El Programador

[Ethel Stover]

El tercer año en Hogwarts es el primer año en el que los estudiantes asisten a clases optativas de las cuales deben cursar al menos dos, sin embargo, Ethel no escatimó en su horario y anotó las más que pudo, porque era como de esos niños hiperactivos que no se cansan si no hacen suficiente en el día. Así que para esa mañana, Ethel se dio un tiempo libre de su amiga April (¡seguro estaba con el novio ese, Kyle!) para sentarse en la mesa de Slytherin a desayunar y dibujar en un pergamino una cuadrícula para anotar las clases que tenía a diario. No porque su memoria fuera mala, sino porque le gustaba diseñar su horario de clases para plasmarlo en pergamino y así poder llevarlo a todos lados.

En cuanto a los de primer año, particularmente no estaba emocionada porque no esperaba parientes que ingresaran ese año, casi la mayoría de sus primos ya eran grandes y estaban casados o en el extranjero y las nuevas generaciones todavía eran muy pequeñas como para entrar al colegio. Pero sí le emocionaba todavía la ceremonia y los banquetes, porque casualmente los del inicio de año eran mucho más abundantes que los demás. ¿O es que sólo era percepción suya?

En fin, sólo faltaban unos cuantos minutos para que apareciera la comida, pero estaba tan concentrada en lo que estaba haciendo que no se dio cuenta que ya la mayoría de la gente estaba tomando asiento en las bancas y ocupando gran parte de las mesas del Gran Salón. Fue entonces que interrumpió su actividad para darse cuenta que el banquete ya estaba servido, así que antes de que pasara cualquier cosa, acercó su mano al centro y tomó dos tostadas que untó posteriormente de mermelada de calabaza y las colocó en un plato cerca de ella.

Continuó dibujando detalles a la cuadrícula de su horario cuando notó por el rabillo del ojo que una de sus tostadas se movía de forma extraña (¡no que en el mundo mágico no existieran las cosas extrañas, pero eso no era normal!) lo cual hizo que tuviera una reacción inmediata, haciéndola voltear y fruncir el ceño. "¡Oye!" le reclamó a la persona que tenía a su lado (quien resultaba ser un Knightley, ¡para su suerte! ¡Porque no tenemos suficiente con Kyle-el-arrebata-amigas, tenemos a toda la familia que ya pobló medio Hogwarts!) pero se calmó cuando escuchó la disculpa del chico. "¿No te gustaron las tuyas o qué?" comentó entre haciéndose la graciosa pero a la vez guardando la seriedad, viendo de reojo el plato que tenía el Slytherin con tostadas el cual asumió que era de él.

[Ethel Stover]

Ya la estoy terapeando porque no quiero que se me salga del huacal. Ese Avery es peligroso y no sé qué es peor, tenerlo de roba-amigas-todas-mías o como familia, porque ya lo tienes del lado de la tuya, ojo con eso. Y, ejem, ¿una nena? ¿Hola? ¿13 años? O sea, no menosprecies las pequeñas curvas que le van saliendo del frente, es decir, créeme, recibir a Andrés cada mes no es en balde.

Vio de reojo el pergamino con sabrá Merlin qué tenía escrito y luego lo miró a él, como cuando le das el avión a alguien que te enseña algo que no tienes ni idea por qué te lo enseñó en primer lugar, pero aún así le prestas atención, así que sonrió y elevó ligeramente la cabeza hacia arriba y luego hacia abajo, como queriendo dar a entender un ok, *thumbs up*. "Se ve complicado" nada más dijo por decir, porque no tenía idea si eran runas, garabatos o algún idioma que desconocía y que se escribía con jeroglíficos. Luego, para ocuparse sin que le incomodara la pausa que había surgido entre ellos, tomó la tostada que no había tocado Abel con sus manotas (que vaya uno a saber dónde las metió antes) para morder un pequeño pedazo, degustando el sabor de calabaza dulce de la mermelada (¡o sea, ¿tan rico ese sabor y Abel lo desprecia? Pues, ¿qué tiene en las papilas gustativas este hombre?). Por cierto que ni loca se comería la otra tostada que agarró, y pronto lo haría evidente al dejarla sobre el plato el resto de la hora. Lo tocado no se devuelve, dicen por ahí (?)

[Ethel Stover]

((*rayonea el año y le pone 2017 xDDD))

Asintió maravillada por el inicio de plática sobre la clase de Runas porque todos sabemos lo elocuente que puede llegar a ser Ethel cuando le sueltan la correa, sin embargo, y sí, porque siempre hay un pero, tenía más hambre que ganas de platicar en ese momento por lo que se llevó a la boca otro pedazo de tostada con mermelada de calabaza, degustando cada mordida como si ese fuese el último día de probar las tostadas con ese ingrediente.

¿Qué platicaron entre ellos después? Sólo ellos saben, pero seguro no fue una plática tan larga como para que ambos se reconocieran en cualquier lado y se fueran a seguir la plática por otro. Eran unos equis que sólo sabían que eran de Slytherin porque seguro se veían en los centros de estudio de su propia casa o en la sala de estar de su propia casa. Bueno, eso al menos pasaba con Ethel; no sé con Abel. Pero supongo que siendo un chico mayor al que le interesarían, por ende, mayores, supongo que no registraría a Ethel a menos que alguien más se la presente directamente.

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Un año después, vemos nuevamente a Ethel sentada en la mesa de Slytherin, iniciando año escolar (¡cuarto año! ¡Merlin, los años se pasan volando!) y comiendo lo mismo que el año anterior: tostadas con mermelada de calabaza dulce con un poco de leche entera. Ahora sí te puedo presumir que ese añito de vida le sentó muy bien, porque ahora sí se notaban mucho más las curvas en su cuerpo flacucho y blando (que April estaba más delgada todavía que ella, por cierto, hmm...). 14 años de desarrollo vital no son cualquier cosa, ¿eh?

Traía el cabello suelto y las uñas pintadas de color morado con lila, y untaba con enjundia la mermelada de calabaza en la tostada, como si hubiera existido un tiempo enorme entre que comió la última tostada con ese mismo ingrediente hasta ahora.

[Ethel Stover]

¿Ven a lo que me refiero? Era de obviar que Abel no la recordaría. Además era dos años mayor que ella, o sea, ni la fumaba seguro. Pero no te preocupes, que Ethel tampoco se acuerda mucho que digamos, sólo se acuerda de algunos chicos mayores que le empezaron a gustar desde que el libido se le alocó apenas a finales del curso pasado. "¿Eh?" y ZAS en toda la boca. Ethel subió la mirada para ver de quién se trataba y, oh por Merlin, se trataba de precisamente uno de ellos. ELLOS. Los chicos mayores. Hagan de cuenta que el corazón le saltó a los ojos y cayó al estómago explotando en un millón de mariposas. Ya saben, amores platónicos de una niña con 14 años recién cumplidos que no sabe absolutamente nada del amor, y si dice que sí sabe es porque lo inventa.

"Claro" contestó casi en un hilo de voz, mientras su otro YO le decía no seas inútil y pásale la mermelada, ya, CARAJO, DEJA DE VERLE LA CARA. Sólo sonrió. Ojo que no le pasó la mermelada, já.

[Ethel Stover]

Estaba por reaccionar al momento del acto, pero su procesador Leeeeentium 0.000001 no le permitió articular palabra alguna hasta que el Slytherin preguntó por su estado de salud: Distorcionado, ok no. Parpadeó varias veces hasta que se salió del trance y regresó a la realidad, recordando que tenía que pasarle la mermelada y que tenía que verse cool porque no debía comportarse como una boba paralizada ni tartamuda, así que bajó la mirada hasta la mesa con toda naturalidad y recogió el plato donde estaba vertida la mermelada de calabaza para pasárselo cual persona normal.
¡Ay, jijo! La calors. ¡Que el chico hasta había preguntádole cosas y esta ni en cuenta! "Er... no, toma" se lo pasó y luego aclaró la garganta. Nada. Casual. Normal. Todo bien. Gracias. Le sonrió.