Casi cómodo

[Emma Goulding]

((En este caso que van los dos seguidos haré como Ralph y postearé los dos en uno, ¿si?))

EMMA GOULDING

A pesar de todos sus intentos de estar tranquila, Emma no había estado tan nerviosa desde el día de su boda, aunque esta situación se le parezca bien poco.
Ese gran día implicaban demasiadas cosas para tomárselo a la ligera, esta noche era otro compromiso más que cumplir. Debería ser, más bien, uno relajado. Eran sus amigos, con los que había pasado varias cenas y varios ratos amenos. No era un cliente o el amigo de Hogwarts se Aldrich que tiene de simpático lo que Emma de comediante. Esto era bueno.

Sin embargo, no estaba lista. No estaba lista para presentar a Aldrich a sus amigos de cuando estaba soltera; no estaba lista para ver a Alfie feliz con otra mujer, sin duda no estaba lista para dejar el pasado atrás para bien.
Pero a fin de cuentas, la mayoría de las veces uno no madura gradualmente, pasa de repente, como un golpe en la cabeza.

Claro, estaba el asunto de Aldrich. Su esposo no frecuentaba esos sitios, y era la primera vez que conocía a sus amigos, quitando a Regina que había asistido a la boda. Aldrich no tenía ropa casual, o no lo suficientemente casual para la ocasión. Emma tampoco, si nos sinceramos, así que tuvo que salir de compras y poner a su esposo como una barbie, vistiéndolo, afirmando que "Sólo así no vamos a desentonar, cariño." Le había dicho Emma. Tuvieron un pequeño debate al respecto, claro, pero Emma, usando sus mejores armas femeninas, terminó ganando. "Siempre estamos con tus amigos y sabes que no todos me caen bien y yo sigo sonriendo. Si ellos no te agradan, sigue sonriendo, pero seguramente te van a caer bien, son simpáticos, ¡Y ya conoces a Igritte!" Afirmó Emma. Si, claro que sabía que se llamaba Ingrid.

Debía admitir, también, que su esposo con camisa y jeans se veía particularmente bien. Casi no se podía notar que en el armario lo que había eran cerca de cien trajes distintos y que la última vez que fue a un club nocturno Emma estaba cursando Hogwarts todavía. Emma lo llevaba del brazo cuando entraron al local y no tardó nada en conseguirlos. Se creía capaz de encontrar a Alfie así sea en una multitud.

"Hola chicos." Saludó sonriendo, lo más simpática que pudo. Se aferró al brazo de Aldrich como si su vida dependiera de ello. "Este es mi esposo, Aldrich. Ellos son Ralph y Tessa, y estos son Alphonse y, bueno, a Ingrid ya la conoces." Presentó de la única forma que sabe: formalmente.

ALDRICH DALTON

A diferencia de Ingrid, Aldrich vivía en la ignorancia. Él creía que era una cena con los amigos de su esposa. No, no le entusiasmaba la idea, pero se lo debía. Emma toleraba a todos sus amigos, aún sabiendo que no todos merecen tal título. Aldrich era tan diplomático que a veces se creía que le caían bien personas que eran bastante idiotas. Desde que se graduó de la secundaria, todo se ha tratado del negocio. Conoce nuevas personas a diario, esto no era nada del otro mundo.

Empezó a preocuparse cuando Emma dijo que no tenían nada que ponerse. Está bien ella, ¿pero él? Tuvo que agarrarla de la mano y mostrarle su armario, para que vea que él si tiene que ponerse. Pero ella insistió, efusivamente, que no era suficiente. Aldrich había oído hablar de Esfinge, conocía a los Fletwock y a Ryder, no muy bien pero lo hacía. Sabía el tipo de lugar pero no le preocupaba desentonar vistiendo más formal que el resto, pero terminó cediendo porque se trataba a Emma y a veces le daba flojera discutir con ella.

Aunque se sentía extraño, reconocía que no lucía mal y mucho menos que su esposa se veía mal. Emma se veía particularmente bien en vestido corto. Podría decirle que debería lucir así más a menudo pero ella parecía feliz cubriéndose el ochenta por ciento de su cuerpo. Aldrich es experto en dejar ser a la gente.

La presentación se le hizo normal porque él también estaba acostumbrado a ese tipo de introducciones. Le estrechó la mano a cada uno "Ralph," Dijo, ya sabía que era sanador, sabía bastante de los Bagnold-Browne en realidad. "Tessa, ¿es de Teresa, no?" Preguntó casual, para ser simpático. Tessa le causó una impresión diferente pese a saber un poco de ella. Era mucho más bohemia de lo que la prensa y los rumores de la esposa de Ralph Bagnold-Browne decían. "Alphonse, e Ingrid, un gusto verte otra vez." Le dijo, sonriendo. En su mundo conocía a muchas personas pero pocas a fondo, Ingrid era una de ellas aunque sabía que era simpática y bonita.

Tomaron asiento.

[Emma Goulding]

ALDRICH DALTON

Emma y él no eran muy cariñosos entre ellos, por eso se le hacía un poco extraño que su esposa estuviese tan efusiva. Pensó que era probarle algo a los amigos, no entendía muy bien qué o porqué pero debía ser por eso. No hay que tener grandes habilidades de deducción para llegar a esa conclusión. No le molestaba el contacto físico pero le preocupaba la razón. Emma nunca hacía nada porque sí, era una de las cosas que le gustaban de ella, pero era, al mismo tiempo, muy difícil de entender. Hubiese preferido que le diera un adelanto en la casa, de forma que no lo tomara por sorpresa pero no era algo que no pudiese manejar. La idea era que los dos quedaran bien, por lo que simplemente seguiría la corriente.

Sonrió a Ralph "Si, lo es. He escuchado muchas críticas positivas del lugar aunque nunca habíamos podido venir. Emma siempre viaja y yo estoy trabajando constantemente. ¿Ya habían venido? ¿Les gusta la comida?" Preguntó de manera general al resto. Tenía la mano de Emma agarrada sobre su propio regazo, algo muy impropio de ellos pero no le molestaba. Varias veces pensaba en ser más demostrativo hacia su esposa pero no era algo que se le había sido inculcado o que lo haya visto en sus padres. El matrimonio para Aldrich era hacer concesiones y continuar con el linaje. Cumplir con las necesidades era importante pero no la prioridad. Cuando se comprometió con Emma creyó que tuvo mucha suerte porque era educada y bonita. Otros primos no tuvieron tanta suerte.

[Emma Goulding]

No sabía porqué se estaba sorprendiendo tanto con Aldrich, él había nacido para esto, para conocer gente nueva y caerles bien. Emma, que sólo la criaron para ser educada, a veces no lograba caer bien, pese a ese ser su trabajo ahora. Le daba apretones de vez en cuando a Aldrich en la mano, queriéndole decir que lo estaba haciendo bien, pero él lo podía interpretar como nerviosismo. Ellos no hablaban tanto como para conocerse las mañas o los gestos, no era como cuando estaba con Alfie.

-Basta- Se dijo, pero no hizo mucha falta distraerse ella misma, Tessa lo hacía por ella. Soltó una risa, no se había dado cuenta de que la había extrañado hasta ese momento. Tessa era una bocanada de aire fresco para su salud mental, la escuchaba y podía reír y no pensar, no te daban ganas de llamar la atención en un cuarto con ella porque Tessa te presta la debida atención cuando es necesaria. "Lo sé, no creo que lo vuelva hacer." Le contestó sonriendo. No podía hablarle largo y tendido allí, o en cualquier lugar si vamos al caso. Aunque la historia le decía que podía, no estaba segura de confiar en alguien casada con Ralph, mejor amigo de Alfie. Era una conexión demasiado corta para su tranquilidad.

Aunque no agregó nada más a la conversación, se rió cuando correspondía, no como siempre hacía en las reuniones que era una conducta condicionada, 'si alguien dice algo y después se ríe, tú también debes hacerlo', sino real, del fondo del estómago. Emma reía porque quería.

A todas estas, no miraba en ningún momento a Alfie, como si él no existiera. Si hablaba, bajaba la mirada y escuchaba. Podía ver a Ingrid de vez en cuando, por unos segundos. Ya la conocía, por supuesto. Era bonita, pero no en exceso y podía notar que era lo suficientemente simpática como para soltar chistes certeros, pero era demasiado pronto para sacar alguna conclusión, o decir que estaba a la altura de Alfie.

[Emma Goulding]

ALDRICH DALTON

Aldrich sentía una sensación extraña. Por un lado, se reía de la mayoría de los chistes o, al menos, sonreía a ellos. Tenían un ritmo acelerado, a veces le costaba seguirlos a todos. Tessa era, sin duda, un personaje. ¿Cómo a alguien se le olvida que es vegetariano? Alguien que realmente no quiere serlo, por supuesto. Existen las personas despistadas, claro está, pero no para esas cosas. Era absurdo pero simpático, y más simpático le parecía que el resto le creyera. Tal vez no lo hacían pero seguían la corriente. Si, debía ser eso.

"No me llaman Al desde el colegio, pero pueden decirme así si gustan." Contestó a Alfie, al ser esa la única pregunta directa hacia él. A los de su círculo siempre se les llama por su nombre completo, pero ellos no estaban en su círculo.

El lado negativo de esto es que se sentía fuera de todo. Era normal, pensó, porque no conocía a nadie y todos eran amigos. Su esposa tenía razón, iban a desentonar, aunque no debió referirse a la ropa. Miró a Emma en cierto momento. La había escuchado reírse pero ahora que la veía, ella tampoco parecía cómoda. Miraba su regazo, como si estuviera triste, lo que tampoco tenía sentido. Estos eran sus amigos, ¿cierto?

Le dio un beso en la coronilla, para darle algún tipo de ánimo.
Si, debería ser más cariñoso con ella, o tal vez pensaba eso porque empezaron a hablar de sexo. Él no podría discutir eso tan abiertamente, mucho menos con desconocidos y sin una pipa y un buen bourbon. Le parecía incorrecto hablar de eso frente a damas pero eran ellas las que sacaron el tema. Su vida sexual con Emma no era del todo activa, pero creía que era por sus agendas y ella no parecía necesitarlo, él sí pero no quería forzar nada, era la única recomendación que le dio su padre con respecto a los matrimonios arreglados.

EMMA GOULDING

Esto era un desastre y no sabía a quien culpar, si a Tessa por sacar el tema del sexo o a Ingrid por ser tan vulgar. ¿Era realmente necesario hacer ese comentario? Ya todos sabían que estaban teniendo sexo. Ralph y Tessa lo sabían, Aldrich y ella lo sabían, hasta los de al lado también deben saberlo. Todo su cuerpo se tensó ante esa palmada en la rodilla y esa mirada pícara. Vulgar, vulgar, vulgar. Menos mal que ya Alfie no vivía en el mismo sitio, no podría soportar la idea de que tuviera sexo en su cama o sobre la mesada de la cocina donde hacían eggs in the basket, o bueno, él hacía y ella veía porque puede quemar una ensalada.

En eso, Aldrich hizo lo más inesperado. Lo miró después de ese beso en la coronilla y le sonrió. Era un buen tipo, quizás no pícaro o gracioso, pero ella tampoco lo era. No era cariñoso pero estaba haciendo un esfuerzo en ese momento para ella. Merlín, quizás debería dejar a Fred y tratar de tener más sexo con su esposo, poner más de su parte y no preocuparse por asustarlo si se le lanza encima en su oficina.

Volvió a la mesa, donde seguían discutiendo sobre vidas sexuales. "¿Podemos tener bebidas primero? Para estos temas se necesita algo de vino, Alfie." Miró a su ex por segunda vez en la noche con una sonrisa. Si, el vino era el mejor amigo de Emma, quizá hasta por encima de Regina.

[Emma Goulding]

ALDRICH DALTON

Ingrid era completa sorpresa. Cuando coincidían en alguna reunión social apenas la saludaba y seguía su camino. Su trabajo no era algo que lo beneficiara particularmente así que no se sentía en la necesidad de interactuar. Sin embargo, con el tiempo terminas conociendo por encima a todo el mundo y aunque siempre que volteaba a verla tenía una copa de algo y estaba riéndose, disfrutando de sí misma, nunca creyó que fuese tan... ¿liberal? No estaba seguro de que esa fuera la palabra pero quedaba bien por el momento.

En eso, miró a Ralph, pasando por Tessa primero. Tessa le llamaba mucho la atención. "¿Cómo está tu hermano Angus, Ralph? Hace mucho que no coincido con él en una cena. Tal vez no recuerdes pero yo estudié con él aunque no en la misma casa. Tengo ciertos recuerdo de ti, siempre estabas con un par de chicos delgados y uno muy obeso." Soltó, tranquilo. Naturalmente, no podía quedarse admirando a todos durante mucho tiempo, y lo único que podía sacar era lo que conocía. Decir que había sido amigo de Angus era demasiado, pero estudiaron juntos algunas veces. Aldrich nunca tuvo un grupo fijo en el colegio, pero no se llevaba mal con nadie. Las cosas no han cambiado demasiado desde entonces.

[Emma Goulding]

Tuvo que reír por lo bajo cuando Aldrich mencionó al amigo obeso de Ralph. No podía recordar la de veces que Alfie le dijo eso y ella no lo podía creer, aunque no tenía razones para no hacerlo. Ver a Alfie ahora y creer que antes era un muchacho gordo que no levantaba ni el polvo era muy inverosímil. Emma conocía a todos los Bagnold-Browne y Angus se le hacía el más simpático aunque nunca había hablado directamente con él. Siempre estaba persiguiendo a la bandeja flotante con los entremeses, algo muy gracioso y apropiado. Emma siempre estaba agitando su copa para que se llenara de nuevo mágicamente, lo cual era relativamente similar. Lo que le recordaba, ¿dónde estaba su vino?

"Yo vi a Luka hace un mes." Declaró Emma cuando lo mencionaron. "Está viviendo en una casa rodante y está recorriendo Europa. Me lo topé en Bruselas. Dijo que volvería a Inglaterra cuando se sienta él mismo otra vez o algo parecido. No estaba ebrio pero no puedo garantizar que no estaba en otra cosa." Se encogió de hombros. Su relación con el amigo de su ex nunca fue de las mejores, cordial en los mejores días. Ella nunca pudo justificar que un hombre de su edad estuviera en el sofá de su mejor amigo, vendiendo gorras para pagarse el ron. Sabía de sus circunstancias pero eso le pasaba a todo el mundo. La gente se moría a cada rato y el mundo sigue girando.
Emma, claro, no ha perdido a nadie, por eso la falta de empatía.

[Emma Goulding]

ALDRICH DALTON

Para que conste, creyó que estaba siendo técnico y bastante exacto con la palabra obeso. Era verdad, de todas formas, que así no habla la gente normal, quizás a sus espaldas con otra persona que también tenga ganas de admitir que estaba obeso pero no ahí. Por lo mismo, se sintió apenado al saber que era Alfie en persona quien había sido el amigo obeso del gordo Ralph.

Enarcó las cejas, sonriendo. "Discúlpame, Alfie. Jamás creí que una persona podría superarse a tal punto de sí mismo. ¡Está en mejor forma de lo que yo jamás estaré!" Se rió un poco, dirigiendo esa última frase a Emma. Eso no era necesariamente cierto pero era su manera de disculparse. Aldrich no era un tipo delgado, más bien grueso, hizo cierto deporte una que otra vez, más que todo con caballos alados y, aunque no le gusta mucho, algunos juegos de Quidditch entre los del círculo, los más fanáticos y, en algunos casos, contribuyentes directos de los equipos profesionales.

Negó con la cabeza mirando a Alfie. "No exactamente. Conocí a Charles en Hogwarts pero no estaba en mi año ni hablábamos mucho. Con Angus me juntaba para estudiar aunque ellos sí eran amigos, me parece que fue Angus quien me lo presentó." Trató de hacer memoria sin muchos resultados. "Pero hasta donde hemos hablado, parece bastante conforme con nuestro matrimonio." Agregó. Iba a añadir un 'a pesar de que Emma y él no son muy unidos' pero se lo reservó. Los detalles personales siempre se guardan.

Escuchó atentamente el relato de Alfie. -¿Revolucionaria?- Quiso saber, aunque nunca expresó la duda. Miró a Emma que no le quitaba los ojos de encima a Alfie mientras hablaba en una expresión que terminaba de descifrar. Parecía, ¿Molesta? Luego el final del cuento no dejó de cerrarle. Si se dejaron de caer bien, ¿Por qué habían organizado un reencuentro?

"Un bourbon igual, gracias." Le contestó.

[Emma Goulding]

Escuchar el relato de Alfie sobre su hermano le cayó un poco mal, aunque no estaba segura de porqué. Al principio se había puesto tensa, no creyó que ese fuese el mejor tema de discusión en el momento pero, ¿Interesante era la mejor palabra que se le ocurría? ¿Se estaba burlando de ella? Desde que se enteró del noviazgo inestable que tuvo con Alfie, su hermano bien podía vivir en Islandia y no haría mucha diferencia. Emma imaginaba que le daba exactamente igual que se casara con Aldrich o cualquier tipo, mientras no sea Alfie. O quizá exageraba. A veces creía que su hermano estaba decepcionada de ella por tomar un camino tan predecible, y no lo culpaba. Todo sería más fácil si estuviese enamorada de Aldrich, que le pasaran cosas como a Tessa que justamente el tipo que ama resulta ser alguien muy acomodado y con muy buen apellido. Suponía que esas cosas le pasan a la gente que tuvo una vida complicada y por eso es recompensada. Vale, ya estaba desvariando.

"Si, eso fue exactamente lo que pasó." Contestó al cuento de Alfie, mirándolo fijamente en una cara sin expresión. Lo siguió viendo para percatarse de la camaradería que tenía con Ingrid sobre eso, así que ella debía saber toda la historia. Perfecto, ¿No era que ninguno iba a decir nada al otro? ¿No habían quedado en eso? Pobre Aldrich, es el único que no entiende nada de lo que estaba sucediendo. Le dio un apretón en la mano (que tal parece es el único gesto amoroso que se saben, agarrar manos) y lo miró. Su comentario acerca de la obesidad de Alfie no le pareció tan lambiscón, aunque sí un poco. Quizá porque era casi una jerga entre ellos. Yo te adulo, tú me adulas, ¡Cerremos el trato! No esperaba que todo el mundo entendiera.

Le sonrió a Tessa por ser tan buena con Aldrich, y nada más verlo sabía que, por lo menos, ella le había caído bien. Emma no querría admitirlo pero Tessa era la que más le preocupaba. Era tan liberal y diferente que no quería que hubiese un choque. Se había equivocado, le alegraba haberse equivocado esta vez.

Después, tuvo que reír. "Qué cosas dices, Tessa." Contestó. "Yo nunca jugué eso, pero sospecho que en mi año el tipo apropiado para eso era Eugene Genkov. Claro que aquí nadie lo conoce pero, él." Bajó la mirada con algo de pena. Emma no era una persona tímida pero puede sentirse incómoda con mucha facilidad. Su zona de confort era de medio milímetro.

Y entonces, Ingrid. Definitivamente lo estaba haciendo a propósito porque nadie puede ser tan abierto frente a tantas personas sobre su relación y ¡qué conveniente! Frente a la ex. A Emma le hubiese gustado decirle que no engañaba a nadie y que si hubiese aceptado la vida que le iba a tocar con Alfie ella no estaría ahí. Seguramente estaría revolcándose con otro tipo del ministerio. Charlie sería un buen candidato para alguien como ella.

"No nos quejamos." Se adelantó a contestar con una pequeña sonrisa. Estaba siendo sarcástica, estaba segura de ello. Claro, si se sabe toda la historia debe creer que es una persona miserable al lado de un tipo que no quiere, pero eso no era cierto. Ella le tenía cariño a Aldrich, nada más por que era un buen tipo debía tenerle cariño, y eso era mucho más de lo que obtienen otras con matrimonios arreglados. Ingrid jamás lo entendería porque no tiene una familia como ella, nadie lo entiende y por eso la juzgan duramente. Si Emma hubiese tenido una crianza como la de Ingrid seguramente estaría con Alfie de haberlo conocido en esa realidad alternativa.

[Emma Goulding]

Ni siquiera Emma, que se jacta de estar tan consciente de sí misma había podido descifrar sus sentimientos con respecto a Ingrid. ¿Celosa? Quizá hasta cierto nivel, el más básico y carnal. Estaba celosa de que estuviese acostándose con Alfie, no podía evitarlo. Si Emma tenía una idea de lo que le gustaba era porque Alfie se lo había hecho saber. Estaría más celosa si supiera que Alfie estaba con una persona que estuviese más o menos a su altura, pero le faltaban algunas cosas, entre ellas el decoro. Quizá Ingrid no viera esto como algo importante y por eso se siente orgullosa de su personalidad tan moderna. En realidad, no le quedaba mal a su ex, si eso era lo que buscaba. Emma simplemente no veía a Ingrid suficiente, pero mucho menos podría soportar a una persona mejor. En cierta forma, debería estar aliviada, pero no era el caso.

La reunión había sido organizada por Alfie, aunque sugerida por ella. Si hubiese sido por Emma habrían comido en otro lugar, obviamente, un sitio donde te preguntan qué quieres tomar apenas te sientas en la mesa y ofrecen habanos recién traídos de cuba. Aldrich se habría sentido más cómodo y Emma habría empezado a beber hace media hora. Tal vez Ingrid estaría cómoda, el resto quizá no tanto, pero Emma ya estaría un poco ebria para darse cuenta.

Le dedicó a Ingrid una pequeña sonrisa con los ojos fijos en ella. Merlín, no podía soportarla, al menos no sin alcohol.

"¿Podrían disculparme un momento? No estoy de humor para bourbon sino tinto." Dijo a toda la mesa. Le apretó la mano a Aldrich. "No te levantes." Le susurró al oído, sabiendo que era costumbre que cada vez que una mujer se levantaba de la mesa los hombres se ponían de pie. Los hombres tipo Aldrich, al menos. Emma no dirigió ninguna mirada al resto de la mesa porque sabía lo que vería en sus caras. No engañaba a nadie más que a Aldrich al decir que cambiaba de opinión sobre su copa, todos saben que quería hablar con Alfie.

Al llegar a la barra se situó junto a Alfie. "Le dijiste." Lo acusó, sin afectación en la voz. "Creí que era lo mejor para esta cena que eso fuese puesto a un lado." Agregó buscando los ojos de Alfie.

[Emma Goulding]

ALDRICH DALTON

Definitivamente, Tessa le agradaba. Había sido un poco condescendiente pero eso estaba bien, al menos se le notaba la amabilidad. La podía sentir ahí, viviendo el momento con todos, cuando la mayoría de las personas que él solía conocer eran distantes. Agradecía que Emma se la hubiera presentado y se veía a sí mismo invitándola a su casa a cenar. O bueno, a ambos, porque no era correcto que una mujer casada se presentara en una cena sin su esposo. Soltó una risa por lo bajo, con el comentario de la bebida de una prostituta con clase, intrigado de lo que Alfie hubiese interpretado. Si a él le hubiese tocado, seguramente le habría traído un gin tonic o cualquier cosa que tenga una rodaja de fruta en el borde de la copa. Nada con imaginación, pero no podían culparlo. Sus tragos eran muy sencillos, algo puro con hielo o agua.

Miró a Emma frunciendo el ceño. No disfrutaba particularmente que hablaran por él pero ella tenía razón, ninguno se quejaba. Él estaba bastante conforme con su matrimonio y Emma nunca había mostrado señales de lo contrario, lo cual era un resultado más que satisfactorio en uniones como esas.

El comentario de su esposa al oído fue acertado porque estaba a punto de ponerse de pie. Seguidamente entendió que se iba a ver fuera de lugar, porque no era costumbre entre el resto de la gente. La miró irse hasta que Tessa le habló.

"Me dijo que no me pusiera de pie, lo cual es una costumbre mía cuando una dama se pone de pie en la mesa. Algo familiar." Le dijo a Tessa con una sonrisa despreocupada, quitándole importancia al asunto con el tono de su voz.

[Emma Goulding]

ALDRICH DALTON

Se revolvió incómodo en su asiento. Si comenzaba a relatar todas sus costumbres, era posible que Tessa lo tomara como un ser extraño. Generalmente se siente muy a gusto consigo mismo, para no decir siempre, es decir, no tendría porqué no sentirse así. Viene de una excelente familia, mejor que la de los Goulding si se toma en cuenta la antigüedad del apellido, fue por un largo rato uno de los solteros más codiciados según la Corazón, ahora el resto de los Bagnold-Browne deben estar en esa lista, maneja una gran empresa y tiene gustos y modales inmejorables. Sus padres lo criaron bien, un poco demasiado bien para alguien como Tessa.

Se rió un poco. "En realidad, me limito a hacer mi trabajo que es ser agradable y educado. Las sillas me ahorran una parte porque funcionan solas, aunque me parece que los elfos tienen algo que ver en eso y no frecuento mucho la calle, si te soy honesto." Le dijo a Tessa, viéndola en todo momento. Luego, desvió su atención hacia Emma, que parecía estar tardando demasiado para sólo cambiar de orden.

EMMA GOULDING

En principio, no podía creer que lo estuviese negando, lo cual era muy impropio de él. Su expresión era dura, pero sólo quien la conociera bien sabría que estaba molesta. Emma nunca ha sido una persona muy expresiva. "Aunque no aprecio mucho que digas que fuiste mi niñero, sin importar si lo fuiste o no, en realidad no me refiero a eso." Le dijo. Nunca quiso tomar a Alfie como su cuidador ni siquiera al principio, mucho menos ahora. "Me refiero al hecho de que le dijiste a..." Lanzó una mirada de soslayo hacia la mesa y solo pudo ver que Aldrich había volteado, por lo que giró la cara hacia la barra, por miedo a que le leyeran los labios. "Ingrid sobre nosotros. Ahora se jacta de su relación en aspectos que a mi no me interesa saber que además me parecen muy inapropiados." Le dijo, sonando mucho menos enfadada de lo que realmente estaba. "Porque no es posible que ella sea así." Finalizó. El barman se aproximaba a ellos en ese momento.

El deber ser (Y Emma lo sabía), era dejar las cosas como estaban, quitarle importancia al asunto, aguantar a Ingrid lo mejor que podía hasta que finalizara la velada, se prometiera a sí misma nunca hacer nada parecido y que en cualquier reunión donde estuviese Ingrid ella le escupiría la champagne. Pero tenía el orgullo herido y había cierta satisfacción en pelear con Alfie que lo hacía casi por inercia.

[Emma Goulding]

No podría recordar el momento exacto, tampoco serviría de mucho, pero sin duda no era la primera vez que Emma recibía una mirada así de parte de Alfie. Sin embargo, y en el fondo del corazón de Emma (aunque eso haya sonado mucho más romántico de lo que se supone que es) lo sabía, Alfie estaba reaccionando de la mejor manera. Ella no tenía derecho a reclamarle nada, no lo había olvidado. No era su puesto, ni aunque estuviese soltera. Nunca pensó, ni siquiera cuando decidió ponerse de pie, que estaba haciendo algún bien diciéndole aquellas palabras. Quizá un pequeño debate era lo que buscaba, que al menos que él considerara por un momento que Ingrid realmente no era apropiada, ¿No es eso lo que busca una persona que quiera debatir, aún cuando sabe que va a perder? ¿Qué su opinión sea considerada?

No pudo mirarlo a la cara un segundo más. Odiaba sentirse avergonzada, era seguro la peor sensación para alguien como ella, con un orgullo tan grande como su bóveda en Gringotts. Levantó la vista un segundo, tratando de ocultar, al menos un poco, su cara de conmoción con un semblante neutro. "Seco, para Aldrich. Yo prefiero vino tinto, el que tengan." Dijo rápidamente, tensando la voz. "Si preguntan, fui al tocador a arreglarme el cabello." Avisó a Alfie, sin mirarlo, antes de girar sobre sus talones y buscar la señal del baño en alguna parte.

Odiaría admitirlo, pero no era lo suficientemente fuerte para regresar a la mesa sin poder ser ella misma un par de minutos. Esa había sido una derrota humillante. "¿Y qué esperabas?" Se preguntó a sí misma en el espejo que tenía una forma extraña pero que imaginaba iba con el lugar. No sabía cómo pero estaba derramando lágrimas. De verdad, ¿Qué esperaba? ¿Qué Alfie se diera cuenta por boca de ella, la mujer que lo dejó para mantener su posición, que su actual novia no era apropiada? Ni siquiera tenía sentido. Alguien apropiado según los estándares de Emma tendría que haber tenido una educación parecida a la suya, aunque eso no era todo.

Emma habría salido con el corazón roto más no herido de orgullo si Alfie se hubiese buscado a alguien bueno, porque Merlín sabía bien que Emma no es por completo una buena persona. Le hubiese gustado que Alfie se buscara a una mujer dulce, tranquila, que quisiera a Orianne como a otra hija tal y como ella no pudo hacer; simpática pero no vanidosa, y que todas esas cualidades saltaran a la vista. ¿Podía decir eso de Ingrid? No, definitivamente no. La estaba juzgando muy demasiado pronto pero no podía esperar más de sí misma. Ingrid parecía vanidosa, simpática sin duda y que puede animar una fiesta, ¿Pero le haría té a Alfie cuando se enferme? ¿Lo cuidará al menos la mitad de lo que él cuidó de ella cuando no sabía hacer absolutamente nada por sí misma sin ayuda de un elfo? Realmente esperaba que si, pero deseaba con todo lo que tenía dentro que ella no fuese la mujer con quien va a casarse, porque eso sigue siendo algo muy preciado para Emma, aunque no lo demuestre mucho.

De haber tenido su varita a la mano, habría aparecido un pañuelo, pero la había dejado en el bolso. Se contentó con papel para limpiarse las lágrimas y acomodarse el maquillaje.
Esperaba no estar tardando demasiado para que sospecharan nada extraño.

[Emma Goulding]

ALDRICH DALTON

En el momento en que aparecieron las bebidas, el ánimo de Aldrich subió de inmediato. Estar en una cena sin bebida se le hacía extraño, como si le faltara algo. Se inclinó para tomar su copa de bourbon, dándole un trago, dejando que el sabor fuerte del whiskey proveniente del otro lado del charco le acariciara la garganta. Al ver que Alfie se sentaba, giró la cabeza en busca de su esposa, no encontrándola en ninguna parte. "¿Dónde está Emma?" Quiso saber. Preocupándose un poco.

La sensación no le duró demasiado porque se echó a reír con el comentario. "No te sientas mal Ralph. Yo me entero de esas cosas porque tengo a personas que están al tanto de las noticias sociales, Emma por ejemplo." Dijo, como si nada. Ese tipo de noticias le daban cierta gracia a sus días de trabajo pero no prestaba demasiada atención, quizá porque nada era mentira. Sí había sido el soltero más codiciado antes de casarse y había varias razones para eso, aunque no las iba a mencionar en ese instante. "El resto de tus hermanos deben estar en esa lista pero no podría saber en qué orden. Tal vez Emma sepa, a ella le gusta leer la Corazón." Les dijo, sin encontrar nada raro o superficial en eso cuando había trabajo allí. Si le preguntaban a Aldrich, esa parte de la vida profesional de su esposa no le gustaba del todo, más por el puesto que tenía que por otra razón. Una mujer de su posición no debió ser secretaria de nadie, pero nunca quiso ahondar en esos tiempos.

[Emma Goulding]

EMMA GOULDING

Emma había pasado demasiado tiempo en el tocador para pasar inadvertida. Decidió que tenía que encontrar una excusa así que empezó a quitarse los hairpins, dejando que el cabello le cayera debajo de los hombros. Estaba un poco ondulado gracias al tocado pero no se veía demasiado desprolijo. Chequeó su maquillaje para asegurarse de que estaba bien y salió del baño con la firme convicción de no volver a hacer algo así en su vida. Entrar y salir, era el plan, y esperaba que Ingrid y Alfie la dejaran cumplirlo.

Llegó a la mesa con una pequeña sonrisa. "Perdón por la tardanza." Se disculpó mientras se sentaba con cuidado de no arrugar su vestido. Llegó cuando recién terminaban de hacer el brindis. "¡Oh! Al fin, mi vino. Gracias Alfie." Se inclinó para tomar la copa y beber un buen trago, mirando a Alfie por breves segundos. Luego miró a Aldrich, que sabía se estaba preguntando por su cabello. "No me gustó mucho el moño que me hizo Vinnie hoy, así que preferí quitarlo." Le dijo en un susurro. Vinnie era la elfina doméstica que se encargaba de ella. Lavaba su ropa, la tenía lista cuando la necesitaba y le hacía los peinados que ella quisiera. Emma le tenía mucho cariño a esa elfina.

Sin soltar la copa y tomando la mano de Aldrich otra vez, lo miró. "¿De qué estaban hablando?" Inquirió.

ALDRICH DALTON

Escuchó el comentario de Tessa, tratando de no juzgarla. Sabía que era locutora y que sus programas iban mucho hacia la crítica social. Entendía que la Corazón no era una lectura para tomarla demasiado en serio, excepto quizá sus recetas de cocina, y por lo mismo no pensaba lo mismo que ella. "Es la revista de entretenimiento más popular y puede ser el trampolín que necesitan muchos antes de irse a una prensa más seria. Me parece que son más famosos por sus recetas de cocina que por su columna de chismes." Dijo a la mesa con aire tranquilo. Conocía a gente del profeta pero no había tenido la fortuna de entablar amistad con nadie de la Corazón. Para intereses propios prefería la prensa seria.

"Me parece que tenía intenciones de ser periodista pero, ¡Ah! ¡Llegaste!" Se interrumpió con la aparición de Emma. No demostró asombro con su cabello pero si lo sintió. Escuchó la explicación de la eliminación de su peinado con extrañeza "Eso es raro." Fue lo que le contestó, antes de pasarle una mano por la parte de atrás de la cabeza para sentir su cabello lacio y volver a ser tomado de la mano. "Estábamos hablando de la Corazón y Tessa quería saber porqué habías trabajado allí." La puso al tanto.

[Emma Goulding]

Efectivamente, ya habían tenido esa discusión antes, claro que en aquel entonces Emma trabaja allí y tenía más ganas de defender a la revista en la que extrañamente trabajaba cuando no podía escribir y su jefa era la mujer que técnicamente le arruinó la vida. Ahora no tenía mucho ánimos de discutir pero, como siempre, Emma tiene algo que decir.

"Ay, Tessa, no todo es tan blanco y negro. ¿No te parece mejor que las mujeres absorban lo único práctico que tiene la revista en vez de las últimas tendencias y los test de '¿Cómo saber si tu mago te engaña?'? Es como si dijeras que los libros de cocina no deberían existir porque incitan a las mujeres a estar en casa cocinándole a sus maridos." Comentó con su voz aniñada pero firme, haciendo una pausa para beber otro trago. No sorbo, trago.

"Y para que conste, todos esos estándares están allá fuera, la revista lo que hace es condensarlo en unas páginas al mes. Tu lucha no es con la Corazón sino contra el sistema completo." Añadió, segura de sus palabras mirando a Tessa pero intercambiando miradas breves con Aldrich.