Con la botella en la mano

[Aimee Daughtrey]

Dado que Aimee no sabía nada de la mencionada escenita con Tracy Wayman, hasta donde ella sabía Queenie debía de andar por ahí, dirigiendo la conversación de algún grupo de personas. Por esa razón se sorprendió cuando, al esquivar un chorro de cerveza derramada por obra y gracia de... no sé, el favor navideño de algún ser superior, y salir del abarrotado espacio donde había estado platicando a los gritos con un amigo, la vio sentada sola. Se le acercó mirando alternativamente a la derecha y a la izquierda, como si esperara que alguien más decidiera tropezarse en su camino y salpicarle el contenido alcohólico de su vaso. Pero no. "¿Te pisaron?" le preguntó al llegar frente a ella. Quizá por eso se había sentado.

[Aimee Daughtrey]

Abrió la boca como reacción-reflejo a la caída del chico, pero debía estar lo suficientemente intoxicado como para asumir que llegó hasta el suelo sin ayuda y levantarse para seguir en lo suyo sin mirar feo en dirección a ellas. Sonrió a Queenie y ocupó el espacio en el sillón que le había hecho. "El tema de la conversación dejó de interesarme, y además me atacaron con cerveza" explicó, pasando la mirada por la gente que las rodeaba.

[Aimee Daughtrey]

Sonrió, mirando la botella como si Queenie le estuviera ofreciendo agua de cloaca en lugar de cerveza de manteca; la verdad era que no tenía ganas de beber, pero estaba a favor de la causa si su compañera quería dejar de hacerlo voluntariamente, así que le aceptó la cerveza, sosteniéndola en su mano derecha sin acercársela a los labios. Rió un poco por la propuesta. "Creo que todavía falta una hora, quizá dos, antes de que las cosas comiencen a ponerse violentas aquí. Tengo un rato para pensarlo".

[Aimee Daughtrey]

Aimee era la primera en admitir que no tendría nada que hacer en medio de una pelea entre borrachos (mirar la escena horrorizada a lo mucho), así que no se ofendió para nada con la risa de Queenie, e incluso sonrió, mordiéndose el labio inferior para no unírsele. "Oh, muchas gracias... es bueno saber que tengo a quién gritarle en caso de emergencia" respondió. La verdad, nunca se sabe.

[Aimee Daughtrey]

Levantó ambas cejas y arrugó la nariz, mirando de reojo a las personas que estaban bailando. "No está en mis planes inmediatos" respondió, inclinándose un poco a su compañera para no tener que gritarlo. "Pero si está en los tuyos" y sospechaba que lo estaba "podemos buscarte candidatos" ofreció, encogiéndose de hombros. La mayoría de los chicos hacía un esfuerzo extra cuando se trataba de una fiesta.

[Aimee Daughtrey]

Notó la silenciosa solicitud para que le regresara la botella y estudió las posibilidades rápidamente. Si le devolvía la cerveza, se sentiría como una compañera irresponsable. Pero por otro lado, Queenie no era una niñita, y ella no era su niñera. Como siempre, se estaba complicando más de lo necesario. Sonrió con aire muy divertido. "Bailar no implica forzosamente otra cosa" señaló, encogiéndose de hombros. Era la segunda vez que la pelirroja mencionaba a Ger, y por segunda vez Aimee trató de disimular que no estaba al corriente con el chisme. No ubicaba a ningún Ger en su curso. Por fin decidió pasarle la botella.

[Aimee Daughtrey]

Oh, a William lo conocía, aunque Aimee no lo llamaba William, sino el slytherin rubio con desorden de la personalidad. O el slytherin rubio loco, ya sabes, de cariño.
Miró a Queenie y negó una vez con la cabeza. No sabía, pero por la manera en que la pelirroja planteó la pregunta, se imaginó que el mencionado chico estaba en la fiesta, así que se encogió en el sillón. "¿Qué dijo?".

[Aimee Daughtrey]

Aimee acostumbra llamar a la gente por su nombre, pero esa persona en específico se había ganado el alternativo a pulso. En lo que respecta a tu atinada observación, tampoco es como si en la práctica hubiera un montón de chicos de séptimo en Slytherin, pero sí, dominan los rubios. Así como la inestabilidad mental.
Abrió mucho los ojos durante la pausa dramática de Queenie, completando el enunciado en su mente con múltiples finales posibles a la velocidad de la luz. Al terminar su compañera, la reacción inmediata fue fruncir el ceño y arrugar la nariz. "¡Eww!". Perdón.

[Aimee Daughtrey]

-Repito, EWW-. Ok, técnicamente William no tenía un aspecto espantoso, pero le había dejado tan mala impresión a Aimee que ella no podía verlo más de una manera objetiva. Y el comentario sobre el parecido con un hermano sólo añadió puntos vomitivos al asunto. Apretó los dientes intensificando la mueca asqueada. "¿Por qué diría algo así?" preguntó en voz lo suficientemente alta para que Queenie la escuchara, aunque no esperaba una respuesta elaborada. ¿Quién sabía cómo funcionaba la mente de ese chico?

[Aimee Daughtrey]

Para ser justas, ninguna casa podía presumir de que sus miembros fueran todos personas amables y totalmente confiables, ni siquiera los de Hufflepuff.
Frunció el ceño e inclinó la cabeza hacia la derecha. "¿Cómo te enteraste de que él dijo eso?". Porque hablando de confianza, no es muy sensato creer todo lo que escuchas, o de cualquier persona de quien lo escuchas. De reojo se fijó en cuánto había bajado la cantidad de líquido en la botella de Queenie.

[Aimee Daughtrey]

No pudo evitar una especie de bufido, resultado de ahogar una risita, pensando al ver la botella ahora vacía que con toda razón las cosas se estaban poniendo confusas para Queenie. Optó por ahorrarse la pregunta ¿Jeanine o Tracy? porque, cualquiera que fuera la respuesta, para ella daba lo mismo: ni idea. "Sí, bueno, proporcionar claridad mental no es precisamente una de las propiedades del alcohol" respondió. "Hey, es posible que Jeanine-Tracy haya bebido demasiado firewhiskey y se haya inventado todo" sugirió, como si le estuviera exponiendo un motivo buenísimo para animarse.

[Aimee Daughtrey]

Quizá Jeanine-Tracy le envidiaba el color del cabello. Quizá simplemente la odiaba, y lo más feo que se le ocurrió hacerle fue inventarse una historia en la que Queenie tenía encuentros cercanos del peor tipo con William. O quizá Aimee necesita informarse más sobre las relaciones de los alumnos de séptimo.
Se encogió de hombros. No podía asegurar que tenía la razón, pero era una buena conjetura; había lógica. Entonces regresó sobre sus pasos en la conversación y sonrió arrugando la nariz. "¿De verdad pensaste que eras amiga de él?".

[Aimee Daughtrey]

No es por nada, pero cuando el destino final de William salga a la luz, Aimee va a sentir escalofríos al recordar que estuvo hablando de él.
Tras escuchar las palabras de Queenie se rió, porque la primera respuesta que le vino a la mente fue precisamente -nada, no les pasa nada-. Luego recordó que su mejor amigo era hombre, y que a Dietrich le pasaban un montón de cosas por la cabeza, así que la generalización era injusta. Y entonces se dio cuenta de que sus divagaciones mentales la habían dejado callada un montón de segundos, y que tendría que responder ya. "Creo que es fácil deducir lo que hay en la cabeza de un hombre promedio: sexo, quidditch y comida".

[Aimee Daughtrey]

Miró a Queenie completamente seria. Después, poco a poco comenzó a sonreír, hasta que logró expulsar una risa (titubeante y del tipo que se usa cuando no entiendes la parte graciosa pero quieres ser amable). "¿O sea que esas son las tres cosas que generalmente tú tienes en la cabeza?" preguntó risueña. Si era un chiste, lo estaba siguiendo, y si no era... igual funcionaba, porque no se le ocurría qué otra cosa responder. La comida y el sexo los comprendía, pero el quidditch sólo era una fuente interminable de aburrimiento mortal.

[Aimee Daughtrey]

Sintió alivio por la aclaración, pero trató de eliminarlo de su siguiente tanda de risas 100% no alcoholizadas, porque no tenía ganas de ofender a nadie en una fiesta de Navidad. "Pero es cierto, ¿no? Que te llevas bien con los hombres" se encogió de hombros.