El que busca encuentra

[Maximilian Donovan]

Bajó la mirada cuando Yasmin comenzó a rodear el escritorio, paseando la vista por el largo de su figura mientras se tomaba su tiempo poniéndose de pie. Es que estos son los pequeños momentos de la vida en los que hay que aprovechar para observar con detenimiento los regalos de Merlín a los magos (y brujas), para ser una persona agradecida.

"Tan listo como se puede estar" respondió, ofreciéndole el brazo y mirándola con una sonrisa. Si la secretaria de Mr. Whitehorn estaba buscando el papel que él pidió o no era un misterio del que no estaba muy ansioso por descubrir, porque solamente lo recordaría después. Ahora estaba con la cabeza en otro lado. "¿Le molesta que vayamos en taxi?" preguntó, quizás ella era mucho más puritana que él, pero le gustaba la idea de ir sentado junto a ella sin nada en qué preocuparse en vez de aparecerse o terminar llenos de hollín, por más limpieza mágica que hubiera.

[Maximilian Donovan]

Maximilian no era ni remotamente cool como para andar en motocicleta, lo suyo era algo cómodo y confiable para todo clima, como aparecerse, usar la red floo, y confiar en los taxis muggles cuando la situación lo ameritaba. Habrá tomado el noctámbulo alguna que otra vez, especialmente cuando estaba todavía terminando sus estudios, pero no creo que haya disfrutado de la experiencia. Aunque ahora, con Yasmin tomada de su brazo, seguramente cualquier experiencia sería un placer.

Le sonrió, encantado con ella mientras dejaban la oficina y se dirigían hacia el hall central para salir de la empresa. "Perdone la curiosidad, pero ¿trabaja siempre en la oficina de su padre?" preguntó, ansioso de saber más de ella. Estaba casi seguro que todo lo que Yasmin le dijera sería fascinante.

[Maximilian Donovan]

Cada vez que ella le hablaba, a Max se le levantaban (hey) las comisuras de los labios inmediatamente, como si todo lo que saliera de la boca de Yasmin era lo mejor que había escuchado. Toda ella le interesaba.

"No me diga" comentó mientras trataba de mirar al frente de vez en cuando en vez de verla solamente a ella. "Espero que aunque esté muy ocupada no la canse demasiado ese ritmo de vida, que sino me voy a sentir mal de obligarla a que coma conmigo hoy" no sé qué es lo que Max imaginaba que Yasmin hacía en la empresa, pero definitivamente le creía su estilo de vida ocupadísimo y lamentaba imaginarla trabajando hasta el cansancio.

[Maximilian Donovan]

Definitivamente lo superficial no era malo, pero muy especialmente si la superficie era la de Yasmin Whitehorn. No solamente tenía ese aire seductor y femenino que hacía que imaginara cientos de escenarios con ella, sino también todo lo que imaginaba basado en lo que creía basado a la figura pública que representaba. Si se mostraba perfecta, seguramente eso era: absolutamente perfecta.

"¿Y qué hace en su tiempo libre, cuando no está dejando que yo la lleve por el mal camino de los que se van del trabajo temprano los viernes?" preguntó, inmediatamente sintiéndose como un estúpido que le preguntaba cosas que quizás Yasmin ya respondió hasta el hartazgo en una revista.

Le abrió la puerta de salida para que pasara primero.

[Maximilian Donovan]

Por más que él fuera muy ajeno a las cosas que ella disfrutaba, no creía que fuera necesario que tengan cosas en común. Es decir, ir a la playa no le sonaba a una actividad particularmente interesante, pero si lo pensaba como ir a la playa con Yasmin Whitehorn era otra cosa. Todo lo que ella decía era como escucharlo por primera vez, todo era interesante de repente.

"Ah, y esos masajes que mencionó... ¿profesionales nada más?" preguntó alzando una ceja, tratando de no volver a sonreírle. Porque si sonreía iba a quedar en evidencia (como si no hubiera quedado ya, pero no se da cuenta), así al menos podía pretender que le interesaba saber si necesitaba hacer un curso para participar él de la actividad con ella.

[Maximilian Donovan]

No puedo esperar a que vayan de compras algún día y Max termine dejando la mitad de sus ahorros en una tienda solamente porque no puede decirle que no a un gusto de Yasmin. El día que tenga que pedirle dinero prestado a su padre para pagar la renta va a ser espectacular, todo por complacerla en lo que pueda.

Sonrió de lado cuando ella lo codeó suavemente, una mezcla de vergüenza por lo obvio de su comentario y complacido con que ella no lo hubiera tomado a mal. "Bueno, podemos ir viendo si le parece aceptable mi mano cuando se de la ocasión" comentó, como cuando había sugerido las citas de prueba hasta que consiguiera la mesa en el Bonhabille. A él le sobraba la paciencia para tratar de ganársela.

Alzó la mano en el aire para detener un taxi que justo se asomaba por la esquina.

[Maximilian Donovan]

Cuando el taxi se detuvo frente a ellos él se separó momentáneamente de Yasmin para abrirle la puerta.

"¿Algo indecente?" preguntó como si jamás hubiera escuchado esa palabra antes. Le ofreció su mano para que se subiera al vehículo con comodidad. "En absoluto, solamente preguntaba para este momento" dijo con media sonrisa. Ya que le estaba ofreciendo la mano para subirse, podía juzgar la cualidad ahí mismo. De eso hablaban, ¿no? ¿De si la mano de Maximilian era aceptable para dársela a la hora de subir a vehículos?
Indecente pero con disimulo.

[Maximilian Donovan]

Agradeció a Merlín por el vistazo a las piernas de Yasmin antes de cerrar la puerta del taxi y rodearlo para subirse del otro lado, junto a ella. Y más agradecía que ella encontrara gracioso sus intentos de hacer obvio que estaba queriendo flirtear con ella, pero con el disimulo de alguien que también tiene que tener en cuenta con quién estaba tratando. Y Max no se olvidaba de quién era ella, obviamente.

"A Canary Wharf, por favor. Y tome el camino escénico" pidió al conductor una vez que cerró la puerta, y el taxista asintió mientras emprendía la marcha. Max inmediatamente se giró a ver a Yasmin, sentada a su lado. No lo podía terminar de procesar, cada vez que la veía estaba felizmente sorprendido de que hubiera cruzado camino con ella.

[Maximilian Donovan]

La voz de ella lo devolvió a la realidad, parpadeando como si volviera a usar su cerebro para alguna otra cosa que no fuera mirar a Yasmin. Como hablar, por ejemplo, necesitaba poner sus neuronas en acción.

"Más o menos" dijo, porque aunque le gustaba pasear por la ciudad y caminar en horribles pantalones de gimnasia por ahí, estaba seguro de que nunca terminaría de recorrer todo Londres, aún si algún día le perdía la aprehensión a los autobuses muggles y se animaba más a tomar el metro. "Me gusta salir a visitar museos, pasar la tarde en los parques, hacer cosas de turista" explicó, sintiéndose un poco ridículo con su respuesta. Imaginaba que ella probablemente estaba acostumbrada a rodearse de gente mucho más sofisticada que él. "¿Usted?" devolvió la pregunta.

[Maximilian Donovan]

Arrugó la frente, alzando las cejas, cuando ella lo llamó de pintoresco. No estaba al tanto de si eso era algo bueno o no, porque bien podría describir una escena de la campiña inglesa o una persona que usaba calcetines como sombrero, así que prefirió tomarlo como algo bueno y sonreírle. Yo creo que él le hubiera sonreído de todos modos, aunque le dijera que tenía hobbies de anciano.

"¿La playa?" preguntó todo interesado en ella y lo que le fuera a contar de sí misma. "Tiene que dejarme llevarla a la playa algún día" pidió mientras le tocaba el brazo, por encima del codo, suavemente con la mano y brevemente. El esfuerzo que había que hacer para contenerse las ganas de tocarla más era enorme, especialmente cuando las piernas de Yasmin estaban ahí tan cerca.

[Maximilian Donovan]

Pintoresco y cualquier cosa que Yasmin le dijera de positiva a Max le iba a parecer buena. Ella estaba ahí, sentada a su lado, habiendo accedido a comer con él, hablándole. Le podría estar leyendo la etiqueta de un shampoo y él la miraría sonriente, asintiendo con la cabeza y pensando que era el mejor día de su vida.

Miró los labios de Yasmin cuando lo mordió, y luego miró su mano acomodando el cuello de la camisa. Sintió que su pecho se inflaba al inhalar, y aguantó la respiración un segundo más de lo usual. Que ella hablara en susurros solamente empeoraba su embobamiento por Yasmin. "Iría a cualquier lado con usted" no respondía la pregunta, pero se lo tenía que decir para cubrir todas las bases "no soy un hombre de playa, ¿tiene una favorita?" preguntó.

[Maximilian Donovan]

Él alzó las cejas, momentáneamente recordando el mundo real (el horrible, frío mundo real donde Yasmin no era el sol, la luna y la Tierra también) y preocupándose no solamente porque obviamente no tenía un yate sino porque ni siquiera había ido a la costa azul alguna vez en su vida. Había comido papas fritas en la playa de Blackpool, ¿no era lo mismo? No. No era lo mismo que la Riviera Francesa, Maximilian.

"Navegar" repitió con cautela, pero mirarla hizo que aceptara olvidarse del mundo real un rato más al menos. "Podríamos navegar, sí" dijo con una sonrisa, ¡es que la imagen! Yasmin en bikini, tomando sol en la cubierta... ¿Para qué había ahorrado toda la vida, eh? ¿Para no gastar? ¿Para planear para su futuro? Eso era una ridiculez, obviamente podía gastarlo todo en complacerla a ella, alquilar un yate con alguien que sepa, lo que ella quisiera. "Me va a tener que tener paciencia si es que necesito aprender algo, pero sí" le aseguró. El taxi se detuvo en un semáforo y Max intentó acercar su mano a la de ella.

[Maximilian Donovan]

Su mente fue a un lugar muy feliz cuando ella dijo 'conmigo divirtiéndote', porque con el escenario del yate, el sol, el traje de baño, la necesidad de ponerse protector solar y poder ofrecer sus servicios... aunque de la mente a la realidad había no solamente una gran distancia sino también un montón de ahorros que desaparecerían aterradoramente rápido, le daban ganas de decirle que sí a todo. Y luego se vería obligado a cumplir con lo que decía, claro. Era un círculo vicioso. No solamente el círculo, creo que todas las curvas de Yasmin llevaban al vicio.

"Buen punto... realmente no quisiera estar distrayéndome con detalles cuando hay cosas más interesantes en el horizonte" sonrió de lado, mirándola complacido con la palmadita. Sí, obviamente una palmadita de ella invitaba a que quisiera más, a que esperara que algún día la palmada se convirtiera en caricia, y luego en más ganas de explorar la piel del otro. "De todos no sé cómo voy a poder prestarle atención a algo que no sea usted" admitió, esperando halagarla.

[Maximilian Donovan]

El taxi dobló, comenzando el último tramo del recorrido hacia Canary Wharf: muchos edificios enormes en construcción en aquella época, el área preparándose para el boom que vendría después de que abrió la primer estación de tren ese mismo año. Lo bueno de la falta de los edificios era la vista del río y la ciudad, que se vería todavía mejor con el pasar de las horas y cuando el sol terminara de bajar. Todo sonaba muy bello, pero no más bello que Yasmin Whitehorn.

Que ella se inclinara hacia él hizo que le mirara los labios, pero cuando Yasmin habló subió la vista para verla a los ojos. Lo tenía encantado con todo lo que hacía, distraído del resto del mundo. "Voy a tener que ser creativo para apreciarla como se merece, usted es bastante única" acercó una mano a la mano más cercana de Yasmin, queriendo tomarla.

[Maximilian Donovan]

La mano de Yasmin sobre su rostro hizo que, sin darse cuenta, mantuviera la respiración mientras la miraba. Como si exhalar fuera a hacer que ella alejara la mano, como si moverse un milímetro hiciera que ella se diera cuenta que él estaba más que tentado por la existencia toda de Yasmin Whitehorn.

Exhaló cuando ella se alejó, ¡cero aliviado! ¡Cero! Ya quería la mano de ella en su cara, en su cuello, en donde quisiera. "Claro que es única" dijo como si la pregunta de ella fuera tramposa, como si no pudiera haber una respuesta tan sencilla. "Todavía no entiendo cómo una sola persona puede ser tan, pero tan..." la miró, negando apenas con la cabeza. Ni sabía qué palabras había. Sus neuronas no estaban bien porque la sangre estaba que iba y venía entre el norte y el sur más de lo normal.