Todo se transforma

[Emma Goulding]

El asunto con el departamento de Emma es que no sólo era ridículamente grande (Tenía dos habitaciones libres para ser ocupadas por sus amigos imaginarios en cualquier momento), sino que no era, a pesar de sus esfuerzos en decorarlo, muy de ella. Tal vez era porque había pasado demasiado tiempo en el de Alfie y los pequeños espacios de colores neutros que no irradiaban estrógeno eran ahora más su estilo. Emma no podía saberlo. El punto es que, desde la llegada de Luka y los accidentes laborales de Alfie, a Emma no le ha quedado más remedio que acostumbrarse a vivir en ese loft con la única compañía de su gata Telassin, y te cuento que no le gusta hacer la cucharita.
Gata amargada.

Emma trataba de distraerse trabajando, pero llega un punto, luego de una semana sin parar, que ya no te queda nada por hacer excepto dormir o hacerte faciales de frutas tropicales. Para esta hora del día, Emma ya había hecho un poco de ambas y ahora se hallaba leyendo la última revista de la corazón en su cama. Se sobresaltó al escuchar el timbre porque todavía no se acostumbraba a su sonido agudo que retumbaba en toda la casa. Se puso zapatos de andar por casa y se peinó el cabello con los dedos. No se molestó en ver por la mirilla, francamente se le olvidaba que existía.

No había visto a Alfie desde que ocurrió su accidente, pero estaba consciente de lo que había sucedido. Aún sabiendo esto no pudo evitar poner una cara de sorpresa que suavizó con una sonrisa pequeña de las suyas. "Hola, extraño." Le saludó. Ya se había acostumbrado a su apariencia llena de líneas de expresión pero debía admitir, porque su alma superficial no la dejaba negarlo, que verlo así de joven le daban ganas de hacerle cosas que su familia jamás aprobaría.

Terminó de abrir la puerta y se apartó para que pasara.

[Emma Goulding]

((Por estos lados tropicales así se anda por casa. Aunque la verdad es que así salía en la foto, no pude hacer nada.))

Sus líneas de expresión eran, además de por la edad, por su sonrisa. No es de sorprenderse que a los veinticinco ya tenga pequeñas líneas que no desaparecen cuando deja de sonreír. Es un precio que tiene que pagar por ser material para comercial de Colgate. Nada en esta vida sale gratis.

Bajó la mirada y le sonrió de nuevo al ver la bolsa. No tenía hambre porque puede que haya estado comiéndose las rodajas de pepinillo que se puso en los ojos y tal vez, pero sólo tal vez haya usado la mascarilla de aguacate como salsa para galletas de soda. Sin embargo, el gesto le pareció tierno, y supuso que dentro de unas horas volvería a tener hambre así que nada se perdía.

Le devolvió el beso, por supuesto, levantando la mano y apoyándosela en la mejilla en el proceso. Cerró la puerta detrás de él y se giró para enfrentarlo "Me parece muy valiente de tu parte que creas que Voodoo está a salvo con Luka, ¿No crees que podría venderlo en el mercado negro o quemarlo para fumarse sus cenizas?" Preguntó a modo de broma. Ya sabemos lo buenísima que es Emma con la bromas. Señaló la pequeña mesa de comedor metálica ubicada en su cocina lujosa donde, obviamente, nunca cocina "Puedes poner las bolsas ahí." Le dijo, caminando de largo hasta su sofá violeta, tomando asiento con las piernas subidas en forma de indio "De todas formas, Telassin está menos nerviosa sin Voodoo, me parece." Comentó de paso, recostándose del respaldar soltando un suspiro.

A todas estas, no había dejado de ver a Alfie en ningún momento. Jamás se acostumbraría a estar mucho tiempo sin él (la prueba contundente está en sus intentos de hacer la cucharita con su gata), y ahora que lo tenía acá no sabía qué hacer, capaz porque quería hacer muchas cosas.

"Te extrañé." Le dijo con todo el sentimentalismo que había acumulado esas semanas. Pensó, por un momento, en decirle lo triste que se sentía últimamente con todo el asunto de su trabajo, Luka y su extraña actitud que a veces percibía, pero razonó lo bastante rápido para no sacar a colación el tema todavía.
Recién llegaba. No quería empezar la pelea. ¿Ves? Yo crezco.

[Emma Goulding]

A los pocos segundos de estar sentada como indio se dio cuenta que tenía aún los zapatos puestos y le mancaban las piernas. Se las quitó con ayuda de los mismos pies y volvió a la posición anterior.

Rió abriendo la boca y con ganas. También extrañó sus buenos chistes que hacían de su vida un poco menos aburrida. No es que le molestara una vida con cero sentido del humor pero debía admitir que era mucho más colorida con risas de por medio. "¿Debería ponerme celosa? Yo era preciosa cuando era pequeña, te apuesto a que te hubiese seducido con mi caligrafía elaborada. Cada i tenía una margarita en el punto." Señaló el aire con el dedo índice, haciendo como si le ponía un punto a una i imaginaria.

¿Sabes qué le costaba horrores? Dejarlo ir cuando la besaba. Su mano incluso amagaba con agarrarlo del cuello para que no se fuera pero supuso que había tiempo para eso también si se quedaría todo el fin de semana. Tenían que hablar de muchas cosas, el sexo podía esperar un poco. Un poquito, para ser exactos. Fueron muchos días.

"No tienes que recordármelo." Contestó apretando los labios. "No creo que pueda soportar que sufras otro accidente así. Deberías dejar que los pasantes hagan ese tipo de trabajos riesgosos. Los pasantes hacen de nuestra vida algo más sencillo." Y lo decía por experiencia. Cuando fue una interna en La Corazón ella sentía que hacía todo el trabajo. Ahora que ya no lo era y delegaba el trabajo a los otros internos entendía todo.

[Emma Goulding]

Levantó los brazos cuando Alfie la abrazó para poder tenerlos libres para tocarlo y el hecho de que él le peinara el cabello para atrás le hizo recordar que tenía que peinarlo a él, cosa que hizo. Jamás de cansaría de peinarlo para que pareciera un tipo arreglado, aunque le gustara su look despeinado por las mañanas. La otra mano que no estaba ocupada con su pelo estaba acariciándole la espalda usando las uñas. Extrañaba hacerle mimos, a Telassin le gustaban pero por un breve momento. De verdad, era muy amargada.

Soltó un suspiro observando el cabello de su novio "Ya sabes, la vida. Aprendí que si quieres que te tomen en serio debes usar verdaderos puntos y no flores silvestres. No sé porqué creen que estoy jugando si quiero decorar mis íes." Se encogió de hombros ligeramente y rió por su chiste de la snitch. Por alguna razón, también pensó que Charlie encontraría eso gracioso pero desvió rápidamente el pensamiento. Su hermano sólo le hablaba en las reuniones familiares cuando tenía que hacerlo, de resto es como si ella no existiera. Era todo muy duro.

Después de conseguir que su desordenado pelo estuviese para un solo lado, Emma levantó la vista hacia su cocina "¿Quieres algo de beber? Puedo preparar té." Preguntó y lo decía con bastante propiedad: Emma Goulding sabía hervir agua y poner la bolsita dentro de la taza, entre otras cosas que había aprendido en eso de vivir sola.

[Emma Goulding]

Volvió a reír, lo que lo hacía la tercera vez en el día y la tercera también desde la última vez que vio a Alfie. Emma no ríe en el trabajo. Nadie hace chistes despreocupados como Alfie allí. Todo era una burla hacia la ropa de las demás chicas y Emma no podía reír con eso, especialmente porque estaba segura de que ella era una de las que más se hablaba. No era su culpa que no le parecieran atractivas las minifaldas o las blusas demasiado escotadas. Ella sabía que tenía tetas, su novio también, no necesitaba que lo supiera nadie más.

Y sólo para que conste, Emma obligaba a que su trabajo pareciera importante incluso cuando ella sabía que en el fondo no lo era. Es decir, sí, es indispensable que alguien organice los books de las modelos y haga la primera selección, pero siempre iba a venir alguien más importante que hiciese una segunda y tercera selección, dejando su trabajo un tanto menospreciado. Emma, igual, no pensaba mucho en eso y se metía mucho en el asunto. Lo cierto es que el trabajo ya la había desencantado pero como no tenía otra idea mejor seguía allí caminando de un lado otro, ofreciendo opiniones que jamás serían tomadas en cuenta. La idea de ser desempleada y ser completamente dependiente de sus padres le desagradaba lo suficiente como para volver atrás al tiempo donde no sabía qué hacer con su vida. Nada que significara un retraso en su edad le gustaba, si somos más específicos.

Sin importar si lo considerara normal o no, ella se sentía igual aunque por razones muy distintas. No es como si supiera lo que sucedía. Ni en sus más locas pesadillas podría suponerlo. Sin embargo, presentía que algo pasaba, como una especie de sexto sentido que viene con las relaciones de larga trayectoria.

Entonces sí, a Emma no le importaba que Alfie se comportara como un parásito amoroso porque ella iba a ser exactamente lo mismo, sólo que un tanto más disimulado, nada más por el amargo presentimiento.

Se puso de rodillas en el sillón y le tocó las piernas a Alfie con una mano para que las estirara. Era bastante obvio que su intención era sentarse sobre su regazo con las piernas a ambos lados y cuando él se lo permitiera eso haría. "Qué extraño," Le dijo cuando estuvo acomodada y tuviese sus manos entrelazadas en su cabello ya desordenado (de verdad, ¿Qué clase de pelo era ese?). "Ese era mi plan desde que te vi en mi puerta." Y acercó su cara para besarlo.

[Emma Goulding]

Más que molestarle, lo que hacen los chismes es fastidiarla. Del tipo de cosas que hace que ruede los ojos y siga de largo para no seguir escuchando. Si Alfie llegase a causar furor en la revista, lo único que eso lograría es fastidiar aún más a Emma, y cuando salga el rumor (porque va a salir) que la hija de Thea es de Alfie le será prácticamente imposible andar por esos pasillos.
Pero no nos adelantemos, todavía falta un poco para eso.

Emma vio el trayecto de las manos de Alfie con detenimiento, y alzó la vista cuando habló. Apretó los labios y volvió a agachar la mirada, viendo como sus propias manos se deslizaban de la nuca de Alfie hasta su pecho. Ella pensó que podían aplazar un poco la charla sobre lo mal que estaba su situación un poco más pero él no la estaba dejando.

Subió una mano y la deslizó por la mandíbula de Alfie, sintiendo el nacimiento de los vellos de su barba. "Lo sé." Soltó distraída "Pero mientras dejes de tener esos accidentes que te alejan de mi los fines de semana estaremos bien." Posó sus ojos azul oscuro en los celestes de él y le sonrió de forma segura pese a no estarlo. Lo podía tener ahí mismo, apresado entre sus muslos y aún así no lo sentía completamente con ella. Ese es el mal presentimiento que le acongojaba: Alfie pensaba mucho en otras cosas cuando debía simplemente estar ahí, queriéndola. Sin embargo, estaba segura de que no la engañaba. Tal vez no debería estarlo pero lo hacía. Él no lo arruinaría de nuevo de la misma forma.
De otra, quizá si.

[Emma Goulding]

Emma tenía esta excepcional habilidad para buscarle la vuelta a las cosas, algunas veces para bien y otra para mal. En el caso de Alfie y todos sus problemas, a Emma le gustaba pensar que el trabajo sí lo tenía agotado, que los accidentes sí le pasaban seguido y jamás se cansará de echarle la culpa a Luka de todos sus males. Al fin y al cabo, si él no estuviese postrado en el sillón de Alfie, ella podría tener todas las noches con su novio y no tendría que mendigar por el cariño a su gata que pasa de ella a los cinco minutos. Nunca debió esterilizarla.

Automáticamente pensó en Regina cuando le preguntó sobre sus semanas, y no es que Emma no quisiera contar todo sobre cómo su amiga volvió del más allá para hacer de su vida un tanto más dramática, porque debe ser que tenía cara de que le faltaba emociones. Sin embargo, decidió reservarse eso por el momento. Capaz cuando pudiese presentársela a Alfie y surgiera el tema en la mesa podría contárselo bien. De nuevo, a Emma le gustaba que los secretos permanecieran entre los que estaban íntimamente relacionados.

Frunció los labios hacia un lado. "Bueno, ya sabes, lo de siempre. Bastante trabajo. Fui a casa por el cumpleaños de una prima pero pude zafarme rápido de la fiesta con la excusa de que me tocaba trabajar un domingo. No importa, total que no era mi prima favorita." Frunció los labios hacia el otro lado, dándose cuenta de lo aburrida que era su vida mientras hablaba "Quise hacer un hueco para ver a Oliver fuera del trabajo pero lo veo un tanto inquieto así que preferí dejarlo en paz. Creo que la revista lo está presionando bastante." Emma sabía que no era eso pero como no estaba segura de nada prefería no especular. "Y creo que eso es todo. Aparte de extrañarte locamente no hice nada más." Le sonrió y le dio un beso. Volvió a tratar de peinarlo, para no perder la costumbre.

[Emma Goulding]

En otros tiempos, y Alfie sabía que era así, Emma hubiese dado lo que sea por tener un matrimonio estable con tres hijos con Alfie. Así la habían criado y así había leído tantas novelas románticas de mujeres de antaño. Luego se fue a Australia, le picó un canguro o lo que sea y al volver sintió que podía vivir en una relación secreta por un tiempo indefinido. Ahora estaba en una especie de termino medio porque aprendió (a las malas) que los extremos no llevaban a ningún lado. El punto de todo este asunto es que ella fuese feliz, egoístamente feliz, así que mientras ella lo fuera no iba a cambiar nada de la relación. Si, tuvo que adaptarse a las nuevas situaciones pero aún podía tener estos momentos con él y eso le bastaba. Tampoco Alfie tenía que decirle que enfocaba gran parte de su vida en él.
Ella ya lo sabía.

Y para tampoco perder la costumbre, los comentarios no le cayeron muy bien en el estómago, y de momento lo que hizo fue soltarle el pelo y poner las manos en sus caderas "Yo salgo." Mintió "Es sólo que de verdad he tenido mucho trabajo." Mintió otra vez "Y creo que Luka ya ha hecho suficiente por nuestra relación, ¿No te parece?" Inquirió con las cejas levantadas.

Emma estaba consciente que estaba, de nuevo, dirigiendo su vida demasiado hacia él y comenzaba a resignarse a que eso siempre ocurriría mientras fuese su novia. Trataba de no considerarlo su roca, de no depender tan emocionalmente de Alfie pero era difícil considerando que él era lo único que, últimamente, la hacía feliz.

((Noches, gordis.))

[Emma Goulding]

Alfie tenía esta cosa que se llama 'facilidad para enojarte con él por un tiempo indefinido, no muy corto pero no eterno' que a Emma le parece súper irritante. No podía ser posible molestarse con tu pareja a tan sólo cinco minutos de haberla visto, y esto no es ni siquiera uno de sus malos días. Emma no conocía muchas parejas y tal vez por eso no podía hacer comparación. La única que tenía a la mano era la de Ralph y Tessa y ellos no podían contar dentro del promedio. Para ser justos con lo que ella y Alfie tenían, Emma jamás podría tener a un novio así de devoto como Ralph y quizá era porque Emma no tenía la constante necesidad de sentirse apreciada de la manera más melosa posible. Alfie jamás le diría '¿Quieres la luna? Te la bajo, déjame llamar a mi mamá' y eso estaba bien. Alfie llegaba con sus panes y budines de una panadería de Chelsey que Emma sabía era costosa y eso para ella era más que suficiente. No es que había bajado sus estándares, aunque eso es exactamente lo que diría su mamá, es que Emma había nacido para amar otro tipo de cosas y personas.

Era difícil, sin embargo, molestarse con él luego de cinco minutos de verlo y no había que rebuscar mucho las razones: Tenía añales sin verlo, necesidad de cariño y vamos que se veía de un bien con seis años menos. No hay que olvidar el detallazo de la apariencia.

"En realidad," Sonrió de nuevo y sus manos se apoyaron en el pecho joven de Alfie "Mi plan era culpar a Luka de todos nuestros males, cielo." Lo miró a los ojos y deslizó las manos hasta su nuca, para luego bajar a su espalda o lo que el cuello de su camisa dejara que tocara. "Pero tú tienes la asombrosa habilidad de eliminar la culpabilidad que obviamente tiene el mundo y dirigirla a ti. Eres tu peor enemigo, Alphonse Hoover." Le explicó, esbozando una media sonrisa.

[Emma Goulding]

Dejó que sus manos le rodearan la cabeza y rió porque le gustaba reír con él incluso cuando no había dicho nada gracioso. Con Alfie, Emma se sentía más ligera, más ella. Tal vez era culpa de su trabajo, donde no se sentía cómoda diciendo lo que sea o quizá era que lo había extrañado tanto que estar con él se sentía simplemente correcto. Jamás se imaginó perdonando la infidelidad, todavía pensaba en eso a veces, especialmente cuando se topaba con Thea en la revista, pero no podía imaginarse estar así de bien con alguien más. La vida la había obligado a creer en las segundas oportunidades para ser feliz.

"Eso no es cierto." Le dijo, pegando su frente con la de él. "No eres mi enemigo." Se despegó y dejó que su nariz respingona le acariciara la frente, la nariz y finalmente besándolo en los labios. Sus manos se apoderaron de su nuca, una entrelazada en su cabello desordenado y la otra más metida dentro de su camisa que en el cuello en realidad, tocándole el comienzo de la espalda.

[Emma Goulding]

Este tipo de noticias causan dos reacciones.

La primera es una mezcolanza entre alegría y sorpresa, porque siempre hay que alegrarse cuando una amiga se casa. "¡¿De verdad?!" Exclamó, separándose de Alfie para cubrirse la sonrisa con las manos. "¡Íbamos a tomar té mañana! Capaz me iba a contar." Dijo, más esperanzada que otra cosa. Bajó las manos hacia sus caderas, sintiendo la segunda reacción subir por su pecho. "Espera," Le puso un dedo índice sobre los labios de Alfie, como si él la fuese a interrumpir. "¿Dices que ya se casaron? O sea, ¿Sin boda? ¿Sin la boda que llevo pensando desde hace meses?" Lo soltó, pasándose las manos por el cabello. "¿Tienes idea de la cantidad de revistas de novia tengo? Ni siquiera las puedes contar. ¡Tenía como un millón de vestidos para que escogiera! Las telas, los centros de mesas," Comenzó a enumerar con los dedos. "el color de las servilletas, los tipos de cubiertos, la comida." Hizo un puchero hacia Alfie. "Acaba de arruinar mi boda." Se mordió el labio inferior.
Obvio esto se trataba de ella, como todo.

[Emma Goulding]

A Emma siempre le ha gustado organizar eventos porque había crecido atendiendo a ellos y, en algunos casos, había presenciado como los montaban. A ella no la criaron como a otras niñas de sociedad: Emma no baila ballet, sabe tocar el piano, el violín o cualquier otro instrumento musical; no sabe varios idiomas ni tiene amplios conocimientos generales sobre el acontecer mundial. Los Gouldings son empresarios, y como tal, sólo necesitan parecer competentes y confiables. Por eso y porque así había nacido, Emma siempre fue una persona muy seria, que le gusta cumplir expectativas y entre otras habilidades estaba la de organización y toma de decisiones. Las bodas, en su forma, explotaban todo su potencial.

Respiró de alivio, llevándose una mano al pecho y rió un poco. Eso de casarse en secreto para después celebrar la boda le parecía un poco drástico y sin sentido, pero decidió no juzgar, porque Tessa era su amiga y ella era drástica y sin sentido la mayoría del tiempo.

Luego, frunció el ceño "Lo dices como si fuese algo malo." Apuntó, confundida. "Las cosas que se supone que suceden una vez deben hacerse bien, ¿Acaso planeas casarte más de una vez?" Preguntó, cruzando los brazos por debajo de sus pechos. Obviamente, Emma había pensado en su propia boda planeando la de Tessa, es incluso posible que se haya reservado algunos recortes de vestido para sí misma y ciertos lugares jamás se los mencionaría a Tessa. Ella quería una boda grande, si, hasta puede llegar a admitir que buscaba más una boda que un matrimonio, no porque no quiera un esposo, es porque, por como vive con Alfie, otro título no haría de la relación algo más íntimo. Emma creía que un Alfie esposo no sería mejor que un Alfie novio, por eso no se había molestado en lanzarle indirectas mientras organizaba la boda de Tessa. Por eso y porque no creía que su boda fuese a suceder pronto.

[Emma Goulding]

Emma entendió, por suerte, a qué se refería Alfie, así que aflojó los brazos y posó las manos sobre los hombros de él. "Era un sueño complicado para ti de pequeño. No creo que hubiesen fabricado escobas de carreras para tales pesos, cariño." Dijo, sonriendo. Y nada más para que conste, Emma sentía que acababa de decir una broma buenísima. En casa de Alfie obviamente la señora Hoover le había mostrado fotos de Alfie cuando era pequeño y me parece importante recalcar que, a pesar de ver a su novio como la bola de grasa menos atractiva del planeta, ella lo siguió queriendo igualito. Ella no era tan superficial al final del día, ¿Viste? Y no tiene nada que ver con que el único rastro que quede de esos tiempos esté en fotos, ¿eh? Nada que ver.

"Como sea, gracias por contarme lo de Tessa. Ahora pondré a prueba su amistad y contaré los días que le toma decírmelo." Dijo, mintiendo. Emma esperará hasta el lunes (esperando a que Alfie se fuera) y se presentará en su casa con una cara de '¿No tienes algo que contarme?' que se la estaba reservando a Alfie cuando tuviera pruebas más contundentes que un 'Sentimiento' sobre su indudable secreto.