Servicio Meteorológico

[Sebastian Mayfield]

((Perdón por el thread malísimo, fue lo mejor que se me ocurrió))

No es que Sebastian realmente supiera lo que era el servicio meteorológico, que ese domingo anunció que iba a tener la tarde más agradable, soleado y bonito de toda la temporada, sino que aunque sí supiera lo que era y lo que anunciaba, no iba a cambiar sus planes.
Se había pasado la mañana trotando alrededor del campo de Quidditch, practicando, entrenando, perdiendo el tiempo. Ahora que había almorzado y descansado sentía demasiada flojera como para salir, y bajó a la sala común para ver si había alguien a quien molestar.

[Mina Hayward]

((Son todos los químicos que te pones en la cabeza... el cerebro los absorbe -?-))

Afuera podría estar brillando el sol, cayendo un diluvio torrencial o pasando un huracán, si Mina tenía tarea sin terminar daba exactamente igual, no se movería de su mesa preferida hasta estar completamente satisfecha con su trabajo. No se sentía tentada por el sonido de las risas que llegaban desde los terrenos porque se había asegurado de cerrar las ventanas, así que se sentía más calor del necesario, pero el sonido era amortiguado. Y con la gente fuera del castillo, disfrutando del día, estaba gozando de más tranquilidad de la normal. Hasta ahora, por lo menos.
Y ahora me doy cuenta de que en todos los threads está haciendo tarea. Algo anda mal con ella, lo sé.

[Sebastian Mayfield]

((El resultado vale cada neurona muerta, como sabes))

Pero todos, yo incluído, la queremos así como es, loca. Sebastian miró alrededor, buscando a su víctima. Podía ser cualquiera: una vez hasta se había jugado como siete rondas de snap explosivo con gente de primer año, solamente porque prefería eso a quedarse solo en la habitación mirando con miedo el baúl de Edward Goldsmith, donde Sebastian sospechaba que guardaba pedacitos de gente.
Pero (gracias, Merlín), no había cualquiera en la sala. Estaba Mina, la única contendente en la guerra del cabello perfecto. Caminó hacia ella, sonrisa en la boca.

[Mina Hayward]

((Me recordaste a otro que calladito se veía más bonito))((Loca XD))

Me faltó aclarar que está sentada en el suelo, porque lo encuentra más cómodo que las sillas, y que tiene un montón de libros repartidos a su alrededor, como un fuerte patético y no intencional.
Se rascó el punte de la nariz apartando los lentes con ayuda del dedo índice. No terminaba de convencerla la manera en la que había planteado uno de los conceptos, mas no encontraba otra forma de redactarlo. Dejó la pluma en el tintero, estirando el brazo izquierdo para alcanza un libro. Accidentalmente lo golpeó en lugar de tomarlo, empujándolo fuera de su alcance. -.......-.

[Sebastian Mayfield]

Sebastian tiene una visión selectiva, por lo que no notó los libros hasta que se convirtieron en obstáculos entre Mina y él.
"Hey" saludó, metiendo ambas manos en los bolsillos, dando los últimos pasos antes de detenerse junto al libro que ella tumbó accidentalmente. "¿A qué estás jugando?" preguntó, animadamente, porque si era algo interesante, él también quería prenderse.

[Mina Hayward]

Primero notó los zapatos, luego escuchó la voz. Subió la mirada despacio... así que disculpa la barrida, Sebastian, no fue en plan grosero, más bien era que Mina quería aplazar el momento de ver la cara del propietario de ambas cosas, aunque sabía perfectamente de quién se trataba. -No, no, no, Merlín-. Lo observó inexpresivamente unos segundos. ¿Jugando? ¿Jugando? "Estoy jugando a que estos libros" señaló el montón entre ambos "crean una barrera de invisibilidad. Así que no puedes verme".

[Sebastian Mayfield]

No, obvio, Mina lo barrió con la mirada porque quería apreciarlo en su totalidad, ¿cierto? Es normal, no te preocupes.
"¿Y éste" señaló el que estaba más cerca de sus zapatos que del resto de la barrera de invisibilidad con un movimiento del mentón "qué hace?" preguntó, pero no esperó respuesta. "No, no me digas. Es carnada" la miró con una sonrisa. ¡Carnada para chicos súper buena onda como Sebastian, hey!

[Mina Hayward]

No sé si reconocer o no que Mina sabe que Sebastian está bueno. Porque ciega no es, pero yo creo que puede ser objetiva y pensar que, aunque esté bueno, es el tipo de persona que babea sus apuntes cuando se duerme en clase. Y eso le quita como 500 puntos de atractivo, dejándolo en -400.
"¿Sabes cómo los castillos tienen fosas con cocodrilos?" preguntó. "Ese libro es como el cocodrilo. Te muerde si te acercas". -Así que shoo, shoo-.

[Sebastian Mayfield]

OK, ¿pero have you seen his guns? ¿Y su pelo? Ahí tienes como 1500 puntos para repartir como quieras. Y en clase se duerme, y habla cuando el profesor explica algo importante, pero le pone la re buena onda, Mina Hayward. Me ofendo si le das más puntos a Edward que a Sebastian.
"OK, a ver si entendí: tú eres una princesa y éste es un cocodrilo y si te salvo me toca besarte, ¿no?" propuso, ¡porque Mina estaba jugando con los libros! Claro que sí, ¿para qué otra cosa los usaría un hermoso domingo como ese?

[Mina Hayward]

¿Edward Cullen? Edward brilla con la luz solar y te mira mientras duermes, no sé cómo piensas superar algo así de gay y creepy.
Se le desencajó el maxilar inferior. ¡No se suponía que Sebastian encontrara respuestas para aventarle! Entrecerró los ojos y cruzó los brazos. "Claro, después de saltar al cocodrilo y matar al dragón". El dragón probablemente sea cuando Mina entre en pánico si se acerca más y decida lanzarle todos los libros con ayuda de un hechizo.

[Sebastian Mayfield]

No, Edward Goldsmith, pero cuando lo pones así creo que es casi lo mismo.
La miró, soltando un "Mmh" como analizando toda la situación. Porque esto era algo serio, había que pensar bien lo que iba a hacer. Y está demasiado acostumbrado a los juegos de su hermana, por eso sospecha que ahora (que acaba de pasar un pie por encima del libro-cocodrilo) le va a decir que el piso se transformó en lava o algo así. Pasó el otro pie para dejar el cocodrilo atrás y se agachó, poniéndose de cuclillas para mirarla con curiosidad.

[Mina Hayward]

Dejando de lado que acabas de compararla con una niña pequeña (¡Mina ni siquiera estaba jugando de verdad!), hay que admitir que Sebastian tenía razones para sospechar como lo hizo. Sin embargo, cuando él se puso en cuclillas Mina se bloqueó. Ahí tenía que mandarle todos los libros encima (y mandarlo a él a la enfermería), pero se le olvidó que ese era el plan. "Uh". Sí, 'uh'. Eso fue todo.

[Sebastian Mayfield]

¿Cómo que 'uh'? Esa no era información que le resultaría útil para ganar en el juego, Mina Hayward, y este es un juego de a dos, caray.
"Psst" la llamó con exagerada e innecesaria confidencialidad, levantando una mano para ponerla como pantalla a uno de los lados de la boca, para que los libros no lo vieran hablándole. "¿Cuál es el dragón?" preguntó en un susurro, alzando las cejas y bajando la vista a los libros.

[Mina Hayward]

¿A que habría sido genial que dijera 'éste' y le mandara una enciclopedia a la cara? Yo sé que sí, pero luego me demandan por daño a la propiedad pública y mi abogado tiene conflictos de interés cuando tú estás involucrado en el problema.
Sacudió suavemente la cabeza, como si así pudiera reiniciar su cerebro trabado. Lo mejor que pudo hacer a continuación fue alcanzar su mochila y colocarla entre ella y Sebastian, arrastrándose un poco en dirección opuesta a él. Cabe señalar que la mochila de Mina podría ser considerada un arma peligrosa en algunos países. Está llena de libros, no de tabiques, pero el error estaría justificado.

[Sebastian Mayfield]

Ya no sé si la 'propiedad pública' es la enciclopedia o Sebastian.
Sebastian bajó la mano que usó de pantalla para sostenerse el mentón mientras miraba la mochila. Porque estaba difícil, si la mochila de Mina era el dragón no podía patearla ni volverse loco y arrancarle el cierre o algo por el estilo.
Subió la vista para ver a Mina nuevamente, esperando instrucciones, una pista, un flash del tirante de su sostén, algo. Pobre héroe, che, que te viene a rescatar.