Vida sana

[Ceri Bellamy]

Masticó suavemente el interior de la boca cerca de las comisuras, dando la impresión de que estaba haciendo un puchero mientras escuchaba la respuesta de Portia. Tenía muy buenos puntos, pero era una apuesta muy grande.
"Supongo que tienes razón, es un riesgo quedarse cuando existe la posibilidad de que haya una fiesta del otro lado" comentó con una sonrisa amplia. "Si no hay nada iba a decir que me enojaría mucho, pero supongo que si no hay nada..." alzó los hombros, mucho no iba a poder hacer con su ira post-mortem.

[Portia Southcott]

Dio media vuelta sobre su eje, para darle la espalda a la ventana y a lo que quedaba de la escena con el fantasma (nada). "Además, no es como si quedarte como fantasma significara que puedes seguir disfrutando de tu vida" añadió. Eventualmente sin tus amigos, sin tu familia, sin poder ir de viaje, sin poder comer… Hizo una mueca. No le sonaba a la mejor oferta que podrían presentarle, realmente.

[Ceri Bellamy]

Alzó las cejas mientras se le ocurría un pensamiento macabramente interesante. "¿Y si alguien nos asesina, Portia?" preguntó entretenida, con una sonrisa como si estuvieran hablando de ganar un premio.
"¿Te irías a ver si hay algo al otro lado o tratarías de resolver ese muy injusto crimen contra el buen gusto y hacerle la vida imposible al asesino?" giró para enfrentarse a uno de los brazos de su amiga, interesadísima en la respuesta.

[Portia Southcott]

OK, vale, sí, Ceri acababa de pegarle en el clavo a lo que necesitaba decir para que Portia perdiera parte de la confianza en el argumento que había construido, porque ella lo había armado imaginando que la opción de cruzar o dejar un eco se le presentaba siendo una anciana que había vivido una existencia aceptablemente satisfactoria y feliz. ¡No asesinada!
Su primer pensamiento fue -¡venganza!-. Separó los labios, lista para exigir la sangre del homicida. Pero se detuvo y lo pensó mejor. "Acordemos algo. Si te asesinan, juro hacerme cargo de cazar al responsable y llevar su cabeza a tu lugar de descanso" ¿Decías, Srita. Macabra? "Y tú prometes hacer lo mismo, permitiéndome ser libre de ir a checar el otro lado en lugar de quedarme atascada en éste" propuso.

[Ceri Bellamy]

Escuchó a Portia mientras su sonrisa se desvanecía mientras su amiga explicaba el plan. Agrandó los ojos, anonadada. Se llevó una mano al pecho y esperó a que ella terminara de hablar.
"¡Hecho!" exclamó felizmente alzando los brazos, arrojándose sobre ella para abrazarla. Nada le llenaba más el corazón que saber que su amiga asesinaría a alguien por ella, normalmente se contendría pero ¿cómo no abrazarla llena de amor?

[Portia Southcott]

Dejó que Ceri la abrazara, sonriendo porque la respuesta de su amiga le hizo gracia. De hecho, le devolvió el abrazo con un "genial", porque sí era bastante genial tener a alguien en su vida que aceptara palabras como las que había pronunciado y le contestara de esa forma en lugar de boquiabierta y horrorizada.
Tras unos segundos, iba a bajar los brazos.

[Ceri Bellamy]

La soltó y sonrió ampliamente.
"No sé si me entusiasma más que propongas algo tan lindo, o saber que me puedo morir como sea con total tranquilidad" le dijo, guardándose las ganas de decir la obviedad de que la quería mucho. Era una tontería, pero de verdad le alegraba el día recordar que tenía una amiga genial que la acompañaba en los delirios así. Se pasó un dedo por detrás de la oreja para acomodar un mechón de cabello, que al menos esta vez no tenía goma de mascar pegado a éste.

[Portia Southcott]

Torció la sonrisa, recargando la espalda contra la pared y/o ventana. "Entonces, resumiendo, la conclusión es que ni tú ni yo nos convertiremos en fantasmas de Hogwarts" señaló. "Lo cual está bastante bien para mí; cero ganas de pasar el resto de la eternidad visitando el baño para platicar con Moaning Myrtle en días lentos y aburridos". Sacudió la cabeza. -Qué horror-.

[Ceri Bellamy]

((¡Feliz cumpleañoooos, Portiaaaa!♥))

Agrandó los ojos e hizo la cabeza hacia atrás, exageradísima en el gesto. "Eso es a lo que se refieren con el horror y la tristeza de la muerte... ser esa pobre tipa" movió el labio superior, haciendo muy orgulloso a Elvis.
Cierto, para terminar como Myrtle mejor morirse bien. Aparte, ¿y si se moría el día que le salía un grano enorme, con las cejas sin depilar? ¿Se iba a quedar así toda la eternidad?

[Portia Southcott]

((Gracias un montón de días después, jajaja <333))

Rió con ganas por las palabras de Ceri. Ojalá las características fantasmales de los ecos que algunos magos dejaban en el mundo no incluyeran poder escuchar cada cosa que se decía de ellos, porque veía a Myrtle muy capaz de desquitarse de manera súper desagradable la próxima vez que ellas dos visitaran el baño (cualquiera).
"¿De dónde venías?" preguntó, despegándose de la pared y despidiéndose de la ventana. Ahora que ya no había nada de particular interés para ver fuera del castillo, se le antojaba ir a sentarse cerca de alguna chimenea. O sentarse nada más.

[Ceri Bellamy]

Portia podía acomodarse donde quisiera, porque Ceri la iba a seguir sin preguntar demasiado. A menos que vayan al baño, y Portia quiera cerrar la puerta dejando a Ceri afuera y le tenga que explicar que ese era su lugar especial, su santuario, y que solamente entraban de a una persona a la vez.
"De la biblioteca, estaba haciendo un trabajo con el de Hufflepuff" ese que le habían asignado en clase, y al que no da inventarle nombre por las dudas "pero estaba moquiento, Portia. Moquiento" enfatizó abriendo grande los ojos y haciendo un movimiento con los dedos como si le cayera un río de la nariz.

[Portia Southcott]

Dudo mucho que Portia vaya a referirse al baño como su santuario, a menos que te refieras al lado en el que encontrarías una tina con grifos que dejan salir agua perfumada. Pero te conozco, y sé que no estamos hablando de eso. Te quiero igual.
Puso una expresión asqueada, no porque la gente moquienta le pareciera digna de mandar a una isla con el resto de las personas moquientas del mundo, sino porque sabía que la tolerancia de su amiga hacia la gente enferma era mínima (¿inexistente?). "Uff. ¿Te alcanzó a ver el polvo cuando te alejaste de él?" preguntó medio en broma.

[Ceri Bellamy]

Sonrió con el comentario de Portia, porque no es que no supiera que su aversión por los que andaban tosiendo y moqueando por la vida era un poco exagerada y bastante inflexible.
"Casi, ¿te imaginas poder hacerle eso a la gente? Hacen algo que no te gusta, les echas polvos floo en la cara y te desapareces" porque esperar que justo hubiera una chimenea conectada a la red en cada lugar que las podían ofender era mucho pedir, pero no por eso uno tenía que dejar de usar los polvos floo. Porque en esos pensó Ceri, no sé, tal vez tiene planes a futuro con ellos y en arrojárselos a la gente en la cara.

[Portia Southcott]

Totalmente válida la idea de Ceri, a mí nadie me ha enseñado una ley mágica que dicte que los polvos floo sólo pueden usarse en las chimeneas para viajar; ¡libertad de creatividad! Un derecho humano que decretamos hoy si no existe ya.
Llegó a un sofá (tres plazas) ubicado frente a una chimenea y se sentó, riéndose. La idea la divirtió, pero más que nada le hizo gracia la imagen mental de su amiga aventando los polvos a la cara del moquiento, sin tocarse el corazón o preocuparse porque eso probablemente empeoraría sus síntomas. "Suena a que después de un tiempo la gente te vería aproximarte con cierto recelo, no obstante, yo no te detendré jamás en la persecución de tus sueños" declaró, mostrándole la palma de su mano derecha.

[Ceri Bellamy]

Miró la palma de su amiga y le dieron ganas de chocarla, por impulso, pero se contuvo para no arruinar la solemnidad de su declaración. "Y por eso prometo no tirarte polvos floo a la cara nunca jamás" prometió a cambio, sentándose al lado de Portia.
"Igual sería genial poder hacer algo así si uno no tuviera que lidiar con represalias" comentó con cierta decepción. Sí, Ceri, apestaba no poder hacerle el mal a la gente sin el temor de que te lo puedan devolver, una idea muy revolucionaria la tuya.