Necesidad basica

[Robert Howlett]

((Y a mi no me dejaba poner mensaje, me salía en blanco :O))

Se encontraba en una de esas mesitas de estudio pegadas a la pared donde algunos se sentaban a apurarse con los deberes que habían evitado casi en todo el día hacer, pero él no. De hecho, sólo estaba haciendo un resumen de un tema que le pareció sumamente interesante y no quería perderse ningún detalle. Había ido a la biblioteca para encontrar lo relacionado a los hombres lobo y ahora anotaba más títulos de otras obras que seguramente podría comprar en alguna visita ocasional al callejón Diagon.

Se quitó los anteojos para masajearse el puente de la nariz, básicamente había estado en la misma posición por un buen tiempo (ya ni sabía cuánto, perdió la noción) mientras pensaba si acaso iban a ver este tema pronto porque habían muchas dudas -Es como un libro de ficción que verdaderamente está basado en hechos reales- pensó emocionado cuando se los volvió a acomodar.

Claramente, las necesidades de Robert eran otras.

[Robert Howlett]

Por diversión, estaba dibujando un pequeño lobo en la esquina del pergamino, a lo mejor ya había llegado al momento en el que había cierto bloqueo mental pero tampoco querías moverte, así que con una mano recargada en su mejilla se le podía notar el aburrimiento a tres metros.

Y escuchó cierta voz llamándolo, y aunque no saltó, si hubo un rayón con una mancha de tinta al final que ejemplificó lo mucho que se le sobresaltó el corazón.
Parpadeó varias veces y volteó la cabeza "¿Qué sucedió?" preguntó un tanto alarmado pero intentaba que no se notara "¿Todo está bien? No te dieron Detenciones o algo así ¿verdad?" estaba preocupado cuando no lo vio en la sala común cuando bajó "O estabas comiendo" levantó una ceja, todo era posible con él.

[Robert Howlett]

¿Sabía cuánta fuerza tenía Riley? Porque esas palmadas parecían realizadas por un oso, el hombro de Robert lo describió así.
"¡No digas eso!" ahora parecía una madre aprehensiva que estaba entre el regaño y el susto "Como capitán deberías de poner el ejemplo, muchos niños están observándote ¿sabes lo que sería para el honor y reputación de Gryffindor que estés en Detención?" se había acomodado en su silla porque sentía que se había resbalado.

Levantó la cabeza para dar un vistazo rápido alrededor "Todo como siempre, aunque regresaron los de primero y la mitad de ellos cubiertos de alguna clase de moco, Pociones" todavía recordaba cómo sollozaban. Notar el cambio de ánimo en Riley era fácil, o quizá ya había aprendido, hizo una mueca y cerró los libros "¿Quieres sentarte...?" posiblemente se iba a ir al dormitorio o algo, pero le vino esa duda de saber si necesitaba al menos distraerse y pensó que quizá podría hacer algo.

[Robert Howlett]

Y aunque hubiera querido detenerlo de realizar alguna cosa mala, no lo haría, quizá algo en el fondo de él también era así.

Lo siguió mirando detenidamente, habría sacado mil temas al respecto pero también entendía que a veces era mejor distraerse un poco antes, el pequeño lobo que había dibujado en el pergamino comenzó a moverse por las líneas de las palabras que escribió y eso le dio una idea "¿Ya pensaste sobre el equipo de Quidditch y las pruebas?" sabía que con eso iba a animarse ¿verdad? "¿Tienes nombres o algo así?" ¿se notaba que no estaba muy enterado del proceso? Si no fuera por Riley, ni siquiera sabría cómo se jugaba "¿Cuándo pondrás la convocatoria?" quería en verdad animarlo.

[Robert Howlett]

Iba memorizando los nombres con las caras, hasta se los imaginó en el campo entrenando, cuando dijo sobre los extranjeros se pudo notar su asombro dibujado en todo el rostro porque no sabía que eso se podía y además que se interesaran (bueno, la verdad es que Robert no pensaba que el Quidditch fuera tan popular, era un inocente, por no decir que tonto, al imaginarse que alguien estaría más interesado en el fútbol, por ejemplo).

"Serán unas pruebas interesantes" mencionó quieto y con las manos por debajo de la mesa. Se quedó en silencio cuando Riley lo miró, hasta podía escuchar cómo se tragó la saliva porque no sabía qué se estaba maquilando en su mentecilla. Y soltó la bomba.

Parpadeó muchas veces, por supuesto que se sintió la directa indirecta, juraba que encima de él habían algunas letras flotando para que se diera cuenta. "¿G-guar... Guardián?".

[Robert Howlett]

Agradeció mentalmente (con todo y reverencia) que le hubiera aclarado de qué se trataba, era un asco para recordar las posiciones en los deportes, sólo cuando era necesario pedía qué color era el que estaban todos apoyando y ahí lo verían intentando también vitorear.

Entonces se vinieron dos confrontaciones para Robert, por un lado estaba esta cosa suya mental de imaginar que no podría él verse en una situación dentro de... Ese sitio donde se manifestaba el evento así que era lógico que no tendría ninguna atracción si esta no venía con algún tipo de organigrama, programación especial o desafío mental en sus términos personales. Pero por el otro, estaba Riley, su amigo, al que no querría decepcionar ni mucho menos poner triste ahora que lo había visto regresar con ese gesto extraño.
No olvidemos, era su amigo y Robert daría un brazo y una pierna con tal de ayudar a alguien que lo consideraba igual.
Pasó saliva con mucha dificultad y lo miró discretamente, luego al pergamino, de nuevo a él y luego a un lado a los otros alumnos que andaban por ahí.

"P-po... Podría..." carraspeó con fuerza, llevándose un puño a la boca "Podría... ¿Intentar?" lo había dicho en bajo, casi como un murmullo. Sabía que las orejas las tenía rojas y calientes.

[Robert Howlett]

En su palacio mental, Robert imaginaba que Riley no lo había escuchado, bueno, más bien se estaba mintiendo ¿pero quién podría desanimarlo después de ver cómo había llegado? Al menos él no tenía el corazón, además, existían muchos alumnos que seguramente estarían muriendo (algunos literal) por ese puesto y que se presentarían ese mismo día para las audiciones y entonces todo volvería a ser paz, tranquilidad y lo que sea que a Robert le parezca normal en sus términos.

Y entonces todo se cayó cuando empezó a ver cómo se esbozaba esa sonrisa y el ataque directo a su espalda, mientras que se le resbalaban los lentes por el puente de la nariz y abría los ojos como dos enormes platos "Ah... Ah..." no sabía ni qué decir, así que empezó a reír con mucho nerviosismo y a intentar salvar sus pobres anteojos de que cayeran al suelo "Sí... Bueno..." -...Por todos los santos y los ángeles del cielo, espero que existan libros que hablen de las reglas o mínimo de qué demonios se trata eso- porque para Robert, el ir a un partido era simplemente ver dónde estaba Riley y ocasionalmente agitarle la mano en señal de apoyo.

"B-bueno... ¿Y entonces?" recuperó un poco el aliento e intentó cambiar el tema dado a que si profundizaban más, se notaría que ni siquiera conocía el nombre de las pelotas esas "¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde estabas?" y hasta sonaba a reportero del Profeta.

[Robert Howlett]

Como en ese momento, Robert, no entendía si en verdad estaba condicionado, se sentía tranquilo. La bomba iba a explotar en el momento en el que se dé cuenta que acababa de haber firmado un contrato verbal y que difícilmente podría evitarlo. E iba a ser todo un espectáculo el que incluso montara la escoba, ya no mencionemos el casco.

Se notaba, es más, se leía en el rostro de Robert el 'te lo dije' y 'ya lo sabía' pero lo relajó rápido, suficiente había sido con un regaño como para que ahora él tuviera que continuar, y para ser sinceros, la verdad es que no le gustaba tampoco recibirlos así que ¿para qué complicarse? "Considéralo como parte de su trabajo" contestó mientras se recargaba en el respaldo de la silla con los brazos cruzados "Es normal que a todos nos estén recordando que este año debemos de prestar atención, parece que todos sueñan con trabajar en el Ministerio de Magia así que es natural que se espera que todos tengamos calificaciones dignas de una reencarnación de Merlín" resopló y lo miró de reojo "¿En qué materias estás fallando?" preguntó con cierta sutileza y en bajo.

[Robert Howlett]

Le daba gracias a todos los santos que se le pudieron venir a la cabeza de que no tenía nada dentro de la boca, llámese comida o bebida, porque seguramente los habría escupido y sería un bonito espectáculo del cual recordar por generaciones. O esa semana. Equivalía lo mismo para él.

Cuando se le pasó el horror de saber las materias en las que fallaba, se sintió en los zapatos de la profesora y eso no era agradable porque eso significaba que se sentía muy viejo.

"Bien, bien..." dijo más bien para él, como conservando la calma "Bien..." repitió mientras se acomodaba los anteojos y volvía la vista hacia él para encontrarse con la expresión digna de un niño que a pesar de haber destrozado las ventanas del vecino, todavía pedía regalos de Navidad "Ah..." -Sabes perfectamente que mi debilidad es eso- lo miró entrecerradamente por espacio de cinco segundos y mejor se volvió a tirar en el respaldo de la silla "Ya sabes que sí" ¿para qué iba a hacerse el interesante? La verdad es que le gustaba la idea de poder pasar tiempo así "¡Pero...!" y dijo con un dedo en alto.