Arriba o a-bajo

[Kerry Whittaker]

Una de las cosas que más desesperaban a Kerry de los libros era esa tendencia de algunos a no abrirse planos. Era frustrante intentar leer (o releer) y que la cosa comenzara a cerrarse, sobre todo cuando uno tenía las manos ocupadas y no disponía de una tercera para mantener el libro abierto en la página deseada. Resopló, haciendo que se levantara el mechón de cabello más cercano a su frente.
Kerry no creía en el amor a primera vista. Por su experiencia en el tema, algo así no existía. Había atracción a primera vista, sí, pero no amor. Por eso le costó trabajo creer cuando vio su foto y supo que estaban destinados a estar juntos. Simplemente lo supo. Tenía que ser él.
Dejó el bajo cuidadosamente a su lado derecho, sobre el sillón, y volvió a abrir de mala manera el libro, que en realidad era el instructivo que había llegado con el instrumento, entregado por varias lechuzas esa mañana. No lo había tocado todavía; el detalle curioso de los bajos mágicos era que por default sonaban como una sirena cantando fuera del agua. Como la sirena más desafinada cantando fuera del agua. No podía tocar sin atentar contra sus propios tímpanos.

[Kyle Olivier]

Luego del pánico inicial que me generó tu post, hablando de amores a primera vista y eso, y sabiendo, como sé, que el primer amor de ellos no fue visual sino más bien táctil, paso a contarte que Kyle también estaba leyendo en la Sala Común. No por placer, la verdad, porque era un libro de una de las materias, así que estaba buscando una excusa para dejarlo hacía rato. Si te digo que quiere ser un alumno responsable frente a Kerry te mueres de risa, ¿no? Pero lo hace sin pensarlo, quizás es una forma inconsciente de derrotar a Nathan en ese aspecto también, no lo culpes por ser posesivo.
Vio de reojo lo que hacía ella y no necesitó mucho más que eso para dejar el libro en la mesita que tenía al lado y pararse a su lado. "¿Te ayudo?", le dijo sonriendo, mientras le ponía el mechón rebelde detrás de la oreja.

[Kerry Whittaker]

Realmente no lo culpo, imagino que si Kyle comenta, por ejemplo, que Jenna Weisberger prepara unos pastelitos deliciosos, al día siguiente Kerry intenta sacarle todos los secretos sobre el tema a un elfo doméstico.
Levantó la mirada, sonriendo inevitablemente aunque su mano derecha continuaba pasando encima del libro con algo de violencia, en un necio intento de mantenerlo abierto así como estaba. "¿Quieres desirenizar mi bajo por mí, o prefieres mantener el libro abierto mientras leo?".

[Kyle Olivier]

Sonrió de lado, divertido. "Lo segundo", porque es más fácil pronunciar 'libro' que 'desirenizar', probablemente. Se sentó al lado de ella, también con la espalda contra el sillón (y dejándole algo de espacio para mover el bajo), y tomó el libro. Lo abrió y, cruzando las piernas al estilo indio, lo sostuvo sobre una de sus rodillas, abierto hacia Kerry. "¿Lees bien ahí?", preguntó, mirándola.

[Kerry Whittaker]

Posó la mirada en la página que contenía las instrucciones que necesitaba. Giró un poco el cuerpo, porque era más fácil moverse ella que dirigir a Kyle, y alzó la vista hacia él. "Perfecto" aprobó, todavía sonriendo. Luego se puso seria y recuperó el bajo, acomodándolo en su regazo el cuerpo de instrumento, con el mástil apuntando al lado contrario de Kyle. Echó otro vistazo al libro. No quería omitir nada, no se le antojaba hacer volar en pedacitos al pobre bajo. Vale, sólo iba a afinarlo, pero el curso pasado Kerry 'sólo iba a practicar con la quaffle', y ya sabemos cómo terminó aquello.

[Kyle Olivier]

Eso de que piense más en la seguridad del bajo que de su Romeo no me gusta nada, pero lo dejaré pasar. Seguramente Kyle se lo devolverá a alguna novia futura comprándose lo equivalente en atención a los automóviles.
"¿Necesitas ayuda en algo más?". ¿Máscaras anti-gas? ¿Un matafuegos?

[Kerry Whittaker]

Como siempre, me has regresado el golpe con maestría al mencionar a la novia futura. Kerry no tiene una relación romántica con su bajo, Romeo. Y el bajo no podía apartarse o correr, su bienestar dependía completamente de ella. Igual te cedo parte de razón, así que ella le regresó su atención al otro ser vivo presente. "¿Me das un beso?" preguntó, empleando el tono de quien pretende convencer al otro en una negociación.

[Kyle Olivier]

Eso, dénse besos mientras estén enteros, que quién sabe cómo termine esto. Y por los palos no te preocupes, que por más que yo los escriba, Kyle ni se entera. Es tuyo, cuídalo también.
Se mordió un segundo el labio inferior (¿tan obvio resultaba que no le podía decir en nada que 'no'?) y luego agachó el rostro y acercó el torso "No", para darle un beso sin mover el libro de lugar.

[Kerry Whittaker]

Seguro tiene mucho que ver que Kerry pide cosas dentro de los límites de lo razonable, no ha solicitado un millón de galeones, por ejemplo.
Apenas tuvo tiempo de medio formar unos pucheritos. Gracias por decirle que no de esa manera, no se puede salir siempre con la su-- oh, espera. "Malo" acusó. Ok, ¿en qué estaba? Cierto, no hacer volar en pedacitos el bajo. Y no hacerle daño físico a Kyle. Respiró hondo al tiempo que sacaba su varita del bolsillo derecho de su túnica.

[Kyle Olivier]

Se alejó sonriente y volvió su atención al libro. Si el experimento dependía de que Kerry no se saltee ningún renglón, él sostendrá el libro lo más derecho y quieto que pueda. Llueve, truene o algo suene como que va a explotar.
Luego de fijar el libro, volvió su atención a la mano de Kerry.

[Kerry Whittaker]

No se necesitaba ser un prodigio para 'desirenizar' el bajo, sólo había que saber seguir las instrucciones correctamente, contar con conocimiento musical (eso aplicaba para afinal cualquier instrumento muggle también) y tener un buen control de la varita mágica.
"Ok, aquí voy. Lo peor que puede pasar es que me quede sin bajo, ¿no?" preguntó, más a sí misma que a Kyle aunque levantó la mirada hacia él.
Tocó el cuerpo del instrumento con la punta de la varita, y el primero comenzó a vibrar. Muy suavemente y emitiendo un 'hmmmm'. -No explotes, no explotes-.

[Kyle Olivier]

La miró algo atemorizado -¿lo peor?-, al parecer ella ya había borrado de su mente el incidente de la quaffle. De repente le surgieron un montón de preguntas para hacerle antes de que empiece con el experimento (¿practicaste con algo más pequeño? ¿tu varita funciona bien? ¿desayunaste fibras y jugos naturales?), pero llegó solo a abrir la boca antes de que el bajo comenzara a vibrar. Posó su vista allí, sin moverse y deseando que todo resultara bien y no hubiera heridos.

[Kerry Whittaker]

Si Kerry tuviera presentes todos los accidentes acumulados a lo largo de su corta vida que podrían haber sido evitados siendo sensata y/o cuidadosa, tendría que quedarse en cama cada mañana. Y ni eso, porque cuando tenía cuatro años terminó con un esguince de tobillo por caerse de una de esas.
Se inclinó ligeramente a la derecha, doblándose por la cintura, para mirar el bajo desde otro ángulo sin moverlo. La cosa seguía vibrando. "Creo que salió bien" murmuró. Tocó con un dedo la cuerda LA (la tercera), y ahí estaba, un sonido similar al canto de una sirena en la superficie. Se apresuró a deslizar la varita sobre la cuerda en dirección al clavijero, murmurando. El sonido comenzó a cambiar al propio de la nota antes de que alguien tuviera tiempo de quejarse por el escándalo.

((Me la fumé, pero menos que antes XD))

[Kyle Olivier]

((JAJAJA esta fumada era necesaria, ya la veo trabajando de afinadora de instrumentos))

Kyle te podría ayudar en eso de quedarte en la cama si le das una oportunidad.
Antes de que ella comience a corregir la nota, se podría haber muerto de risa con la expresión de espanto de Kyle. Eso sí que había sonado horrible. "¿Ahora sí?", preguntó, volviendo a una expresión más normal.

[Kerry Whittaker]

((Awesome, poco a poco aparecen más posibilidades de futuro en el mundo laboral para Kerry))

Hey, hasta donde sé, Kerry no le ha negado ninguna oportunidad. No es su culpa que las escaleras a su habitación se conviertan en rampa si Kyle intenta subir a amarrarla a la cama, o lo que sea que estés pensando.
Desafortunadamente se perdió la expresión horrorizada de su algo, ocupada como estaba pasando la mirada del bajo al libro con las instrucciones, pero en cuanto lo escuchó hablar le entregó el 95% de su atención. Volvió a tocar la cuerda con el dedo. "Una perfecta LA" comentó, sonriendo con satisfacción.