Año Nuevo

[Joss Brackenbury]

Lo pensó un par de segundos. "No al principio, pero en un par de años sí" opinó. Porque en su limitada experiencia, eso era normal; idealizar el pasado. Con el tiempo, ya sin el entretenimiento la presión de las tareas y los exámenes o la conveniencia frustración de usar un uniforme escolar a diario, seguro iban a echar de menos las cosas que ahora daban por sentado, como no tener que pagar renta sentarse a cenar en mesas kilométricas en compañía de otros. "No ayudará si me siento en una de estas mesas contigo" agregó. "De vuelta a la mesa Ravenclaw en dos segundos". No era reclamo, era intento de broma.

[Dion Thornhill]

No estaba seguro de que su primer instinto, que era sonreír y sentirse halagado, fuera el correcto. Sin embargo todos los primeros instintos con Joss siempre le causaban mucha alegría, así que no estaba acostumbrado a analizar y dudar sobre lo que sentía de primeras.
"Nunca pensé que algo como sentarse en la mesa del colegio fuera a ser una memoria para atesorar, cuando todavía quedan meses de diaria realidad, y sin embargo" la mano con la que había sostenido el vaso estaba algo fría, así que decidió posarla sobre la manga del brazo de Joss "realmente amo todo lo que hacemos juntos".

[Joss Brackenbury]

A veces, y con eso quiero decir veces contadas, se había preguntado cómo le iría a Dion en una relación con una persona mucho más empalagosa que ella. Alguien que no sintiera extrema incomodidad con la idea de decir el mismo tipo de cosas que a veces decía él, o que se le adelantara a soltarle frases similares sin más intención que expresarse. Lo que nunca podía imaginarse era ella misma actuando de esa forma, al menos no con naturalidad o espontaneidad, no impulsada por desesperación o estrés.

Pasó la mirada a la mesa, pensando con calma qué podía contestar a eso. -Supongo que...- "Yo también" dijo, volviendo a mirarlo y ofreciendo una sonrisa. -Y... eso-. Sí, nada más. Cualquier cosa ñoña que pudiera agregar ya iba tarde y no creía poder pronunciarla sin escucharse forzada.

[Dion Thornhill]

Se dio cuenta que usó el verbo amar después de que se escapara de su boca sin pensarlo. Lo tenía tan presente que quizás por eso había logrado escaparse, sabiendo que estaba a nada de hacer una aparición estelar en su vocabulario con Joss. Era un alivio que ella dijera que le pasaba lo mismo, aunque quizás estaba listo para que ella quizás algún día le comentara que todo bien, pero que estaba siendo muy intenso.

Intentó ocultar sus nervios, como si ahora todo lo que se le ocurriera decir repentinamente tenía ese verbo, devolviéndole la sonrisa y dándole un suave apretoncito al brazo de Joss con la mano que había posado momentos atrás antes de subir la vista hacia el cielo. No sé qué esperaba ver ahí arriba.

[Joss Brackenbury]

No sé si a Dion le daría paz mental saber que a Joss lo que dijo no le sonó alarmante o raro, fue mega normal y trivial, como cuando ella decía cosas como que ama el helado y quisiera tener a sus hijos. Amo estudiar, amo la pasta, amo todo lo que hacemos juntos. Casual. Para cuando la sonrisa de Dion le sacó una risa de persona contenta que no tiene más opción que expresarlo con un sonido, ya había check-out del tema, con un poco de alivio porque su 'yo también' fue tomado de forma positiva.

Y tal vez lo que Dion estaba esperando ver en el cielo eran los fuegos artificiales, pero como es la fantasía adolescente de tu personaje, voy a dejarlo en tus manos. Joss lo que estaba haciendo era usar la mano del brazo que tenía libre para darle otro trago a su bebida, que gracias a Merlín no le supo mal. No era lo que pediría para tomar en su última cena, pero no estaba mal.

[Dion Thornhill]

Si fuera por mí, justo ese año no van a haber fuegos artificiales y Dion la está haciendo pasar frío sin sentido alguno a la pobre Joss en esa terraza de un pub muggle. En su cabeza solamente estaba pensando en que esperaba que ella no pensara que estaba diciéndole cualquier cosa que se le pasara por la cabeza, al menos no en ese momento.

Bajó la vista hacia ella y sintió que su corazón se había movido de lugar repentinamente, ubicándose justo detrás de su manzana de Adán. Se pasó la mano libre por el cabello, tirándoselo hacia atrás innecesariamente. No sabía si necesitaba decírselo, o si se entendía, como él había asumido montones de cosas antes.