Te he traído un regalito

[Frankie Gibbs]

A finales de febrero, Frankie trabajó para Gringotts en Egipto. Esta asignación fue mucho más sencilla y acabó ilesa, no como la última vez. Era básicamente explorar más a fondo una tumba ya abierta, solo por si había quedado algo olvidado: algún pasadizo, una trampilla o algo similar. A Frankie le encantaban estos trabajos porque hacía un poco de detective, descifrando alguna inscripción en la pared que pudiera dar alguna pista pasada por alto. En este caso no encontraron gran cosa, solo un baúl oculto en la pared.

Y fue con ese mismo baúl que se presentó en Gringotts. Después de verificar que no estaba encantado por fuera decidió llevarlo así tal cual, más que todo para que supieran que no se había llevado nada de ahí. No que hiciera eso muy seguido, solo cuando le piden que busque algo en particular y si en el camino se encuentra con otra cosa pues no debía pasar nada que se lo quedara, ¿no? Por supuesto.

Tras pasar la seguridad se llegó a las salas donde revisaban el inventario. Tenía el baúl levitando a su lado y cuando entró vio a una castaña que conocía bien, o eso pensaba ella.

"Te he traído un regalito" le dijo con una sonrisa.

((Finales de Febrero o principios de Marzo. Cualquier hora del día. Reservado))

[Prudence Ritchie]

Debido a que ella disfrutaba no tener que ir a misiones, fuera o dentro del país, a principios de año se había postulado con muchísimo gusto para un cargo de curador de colecciones. Se trataba de un trabajo aburridísimo dentro de unas bóvedas frías y solitarias en las que los duendes guardaban los objetos que los Rompedores traían y que no pensaban comercializar de inmediato, que necesitaban ser evaluados antes de su venta o que permanecerían en Gringotts por un largo tiempo por diversas e inespecíficas razones. Las funciones que ella realizaba eran muy simples: se encargaba de la inspección, cuidado, preservación e inventariado de los objetos; por lo que, exceptuando las contadas ocasiones que tenía que socializar con humanos, creía que ese trabajo era perfecto. Al menos era mucho mejor que estar en la casa de Cambio Monetario de Gringotts.

Esa sala a la cual Frankie acababa de entrar, una mezcla entre una sala de referencias (los estantes con pergaminos y libros) y una de inspección inicial, era el lugar en donde Prudence pasaba gran parte de su tiempo, sentada detrás de un mesón alto y largo con espacios para guardar instrumentos y materiales mágicos.

Era el último viernes del mes, un día tranquilo con pocas visitas y mucho tiempo para actualizar los cuadernos de inventario, que era lo que hacía cuando escuchó que alguien entraba a la sala. Preparó su mejor gesto de pocos amigos para recibir al forastero, pero lo cambió en cuanto reconoció a Frankie y entonces le ofreció algo así como una sonrisa tímida e incómoda, eso significaba que se alegraba de verla en una sola pieza.

Alzó una mano que movió suavemente, "Espero que lo hayas desencantado correctamente" dijo, para complementar el saludo.

((1992 fue un año bisiesto, así que finales de febrero, 28 que cayó viernes. El mesón es como este mueble pero marrón para que sea acorde a la estética del banco, con una silla a cada lado.))

[Frankie Gibbs]

Prudence le caía súper bien. Por un lado era de confianza en el trabajo, lo cual es un alivio si tienes que depender un compañero en algunas situaciones. A veces le parecía graciosísima en su manera de hablar pero quizá lo que más le gustaba era su manera directa de ser. Sentía que en ese sentido eran similares, aunque Frankie no sabía si le caía bien. Quería creer que sí.

"Si y no" respondió acercándose al mesón, con el baúl siguiéndola. "Lo de fuera sí, pero no lo he abierto así que puede salir cualquier cosa" añadió. Cuando llegó al mesón apoyó los antebrazos, con el cuerpo hacia adelante. "Sentía que le faltaba algo de emoción a tu vida así que te traje una incógnita" dijo con una sonrisa. Era mentira, claro, había sido guiada por la más pura flojera al no desencantar el interior.

[Prudence Ritchie]

Bajó su mano despacio, asimilando lo que Frankie le comunicaba. Ella le caía bien, sobre todo cuando hacía bien su trabajo, pero a veces, le parecía demasiado arriesgada y energética, y eso como que no le gustaba tanto. No todo el tiempo al menos, por eso le agradaba verla de vez en cuando para que le diera tiempo de recuperarse.

Relajó la cara porque ya le dolía de tanto casi sonreír, en cambio arrugó un poquito la nariz, mirando el baúl con aburrimiento "Ok, gracias" dijo, cero emoción le causaba abrir un baúl encantado. Sacudió la varita para cerrar el cuaderno y enviarlo al estante que tenía detrás, "¿De dónde lo sacaste? Quiero todos los detalles" pidió (que viniendo de ella sonaba a algo así como una orden), ya que así podía prepararse mejor para lo que sea que tuviera dentro.

[Frankie Gibbs]

Ella no dejó de sonreír. Sentía que una de las dos tenía que traer el buen humor a la habitación y Frankie se sentía con ánimos para ofrecerse de voluntaria.

Bajó la mirada, intentando ordenar los eventos de forma que Prudence no la regañara por ser dispersa o poco específica. "Era una tumba ya explorada. No por nosotros sino otro grupo que no era británico. Nos mandaron a revisar las sobras. La cámara continua al sarcófago estaba prácticamente vacía pero había una irregularidad en la pared. No era fácil de ver pero ya sabes" le guiñó un ojo "Tras romper la piedra, había un hueco hecho específicamente para que cupiera este baúl y de ahí lo saqué. En realidad no tenía ninguna maldición exterior, pero apliqué los hechizos de todos modos" explicó. Y si seguía viva después de tocarlo debía ser que no estaba maldito o hizo bien los hechizos. Una de dos.

[Prudence Ritchie]

Nunca estaba muy segura de recordar todo lo que sus compañeros de profesión decían sobre los artefactos que llevaban a Gringotts, principalmente porque eran muy dispersos, por lo que había optado por tomar notas mientras hablaban. Tenía una libretita a la mano y allí comenzó a escribir algunas de las cosas que Frankie relataba -Ya explorada. No británicos. No sarcófago. Pared...- Alzó la mirada, no sabía a que se refería mucho menos con ese guiño, pero ok, continuó tomando notas.

Hizo un movimiento de varita para que el baúl se situara en el centro del mesón, "Bien hecho" le dijo, porque le parecía correcto que siguiera el protocolo y tomara las medidas necesarias aunque solo fuera por precaución. "¿Tenía cerradura? ¿Había inscripciones?" inquirió, no quería adelantarse pero esos podían ser indicadores de sorpresas internas como polvos y ácidos irritantes.

[Frankie Gibbs]

Negó con la cabeza, alzando las cejas, con la mirada puesta en la libreta de Prudence, pensando en lo organizada que era. "No tenía nada, por suerte. De haber sido el caso creo que ya lo habrían encontrado" explicó. Ojalá se supiera la mejor de su campo pero no lo era, solo la que aceptaba todos los trabajos que le dieran. "Para ser honesta, no tengo idea de cómo me di cuenta que había algo raro en la pared, era como una ligera hendidura apenas perceptible. Fue solo una corazonada" dijo. Quería creer que tenía buenos instintos y que gracias a ellos seguía viva.

[Prudence Ritchie]

Escribió unas palabras más en la libreta, gracias a la información que Frankie le había proporcionado asumía que se trataba de un baúl seguro, lo que podía significar que no era muy valioso o que sí lo era y solo había estado muy bien escondido.

Miró a Frankie, pensando en decirle que lo había conseguido porque era buena en su trabajo, pero terminó haciendo un pequeño gesto de disgusto cuando escuchó la parte de las corazonadas. Suspiró y volvió a concentrarse en el baúl, "No hay corazonadas, Frances Gibbs. Somos magos y tenemos premoniciones o experiencia laboral" su comentario iba sin ánimo de regaño, pero se disculpaba si así sonaba.

Movió la varita alrededor de su cuerpo y luego apuntó al baúl, "Voy a abrirlo, haz tus hechizos protectores" advirtió.

[Frankie Gibbs]

Sonrió de medio lado al tomarse lo que dijo como un cumplido. No necesitaba la aprobación de Prudence para saber que hacía bien su trabajo, o al menos que hacía su mejor esfuerzo, pero era agradable escucharle decir que tenía experiencia. Prudence llevaba más años trabajando y Frankie la veía como mentora hasta cierto punto. No olvidaba que llevaba poco tiempo en esa carrera y que todavía estaba en el proceso de que la tomaran en serio.

Se incorporó, sacó su varita y la movió de arriba abajo y alrededor de ella, siguiendo las órdenes de Prudence, luego la miró como para que supiera que estaba lista. Esperaba que el baúl tuviese algo medianamente valioso, para justificar su viaje a los duendes.

[Prudence Ritchie]

Prudence llevaba varios años huyendo de la parte de asaltar tumbas y más años haciendo trabajo fastidioso o que requería varitas para los duendes, pero esos eran detalles, igual durante los años que vivió en Egipto no se había salvado de vandalizar visitar tumbas.

Le hizo un gesto de 'ok' con una mano a Frankie y luego con concentración murmuró hechizos más complejos que un simple Alohomora en dirección al baúl, fue probando varios hasta que finalmente hayo uno que abrió la tapa con un suave 'crack'. Del interior del baúl comenzó a salir una niebla que bien podía tratarse de polvo pica-pica para fastidiar a los curiosos o polvo normal que se había acumulado mágicamente luego de tantos años sin abrir.

[Frankie Gibbs]

Agitó su varita haciendo un círculo hacia arriba, creando una burbuja que contuviera el polvo que estaba saliendo del baúl. Podían ser muchas cosas o nada, pero se había acostumbrado a almacenarlo por aquellos compañeros que eran alérgicos hasta del polen.

Había creado una bola del doble de una de fútbol llena de partículas blancas. La mandó a levitar a un lado para que no estorbara la visión del interior del baúl y miró a Prudence para saber si ya se podían acercar.

[Prudence Ritchie]

Observó la burbuja sintiéndose un poquito orgullosa, como cuando el pequeño saltamontes hace algo que no esperabas y lo hace bien.

Siguiendo el manual de desembalaje de objetos lanzó unos hechizos más para asegurarse que el interior estaba libre de contramedidas y luego asintió en dirección a Frankie, estaba hecho. "¿Quieres acercarte primero?" a ella no le daba miedo, pero le cedía los honores a su compañera porque ella era quien lo había descubierto.

[Frankie Gibbs]

Miró a Prudence con las cejas alzadas y una sonrisa divertida. "¿Por qué? ¿Te da miedo?" Preguntó. No hay que olvidar que Frankie tiene esos episodios donde actuaba como una pre adolescente. Bueno, no como una, como ella cuando tenía doce que quizá es peor.

Pese a haberle preguntado, sí tomó la iniciativa y se acercó al baúl con la varita alzada. Se puso de puntillas para ver el interior a la distancia y dudó de lo que vio, así que terminó de avanzar confirmando lo que ya había visto.

"Es...¿Ropa?" Dijo al ver unas telas color crema. Quizá era una manta o algo que protegía el interior y miró a Prudence para que se acercara a mirar también.

[Prudence Ritchie]

Puso los ojos en blanco y estuvo a nada de revocarle los derechos de descubrimiento. Por favor, ¿Ella? ¿Miedo? Claro que sí tenía Le parecían un poco fuera de lugar esa clase de comentarios, no tenía sentido que le tuviera miedo a lo que fuera que hubiese dentro de un baúl encantado cuando su trabajo era abrirlos.

-¿Ropa?- Se acercó y arrugó la nariz al ver lo que había en en interior, a simple vista podía tratarse de cualquier cosa, igual iban a necesitar sacarlo de ahí. Hizo otro movimiento de varita para que la tela saliera lentamente del baúl y les permitiera observar que más había, "¿Sabes a quién pertenecía la tumba?" preguntó.

[Frankie Gibbs]

Levantó la vista cuando Prudence alzó la tela, que efectivamente era ropa de la época. Normal, no podían llegar a la otra vida sin un cambio de ropa.

"Ningún faraón" respondió bajando la vista hacia el interior del baúl. Dentro había más que todo lo que parecían vasijas, nada excepcional pero que seguían teniendo valor. Algo en su interior suspiró de alivio: no había sido un viaje en vano. No creía que estuviese encantado pero miró a Prudence por si ella quería hacer algún tipo de hechizo previo antes de extraer el contenido.