El Clásico

[Sebastian Mayfield]

No, no es que se jugara el Boca-River en Hogwarts, aunque te mentiría si dijera que no pagaría por ver gente cayéndose de las escobas mientras patalean furiosamente. El clásico era ese de esperar a alguien después de un partido o entrenamiento, habiendo avisado con poco tiempo de anticipación un 'te tengo que decir algo' en el aire, para asegurar el encuentro. En este caso, Sebastian tenía que esperar a Julie Olivier... en teoría.
Porque Sebastian, para esperarla, tendría que salir del vestuario primero. Y no sé si a la gente le pasa, pero si no te detenés delante de un espejo para admirar tus bíceps, hay algo que estás haciendo mal. Y ni hablar de tener el jopo bien hecho.
Es un pelotudo.

[Julie Olivier]

((Si bien eso de los clásicos argentinos limita nuestra audiencia, creo que la imagen de los futbolistas cayendo de las escobas compensó un poco... XD))

Era una broma, ¿no? Probablemente Sebastian y Patty tenían alguna clase de romance perverso y ella lo había convencido para molestarla (de nuevo) a la salida de los vestuarios. Porque ¿cómo hay que entender el que la citen y la dejen esperando tanto tiempo? Sola y a la vista de todos los que pasaban, por supuesto.
Volvió a separarse del arbol en el que estaba apoyada, para dar unos pasos y descongelarse un poco. ¿Habría entendido mal? Quizás Sebastian le había dicho eso por algún comentario que le quería hacer sobre la forma en que ella jugaba... y luego se había olvidado.
¿Merecía ese comentario el que lo espere con tanto nerviosismo? Estaba casi segura de que iba a quedar como una tontita si daba por hecho que él quería decirle algo no-relacionado con el Quidditch, así que se repitió varias veces mentalmente: '¿Me querías decir algo sobre mi forma de jugar?'
Listo, frase asimilada. ¿Ya estaba relajada? No.
Seguía siendo Sebastian a quien esperaba. No podría estar más nerviosa.

[Sebastian Mayfield]

Che, no empieces a armarle hipotéticos romances con NPCs poco queridos por el público, que está más solo que Adán en el día de la madre.
Salió del vestuario, por fin, y no quiero saber con cuánto tiempo de atraso. Lo peor es que no se había dado cuenta que estaba llegando tarde, así que se tomó su tiempo en dirigirse hacia el árbol cercano donde Julie lo estaba esperando. Perdón si apesta a colonia, yo le dije que no se ponga tanta antes de verse con una mina, pero él se mira al espejo y no me da pelota.

[Julie Olivier]

Eso es solo porque él quiere. Te aseguro que si en la sala común pone un aviso de que busca novia, puede tener citas de acá a que egrese. Aunque sean todas con Julie y sus cuatrocientos nuevos seudónimos.
A medida que Sebastian se acercaba, Julie se olvidó de la mitad de la frase que había armado, como si La Nada se tragase las palabras. Cuando la colonia llegó a su nariz, se olvidó del resto. No existe el exceso de colonia si es él.
No se dio cuenta de que estaba sonriendo hasta que notó que también había levantado una mano para saludarlo, como si no lo hubiese visto en todo el día.
Quizás el día que deje de avergonzarla sea el día que le consiga novio.

[Sebastian Mayfield]

Sebastian no alzó una mano pero asintió con la cabeza mientras apuraba el paso, porque pensó que ella estaba indicándole el lugar donde estaba, no saludándolo.
"¿Hace mucho saliste?" preguntó, deteniéndose frente a ella. Nada de un preventivo 'perdón por hacerte esperar'. Espero que los cuatrocientos seudónimos de Julie estén disponibles para cuando Sebastian ponga el aviso.

[Julie Olivier]

Quizás hayan bajado a 387 seudónimos. Todavía no tienes por qué preocuparte.
Abrió un poco más los ojos, no terminando de entender si era broma o no. Al parecer no. "Hace... no", mintió.
Y se quedó callada, esperando que él saque el tema de que quería hablarle de algo, porque ella no se animaba todavía a preguntarle.

[Sebastian Mayfield]

"Genial" rió brevemente, porque no tiene excusas para estar de mal humor, por ahora. Porque en cualquier momento Julie podría cansarse, y darle varias.
"¿Vamos yendo?" preguntó, señalando el castillo con un movimiento de la cabeza. Como si nada.

[Julie Olivier]

"Claro...", dijo, saliendo de un pequeño trance y girando hacia el castillo. No es que haya esperado que le propongas ir a dar una vuelta como la vez anterior, ¿eh? Pff, nada que ver.
"¿Qué es lo que pasa?", preguntó finalmente, tomando coraje como para aceptar alguna crítica de la forma horrible en la que seguramente estaba jugando para él.

[Sebastian Mayfield]

Caminó lentamente, como si estuvieran de paseo. Bueno, ¿quién dice que no lo estaban? Que pasaran por ahí casi a diario no lo hacía menos paseístico.
"Nada" no me podés criticar esta respuesta porque la aprendí de vos, ¿eh? "Quería conversar contigo, nada más" miró hacia el lado opuesto a donde estaba Julie, para hacerse el tipo casual.

[Julie Olivier]

Eran otras épocas, Dorian Sebastian. No me puedes recriminar cosas que aquí todavía no hice. Creo. Mi memoria apesta.
-¿Y por qué quiere conversar conmigo?- Todavía no entendía que ella pudiese ser mínimamente interesante como ser humano para un semidios como él. ((Porque ayer vi Clash of the Titans y como que me quedaron gustando los semidioses, te cuento))
"¿Pero de qué?" Lo miró aunque él no la mirase, más que nada para detectar signos en él que le indicasen que le estaba tomando el pelo. Y se dio cuenta algo tarde de que estaba siendo un tanto insistente con el tema, en vez de disfrutar del hecho de que caminaban juntos.

[Sebastian Mayfield]

No sabía si enseriarse o reírse, así que se rió brevemente mientras metía las manos en los bolsillos del pantalón.
"¡De todo!" generalizó con una sonrisota. Claro que tenía algo en particular que quería decirle, pero no era urgente ni realmente importante. Aparte si no relajaba el clima, le daba la impresión de que Julie iba a golpearlo por no contarle nada interesante.

[Julie Olivier]

¡Julie no es una matona! Lo que sucede es que los objetos y las personas tienden a tener mala suerte alrededor de ella. Quizás algún fanático de la energía cuántica sepa explicar el fenómeno, pero ni ella ni yo comprendemos bien las razones.
Levantó las cejas, relajándose un poco. -¿Conmigo?- "Eh... ¿De Quidditch?", consultó. Acotá un poco los temas a tratar, que le da un colapso mental.

[Sebastian Mayfield]

Sebastian no podía evitar divertirse con las preguntas, porque hasta parecía que habían planeado comunicarse así en forma de juego.
"Claro, ¿por qué no?" aceptó animadamente. "¿Cómo te estás adaptando al equipo, bien?" no estaba de más saberlo. Aparte Sebastian nunca había terminado de aceptar internamente que él no era el capitán del equipo.

[Julie Olivier]

-Merlín... ¡no de Quidditch!- Sebastian lo había entendido como propuesta y lo que menos había querido hacer Julie era dirigir la charla. Lo único que quería (además de pasear con él, por supuesto) era saber qué era lo que él tenía que decirle. En sus palabras.
"Sí, es genial estar contigo ustedes. Espero estar jugando bien".
Desde que había empezado a caminar no había sabido qué hacer con los brazos. Debería haber llevado el bolso para poder juguetear con algo. Antes había caminado con los brazos cruzados debajo del pecho, ahora iba separándose el cabello que todavía estaba mojado para que no se le anude. Luego volverá a hacerse un nudo ella misma. De los nervios.

[Sebastian Mayfield]

Rió despreocupadamente. "Claro que estás jugando bien, no creo que dejarían entrar a alguien sin talento, así que..." decir cosas así era genial porque a pesar de que el objetivo era decir algo bueno sobre Julie, de yapa estaba diciendo algo bueno sobre sí mismo.
"No puedo creer que el año que viene no voy a estar en el equipo" comentó, chasqueando la lengua. Y sentía que no había logrado nada bueno estando en él, tampoco.