Pociones con el alfabeto

[Naomi Sewell]

((Edito si me fumé algo))

A las 2 pm en punto, Naomi comenzó a recoger sus cosas, preparándose para salir de la parte trasera de Flourish & Blotts, donde se encontraba la oficina en la que procesaban las órdenes de compra vía lechuza, y moverse al frente de la misma como cualquier otro cliente; quería buscar un libro que uno de sus tutores había recomendado como lectura complementaria para el tema que estaban estudiando esa semana. La mañana había sido relativamente tranquila, salvo por un pedido que incluía un título difícil de conseguir y que necesitaban comprar a un proveedor radicado en Brasil, y ella había tenido tiempo suficiente para armar el esqueleto de un ensayo que ahora planeaba llegar a casa y comenzar a redactar.

Se despidió con un amable 'nos vemos mañana' y se dirigió a la zona donde estaban las biografías. Tal vez en la vidriera directamente a su derecha, ese día se exhibía un ejemplar de 'Pociones con el Alfabeto: Frutas y vegetales con propiedades mágicas de la A a la Z'.

[Mason Storstrand]

Su mamá le había pedido que pase por el callejón a buscar un pedido que hizo en Slug y Jiggers cuando saliera del trabajo, por lo que ahora caminaba con una mochila repleta de cajas y bolsas que no eran propias arriba del bollo en el que se había convertido su chaqueta del trabajo. No trabajaba esa noche, por lo que ya estaba planeando el resto de su tarde como una maravillosa oportunidad de ir a su casa, decirse a sí mismo que iba a ordenar su habitación y el living room, terminar encontrando algo distractor en una caja, y pasando el resto de la tarde jugando con lo que fuera a encontrar.
Pero hablando de pasar y encontrar, caminar junto a la vidriera hizo que se detuviera de inmediato cuando algo le llamó la atención por el rabillo del ojo. Se giró, para encontrarse con el amor a primera vista de su vida: la tapa del libro exhibía un muy sensual plato de mangosteens en la esquina inferior izquierda. Se acercó hasta pegar la nariz contra el vidrio.

[Naomi Sewell]

Interesante reacción, tomando en cuenta que lo que la vitrina ofrecía era una simple imagen. Si, en cambio, lo que hubiera ahí fuera un plato real con fruta 100% comestible, ¿Mason se habría lanzado contra la ventana que lo separaba de su gran amor?

Apartó la mirada del estante que estaba examinando en búsqueda del libro cuando escuchó el sonido de algo pegando contra el vidrio a su derecha. No era inusual que los niños golpearan con las manos, o que alguna lechuza volara demasiado cerca (y por eso a ella le daba mucho gusto no estar a cargo de la limpieza del lugar). Lo que vio, sin embargo, no era un ave, y ciertamente no tenía la estatura de un infante. Se acercó unos pasos a la mesita donde se exhibía el libro, para poder checar mejor de qué se trataba, y sonrió cuando reconoció al quién responsable. Levantó su mano derecha para agitarla y tratar de robar la atención de Mason a los mangosteens.

[Mason Storstrand]

Si hubiera fruta 100% comestible y 100% gratis, Mason hubiera roto el vidrio a cabezazos para obtenerla. ¡Mangosteens! Solamente había leído sobre esa fruta, y la ilustración había sido terrible, nada que ver con esa hermosa fotografía en el fondo del compuesto que hacía la tapa del libro. Era como cuando te gusta un artista muy underground y de repente lo ves en la tapa de una revista.
Cuando notó el movimiento dentro de la librería pensó que sería alguien haciéndole shoo shoo con la mano para espantarlo, así que despegó la nariz del vidrio y subió la vista con expresión derrotada cuando notó que era "¡Naomi!" saludándolo. Sonrió, agitando una mano también. Abrió la boca como para hablarle, pero claro, estaban en distintos lados de la vidriera, habría que solucionar eso primero.

[Naomi Sewell]

Ya podrás decirme tú ahora, ¿pero es que la sala común de Hufflepuff no tiene puertas, que Mason no se familiarizó bien con el concepto en la escuela?
Detuvo el movimiento de su mano al estar segura de que su amigo ya la había visto, y su siguiente impulso fue salir corriendo al callejón. Pero en serio quería llevarse la biografía ese día para poder comenzar a leerla por la noche, así que movió la cabeza para apuntar a la entrada de la librería. "¿Entras?" gesticuló con los labios sin dejar escapar sonido.

[Mason Storstrand]

Me hieres, Naomi, me hieres. Sigo esperando que, siendo la única persona que sabe de este oscuro y horrible secreto mío, me consueles diciendo que nada que ver, que hubo un error. Pero no: crueldad.
Asintió con la cabeza, señaló también hacia la entrada de la librería mirando a Naomi para confirmar que ahí iba, y caminó rápidamente en esa dirección mientras la mochila rebotaba suavemente en su espalda. Prometo que el entusiasmo es más por su amiga que por el libro de frutas con propiedades mágicas y esos sensuales mangosteens.

[Naomi Sewell]

Esperabas demasiado de mí, entonces. Me disculparía, pero es un error común.
Giró sobre sus talones para regresar al estante y a la búsqueda del libro que planeaba comprar, aunque no se concentró 100% en eso, mirando por el rabillo del ojo hacia el espacio donde Mason tendría que aparecer de un momento a otro. Una vocecita en su mente ya estaba preguntándose por qué la mochila de su amigo se veía tan llena. ¿Es que se iba de campamento esa tarde, o había huido de casa y planeaba dormir en un parque?

[Mason Storstrand]

Qué lindo si Mason, a su edad, decidía que no quería vivir más con sus papás después de pelearse con ellos, y guardaba todas sus pertenencias en una mochila para irse a vivir a un parque. Después la policía seguro que terminaba llevándolo hasta su casa, justo a la hora de la cena, para que le pida perdón a sus padres.
Caminó hasta donde estaba Naomi y se detuvo unos pasos detrás de ella. "¡Hey!" saludó animadamente, levantando una mano para mostrarle la palma en forma de saludo. Así se saludaban los adultos, ¿no? Los adultos que iban con mochila por la vida.

[Naomi Sewell]

Bueno, no puedo decir mucho sobre la mochila, mas sí he visto a adultos saludarse de ese modo. Considerando que Mason y Naomi no están por iniciar una importante reunión de negocios, el gesto me parece completamente apropiado y válido.
Se tardó un par de segundos más en voltear para contestar a su amigo que la persona decente promedio, pero la innegable realidad es que es lo bastante egoísta como para querer extender el tiempo que tenía para encontrar su libro todo lo que los buenos modales lo permitieran. Como no dio con el título con la mirada y el reloj seguía avanzando, desistió y dio media vuelta, mostrando una enorme sonrisa. "Hola, Mason" devolvió el saludo. "¿Te vas de viaje?".

[Mason Storstrand]

Ah, pobre Naomi, amiga de Mason: destructor de búsquedas de libros, egresado de Hufflepuff. Eso es lo que quiero que quede en su lápida mortuoria, a menos que tantos caracteres sea demasiado caro. En ese caso con un 'I ♥ Mangosteens' alcanza, sin el nombre.
"¿Huh? No" contestó de buen humor, sin entender. "¿Tú sí? ¿A dónde vas, Naomi?" preguntó con entusiasmo, esperando ver quizás una pila de libros sobre viajes cerca de la rubia. Aparte se la imaginaba como el tipo de persona que investigaría antes de ir a algún lado.

[Naomi Sewell]

-¿Cómo?-. Lo miró, haciendo totalmente evidente que no captaba por qué le había volteado la pregunta. "Mase, tú eres el de la mochila a reventar" comentó, inclinando un poquito la cabeza para señalar el objeto. -No me digas que cargas todo eso a diario-. "Si no estás emprendiendo la aventura de tu vida esta tarde, recomiendo que consideres ser más selectivo con lo que llevas contigo en tu día a día" añadió, no por completo en broma. Se preocupa por tu espalda, como buena amiga que es.

[Mason Storstrand]

((Cuatro años no son nada, no son nada))

-Ohhh- evitó el impulso de girarse para seguir la mirada de Naomi a la mochila, porque supongo que ya en el colegio aprendió que usualmente las mochilas tenían esa maldita costumbre de quedarse en el lugar cuando uno intentaba girarse sobre sí para verla. Y menos mal que no se dejó llevar por el impulso, porque seguro hubiera tumbado un par de libros.
"Todos los días son una excelente práctica para la aventura de mi vida" intentó justificarse, robando la idea de Naomi. "La aventura de hoy fue hacer los mandados de mi mamá, que es una aventura válida cuando vives con tus padres" se explicó, sin pena. ¿Para qué hacerse el cool si ella ya sabía que él no era cool?