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Aquí se crearán todos los threads de pelea, podrán poner a prueba sus habilidades mágicas y todas las enseñanzas que han recibido a lo largo de sus años de educación en Hogwarts. Favor de leer las reglas incluídas en este mismo board.
Esa mañana se había levantado algo tarde porque se había desvelado estudiando, pero con el desayuno se compuso. La carne de res que había ingerido le supo muy bien con salsa de calabaza y cacahuate. ¡Manjar!
Luego se propuso terminar unos deberes y al final asistió al Club de Duelo. Después su turno llegó y cuando subió a la pasarela esperó a que subiera su contrincante.
Nunca se imaginó que Gabe sí-yo-golpeé-a-tu-hermana-Gabe sería el siguiente.
((¿Podemos contar las dos semanas a partir de hoy? Perdón la demora pero mi ser se ha convertido en un esclavo de la vida laboral))
No sé por qué sentía tanto recelo contra él, es decir, el Quidditch era como lo que pasaba en la guerra y en el amor: todo se valía (con ciertas reglas, pero casi todo valía). No quería saludarlo porque no le caía bien (los entrenamientos de Quidditch eran una tortura a veces) como para que esta fuera la excepción a la regla. Lo bueno fue que el cara de cerillo apagado lo imitó y tampoco lo saludó. ¡De hecho empezó sin hacer la reverencia reglamentaria! -¡Ah, canijo!- así que se tuvo que concentrar para gritar un "finite" y que no lo cogiera indefenso su vengador.
Por lo menos había podido lograr amarrar ese hechizo para que evitar un pegadero de partes de su cuerpo. No gracias, no quería, p.e., que se le pegaran las fosas nasales y dejara de respirar. Ok, el chico venía fuerte, y no estaban Baz, Taf o Pietro como para que lo defendieran (no que los necesitara realmente, pero eran una ayudada para echar montón).
Dio un paso al frente para lanzar su hechizo y con un giro de varita lo activó.
"¡Spongify!" apuntó hacia una de sus piernas con la esperanza de que su rodilla se aguadara y no pudiera caminar por un momento.
Había pasado tanto tiempo de aquél golpe tan inocente que le había dado a su hermana que realmente no entendía por qué no lo había superado ya.
Sí se distrajo por el cambio de hechizos, pero Yasmin le había enseñado y había aprendido de ella a no distraerse tan fácilmente (que ella lo hacía distraerse demasiado, pero algo positivo tuvo que aprender de la lección). "¡Finite!" porque muchos hechizos de defensa no tenía tampoco.
[dados]1d6-1 = 1983598963 = Fixed[/dados]
Última edición por Deren Sett-Strato el 02 Feb 2015 23:27, editado 1 vez en total.
Hasta creo que presionó demasiado la varita con sus dedos y le dolieron. No por algo Gabe era el nerdo de la generación, Deren sentía algo de miedo de sólo estar frente a él en el duelo. En el Quidditch las cosas eran muy diferentes porque dominaba los aires, pero en la plataforma sólo el más astuto ganaba, y claramente no lo era Deren, sin embargo, había podido bloquear el hechizo.
"No esta vez" comentó demostrándole algo de seguridad (que no tenía realmente) para no verse mal mientras dueleaba contra él. "Mucus ad Nauseum" dijo ahora moviendo la varita en espiral.
Ojalá la idea de meterle la cabeza en el inodoro sólo la aplique con los niños de tercero (¿o de cuarto?), porque por algo no andaba solo por los pasillos, ya fuera con sus mejores amigos o esos 'amigos' que su hermano le había contado un día eran pagados por su padre para que anduvieran cerca de él para vigilarlo. Bueno, 'según su hermano', la verdad no sabía del todo si era cierto o no, pero de repente llegaban a saludarlo y a acompañarlo a todos lados. Era extraño a veces, pero agradecía esa cordial amistad. Lo hacían sentirse querido, si es que podía llamársele así.
Quizá por eso Gabe no había tenido esa oportunidad de agarrarlo en los baños y meterlo al escusado, lo que de vez en cuando Deren llegaba a imaginarse en sus pesadillas.
Notó que su hechizo había dado en el blanco y sonrió triunfante, elevando su nivel de seguridad en sí mismo y haciendo que también su ego se alzara más allá del techo de esa aula. Desagradable fue verlo arrojar el gargajo, pero se sentía orgullo de sí mismo por haber logrado atacarlo. No dudó en mostrarle una sonrisa socarrona, luego escuchó el hechizo de desarme y empuñó su varita hacia el moreno para contrarrestar el hechizo con uno similar. "¡Expelliarmus!"
Pero creo que demasiado ego causó que se confiara demasiado y el hechizo le saliera en contra. Su varita voló por los aires hacia atrás y ni siquiera dando algunos pasos la alcanzó. "¡Maldición!" dijo para sí girándose rápidamente y agachándose para evitar pérdidas de tiempo. Al alcanzar su varita seguramente perdería hasta un minuto, pero tenía que hacerlo, si no, ¿cómo seguiría dueleando?
"¡Epoximise!" gritó rápidamente al tener su varita entre sus dedos y apuntando hacia sus brazos, aventó el hechizo. Si daba en el blanco sus brazos se pegarían, lo cual causaría un agradable regocijo en Deren.
Por un momento sintió que su varita era despegada de sus dedos pero creo que lo único que pasó fue que su hechizo fue bloqueado. Maldijo por ello, pero se reservó el drama extenso para después ya que venía de nuevo un hechizo atacante por parte de su enemigo.
¿Que si se estaba divirtiendo? "Mucho más que tú sí" contestó sólo para hacerse el odioso y porque le gusta ser así. Sentía un miedo impresionante porque alguno de sus ataques lo tocaran, pero la chispa de burla no se le escapaba.
"Aguamenti" dijo, porque no sabía cómo más podía repeler una bola de chispas rojas en forma de bengala.
Horrible, su hechizo falló y las chispas lo obligaron a cerrar los ojos y llevarse las manos a la cabeza para que no le cayeran directo en la cara. ¡ARGH! ¿Acaso era fuego o algo ácido? Sus brazos sintieron el choque de las chispas y sólo porque llevaba manga larga se aminoró el dolor, pero aún así era intenso. Su rostro por supuesto cambió a uno de total desagrado. Dio un grito por el ardor que sentía, sacudiéndose rápidamente con las manos sus brazos, como si se le estuvieran quemando los huesos. -¡Maldito hijo de banshee!-
"Pero creo que te divertiste más con mi hechizo... Mucus ad Nauseum" gritó al final y con la mano del brazo que menos le dolía (ridículo, la verdad porque ambos le ardían), se esmeró para blandir su varita y activar el hechizo que ojalá diera nuevamente en el blanco.
Maldición, su hechizo no había salido nada bien. Se enojó consigo mismo por eso y esperó lo peor de su contrincante. "¡Expelliarmus!" pronunció de inmediato porque no quería que ninguna parte de su cuerpo se pegara, gracias, no. Además, su compañero Gabe era imponente y sus hechizos letales.