Cuentas pendientes

[Irina Lewis]

Irina abrió grande los ojos al verlo ahogar a uno de los hombres, sintiendo que el miedo volvía... no importaba que fuera uno 'de los malos', ver a alguien asfixiar a otro hasta desmayarlo no era algo a lo que estuviera acostumbrada, y una cosa era verlo en una película y otra delante de sus ojos. Todo era demasiado fuerte para ella, por eso lo miró como si estuviera loco cuando le pidió que vigilara. ¿Ella? ¿Vigilar qué? La sola idea de que alguno de esos hombres pudiera ahogarla o matarla a ella también, le hacía acelerar el pulso. Sentía que le faltaba el aire y se le revolvía el estómago al verlo arrastrar a gente.
Era una suerte para Dolovo que ella estuviera tan superada por la situación que siguiera sin notar la magia ni el palito de madera en su mano, que claramente para ella era 'eso' que usaba para abrir las puertas. Si estar metida en esa situación era algo irreal, pensar en que alguien, y especialmente un tipo como él, pudiera hacer magia era algo que ni se le podía ocurrir en esta vida.

Agachada en un rincón contra la pared lo observó arrastrar a más personas y prefirió fijar la mirada en el suelo. Necesitaba que eso terminara pronto, no podía ver más.

[Irina Lewis]

Irina levantó la mirada solo cuando escuchó sus pasos yendo hacia el otro pasillo. Él no le había vuelto a decir que lo siguiera así que prefirió tomarse un instante para respirar, para seguir tomando todo eso como algo irreal que le estaba pasando a otra persona. El entorno era como el arma en su cartera, si fingía que no existía no podía tocarla, quizás si hacía el esfuerzo hasta podía no sentirla.

Miró asustada hacia el pasillo cuando escuchó a los hombres gritar y luego vinieron los golpes y una especie de explosión. Irina se pegó a la pared por instinto y finalmente se puso de pie. Sí, primero había pensado en ir a ver pero sentía un nudo en el estómago que se lo impedía. Imaginaba que esos hombres volverían y al verla allí la matarían también.

Había empezado a caminar, intentando regresar hacia la escalera, cuando escuchó una voz y nuevamente pasos acercándose por el pasillo. Contuvo la respiración hasta que vio que quien estaba regresando era el rubio y, aunque no tenía sentido alguno, exhaló aliviada. Lo miró sin saber qué decir, pero enseguida notó al otro tipo atrás, todavía más golpeado que antes.

"¿Están bien?" preguntó más instintivamente por ver a alguien en esa situación y por los ruidos que había escuchado que por pensar que fueran a contestarle, ella no era ni su amiga ni su cómplice, pero por alguna desgracia del destino estaba ahí. Ya era tarde para hacerse la desentendida.

[Irina Lewis]

Bueno, la definición de perfecto para Steiner debía ser algo especial y diferente a lo que Irina entendía. Frunció el ceño y lo observó caminar casi arrastrándose y luego miró a Dolovo que parecía no tener un rasguño. No entendía nada pero la suposición de que entre ella y el tipo pasara algo la hizo alzar una ceja y mirar al tipo herido como si lo que acababa de decir tuviera menos gracia que sus lastimaduras.

"No, en realidad no nos conocemos..." dijo antes de abrir su cartera buscando una botella de agua que tenía casi siempre encima cuando iba a trabajar pero se encontró de frente con el arma, lo que la hizo darse cuenta de que debía devolvérsela a Dolovo cuanto antes, no quería quedársela por error y tener que regresar a esa cerrajería del mal nunca más. "Estaba allí de casualidad... por mala suerte" le contó sabiendo que la historia era de lo más ridícula, pero era la verdad. No conocía su nombre y lo había visto una sola vez en su vida, esta era la segunda y cada una había sido peor que la anterior. Finalmente Irina le extendió la botella de agua destapada a Steiner suponiendo que la necesitaba mucho más que ella.

[Irina Lewis]

Que el tipo todo ensangrentado se le acercara tanto la puso un poco nerviosa y sólo asintió con la cabeza por compromiso. No le importaba que Dolovo estuviera de mal humor, ella tampoco estaba feliz por lo que había pasado, recién estaba volviendo a respirar tranquila después de más de una hora de tensión y de pensar que podían matarla en cualquier momento.

Sin embargo, algo de lo que dijo Steiner sí llamó su atención, haciendo que alzara las cejas y mirara directamente al rubio. ¿Se llamaba Dolovo? -Es un nombre extraño- pensó- Quizás es un apodo... Al menos ahora tenía su nombre pero la idea de decírselo a la policía ya no tenía sentido para ella, no pensaba hacerlo. Si ese hombre había matado al portero de su edificio no quería saberlo ya, prefería mantenerse lejos de ellos dos.
Al salir a la calle Irina titubeó. "¿Ya... terminó todo? ¿Ya me puedo ir?" preguntó mirando al rubio porque era el que le había dado las órdenes todo ese tiempo y el que parecía seguir a cargo de la situación.

[Irina Lewis]

Comenzó a caminar detrás de ellos al ver que Dolovo no se detenía ni parecía estar de acuerdo con que se fuera en ese momento. Irina volteó un instante a ver el edificio del que habían salido... ¿los habría matado o desmayado a todos? Esperaba que fuera lo segundo, ¿pero cómo podía estar seguro de que no los seguirían o volverían a buscar? Ok, quizás no era buena idea separarse de ellos aunque quisiera irse a su casa y olvidarse de todo eso, si es que podía.

Lo miró con seriedad a Steiner por sus burlas infantiles, decidiendo ignorarlo, y luego a Dolovo "No hace falta, una vez que estemos lejos de aquí puedo irme sola" respondió porque, aunque la idea de que esos tipos los siguieran la asustaba, tampoco le agradaba que él volviera al edificio después de lo que había pasado con el portero ni que recordara dónde vivía.

[Irina Lewis]

Otra vez se sentía acorralada en una situación en la que no quería estar, pero se dijo a sí misma que era sólo aguantar un rato más. Había llegado hasta allí sin que la lastimaran y esperaba poder salir de la misma manera, sólo tenía que tener paciencia. ¿Pero y si el rubio le había mentido y ella era la última a la que iba a matar? Bajó la mirada y caminó detrás de él sin insistir, intentando calmarse. Aunque no había hecho nada, la tensión con la que había estado y con la que seguía en menor medida, la tenía agotada como para discutir.

Tenían un problema más grande, además. Steiner apenas podía caminar y estaba manchado con sangre, ningún taxi iba a llevarlos sin hacerles mil preguntas u ofrecerles ir a un hospital cercano. Irina supuso que Dolovo sabía lo que iba a hacer, como hasta ahora, y que no planeaba caminar hasta el local porque su amigo se desmayaría antes de llegar. Creía que la única opción que les quedaba era tomar el metro y hacerse los desentendidos de las miradas que les pudieran echar, además de rezarle a algún dios para que la policía no los viera ni se acercara a preguntar qué pasaba. Con suerte en menos de una hora estaría en su casa, nunca había deseado tanto estar en ese edificio del mal.

[Irina Lewis]

Tenía que estar bromeando... ¿en serio pretendía subir así a un taxi? Irina moría de vergüenza mientras subía en la parte trasera junto a Steiner. Durante el camino miraba cada tanto algo angustiada al conductor, por un lado agradecida de que no preguntara nada pero aún sin poder relajarse porque seguía sintiéndose prisionera de la situación. Bajó la ventanilla porque necesitaba aire y porque el olor de Steiner no era muy agradable después de las condiciones en las que había estado y las lastimaduras que tenía.

Después tuvo el placer de confirmar que Dolovo estaba tomándole el pelo. ¿Otra vez debía pagar ella? ¿Qué le hacía pensar que podía gastarse un cuarto del sueldo en dos taxis que recorrieran medio Londres para llevarlos? Irina iba a comer arroz de ahí hasta fin de mes por su culpa, por abusivo al saber que ella no podía decirle que no por miedo. -Pero no tengo plata!- pensó indignada al escuchar a Steiner. Luego volteó a mirar al conductor "Lo siento" le dijo intentando ser amable porque imaginaba que el hombre entendía menos que ella qué estaba pasando. Era una suerte que por eso no hubiera escuchado lo que Steiner le decía a Dolovo porque le hubiera dado un poquito de escalofríos eso de que fuera gentil porque era delicadita. Bastante le revolvió el estómago que le gritara preciosa en medio de la calle.

Irina titubeó un instante antes de reaccionar y decirle su dirección al conductor para después aconsejarle que tomara la siguiente avenida para poder cruzar el río hacia Lambeth. Al simplemente decirlo Irina se sintió un poco mejor, finalmente estaba yendo a su casa y, por ahora, estaba viva. Cuando llegaron buscó el dinero en su cartera y la cerró rápido al ver OTRA VEZ que tenía esa maldita arma que Dolovo le había dado.
"Bajas ¿cierto? Tengo que devolverte... eso que me prestaste" murmuró antes de bajar del taxi, porque no pensaba encima pagarle el viaje de vuelta a su cerrajería del horror.

[Irina Lewis]

El silencio no solía incomodarle pero en esa situación era bastante molesto y desconcertante. Sí, no podía devolverle el arma en la calle, pero no le agradó tener que dejarlo entrar nuevamente el edificio y, peor, a su departamento. La poca paz que había encontrado al estar regresando a su casa se le terminó al subir los nueve pisos en ascensor con Dolovo sin decir una palabra, moviéndose únicamente para quitarse la gomita del cabello porque ya le molestaba, y luego tener que abrir la puerta para que él pasara a su casa una vez más. Quería que se fuera, quería ponerse el pijama, darle de comer al gato y, si lograba conciliar el sueño después de ese día, dormir hasta la semana siguiente.

Apoyó las llaves en la mesada de la cocina y se quitó la cartera, apoyándola también para poder sacar el arma de adentro. No sabía tampoco qué decirle después de lo que habían pasado, ¿debía agradecerle por sacarla viva de allí? por culpa de él y de su amigo había quedado en el medio de esa situación en primer lugar, si él no se hubiera tomado el atrevimiento de matar a alguien cuando estaba trabajando en su casa ella no hubiera estado allí. Sin embargo, no dejaba de sentir que de alguna manera debía hacerlo.

"Sé que podrías haber dejado que esos hombres me mataran..." empezó a hablar abriendo la cartera para no mirarlo porque sabía que no tenía mucho sentido lo que iba a decir "y que hubiera sido más fácil para tí, pero no lo hiciste" hizo una pausa sacando el arma "De verdad te lo agradezco". Las manos le volvieron a temblar al sostener eso y extendió el brazo derecho para que Dolovo la tomara, ahora sí mirándolo.

[Irina Lewis]

No debería sentirse decepcionado, ella ya le había dicho que no pensaba usar ni el arma ni el cuchillo que también debía devolverle, por ende no era tan cierto que quedaba desarmada.

Al escucharlo titubeó y terminó por bajar el brazo, reteniendo el arma y volviendo a sentir miedo, pero esta vez de él.
"Dijiste que al terminar nos olvidaríamos de todo" le recordó "Yo no voy a decirle nada a nadie" siguió mientras lo miraba intentando entender por qué estaba jugando con ella así "Confié en tu palabra y cumplí lo que pediste, ahora debes hacer lo mismo". ¿De verdad estaba pensando en atacarla a ella también? Sentía el corazón acelerado esperando su siguiente movimiento o palabra.

[Irina Lewis]

Sí, la estaba haciendo sentir una tonta por confiar en él, pero Irina sabía que no había tenido otra opción. Lo había necesitado para que solucionara el problema en que, de alguna forma, él mismo la había metido. No ganaba nada atacándolo y no confiando en él. No quería arruinar su vida por haberse cruzado con la persona equivocada y sin embargo ahí estaba, todavía sin poder salir de esa red. Dolovo le estaba dejando el arma y una advertencia que la terminó de llenar de miedo.

Atinó a asentir con la cabeza, porque lo había entendido perfectamente, más de lo que quería, cuando él tomó su cabello y la hizo contener la respiración, quedándose muy quieta. ¿Ahora qué hacía? Que lo cortara la terminó de horrorizar. ¿Por qué había hecho eso? ¿Era parte de algún ritual de la mafia que ella desconocía? Sintió el impulso de llevarse la mano hacia el mechón que él había cortado, dándose cuenta que podía ser terriblemente vanidosa hasta en un momento así.

Confundida, dejó el arma en la mesa y lo siguió. Quería que se fuera de una vez, así que tomó las llaves y, bastante nerviosa a comparación de la calma que parecía tener él en todo momento, salió al hall para apretar el botón del ascensor, sintiendo que esos minutos que faltaban para que se fuera eran eternos.
Una vez que estuvieron dentro del ascensor no pudo aguantar más y tocó el cabello que ahora se había ondulado y que había quedado totalmente desparejo a comparación de los otros "¿Por qué... hiciste eso?" preguntó sonando más insegura de lo que le hubiera gustado.

[Irina Lewis]

Irina tampoco lo miraba, estaba demasiado ansiosa porque el ascensor llegara finalmente al primer piso y él se fuera. Observó de reojo el espejo para comprobar la gravedad del corte pero no podía notarlo, quizás pudiera esconderlo detrás de la oreja o sostenerlo con una hebilla hasta que volviera a crecer.

La respuesta de Dolovo la hizo apretar los labios para no decirle que era la contestación con menos sentido que había escuchado en su vida. No debía sorprenderse, él era el tipo más raro que había tenido la desgracia de conocer y, aunque seguía siendo creepy, que cortara su cabello no era lo peor que lo había visto hacer ese día.

Inspiró y salió del ascensor buscando la llave para abrir la puerta. Una vez que lo hizo, la sostuvo y finalmente lo miró, volviendo a sentir ese miedo de sólo imaginar que volviera por ella como había dicho. Sólo se obligó a sostenerle la mirada, deseando que fuera la última vez que lo tuviera que hacer y no regresara por allí.