Al otro lado de la calle

[Luka Chassier]

Luka había encontrado mucho placer en conducir durante largas horas, con las ventanas abajo si el tiempo era bueno y con una radio mágica sintonizada en la WWN en el asiento del copiloto. La vida era muy simple cuando tienes una casa rodante con pinta de van, y ni siquiera él, que había vivido en la mayor de las simplezas, pudo adivinar lo poco que necesitaba para vivir cómodamente. Claro, no era una vida para cualquiera, pero apostaría lo que tiene en el jarrón al lado de su cama que hasta la persona que gusta vivir con los mil y un lujos daría lo que sea por atravesar Europa como él lo hizo. Sin embargo, cuando hace algunas horas pisó tierras inglesas, Luka supo que su gran aventura de encontrarse a sí mismo había llegado a su fin, por el simple hecho de que, sin importar hacia dónde vaya o lo que haga, siempre va a sintonizar la WWN a la misma hora y todos los días, porque algunas cosas no están destinadas a cambiar.

Luego de deambular por las calles, sabiendo que no podía tener más tiempo para pensarlo porque había pasado meses en eso, se detuvo frente al edificio. La última vez que la vio había sido allí, aunque no quería repetir el incidente ni quería actuar tan impulsivamente como aquella vez, cuando luego de hablar con ella fue al departamento de Alfie, recogió su cepillo de dientes y se fue a Gringotts, con la más mínima esperanza, a revisar la bóveda su madre. Para su sorpresa, no estaba tan vacía como creyó, y con lo que tenía pudo hacerse de una destartalada van y convertirla en una casa como las tiendas de campaña pueden ser una suite presidencial.

Compró un par de cafés con leche sencillos y los mantuvo con ambas manos, esperando al otro lado de la calle. El suyo se lo estaba bebiendo para pasar el frío y el otro estaba intacto, esperando por alguien más. En esa posición se preguntó qué verían los muggles de la fachada de la WWN. Tal vez un edificio en construcción, pensó, pero a medida que el tiempo pasaba solo se ponía más nervioso. La conversación ensayada era repasada una y otra vez en su cabeza pero a estas alturas del partido, nadie mejor que Luka sabe que la Teresa Pryor que juguetea en su mente jamás será la misma Tessa Bagnold-Browne que camina por esta tierra.

[Luka Chassier]

Y ahí estaba.
Luka sonrió sin poder hacer algo más que alzar uno de los dos cafés a modo de saludo torpe. Notó que era diferente, su cabello era largo y estaba vestida como la gente normal que se compra ropa regularmente, en su cara se mostraba la llegada la treintena pero con más clase que su caso. Sin embargo, era buena señal que a pesar de todo eso, Luka quisiera pintarla.

Había pensado mucho ese momento, lo que le diría y lo que haría después. Tenía intenciones de contarle sobre su viaje, que había dejado de beber, que estaba pintando otra vez y que no volvería al sofá de nadie porque tenía una casa que lo acompañaba siempre. Estaba conforme consigo mismo aunque tuviese algunos asuntos que resolver. Se sentía solo y por eso había regresado, aunque no estaba seguro de lo que sacaría de eso. Había ido a visitarla porque quería contarle se había puesto de pie, pero ahora que la veía tan acomodada, dudaba que eso la impresionara si quiera un poco.

Miró a ambos lados antes de cruzar la calle y se acercó a ella sobre la acera. "Para el frío." Le dijo estrechándole el vaso que estaba cubierto por una tapa de plástico con una sonrisa ladeada. "No estaba seguro cómo te gustaba el café así que lo hice lo más simple posible. Algo de leche y dos de azúcar." Agregó. Era una de esas tardes nubladas y ventiladas de Londres. Él seguía igual que siempre y ella estaba tan bien. Aún no sabía que hacer con ese sentimiento.

[Luka Chassier]

No era como si no hubiese interactuado con personas desde que se fue, es más, podría decirse que era más simpático. Pero ahí, en ese momento, todo lo que pensaba decir parecía socialmente incorrecto, como si alguien de Scotland Yard fuese a multarlo por ofrecer un café con leche y dos de azúcar. Su nerviosismo no era tan evidente, pero mantuvo la sonrisa para no poner una expresión incorrecta. Lejos estaba Luka de saber lo que él la estaba haciendo sentir, aunque sospechaba ser una sorpresa no bien recibida. Su intención distaba de arruinarle la vida, si acaso ser partícipe de ella.

Al principio no captó la pregunta pues había estado alrededor de toda Europa occidental los últimos meses, pero recordó su encuentro con Emma Goulding y entendió. Soltó una risa, bajando la mirada unos segundos "Te sorprendería la cantidad de personas que hablan inglés por todos lados, así que mi brucelés es tan bueno como el tuyo." Le contestó. Se mantuvo en silencio sin saber qué más decir pero esforzándose mentalmente por encontrar algo. "Buen programa el de hoy. Tengo una radio en la van." Señaló a su espalda donde estaba estacionada su casa rodante. "Lo escucho todos los días, en realidad." Agregó, sonriendo. -Si no sabía que aún no la superaste, lo sabe ahora.-

Un tatuaje de su nombre en la frente habría hecho lo mismo que sus palabras.

[Luka Chassier]

Se rascó la nuca, sintiéndose entre incómodo y nervioso. Del tiro bebió un poco de café porque empezó a sentir frío en las manos. Había olvidado los guantes en la van y aún no se terminaba de aclimatar. Su sorpresa lo hizo sentir un poco mejor, capaz no había parecido un completo lunático después de todo. "De verdad. Sigues siendo graciosa." Confesó. A veces se encontraba riéndose como histérico y otras con ganas de golpear una pared. Si, había escuchado sobre las falsas alarmas de embarazo y Luka respiraba de alivio cada vez. No que creyera que tenía si quiera un ápice de chance con Tessa, pero un bebé haría todo mucho más real y doloroso. Estar ahí con ella le hacía saber que nada había cambiado. No sabe cómo es que está parado ahí tan tranquilo.

No pudo, cuando menos, reírse. "¿Estás nerviosa? Vaya, y yo estaba a punto de desmayarme." Raspó el piso con la punta del pie, nada más para hacer algo, aparte de asimilar que ella estaba nerviosa. ¿Por qué lo estaba? Se moría por saber. Cuando alzó los ojos, ella lo estaba viendo con los suyos. La abrazó de vuelta, cuidando de no ser muy ruidoso cuando le oliera el cabello. También olía diferente, a shampoo de catálogo, pero olía bien igual. Su mano se abrió completa para posarla en su espalda media y la otra estaba un poco separada porque no quería tocarla con el café. Al separarse tenía una amplia sonrisa en el rostro.

"Acabo de volver, en realidad. Eres la primera persona que visito." Declaró.

[Luka Chassier]

Luka debía a oler a jabón barato de motel porque de ahí lo había sacado, pero al menos daba la sensación de limpieza que buscaba. Hubo una temporada que estuvo usando unos productos orgánicos que consiguió en una feria naturista en Holanda pero su capital le alcanzó para las versiones de envases pequeños. Lástima que las cosas artesanales siempre son más costosas que las producidas en masa.

Se rió un poco "Prometo no aplastarte, me caeré hacia atrás y estarás a salvo." Bromeó rascándose la barba y bebiendo de su café luego. Luka nunca fue muy gracioso, eso siempre había sido algo de Alfie o Jake, pero al menos contaba como agradable si estaba de un humor aceptable. Ella, en cambio, sí lo era, y su cara de sorpresa ante su aclaración fue evidente. "Por Merlín, Tessa. Nadie cree que eres vulgar, mucho menos por ser americana." Aclaró, queriendo explicar su punto mejor pero no supo cómo, y no hay nada más cursi e idiota que decir que no eres bueno con las palabras aún cuando es cierto, siempre es mejor quedarse callado.

Nunca quiso abrumarla, aunque no sabe que eso es lo que le pasa. Ahora solo cree que está demasiado sorprendida de verlo bien y sobrio, como si fuese difícil de creer. "Si, bueno, tengo un tiempo sin beber y volví a pintar así que supongo que estoy bien." Se rascó la nuca un poco nervioso. "Oye, si no tienes nada que hacer ahora pensé que podríamos terminarnos el café en otra parte. No se, mi van o un parque. Si no tienes nada que hacer, claro. Está todo bien si ya tienes planes." Preguntó, metiendo la mano libro en el bolsillo de su abrigo.