Curiosidad profesional

[Armin Clayworth]

Agarró su vaso y lo levantó, momentáneamente olvidándose de la vergüenza que sentiría en otra ocasión en la que cayera en cuenta que estaba brindando por algo que no era cierto. Pero se le olvidaba, porque ella lo distraía con memorias falsas y hasta quizás cuando sea anciano trataría de encontrarla en los anuarios de la escuela.
"Por nuestra muy normal y longeva amistad" resumió como si ese fuera su trabajo, acercando su vaso al de Amelia, sin tocar el de ella. Si había que hacer un brindis en serio donde chocan los vasos, definitivamente no era algo que esperaba.

[Armin Clayworth]

Sonrió brevemente, levantando el vaso hacia su rostro como tratando de esconder el gesto. Dió un sorbo antes de contestar, notando muy de golpe lo empalagosa que era la bebida. Había pedido lo mismo que ella por impulso, quizás esta era la tercer vez en la vida que tomaba soda.
"Como en los viejos tiempos" agregó, como para cementar todavía más que podrían haber sido compañeros. "¿Es siempre así de dulce?" preguntó, refiriéndose a la soda, aunque parecía un comentario confuso de esos que no se sabe de dónde salieron o a qué se refieren.

[Armin Clayworth]

¡No, diabetes no! Si Lea perdía un pie por su culpa iba a tener que dedicar toda su vida a cargarla por todos lados. No importaba si le ponían un pie ortopédico mágico, la culpa lo iba a obligar a tratar de llevarla en brazos a todos lados.
Se le escapó una risa en voz baja con el comentario de ella. "Dulce y humilde" se corrigió, mientras acomodaba su vaso otra vez, porque le había quedado muy hacia un costado. "Y hablaba de la soda, obvio" la miró sonriente, esa era su idea de un chiste. ¡Ahí venía la comida! Una hamburguesa casi cruda, y otra casi quemada, idénticas como ellos dos.

[Armin Clayworth]

Me lavo las manos de todas estas acusaciones hasta que no haya evidencia concreta contra el buen nombre de Armin, en todo caso va a admitir que se pasó de halagos con la soda.
Sonrió de lado "De todas las cosas que te debo haber dicho en Hogwarts" comenzó la frase, pero ahí llegó el mesero, comenzando por dejarle el plato a Amelia frente a sí, "creo que esa es la más..." no sabía si era mejor dejar hablar por completo para no incomodar al mozo (como si a éste le importara lo que dijeran dos clientes) o seguir "apta para todo público" finalizó en voz más baja. El mozo dejó el plato frente a él y agradeció. El mozo les preguntó si necesitaban algo más, Armin la miró con las cejas alzadas.

[Armin Clayworth]

Negó con la cabeza mirando al mozo, que se retiró sin prestarles más atención porque un comensal en otra mesa estaba mirándolo fijo con la mano en el aire, así que Armin miró a la Gryffindor mientras se aguantaba una risa.
"Te dije que tu hamburguesa iba a estar tan cruda que sigue viva" acusó en un tono risueño mientras trataba de no reírse en voz alta. "No sé qué vacas rugen, pero ahí tienes un vivo ejemplo" en realidad ese era su método de tratar de hacerla sentir menos avergonzada, vaya a saber si funcionaba. Acomodó su propio plato delante de él, con esa hamburguesa súper cocida.

[Armin Clayworth]

"Buen provecho" repitió con una sonrisa, agarrando los cubiertos. Porque claro, aunque él había dicho que había pedido lo mismo que Amelia, había una enorme diferencia entre la jugosa hamburguesa doble con queso de ella y lo que había recibido él, una hamburguesa bien cocida al plato con puré de papas. Qué mal hace rolear comida, siempre me da ganas de comer.
Cortó un pedazo de carne y lo hundió en el puré con el tenedor, levantándolo envuelto en puré. Quizás era raro que comiera así, Armin no estaba seguro, pero el ruido del estómago de ella lo había inspirado a enfocarse brevemente en la comida, para que no le sucediera lo mismo.

[Armin Clayworth]

Sonrió mientras masticaba, haciendo un esfuerzo por no soltar aire por la boca y terminar riéndose y escupiendo puré y hamburguesa, como para que Lea decida no volver a verlo y dejar de pretender que lo conocía de verdad.
Tragó. "Gracias por pensar en mí, La próxima directamente podemos ir a algún bosque, cazamos algo y puedes comértelo crudo... así la próxima salida sea pensando en ti" ofreció sonriendo con los labios apretados, cortando otro pedazo de hamburguesa y levantando algo de puré en la carne para volver a llevárselo a la boca.

[Armin Clayworth]

Que ella hiciera en énfasis con eso de 'la próxima vez' que él mismo había dicho, y dos veces seguidas momentos atrás, hizo que se sintiera un poco avergonzado, como si acabara de admitir que no querría que verla fuera una cosa de pura casualidad que se terminaría cuando se despidieran ese día. Armin pensaba que quizás ella solamente estaba ahí socializando despreocupadamente, que esto le ocurría a diario y que daba pena que él pensara que habría próxima vez. Igual no quería demostrarlo, así que trató de no cambiar la expresión.
"¿Para que coma perro crudo?" preguntó en voz baja, hacindo una exagerada mueca de desagrado. Que no lo escuchara nadie del trabajo haciendo un comentario en broma tan desagradable, o perdería el puesto más rápido que lo que tarda una Aparición.

[Armin Clayworth]

Arrugó la nariz con la mención del perro (más que nada porque imaginarla a ella tan tranquila comiendo perro era lo más creepy), pero sonrió. "Pasé los primeros tres años de mi educación mágica pensando que la carne en la sopa de los martes" solyanka "era hecha con la carne de todas las mascotas confiscadas por la escuela, así que debo admitir que este perro está delicioso" bromeó.
"Veo que tienes algo especial con las carnes misteriosas..." mencionó alzando las cejas. "Quizás así es como te gustan, bien exóticas" acusó en chiste.

[Armin Clayworth]

Trató de quedarse serio durante la acusación, ¡el frío y el hambre le ganaban a los rumores! Le causaba mucha gracia el dedo de Amelia, haciéndolo sentir como si tuviera 10 años otra vez.
"No te creo" le dijo, cortando un pedazo de hamburguesa y dejándolo pinchado en el tenedor. La miró con los ojos entrecerrados como si estuviera analizándola. "Tienes cara de persona que come de las carnes más exóticas y caras de todo Londres" levantó el tenedor y se lo llevó a la boca, pensando que si masticaba iba a poder disimular mejor la sonrisa. No le estaba saliendo muy bien.

[Armin Clayworth]

-Cierto- pensó, aunque la acababa de conocer ya había hecho una conexión mental de Amelia con un trabajo que no estaba nada relacionado con la música, por lo que el comentario de ella se lo recordó. Si sigue así, Lea va a ser 'mi compañera de Gryffindor que trabaja como prostituta' aunque él nunca fue a Hogwarts y Amelia es pianista.
Apretó los labios mientras tragaba, para no reírse y llenar de comida el rostro de la morocha. "Lo de la proteína animal es algo que eliges no comer a diario, ya hablamos de muchas criaturas que son comestibles y a las que rechazas ingratamente" apuntó con una sonrisa. "Puedes quejarte de que no hay muchas opciones para obtener papas fritas, si quieres" o salían de una papa, o había que ser en extremo creativo.

[Armin Clayworth]

Algún día, cuando Amelia sea rica y poderosa, podrá enterarse de las primeras impresiones tan erradas que dio y reírse. Eso, o mandarlo a matar, siempre hay más de una opción pero esa es la que recomiendo. Sin presiones, Amelia.
Frunció el entrecejo mientras también se hacía hacia adelante para escuchar lo que le estaba contando. "¿Cómo que papas de harina?" soltó en voz baja, confundido, incapaz de imaginar tal cosa. No entendía nada, ¿por qué usar papas de harina cuando existían, bueno, las papas? ¿Y por qué habrían de congelarlas? "Esta gente la verdad es que hace cada cosa incomprensible..." agregó, dejando escapar un poquito de lo que pensaba y generalmente buscaba disimular.

[Armin Clayworth]

Amelia es demasiado joven como para empezar a cerrarle las puertas a opciones de vida tan sofisticadas como esas. Si junta todo lo que sus amantes pueden ofrecerle en todo sentido, dudo que vaya a faltarle algo en su camino a la fama. Y cuando sea famosa, puede cambiar de modelo por unos más nuevos o más interesantes, como si fueran automóviles.
"No te voy a juzgar por ir a un supermercado m-" claro, muggle, quizás no hacía falta que aclarara, así que no dijo nada "pero... sí, bueno, te juzgo un poquito" sonrió de lado, bromeando, antes de tratar de poner 'cara de persona que te juzga'. Quizás a otra persona la juzgaría con más facilidad, pero en Amelia era solamente algo que la hacía más interesante. Excéntrica, tal vez, esa forma en que ser raro se convierte en algo envidiable e inalcanzable para los que no poseen el encanto.

[Armin Clayworth]

Eso de mandarla a un convento no es garantía de nada, creo que vamos a tener que invertir en comprarle una copia del VHS a Jasper de The Sound of Music así ve que aunque mandes a una chica a un convento en el medio de las montañas, nada te asegura de que no se va a enamorar de un tipo y terminar con él.
Masticó lento mientras la escuchaba, como si comer y enfocarse en entender lo que Amelia le contaba fuera demasiado complicado. No entendió lo de las rayitas en las imágenes, pero no le sorprendería que los muggles hicieran cosas raras con la fotografía. "Al menos ustedes tuvieron Estudios Muggles, seguramente algo aprendiste si entiendes todas esas cosas que mencionaste" trató de darle ánimos, momentáneamente olvidándose que en la vida de fantasía que se inventaron ambos fueron compañeros en Gryffindor.

[Armin Clayworth]

Seguro que Amelia eventualmente encontraría uno de esos hipermercados que tienen una guardería para niños, y dejaría ahí a Armin mientras ella hace las compras de sus papas que no están hechas de papa y otras locuras que solamente se le ocurren a los muggles.
"Yo siempre me porto bien" se defendió, hundiendo el tenedor en lo último que le quedaba del puré. "Pero no sé cuál es tu idea de aventura, definitivamente tienes cara de alguien que lo ve como sinónimo de actividades ilegales" acusó en tono serio, aunque obviamente solamente estaba bromeando. Alguien que comía la carne tan cruda no podía ser catalogada de otra manera.