Encuentros

[Sir Ulrich Lamport]

Claro que a mucha gente no le gusta hablar de sí misma ni dar datos personales, como a Lamport. Por eso resulta tan cómodo mentir con credibilidad, protegiendo su identidad.
"En absoluto" mintió tan bien que a menos que Elyon esté leyéndole la mente no habría de notarlo "soy encargado de una hilandería del norte" robó de una novela que a su mujer le encantaba releer y siempre estaba de su lado de la mesita de luz. Por suerte, cuando mentía, se aseguraba de saber cosas al respecto. "Verá, nada altruísta para el bien de los demás" porque matar gente no siempre es considerado un acto de buena voluntad.

[Sir Ulrich Lamport]

((I knew you'd like that little detail, Miss Hale XD))

No recuerdo que Lamport haya pateado un perro alguna vez, pero sí a un hombre en el sótano de su hogar antes de prenderle fuego al lugar y pretender que había sido un fuego accidental causado por una caldera abandonada en el living room, en Bulgaria.
"Tiene sus momentos" respondió con brevedad, sin querer ahondar mucho en un tema falso en caso de que ella buscara más información que podría resultarle perjudicial después. "Pero no ocupa muchos de mis pensamientos" admitió. Ocuparse de una hilandería seguro que era una taradez al lado de investigar antídotos y curar gente.

[Sir Ulrich Lamport]

((I know, it happens))

Bueno, todos tenemos un lado oscuro. Lamport solamente aprendió a sacarle provecho y hacer de su parte sádica un trabajo de tiempo completo. Es una buena forma de mantenerse sano, también.
"No se preocupe. No es el trabajo donde busco satisfacción" respondió, sin especificar a qué se refería. ¿Elyon creía que podía ser poco específica con las otras carreras más arriesgadas a las que hizo referencia antes? Lamport también podía ser sutil con sus comentarios. Doblaron en una esquina, hacia la izquierda.

[Sir Ulrich Lamport]

¿Quién puede vender gatos cuando uno puede conseguirlos gratis en un callejón, entre las cajas de cartón? Supongo que no serían el mismo tipo de gatos, pero ¿para qué gastar cuando puedes conseguir casi lo mismo sin gastar un galeón?
Notó la mirada de Elyon desviarse hacia el escaparate del local. Esperó unos segundos hasta que se hubieran alejado un poco para hablar "¿No tiene mascotas, Elyon?" preguntó amable y correcto, esperando que no le resultara en un tema que ella no quisiera ahondar.

[Sir Ulrich Lamport]

¿Sólo en MA le dejas matar gente? Qué egoísta de tu parte, sabiendo lo feliz que nos haría que nos dejes acabar con la vida de alguno de tus familiares. Vamos, no seas así, déjanos hacer canon la muerte de alguien querido para verte llorar y sufrir.
"Ah, lo siento" dijo en voz baja bajando la cabeza en una muestra de arrepentimiento y falsa humildad. Pero, después de todo, el sentimiento le recordaba a algo real. No que pudiera compararse a una madre con un gato, pero en fin "Es imposible reemplazar a alguien. Nadie deja la misma huella en nosotros" comentó, agregando un poco de sinceridad al asunto.

[Sir Ulrich Lamport]

-Mh, espero no haber matado a nadie de su familia- pensó, porque por como sonaba la joven Sanadora había perdido a casi todos sus familiares en esos años de guerra. No iba a quedar bien que anduviera pretendiendo el sentirse culpable. Menos aún con lo mucho que disfrutaba matar.
"¿No ha pensado en casarse?" preguntó, casi con frialdad, como si le hubiera preguntado si no pensó en compartir el departamento con alguna amiga o comprarse un perico.

[Sir Ulrich Lamport]

Se sorprendió de la relajada risa de Elyon, pero también se alivió de que no haya encontrado ofensa en su comentario. Ladeó la cabeza hacia un lado para observarle el rostro mientras hablaba, interesado en la forma en la que se expresaba y en sus ojos, más que nada. Quería saber si lo decía con esperanzas de un futuro o si lo decía con simpleza, como un comentario basado en hechos.
"Tal vez busca en el lugar equivocado. Dudo que usted no sea, en muchos sentidos, lo que un hombre necesita" porque, vamos, casarse con una enfermera era casi un lujo en otras épocas. Obvio, Lamport no sabía que era una asquerosa sangre-sucia hippie feminista liberal.

[Sir Ulrich Lamport]

Eso de que el amor no hay que forzarlo... muchos nehandertales (y la mamá de Lord Vodemort) no estarían de acuerdo con lo que acaba de decir Elyon. Es más, creo que gran parte de los casamientos del siglo pasado le dirían que en el casamiento el amor es algo que se encuentra de pura chance.
"No puedo más que desearle suerte, entonces. Pero seguramente me permitirá tenerla en cuenta en caso de encontrar a un joven de sociedad solitario como usted" le dijo, como quien no quiere la cosa. Le parecía tan estúpido que pretendiera encontrar el amor, en vez de conformarse con la compañía de alguien a su lado y ya.

[Sir Ulrich Lamport]

"Bien, perdóneme si le parecí insistente" se disculpó bajando un poco la cabeza y volviéndola a levantar. No es que iba a mandarla a casarse con alguien de gran apellido, también hay Hufflepuffs retardados solteros que quizás necesitarían una mano para procrear y continuar el linaje familiar.
A lo lejos se podía ver la fachada de la estación de trenes, gris y oscura con sus paredes de concreto que alguna vez fueron representación de las maravillas arquitectónicas del Londres moderno.

[Sir Ulrich Lamport]

No le pareció malagradecida, le pareció diferente. Las opciones que consideraba Lamport para los orígenes de la muchacha eran los siguientes: familia no-tradicional, familia de bajos recursos, rebeldía hippie heredada o adquirida por elección... la pureza de sangre poco tenía que ver en esos casos. Había familias muy bien educadas y tradicionales que se jactaban de tener decenas de generaciones muggle en sus árboles.
"Sí" mintió, seco y breve. No podía decirle a dónde se dirigía en realidad "¿Usted toma el que va a Reading?" arriesgó.

[Sir Ulrich Lamport]

Se detuvo cuando sintió la mano de Elyon sobre su brazo, mirándola y siguiendo la vista de la muchacha con la mirada hasta llegar a los encapuchados. -...- aseguró el brazo de ella con la mano libre, y retomó el paso, un poco más apresurado que antes, con la vista fija al frente y desviándose ligeramente del camino para no pasar cerca de ellos sin una buena cantidad de muggles separándolos.
"No los mire, observe el frente y sonría ligeramente si es que puede, o al menos pretenda estar desinteresada por completo en su entorno y camine hasta el andén" dijo, en un tono de voz audible para ella y sonando casual, mucho más relajado de lo que había hablado anteriormente.

[Sir Ulrich Lamport]

Se mantuvo calmado y dejó que su mente se llenara de ideas y pensamientos vacíos: el tren, Elyon, una mesa con la cena servida... Imágenes que en caso de que hubiera un mago o bruja capaz de legeremancia no fuera a captar nada sospechoso de él. Quizás no dominaba la Occlumancia, pero sí sabía dispersar sus pensamientos lo suficiente.
El andén estaba a unos cinco metros de donde ellos se encontraban, y él señaló uno de los relojes que marcaba un tren que estaba por salir dentro de poco, pretendiendo que era ése el que debían tomar y estaban apresurados. Era la mejor excusa para el entorno al explicar en silencio los pasos apresurados.

[Sir Ulrich Lamport]

Ya a él le daba igual. Generalmente lograba mezclarse tan bien en la mutitud que podría haber averiguado si los tipos eran magos, aurores, simples muggles con capuchas o alguno de sus tan conocidos mortífagos. Pero ¿acompañado? No, era demasiado arriesgado. Ya intentaría averiguar después.
Las barras de registro del andén estaban a un metro y Lamport soltó la mano de Elyon (pero no le apartó el brazo del que ella se aferraba) para meterla en el bolsillo interno de la ropa, donde guardó la varita. Sacó dos boletos y se los enseñó poniéndolos en un lugar donde estuvieran dentro del campo visual inmediato de la muchacha.

[Sir Ulrich Lamport]

Entonces Elyon iba a estar regalándole dinero, porque Lamport acababa de conjurar dos boletos dentro del bolsillo de su saco y no había tenido que pagar ni una libra esterlina por ellos. Llegaron a la zona de paso para acceder a los andenes y él la dejó pasar primero mientras entregaba los boletos y recibía la mitad de ellos de la mano de un guardia que no les prestó atención.
El tren era uno de esos para viajes largos. El destino marcaba claramente Londres - Cornwall (curiosamente, allí queda Helstone) aunque seguro que podrían bajarse en cualquier estación intermedia para regresar sobre sus pasos y dirigirse hacia donde fuera que se suponía que ella quería ir.

[Sir Ulrich Lamport]

Por algo será que a Elyon la persiguen los Mortífagos y a Lamport solamente es perseguido por sus fanáticas fuera de personaje. Entró en el tren detrás de Elyon, finalmente dejando que su mente fuera dispersando los pensamientos estúpidos y triviales mientras se enfocaba en algo mucho más interesante. Si Elyon reaccionó así era por algo, y lo más probable es que fuera del bando contrario: los únicos que tenían miedo eran los que estaban del lado que iba perdiendo. La siguió en silencio.