Experimento

[Kerry Whittaker]

Es casi una certeza que a todas las personas les ha pasado por lo menos una vez. Un pensamiento se instala en tu cabeza y, sin importar cuánto lo intentes, no se esfuma. Pronto deja de ser un pensamiento y se convierte en una duda. Y las dudas son peligrosas. Hay que matarlas tan pronto como sea posible.

Se miró en el espejo y se mordió el labio inferior. Más que eso, prácticamente lo estaba succionando. El efecto de la mezcla que se había puesto en el cabello duraría sólo 24 horas (menos si corría a la regadera y atacaba violentamente con shampoo), así que no era un cambio real, permanente. Pero no dejaba de ser un cambio. Ni siquiera parecía ella. Castaña. Durante un día (domingo, por cierto), para resolver esas dudas.

Salió del baño, de su habitación, y bajó a la sala común. Sabía a quién quería ver (mejor dicho, por quién quería ser vista), mas no sabía exactamente dónde encontrarlo, así que se dirigió a un sillón cercano a las escaleras. Extendió un brazo para agarrar un ejemplar de El Profeta que alguien había dejado sobre la mesa.

((Lo mismo para ti, ignora el peinado ridículo, Kerry me asesina mientras duermo si le hago los bucles, HAHAHAHA. Lo que importa es el color))

[Nathan Colbert]

((¿Cuánto hay que pagar para que un día aparezca con ese peinado y vestida de lady?))

En el mundo ideal de Nathan, el domingo sería el día ocupado a hacer todas las tareas que se acumulaban en la semana. Pero ya es más que claro que este no es su mundo ideal, porque no le quedaba tarea sin hacer. Ahora que cada vez le sobraba más tiempo la ocupaba con las asignaturas escolares, por lo que sus domingos comenzaron a llenarse de mini-actividades improvisadas: devolver libros, sumarse a partidas de snap explosivo, tomar ridículo cuidado de los elementos de quidditch del equipo que pudieran caer en sus manos, etc.
Entró a la sala común, dispuesto a ir hacia su habitación. Tenía que lavarse y cambiarse, su paso por los invernaderos para limpiar sus macetas vacías le dio una excelente razón para perder el tiempo de otras formas.

[Kerry Whittaker]

((Ni idea de cuándo cueste su total y completa humillación pública. Me magino que mucho. Tanto, que tendrías que pedirle prestada su herencia entera a Duke Temple y a un par de bancos para juntar la cantidad))

Levantó la mirada cuando escuchó abrirse la entrada a la sala, y sonrió como alguien que planea la broma de su vida. Se puso de pie, periódico en mano, y avanzó, calculando la velocidad necesaria para atravesarse en el camino del rubio de una manera aparentemente casual. Experimento #1, sujeto A.

[Nathan Colbert]

((Ah... ¿Y para qué me alcanza con esta tapa de gaseosa y una bandita elástica?))

Había notado la presencia de la castaña, al igual que la de cualquier otra persona que estuviera en la sala común, pero como no reconoció a nadie no prestó particular atención, ocupado en luchar las ganas de sacudirse el sweater para no ensuciar la sala común.
Miró a Kerry cuando se le cruzó, y volvió la vista al frente. Se detuvo, y giró la cabeza en su dirección, frunciendo el ceño.

[Kerry Whittaker]

((¿Otro beso? XD))

Giró sobre sus talones, esperando el resultado de la prueba, ya fuera registrar la reacción de Nathan o verlo dirigirse hacia las escaleras como si nada. Suerte que no tuvo que correr detrás de él para detenerlo. Lo observó fruncir el ceño y sonrió de oreja a oreja, saludándolo con un movimiento de mano.

[Nathan Colbert]

((*da vuelta sus bolsillos y empieza a contar sus contenidos desesperadamente*))

Cuando ella lo saludó el devolvió el saludo con la mano, todavía con el entrecejo fruncido. Al principio su mente le avisó que no era Kerry, porque Kerry era rubia. Pero ahora que la chica tenía el rostro de Kerry debía ser ella, pero había algo extrañ- Oh, ya.
"¿Te hiciste algo en el cabello?" preguntó. ¿Ves porqué se pasa tanto tiempo haciendo tareas? Porque es subnormal, Kerry.

[Kerry Whittaker]

((XD))

En realidad creo que es súper normal, los hombres no suelen notar ese tipo de cosas, ¿no? Claro está, pasar de rubia a castaña es más evidente que usar un vestido nuevo, pero...
Juntó los labios, sin minimizar la sonrisa. "No, ¿por qué?" contestó después, fingiéndose francamente desconcertada.

[Nathan Colbert]

Muy cierto. De todos modos supongo que debería ser más sencillo notar cambios en la chica que te gusta (o de la que estás enamorado desde cuarto año) que en cualquier otra a la que no le prestas demasiada atención.
Frunció el entrecejo, mirándole el cabello sin disimulo. Definitivamente se veía distinto, ¿y si era la luz o algo así? Obviamente Kerry sabría si se había cambiado el color de cabello. "Está como... más..." ¿se decían estas cosas, se le apuntaban los cambios a las mujeres? "oscuro".

[Kerry Whittaker]

Sinceramente, Kerry piensa que Nathan le está tomando el pelo, o le está siguiendo la corriente pretendiendo que no es obvio que es el primer día en su vida que su cabello no es rubio. Por eso enarcó una ceja, levantando la mano derecha para tomarse un mechón del frente y echarle un vistazo. "¿Tú crees?" preguntó, 'insegura'.

[Nathan Colbert]

Su rostro evidenció por unos segundos la alarma que su cerebro hizo sonar, ¿y si era algo que no tendría que haberle dicho? Una lista de razones se presentaron en su cabeza: se le fue poniendo oscuro gradualmente y recién ahora él lo notaba; Kerry siempre lo tuvo así de oscuro; era un efecto de la luz y no debió comentarlo porque quizás la preocupaba sin sentido; alguien se lo había oscurecido como... ¿broma? Ninguna de sus opciones le parecía aceptable.
"Ahm" se pasó las manos por el sweater, olvidándose que estaba polvoriento "quizás me equivoco" contestó con una media sonrisa. "Igual te queda bien" agregó en voz baja.

[Kerry Whittaker]

Enarcó una ceja, a medio camino de incrédula a entretenida, como si estuviera dudando entre fruncirle el ceño o estallar en carcajadas en su cara. "Nathan, ¿estás bromeando, no?". Porque si su mejor amigo en el mundo entero no sabía que ella era rubia... ¿o es que Nathan necesita lentes de verdad? Soltó su mechón de cabello y adelantó la mano, repentinamente seria, mostrándole cuatro dedos (todos excepto el pulgar). "¿Cuántos dedos ves?".

[Nathan Colbert]

Sintió que se le enrojecía un poco la cara, no solamente había caído en lo que sea que fuera, sino que había quedado como el idiota de los idiotas. Bueno, yo creo que sí es, pero no sé qué tan informado ande el mundo del ranking.
"¡Entonces sí te lo oscureciste!" exclamó, pretendiendo estar molesto, y colocando la palma de su mano sobre los cuatro dedos que le enseñaba Kerry.

[Kerry Whittaker]

"Claro que sí" murmuró, y a continuación hizo pucheritos. "¿En serio casi no se nota?" agregó, buscando con la mirada alguna superficie que le ofreciera reflejo (no acostumbraba mirarse al espejo compulsivamente, así que no tenía localizadas sus opciones). "¡No se suponía que se desvaneciera tan rápido!" exclamó, al tiempo que cerraba sus dedos alrededor de la mano de Nathan para darles un estrujón. Dio un saltito en su lugar cuando localizó una ventana alta.

[Nathan Colbert]

¿Por qué el saber que sí se lo había oscurecido al cabello traía más preguntas que respuestas? Negó suavemente con la cabeza, tratando de quitarse el color de la cara.
"Claro que se nota" comentó en voz baja, mirándola de reojo. "¿Para qué quieres ser castaña?" preguntó, sin ocultar lo extrañado que estaba todavía.

[Kerry Whittaker]

Soltó la mano de Nathan y lo miró otra vez. "Para no parecerme tanto a ti y que dejen de preguntarme si en realidad somos hermanos" contestó en tono práctico, tentada a hacer un comentario respecto al color de su cara.
No, nadie le había preguntado semejante cosa, pero no vas a negarme que se parecen. No ayuda que el papá de Nathan la quiera más que a él ((ok, no, haha)).