La excusa perfecta

[Ted Tonks]

No tendría por qué haber nada raro en que el capitán del equipo de Gryffindor quisiera tener una charla con con capitán del equipo de Slytherin. No solamente tenían eso en común sino que eran compañeros de año, y estaban ambos egresando y aparte... aparte, ninguna de esas razones era la verdadera para el encuentro que tenía Ted en mente.
Era sábado por la tarde y sabía que iba a encontrarlo allí. No iba a caerle de sorpresa, porque había tenido la decencia de avisarle que pasaría a hablar con él. Tenía buenas expectativas, Regulus podía parecer frío y distante, pero Ted estaba como para apostar que iba a escucharlo, al menos.

[Ted Tonks]

Sonrió cuando vio a Regulus bajando la altitud, bajando la cabeza quizás como respetuoso saludo, o quizás para borrar cualquier mueca de duda que le hubiera quedado en el rostro. No podía echarse atrás ahora.
Se pasó las manos por los costados del pantalón, en un gesto de nerviosismo que quiso hacer pasar por uno de improvisada higiene y se detuvo al llegar a la mitad del campo, esperando con algo que pretendía ser paciencia.

[Ted Tonks]

"Buenos días, Regulus" se tomó la confianza de llamarlo por el nombre. Después de todo estaban ambos en el mismo año, con posiciones similares en los equipos de Quidditch... y la verdad es que a Ted no le caía tan mal.
Extendió la mano para estrechársela, ya que él no parecía dispuesto a rechazársela "Gracias por darme unos momentos" agradeció. Si todo salía bien iba a tener que agradecer muchas veces más.

[Ted Tonks]

Aparte, ambos pertenecían a la sagrada élite de los canon de séptimo. En mi imaginación, eso cuenta para algo.
Trató de relajarse, porque realmente no sabía cómo decírselo ni cómo iba a reaccionar Regulus. Sabía que para él, al igual que para todos los Black (menos Sirius, pero él siempre había sido la excepción a la regla), el apellido y la familia era importante. No sabía si su problema habría de afectar las sensibilidades de Regulus para con el tema.
"Quizás te parezca fuera de lugar que te pida ayuda con algo así, pero..." bajó la vista al césped, y volvió a ver a Regulus "huh, siéntete libre de decirme que no es apropiado que te hable de ésto". Daba vueltas, sin saber cómo expresarse. Tanta práctica mental sobre esta conversación y seguía sonando como si acabara de ocurrírsele la idea.

[Ted Tonks]

Tomó aire por la nariz y lo retuvo en los pulmones unos segundos antes de soltarlo por la boca, como técnica de relajación. -De acuerdo, de acuerdo- si Regulus lo golpeaba en la quijada era porque tenía todo el derecho del mundo para hacerlo.
Lo miró, serio "Estoy enamorado de tu prima Andromeda" soltó de una sola vez, tragando saliva y sintiendo la boca seca, como si su lengua se hubiera puesto toda áspera y llena de pinches, con mejillas de algodón.

[Ted Tonks]

Abrió la boca y la cerró, casi iba a decirle a Regulus Black que sentía que se moría desde que se enteró y no podían verse más. No era importante lo que él sentía, lo importante era lo que sentía Andromeda.
"Y... sólo quiero lo mejor para ella, ¿sabes? Si ella es feliz con..." suspiró, negando con la cabeza. "No importa. Pero no la veo feliz, sé que ella no lo eligió" y no es que quisiera juzgar esa costumbre, pero... miró a Regulus, sin saber si podía continuar hablando o ya había abierto la boca demás.

[Ted Tonks]

"No" respondió, porque era una de las cosas que tenía más presentes: que no podía hablarle a Andromeda. Y era terriblemente doloroso verla y no poder hacer nada, y se sentía mal porque no paraba de sentir que tendría que haber hecho más mientras podía. Le tendría que haber dicho que la amaba, tendría que haber hecho más largos los abrazos, más frecuentes los besos...
"No desde que la comprometieron. Pero estábamos bien, antes..." se quiso explicar sin saber cómo. ¿Qué tanto debía decirle? Regulus seguramente sabría que era algo más que amistad lo que tenían ellos dos.

[Ted Tonks]

Las últimas palabras de Regulus fueron lo que más lo incentivaron. Porque le parecía que si él iba a decirle a Andromeda que le parecía que tenían una chance si ella sentía lo mismo para hacer una vida aparte de su familia pero después no podían enfrentarse a eso solos, como que iba a terminar arruinándola de por vida. Y siempre la felicidad de Andromeda tenía que estar como prioridad.
"Muchas gtracias, Regulus" le extendió una mano, bajando suavemente la cabeza "De veras, gracias" sonrió. Casi que lo abraza. Por ahí se anima en el post que viene.