A las lustradas

[Nigel Sinclair]

Apenas si había comido durante la cena, porque sus brazos y manos estaban matándolo de dolor. Se había pasado horas (literales, horas) lustrando trofeos a mano en el Hall para cumplir con el castigo que Tamsin le había puesto, y todavía tenía que pensar en cómo iba a hacer esa semana para tratar de recuperar los 10 puntos que le había costado a Slytherin con toda la situación cuando a Winston se le ocurrió quitárselos. Como para que haya buenas relaciones entre Gryffindor y Slytherin, después.
Como no llegó a comer demasiado y estaba totalmente exhausto se levantó de la mesa y comenzó a caminar hacia la salida sin esperar el postre, ya pensando en regresarse a su sala común y dormir hasta que dejara de sentir que los brazos se le habían convertido en tallarines dolorosos. Paseó la vista, mientras caminaba, por la mesa de Ravenclaw. ¿Será que la habían castigado también?

[Nigel Sinclair]

Alzó las cejas y levantó una mano -Ouch- antes de bajarla otra vez. Se hubiera sobado el brazo si no fuera porque hacer algo así no ayudaría en nada con el dolor, más que incrementarlo.
Se acercó a donde Alice estaba, alzando el mentón en un gesto de pregunta, como '¿qué onda?' porque él se imaginaba que ella también se había pasado toda la tarde cumpliendo con un castigo corporal horrendo. Si ambos estaban cerca de la puerta de entrada, quizás podrían hablar en los mucho menos concurridos pasillos.

[Nigel Sinclair]

Le sorprendió que ella se disculpara (por alguna razón no había pensado en eso aún, en la disculpa, y quizás de haberlo hecho no hubiera esperado una de alguien como ella) así que no supo qué decir al respecto. Y menos que menos cómo interpretar esa risita.
"Eh... ¿y tu castigo qué tal estuvo?" preguntó en voz baja, tampoco es que quería darle la satisfacción a los prefectos de que sus castigos de verdad eran lo peor que existía. ¡Hasta los pies le dolían! Tuvo que caminar con una sola media puesta hasta la sala de trofeos.

[Nigel Sinclair]

Alzó los hombros, como quitándole importancia: los puntos siempre se podían recuperar, pero el tiempo de su vida despediciado y la integridad de sus brazos quizás que no.
Como ella parecía dubitativa él aprovechó para hablar. "¿Vas a cenar o quieres ir a dar una vuelta? Yo ya me iba a mi sala" explicó, porque tampoco le daba gusto estar ahí parado mientras los demás comían.

[Nigel Sinclair]

Comenzó a caminar junto a ella, metiendo ambas manos en los bolsillos del pantalón. Así le dolía menos, era un gesto que le permitía descansar los brazos.
"¿Estás segura de que quieres quedarte sin comer? Cualquier cosa damos una vuelta y te dejo aquí de regreso" ofreció, quedarse sin comer cuando no te habían dado un castigo sonaba como una opción bastante ilógica para Nigel, pero quizás pensaba eso solamente porque tenía hambre.

[Nigel Sinclair]

La miró de reojo mientras caminaban, ¿qué le habían dado de comer a Alice que había crecido tanto tan rápido? A Nigel le estaban dando el estirón en cuotas sin interés.
"Ohh, el beso" comentó mientras aparecía una sonrisa en su rostro. Okay, quizás no había sido el mejor beso ni había sido el mejor momento para darlo, pero había que admitir que Alice no tenía mucho pudor de hacer locuras frente a no uno, sino dos prefectos. "Totalmente lo hiciste para molestar a Tamsin, ¿eh?" preguntó divertido.

[Nigel Sinclair]

"...¿Una mala reacción?" repitió, confundido. No sabía exactamente de lo que hablaba Alice, así que sacó las manos de los bolsillos -Ouch- como si eso fuera a prepararlo físicamente a recibir cualquier información que ella fuera a otorgarle.
"No sé, pero supongo que si no me dices no nos vamos a enterar qué reacción habrá" sugirió, deteniendo el paso. Le daba no sé qué caminar mientras ella iba a decir algo que le parecía importante.

[Nigel Sinclair]

...Déjalo procesar unos milisegundos, al menos, porque tiene que entender de lo que ella estaba hablando. Es decir, todo lo del ese día había sido divertido hasta que aparecieron los prefectos, pero ¿qué significaba eso de los sentimientos? ¿Acaso Alice había tenido un crush con él desde hacía meses y Nigel ni enterado? No quería imaginarse cosas que no eran, pero tampoco se animaba a preguntar.
"¿Qué quieres decir con eso de 'sentimientos'?" preguntó, ¿quizás esos sentimientos eran el odio de ALice a Tamsin y Winston? Se sentía muy egocéntrico siquiera entreteniendo la idea del crush.

[Nigel Sinclair]

-Por Merlín- ¿cómo podía ella decirle que lo olvide? Ni siquiera le había terminado de explicar lo que se suponía que se tenía que olvidar.
Extendió un brazo -Ouch- hacia el hombro de ella para hacer que se girara hacia él.
"Oh, vamos, ¿cómo era tu frase? Una Pompey... ¿nunca dejaría una frase a medio decir?" inventó con una sonrisa de lado, sí, no sabía cómo irían las frases familiares de Alice.

[Nigel Sinclair]

Se rió también, más relajado con que ella no pareciera en esos segundos tan preocupada. Retiró la mano del hombro de ella y la devolvió al bolsillo del pantalón, volviendo a caminar.
"Bueno, es que tienes muchas frases en tu haber" se defendió en broma. "¿No era tuya esa que dice 'Una Pompey siempre hará enfadas a los prefectos el triple'?" preguntó aguantándose la risa. Vale, sí, le cuesta tomarse las cosas en serio.

[Nigel Sinclair]

Se le escapó una risotada nada delicada cuando Alice repitió la frase, ¡la cara de Tamsin cuando ella le dijo eso! Nigel de verdad pensó que iban a estar castigados hasta que comenzaran a cobrar la jubilación. Cero ganas de ver a Tamsin mañana en clase, él no quería que ella le tomara bronca a él.
"Me pregunto si alguna de tus frases familiares han comenzado una guerra antes, voy a empezar a prestar más atención en Historia de la Magia" quizás el equivalente mágico de Ferdinand había sido un Pompey, vaya uno a saber.

[Nigel Sinclair]

Se rió despreocupadamente, mirándola de reojo con toda la calma del mundo.
"¿Dices que quizás se les acabe la paz con tu nacimiento? Podrías ser la Juana de Arco de tu familia y quitarle la bóveda en Gringotts a algún pobre diablo" y ahí Alice podría terminar haciendo su propia frase célebre para la familia, haciendo que alguna elfina la cosa en un edredón o algo por el estilo.

[Nigel Sinclair]

Estaba sonriéndole cuando ella mencionó eso de la paz, pero luego mencionó lo otro y ella misma dejó la frase sin terminar. Así o más evidente que era el turno de confundirse y hacer una pregunta.
"¿Qué compromiso?" preguntó, sin saber de lo que ella estaba hablando. Quizás hablaba de algo histórico de los Pompey que él desconocía.

[Nigel Sinclair]

La miró mientras trataba de entender y frunció el ceño "Hah" dijo, como para decir algo. ¿Qué onda con Alice Pompey? ¿Cómo podía ser que estuviera comprometida?
"¿Con alguien de la escuela?" preguntó más que nada. Podría decirse que era curiosidad, pero si nos sinceramos era un muy evidente deseo de auto-preservación. Lo último que quería es que ella le dijera algo como 'ah, sí, soy la prometida de Shiloh' y que al llegar a la sala común lo esperaran el rubio (en vías de extinción) y su matón para avisarle a golpes que no se metiera en propiedad privada.

[Nigel Sinclair]

-Arthur, Arthur...- pasó una lista de todos los que conocía del castillo, y aunque el nombre no le sonaba a ningún alumno que conociera no significaba que podía bajar la guardia. Si algo había aprendido hablando con Alice Pompey es que ella no tenía nada de simple. No quería despertar mañana con una cabeza de hipogrifo en la cama.
"¿Qué pasó? No entiendo, ¿te ibas a casar con un tipo pero ya no? ¿Un tipo que no conoces?" preguntó totalmente confundido, ¿por qué habría de hacer ella algo así? Era bonita, rica y estaba en Ravenclaw, seguramente no necesitaba asegurarse un marido tan joven como si fuera una rata callejera.