On my way...

[Henry Leyden]

Henry estaba teniendo un día de perros. Como de costumbre, era culpa de un gato.

La rodilla derecha estaba dándole punzadas, y eso era incluso más molesto que un momento antes cuando era dolor tal cual. Pero lo más preocupante no era eso; ya había hecho las paces con el absurdo asunto de la caída. Ahora el problema era encarar a esta chica, que tan... diplomáticamente, quería quitarse de encima al intruso.

Dadas las circunstancias, hasta esa voz amable le daba la impresión de ser la máscara del enojo. Henry culpó a su consciencia. Después de todo, ella quería saber que necesitaba.
¿Ayudarlo? Matarlo era lo que podía hacer.

Henry tomo aire como quien va a dar un largo discurso, pero apenas si se animó a preguntar:

"¿Eres Victoria Avery?"

[Henry Leyden]

Sí, era ella. Pero que había esperado, ¿No encontrarla jamás? Ni que el colegio fuera tan grande. Por lo visto ya su única esperanza era que no fuera su gato. Aunque todo apuntaba a ella, era probable que mientras hablaban, su mascota hubiera estado descansando en el regazo de la chica.

"¿Tienes a tu gato por aquí?"dijo, con voz casual, y siguió sin darle tiempo de responder. De todos modos tenía que decirlo, pero¿cómo decirlo con delicadeza? "Porque unos niños de Slytherin dijeron que era tuyo. Y creo que le hice daño."

Así no. Decir eso atropelladamente y con expresión de susto NO era la forma delicada de decirlo. Pero ahora ya estaba hecho y que remedio.

"Juro que no fue a propósito. Simplemente nunca sé donde están esos malditos bichos. Y se quejó cuando tropecé con él y por lo general se quejan diferente, y luego esos niños dijeron que no se movía..." explicó, y agregó quizá un poco alto: "¡Pero no está muerto!"

Off:

[+] Info no indispensable

Claro que Henry no pisó un gato y lo aplastó. XD El gato ya estaba enfermito, es sólo una indigestión de gato. Y el sólo pisó su cola.
En cualquier caso, no tiene que ser el suyo. Puede que los niños se hayan confundido porque se parece. Eso es decisión tuya.

[Henry Leyden]

Salvo en contadas excepciones, Henry tenía un oído capaz de detectar lo indetectable. El movimiento del castillo, la distancia de una persona... su enojo y su angustia. No servía con los gatos, pero sí con las muchachas que intentaban sonar calmadas mientras planeaban venganzas terribles.

Ya estaba sintiéndose mal cuando llegó. Pero ahora que la oía... para empezar, Henry encontraba particularmente temible a la gente que podía controlar el volumen de su voz sin importar cuan furiosa estuviera. Pero, aún más importante, ahora era evidente que no había pisado a un gato maltratado o ignorado, si no a un gato muy querido.

"Yo... espero que esté bien", dijo con la voz ligeramente rota. Más que disculparse o justificarse, esperaba que ella estuviera... menos preocupada. De ser posible. "Yo... tropece con él. Me pasa todo el tiempo y soy el único herido, así que no creo que se hiciera mucho daño, pero... aún así..."

[Henry Leyden]

Técnicamente herido, herido, no estaba. Eran daños menores.
"No...", respondió Henry, confundido, pero al instante siguiente comprendió "Está vez no. Quiero decir que por lo general, cuando tropiezo con uno de ellos, ellos salen de lo más campantes y yo tengo que ver como me levanto. Pero... está vez se quedó ahí, muy quieto."

Se aclaró la garganta antes de responder la segunda pregunta.
"Cerca de la enfermería. Había unos niños, no sé, de segundo creo, jugando o peleando o algo así. No me distraje por ellos, jamás oigo a los gatos. No supe que estaba ahí hasta que lloró. Pero sonaba... cansado. No sé. Y luego los niños vinieron y dijeron que era tuyo, que lo han visto contigo."

[Henry Leyden]

Justo cuando ella soltaba una disculpa, él estaba respondiendo su pregunta sin terminar con una sacudida de cabeza que intuitivamente había aprendido en su infancia, y una de esas expresiones no transcriblibles que significan no (algo así como 'ah-ah').

De inmediato se adaptó.
"Está bien. No tenías por qué saberlo", aseguró. En realidad, parecía que casi todo el colegio lo sabía, quizá porque él hablaba con todo el mundo y hasta por los codos, o porque se había estrellado con todo el mundo en primer año, o simplemente porque en Hogwarts se sabía todo. Pero en todo caso, ellos no se conocían (aquí es donde algunos amigos muggles dirían 'ni que fuera bruja para saberlo').

"Oye, los niños... se empeñaron en llevar al gato con Madam Pomfrey... Y aunque seguro les gritó por llevarle un gato... Es probable que a estas alturas esté... bien."
Ya fuera con ella, o con el guardabosques.

[Henry Leyden]

Ni estaba ella para preguntar, ni él para responder, pero lo cierto es que había tenido suerte. Había preguntado por ella al llegar, y se había acercado siguiendo como pudo las indicaciones. Hubiera podido preguntarle a alguna persona cercana. Pero había dado con ella a la primera.

Y ahora ella le decía que probablemente no era la persona a la que estaba buscando.
"¿En serio? ¿Por qué?", dijo, entre esperanzado y confundido.

Por el momento, sería bastante bueno que su víctima no hubiera sido la mascota de la prefecta de Slytherin. Ya más tarde podía angustiarse con la idea de haber lastimado al gato de un niño tímido de primero o de una chica deprimida que no tenía a nadie más en el mundo.