estaba que vio a la chica delante de él recién cuando estaba tratando de abrir el frasco con la pomada.
"젠장!" ((젠장 = jenjang = ¡Mierda!)) exclamó sin pensarlo. Se le había caído de la boca la maldición. Y adelante de una clienta. -Menos mal que estoy solo- pensó, paralizado, con las dos manos a punto de violentar la tapa dura del inocente frasquito y mirando a Naomi de forma algo avergonzada.

[Naomi Sewell]

Aquello fue una sucesión de multiples reacciones en un muy breve periodo de tiempo: primero decidió que no iba ni a llorar ni a gritar, sólo a llamar con un '¿hola?'. El saludo, sin embargo, murió en sus labios apenas había conseguido formar la 'o' porque en ese momento apareció alguien de debajo/detrás del mostrador, haciéndola retroceder un paso. Bajó instintivamente la mirada a lo que el dependiente (que no podía ser mucho mayor que ella) ponía frente a sí mismo y luego, cuando escuchó la palabrota en coreano, obvio no supo qué significaba, pero entendió muy bien la intención de la misma. Así que, para cuando Minho la miró por fin con su expresión algo avergonzada, Naomi se estaba bajando de una montaña rusa de emociones pequeñita, pero intensa.

Lo primero que fue capaz de hacer fue sonreír sin mostrarle los dientes. "Estaba abierto" ofreció a modo de disculpa, por si se suponía que nadie entrara mientras él hacía lo que fuera que había estado haciendo allá abajo. "Creí que no había nadie" añadió sin pensar. Y aunque había comunicado dos hechos, una vez que los escuchó sucesivamente se dio cuenta de que no había conectado las ideas, y de que incluso hasta podía sonar mal, como a que entró porque creyó que estaba vacío. -F...M...L...-. ¿Se le había olvidado cómo hablar inglés cuando entró a ese mercado? ¡Pero no había aprendido coreano mágicamente!

[Minho Hwang]

De haber dominado a la perfección el inglés, Minho podría haber entendido el 'entré porque estaba vacío y quería robarme algo', pero no fue así. Por suerte, al ser su segundo idioma, simplificaba las expresiones a su base: 'estaba abierto' por un lado (sí, estaba abierto); 'creí que no había nadie' por el otro (podría haber sido verdad, cinco minutos atrás). Así que él sintió que lo único desubicado de esa situación era la puteada que había soltado frente a la clienta.

Sonrió ligeramente, levantando las manos con el frasquito que estaba tratando de abrir.
"Lo siento. Pero estamos abiertos, sí" dijo, con un plural algo gracioso y no intencional. "¿En qué puedo ayudarle?" agregó, con la frase armada bien aprendida, aunque tratándola un poco más seriamente de lo que debería.
En su defensa: le resultaba muy difícil calcularle la edad a los ingleses.

[Naomi Sewell]

En realidad Naomi estaba acostumbrada a que le hablaran así pese a su edad, no sólo porque su familia tenía empleados en casa, sino porque había visitado las oficinas de la compañía desde que era muy pequeña y nunca había faltado quien la tratara de 'señorita' en lugar de por su nombre. En lo personal, no sentía preferencia por ninguna de las dos formas, si bien le resultaba por demás extraño que adultos más adultos fueran tan deferentes. Aunque ahora que estaba en esta situación, era igual de raro viniendo de alguien más cercano a su edad, como el chico al que tenía enfrente. Ya no estaba segura, mirándolo mejor y más de cerca, si sí era mayor que ella o no.

Cuando sintió que se estaba excediendo del tiempo que era normal y/o educado ver fijamente a otra persona, desvió su atención a lo que había detrás de él, como si pudiera identificar el contenido de algún frasco (la verdad: no). Por un momento pensó ser directa y pedir lo que quería, haciendo que el trámite fuera rápido e indoloro. Pero que el dependiente le hubiera hablado en inglés le presentaba una oportunidad para tratar de hacer las preguntas que los libros no habían contestado. ¿Tal vez? Movió la cabeza afirmativamente. "Quiero preparar una poción para el resfriado común" explicó a modo de introducción, volviendo a mirarlo. "Y leí... ¿ginseng y jengibre?" preguntó, fingiendo mucha más duda de la que sentía.

[Minho Hwang]

Ante la mirada fija de la chica, Minho abrió un poco más los ojos y adelantó ligeramente la cabeza, como para darle un pie más claro para hablar. Cuando estaba por repetir la pregunta reformulada ('¿Necesita algo de aquí?', por ejemplo), la chica habló.

-Resfriado común- se repitió mentalmente mientras chequeaba que el nombre del malestar era el correcto. Lo primero que se había aprendido al llegar allí habían sido los nombres en inglés de las enfermedades más conocidas mágicas y los nombres comunes de muchas de las plantas que vendían allí. Las que eran menos pedidas figuraban menos en la mente de Minho, pero así era como funcionaba ese tipo de aprendizaje-práctica.
Ahora el que tardaba un poco en contestar era él, por el extra-check que tenía que hacer en su cerebro, pero bien podría pasar porque no había entendido ni una palabra de lo que ella había dicho. Finalmente asintió, sonriendo con la boca cerrada, muy feliz de saberse tanto la afección como las plantas que ella pedía.
"Tenemos los dos ingredientes" dijo, y luego pensó unos segundos más, recordando la receta de la poción que hacían allí. "¿Cómo prefieres llevarlos?" preguntó.

[Naomi Sewell]

Habría sido súper vergonzoso si él hubiera llegado a preguntarle si necesitaba algo de ahí; ya había tenido suficiente dosis para un día de miradas y comentarios que, aunque no comprendía, por el tono empleado dejaban clarísimo que todos (drama) en ese mercado pensaban que se había perdido y se encontraba en ese lugar por error.

Esperó con relativa paciencia a que él le contestara, porque dentro de todo estaba muy agradecida de que hablara inglés, pero con cada segundo transcurrido podía sentir cómo su cuerpo se iba tensando. Si resultaba que no le había entendido, iba a mostrar la bandera blanca y regresar después de aprender coreano (aunque para entonces ya habría perdido la apuesta con Asher). De modo que cuando él sonrió, ella le imitó el gesto automáticamente, más por alivio que por otra cosa. Se puso seria de nuevo tras la pregunta, porque aquí era donde pretendía abusar de su suerte. Se acercó un paso más al mostrador, no en plan de invadir espacios, sino de poder hablar con más confianza (léase, a un volumen más bajo). "Honestamente" comenzó, "nunca he preparado esta poción... en... específico" enarcó las cejas para darle énfasis a sus palabras. "Entonces no sé cómo es mejor" admitió. Estimado mago coreano, es la primera vez que voy a experimentar con la poción que usan en tu país, ¿me ayudas? Gracias.

[Minho Hwang]

Tacha lo de drama, que ya sabemos que nada es considerado drama si no tiene madres tiranas, venganzas complejas que incluyen robadas de novios/as o gente cayendo por escaleras y quedando paralítica/amnésica/¿estéril? hasta que la trama requiera lo contrario.

Minho retomó la tarea de abrir el frasquito de pomada, pero sin mirarlo demasiado, para no quedar como un maleducado. "Básicamente..." (¡Ea! ¡Ya sabe usar palabras de gente culta!) "depende del poder... potencia..." se corrigió -maldito frasco- "que busque".
Hizo una mueca de fuerza al no poder abrir el frasquito, que estaba grasoso al tacto y hacía que se le resbalen las manos. -Este fue Minwoo- pensó, totalmente acusando a su hermano de sucio. Finalmente bajó la vista hacia el frasco y tomó uno de los trapos limpios para sacarle lo grasoso antes de seguir desperdiciando fuerza (y quedando como un debilucho delante de la clienta joven y linda que casualmente no era una vecina vieja como solía ser la mayoría de la clientela femenina últimamente).
"Para hacer una poción fuerte se necesitan los ingredientes en trozos. Para hacer una poción rápida se necesitan en polvo. La poción rápida es como el... ¿Pope...?" Comentó, sin recordar el nombre.

((A riesgo de que algún mago coreano me venga a corregir, voy a crear dos versiones de la misma poción. Si vamos a inventar, inventemos a lo grande.))

[Naomi Sewell]

((Espero que todavía recuerdes lo que ibas a inventar, jajaja #sorry))

Trató de no dejarse distraer por la mini-batalla de él vs. el frasquito y enfocarse en la sabiduría que le estaba transmitiendo sin cobrarle (todavía), pero igual tuvo que esforzarse para no reírse por la mueca que interpretó como de semi-derrota antes de que Minho tomara un trapo para limpiar la tapa; lo logró desviando la mirada y recordándose que el chico era la primera persona en ese lugar que le dirigía la palabra sin asomo de condescendencia.

Asintió con la cabeza y deseó poder sacar una libreta para anotar lo que le estaba diciendo. Ya se estaba planteando si ella quería una poción potente o una rápida (los requisitos eran 'altamente efectiva y poco complicada', así que sonaba a que deseaba ambas cosas) cuando escuchó eso de 'Pope'. Naomi, cabe señalar, no era una persona particularmente simple y mucho menos irrespetuosa, sin embargo este ser humano se la estaba poniendo muy, muy difícil. Mordió su labio inferior cuando la imagen de un Papa estornudando le vino a la mente. "¿Pepperup?" sugirió en plan súper inocente, sólo para confirmar que estaban pensando en lo mismo. "¿La Pepperup es lo que considerarías una poción rápida?" preguntó, tratando de entender bien a qué se refería con ese calificativo. ¿Rápida de preparar, rápida al actuar...?

[Minho Hwang]

((*muere de risa con el Papa estornudando* Por suerte todavía no había inventado nada, así que puedo delirar en el futuro sin pensar que maté sin piedad ideas viejas y olvidadas))

"Pepperup, gracias". Asintió, bajando un poco la cabeza pero mirando a la clienta amable que le acababa de recordar el nombre de la poción inglesa. Que se la recordase ella le significaba a Minho evitar preguntársela al Maestro Kim. Y evitar esa pregunta era evitar que el Maestro Kim le golpee la cabeza con el libro correspondiente y se lo haga leer de nuevo.
"Sí. La poción de ginseng y jengibre hace... No. Tiene el efecto... el mismo efecto que la poción Pepperup" agregó, con la lentitud de quien busca formar las oraciones de forma correcta en otro idioma.
Terminó de limpiar el frasquito y recordó que era mago y que ella también, así que sacó su varita para desenroscarlo con magia. Igualmente Minwoo no se iba a salvar de ser acusado de sucio.

[Naomi Sewell]

Por alguna razón, el 'gracias' hizo que Naomi quisiera responderle inmediatamente con una sonrisa, sintiéndose muy satisfecha consigo misma, como si hubiera hecho algo súper complejo para ayudarlo en lugar de simplemente recordarle el nombre de una poción. No dejó que el gesto durara mucho, en cualquier caso, porque necesitaba mantenerse enfocada en lo que quería conseguir de él (además del ginseng y el jengibre).

Asintió con la cabeza. "Entonces, si uso los ingredientes en polvo, el resultado de la poción será similar al de tomar una Pepperup" recapituló, en parte para confirmar, aunque él hubiera sido muy claro por más despacio que hablar, en parte porque seguía sin tener muy clara la diferencia, pero no quería decírselo tan directamente como un 'no entiendo'. "Y si los uso en trozos será más 'fuerte'" continuó, enfatizando la palabra 'fuerte'. "¿En qué sentido es más fuerte?" preguntó, inclinando sutilmente la cabeza hacia su hombro derecho.

[Minho Hwang]

Cuando el frasquito quedó finalmente abierto, Minho tomó una de las telas limpias y la pasó por el interior, embebiéndola en pomada mientras asentía a lo que iba diciendo ella. Antes de pasarse la pomada por los pinchazos que tenía en los dedos, levantó la vista de nuevo y la miró.

"Más fuerte en general... Eh...", apoyó los antebrazos en el mostrador mientras desparramaba la pomada por la tela, aún mirando a la clienta. "¿La Pepperup hace que salga... ¿vapor? por las orejas", comentó. "La que preparamos nosotros es más... fuerte, porque el vapor... ¿Conoce los saunas?" terminó preguntando. Era más fácil comparar que describir en detalle lo horrible que era tomar esa poción.

[Naomi Sewell]

Esta vez no pudo evitar que su lado semi-humano le ganara y bajó la mirada a lo que él estaba haciendo con las manos, por primera vez cayendo en cuenta de los pinchazos en los dedos. Durante un par de segundos, dejó de prestar atención a las palabras de él para darse oportunidad de horrorizarse un poco. O sea, no era como si jamás hubiera visto algo así (sobre todo en Hogwarts, cuando la gente no hacía caso en clase de Herbología y omitía el uso de guantes protectores), pero de todas formas... "¿Te encuentras bien?" le preguntó, pasando completamente de su pregunta y la conversación que ella había iniciado y perseguido activamente. Lo siento.

[Minho Hwang]

Minho esperaba que ella dijese 'sí' o 'no' para continuar con su explicación, por lo que tardó unos segundos en registrar el cambio de tema.
"¿Mh?" preguntó, levantando las cejas. Siguió la mirada de la chica y abrió la boca de nuevo para soltar un "Ohh" al cual siguió un breve "Eh..."
Volteó una mano hacia arriba, para que ella viese la colección de mini mordiditas de ese lado también. "Es que estaba cosechando los dientes de los Geranios Colmilludos" dijo, señalando hacia la cortina que tenía atrás y que separaba el local del depósito-invernadero que tenían en el fondo.
"Pero no es nada, la pomada es preventiva", agregó. Si la clienta se iba sin comprar nada porque él daba la impresión de ser un incompetente, el Maestro Kim lo iba a poner a cambiarle la tierra a todas las macetas o algo así de oloroso (porque con la tierra iba el abono, por supuesto).