Juegos estratégicos

[Dietrich Stover]

El partido amistoso lo dejó lo suficientemente agotado como para no volver a tomar un bate por el resto del fin de semana. De hecho, hablando de, fue el último en llegar a los vestidores porque se quedó entrenando con éste un poco más del tiempo reglamentario, mientras sus demás compañeros se duchaban. Vaya, tanto tardó, que inclusive Eugene terminó adelantándose porque tenía cosas más importantes que hacer que esperar a su amigo. Hmm, jó. Dudaría de él si no hubiera hecho eso.

En fin, ¿a quién le importa si es el último en salir de los vestidores? ¡A nadie! Ni quien estuviera al tanto de ello. Para esas alturas, allá por finales de junio, casi pocos utilizaban el campo de quidditch. La mayoría pensaba en empacar y alejarse del colegio.

Por eso mismo, Dietrich se tomó la libertad de salir a la sección general de vestidores con sólo los pantalones puestos, suponiendo que ninguna mujer estaría presente para verlo. ¿Y por qué resalto lo anterior? Porque muy raras veces dejaba ver his half-body naked.

((Te concedo la selección del día y la hora))

[Dietrich Stover]

((Eh... te mandé pm))

¿Alastair who? Ohm... perdónenlo por ser tan antisocial, pero es algo que no puede evitar.
Y vaya susto que le pegó, lo hizo saltar. "¿Huh?" viró el rostro asustado inmediatamente hacia donde creía haber escuchado ese 'saludo' (que ni idea de que fuera saludo), entreabriendo la boca y frunciendo ligeramente el ceño (o más bien parecía que había elevado ligeramente una ceja). Dammit!! Jamás le pasó por la cabeza encontrar público a estas horas. Ingenuo.

[Dietrich Stover]

Y de seguro esos Holas y Me prestas una pluma los ignoró en su tiempo, porque Dietrich no es del tipo de saludar a todo aquel que pasara por su ruta, y jamás prestaba sus cosas. Pero bueno... la gente que supone son tomados en cuenta, serán felices, qué se yo.

Inmediatamente ubicó a la pelirroja que tenía más pecas que cuerpo, vaya, ¿cómo les explico? Ni Aimee, que estaba igual... pero en Aimee la cosa era totalmente distinta. Dejó los ojos en blanco y rápidamente se giró para darle la espalda. Ilusa si creyera que le seguiría la plática. ¿Dónde demonios había puesto su camisa? Oh, ya, sobre la banca, se inclinó.

[Dietrich Stover]

Momento... ¿sigue hablándole? Si cree que Dietrich es de fácil convivencia, qué ingenua; entiéndase lo anterior como: la ignoró nuevamente. ¿6 años no han sido suficientes para comprender que hablar con Dietrich es como hablarle a la pared?
Por lo que respecta a Eugene, sin comentarios.
Se inclinó ligeramente para tomar su camisa, irguiéndose después. Luego elevó los brazos, al tiempo que ondeaba la mencionada para colocársela.

[Dietrich Stover]

Totalmente de acuerdo: no es recíproco, gente como Queenie para Dietrich no es para nada la compañía perfecta, ni siquiera es la compañía. Y bueno, esta mujer ¿qué demonios? ¿Le gusta hablar sola? Porque Dietrich sinceramente pensaba eso. Como la había ignorado anteriormente, creyó que la mujer tenía un problema mental, aunque podría ser como Charlotte Peyton, que sufría de verborrea. -¿Interrumpiendo?- se preguntó frunciendo el ceño, al tiempo que abotonaba su camisa y miraba por sobre su hombro hacia el locker de la pelirroja. La mención de su casa le llamó la atención. -Obvio- pero no dijo nada.

[Dietrich Stover]

¿Van Bizco...? Já. Y lo decía como si fuera un nombre normal... Ok. Tuvo que sonreír por eso. Pero de seguro la pelirroja ni lo notaría porque en ese preciso momento se giró hacia donde se encontraba la banca donde yacían todas sus cosas, además de la camisa que ya se puso; por lo mismo, no le puso atención a la bolsa con estampado estadounidense que sacó.
Y no te culpo por lo del apellido de Eugene, Dietrich ni siquiera recordaba el de la pelirroja, así que estamos a mano. "Van Bizco..." murmuró aún sonriendo. Vaya, era gracioso.

[Dietrich Stover]

Suele pasar que a una persona la conoces por su apodo, no por su nombre original. Pero está bien, a veces si los llamas por sus nombres no te hacen caso, entonces de qué sirve aprendérselos, ¿no?
El atractivo, de la sonrisa bonita, que luce agradable. Más bien: el bizco, que se robó a su novia, que luce ingenuo y fácil de engañar. Mucho mejor, gracias, ahora sí lo ubica. Hmrgh, estúpido Lorenz.

Eso lo enserió. Gracias McRiller, por hacer que Dietrich, quien nunca sonríe, volviera a la normalidad.

[Dietrich Stover]

Hablando de capitanía, ¡cómo deseaba tenerla! Sería un sueño frustrado de no cumplírsele. Pero nada más faltaba que Lorenz se la ganara y ahí sí Hogwarts sufriría de la plaga egipcia 'y el agua de los ríos y fuentes se convirtieron en sangre': primero le quita a su novia, y después la capitanía. Ahora nada más falta que le gane los debates de Historia de la Magia... y su IQ se incremente y sobrepase el de Dietrich. Pfff, olvídenlo. Cuando pase eso ahí Dietrich mejor se avienta por una torre.

Miró por sobre su hombro a la pelirroja y le frunció el ceño. Es en serio que habla sola esa mujer...

[Dietrich Stover]

Eso era más que obvio, nadie sería mejor capitán que él. Lástima que estaba dentro de una monarquía y el Rey es el que apuntaba al sucesor. Sin embargo, las palabras de la pelirroja le hicieron sonreír, pero sólo las primeras, porque las segundas eliminaron la mencionada inmediatamente. ¿Asher Sewell como capitan? Wut?! Giró el rostro un tanto hacia atrás para mirar a la gryffindor por sobre su hombro con el ceño fruncido.

Queenie, ya le caíste mal.

[Dietrich Stover]

Ciclotimia... jamás había pensado que Dietrich pudiera tener eso. Sí, quizá se entregue a la ira cual dragón, pero jamás regresa a la misma postura tranquila una vez prendido. No creo que sea lo mismo. Quizá el término médico no exista para Dietrich...
Cuando la pelirroja le correspondió mirada, sostuvo la suya, intentando captar algo bueno de la conversación. Sin embargo, cortó comunicación cuando los bates dieron directo al suelo, los siguió con la mirada; al menos ya no fruncía el ceño. "¿Cuál es el fundamento de tal desaprobación?" preguntó muy propio él, ya saben que cuando empieza una discusión, siempre es muy formal.

Por cierto que ya había terminado de abotonar su camisa.

[Dietrich Stover]

((Er........ ¿gracias? XD))

Hmm, sí, no todos los Ravenclaws son tan letrados. Eso ya lo sabía, sólo la estaba probando. ¿Y qué con lo de vaquero? Eso le hizo fruncir ligeramente el ceño, pero no por enojo sino por sorpresa. Sin embargo, el acabose de todo eso fue aquello último que comentó la pelirroja, que lo agarró desprevenido, haciéndole pensar de múltiples maneras (y es en serio). "¿Que tenemos qué?" se le salió por lo bajo al tiempo que giraba el cuerpo hacia ella, no estaba enojado ni en plan rudo. Más bien, si es que eso es lo que quiso decir, le sonaba... gracioso, extrañamente.

[Dietrich Stover]

Sabía perfectamente bien a qué se refería, no tenía que ser tan directa con su respuesta. Pero bueno, luego por qué no las bajan de marimachos a estas mujeres por tener una boquita tan parecida a la del hombre...
Sonrió de lado e inconscientemente viró los ojos hasta el bolso donde comenzó a meter cosas la pelirroja. El quidditch siempre había sido machista desde que tiene uso de razón. ¿Por qué? Porque el físico del hombre es más fuerte que la mujer, y como bateador eso es importante. "¿Y eso es malo?" acéptalo Queenie.

[Dietrich Stover]

La texana estaba muy lejos de ser una dama. Sí, eso ya nos dimos cuenta.

Por cierto, memorándum de último minuto, eh... nadie se está metiendo con ella. Pero bueno, qué bueno que avisa. "Eso quiero verlo" y claro, como Dietrich no es de esos condescendientes que contestan sólo por contestarle a la gente algo para que se calle, la retó. Eso provocó que elevara la mirada unos cuantos centímetros para enfocarla en el pelirrojo cabello de la gryffindor.

[Dietrich Stover]

Eso.
Ninguna expresión en su rostro, simple desafío en su mirada. Concentración; como si estuviera midiendo las dimensiones de lo que sucedería a continuación. "No es cierto, me escuchaste perfectamente" si no, no estaría poniéndose a la defensiva ¿cierto? Bien hecho, al menos reaccionó. Cuando se metían con un tema de su fascinación (o sease el bateo), encontraban al verdadero Dietrich.

[Dietrich Stover]

¡Por Merlin! Quince centímetros es demasiado corto; su instinto de conservación le dictaminó que debía echar tanto el cuerpo como la cabeza hacia atrás, provocando a su vez el movimiento de pies. Shit. Detrás de él estaba la banca. Terminó sentado.

Ahora ya no le llevaba más de 20 cm. ¿Estamos de acuerdo? "Si crees que eso fue un chiste," comenzó tras recuperarse del impacto, colocando ambas manos sobre la superficie de la banca para impulsarse de nuevo hacia arriba, "¿por qué no te estás riendo?", pero falló.