Halloween a la inglesa

[Joanne Bagnold]

¿Tan rápido llegó octubre? No, momento, finales, casi noviembre. Wow. Casi que se le quita el acento francés ya. Nah, no es cierto, todavía se le iba una que otra r gutural, pero escuchar el inglés británico por casi dos meses le había dejado marcado un poco de acento inglés. Con sus familiares ingleses había convivido bastante, pero dos veces al año y sólo en días vacacionales no habían logrado que se le pegara el acento local de la ciudad. Ahora era cuando. Además, le estaba yendo muy bien: dos meses en el colegio y ya había hecho amigas (además de Pippa, claro); incluso el chico que le gustaba volteaba a verla más de la cuenta con esos hermosos ojos bicolor. Eso ya es hablar de un gran avance, ¿o no?

Estaba sentada en una de las mesas del Gran Salón admirada por la cantidad de adornos que había ese día en el lugar (omg, so british!), mientras que se llevaba a la boca el primer bocado del risotto de calabaza que se acababa de servir en su plato. -Ce est délicieux!!- pensó en su idioma tras deleitar el paladar con el exquisito platillo, pero no podía quedarse con el delicioso sabor nada más ella, ¡tenía que compartir! "Prgueba esto" le dijo al chico que estaba sentado junto a ella al tiempo que acercaba una porción pinchada con el tenedor a su boca.

[Basil Markinswell]

A Basil también se le habían pasado rápido los meses... todo Septiembre creyendo que iba a tener una maldición gitana sobre él para siempre, que nunca alcanzaría sus sueños de vivir en la mansión Bagnold en la Costa Azul francesa, que moriría prematuramente tirado por su escoba en pleno partido de quidditch perdiendo la vida y el orgullo para siempre. Pero no. Sus encuentros con Alessa habían sido ¿fructíferos? y creía que todo eso de la mala suerte había sido su imaginación, totalmente sugestionado por haberse metido con la rarita del curso. Era mejor alejarse de ella y de esos pensamientos, y para eso nada mejor que Joanne.

Basil llevaba semanas de trabajo de hormiga, desde que se cruzaron en el Callejón Diagon por conspiración de su prima Pippa (por algo era su prima favorita), que venía trabajando en acercarse cada vez más a la sobrina de la ministra. Era exactamente el tipo de chica que él quería, hasta era mayor que él! Siempre supe que iba a terminar mantenido por una vieja xD Estaba fascinado y no quería que se le escapara esta oportunidad.

Por eso se acercó a cenar con ella, aunque Halloween le parecía de los más extraño, no le entusiasmaba mucho. Al contrario, le hacía pensar en Alessa y sus historias de terror, sus colgantes extraños en el cuello, sus muñecos de vudú con los que seguro volvería a maldecirlo si la molestaba. No se dio cuenta de que estaba divagando en su cabeza sin tocar si quiera su sopa de calabaza (estaba en esas semanas de anorexia) cuando la voz de Joanne lo hizo reaccionar. Observó confundido el tenedor frente a su cara y quiso que se lo llevara la muerte o algún fantasma de los que recorrían las mesas. De pronto recordó que tenía que sonreír y hacerle caso, porque moría por gustarle a Joanne, así que estaba haciendo buena letra constantemente. Posiblemente se merecía ese momento, tener que abrir la boca como un bebé y probar el risotto que ella le ofrecía, se lo merecía por mentiroso, por fingir algo que no era ni sería nunca... ¿quién dijo que era fácil?

[Joanne Bagnold]

Ok, ok, ok, entiendo que todavía no es oficial, pero podían empezar a darse ese tipo de detalles ¿no? ¿O no? ¿O es muy pronto? Ok, no llevan ni un mes, pero Joanne siente esa confianza de 'amigos' que se tratan como novios ¿o acaso jamás tuvo de esas amigas con derechos en el pasado? ¿Amiguitas? ¡Y no le digas vieja! Que un año no es nada. Mantenido.

Cuando se dejó alimentar como bebé, Joanne sonrió ampliamente, demostrando la inocencia de su acto, como si fuera algo muy normal entre adolescentes. "¿Vegdad que sabe delicioso? A mi me encantó y pienso comégmelo todo" comentó llevándose otro bocado para masticar.

[Basil Markinswell]

Amigos con derechos sería el paraíso para Basil, y que le dijeras mantenido era música para sus oídos, lo aceptaría orgulloso de serlo. Pero dejar que Deren y Taffy lo vieran siendo alimentado como un bebé era cruzar un límite. Quería ser un mantenido pero con dignidad (?), si es que eso existía.

Tragó, intentando observar disimuladamente a los chicos que estaban cerca suyo en la mesa, para ver que no hubiera testigos de que Joanne le había dado de comer en la boca. Luego voltéo a verla con una sonrisa "Está riquísimo" mintió, sintiéndose mal por haber comido arroz y no atenerse a su inocente sopa de calabaza. Tomó la cuchara que había dejado en el tazón y tomó un sorbo, como para volver a la realidad y no volver a irse entre sus pensamientos. "¿En Francia también festejan Halloween?" preguntó para iniciar conversación.