Beyond Hogwarts RPG - Foro de rol Play-By-Post ambientado en el mundo de Harry Potter
Reglas del Foro • Ambientación • Guía Nuevo Usuario • Celebridades Tomadas • Estudiantes • Adultos • Clases y Horarios • Copa de las Casas
Reglas del Foro • Ambientación • Guía Nuevo Usuario • Celebridades Tomadas • Estudiantes • Adultos • Clases y Horarios • Copa de las Casas
Aquella noche loca de los mil tequilas
- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Aquella noche loca de los mil tequilas
Así dirían los Maramá. Un poquito exagerados, con siete tequilas ya pueden perder la consciencia, tranquilos.
Philip estaba allí por un motivo que lo entusiasmaba mucho más que hacerle el aguante a su amigo, la promesa de alcohol gratis toda la noche. Sin embargo, Ryder había organizado una inauguración que le asegurara una cantidad demencial de gente en su primer noche al frente del bar, incluso había sido su idea que Philip fuera acompañado por Mathilda. Él se había negado al principio, después de haberla cuidado (o eso él creía que había hecho) cuando estuvo enferma, y de haber conocido las condiciones en que vivía, había bajado bastante los niveles de su acoso laboral y de sus exigencias extravagantes. Bueno, un poquito nada más, pero ahora lo hacía con culpa. Por eso le avisó que debía acompañarlo a un evento (no, no le preguntó si quería) con unos días de anticipación, los que consideró suficientes para que Mathilda consiguiera ropa adecuada aunque sea. Él había hecho su propio esfuerzo de producción quitándose el traje que usaba siempre y vistiéndose como si no fuera un estructurado de lo peor.
Habían acordado encontrarse en el mismo Callejón Diagon, donde ella vivía y Ryder había montado el bar. Observó su reloj, obsesivo y puntual, había llegado cinco minutos antes. Volvió a mirar a ambos lados de la calle y todavía no había rastros de Harvey. Exhaló, intentando no tensarse y mantener el buen humor. Difícil. Complicado.
Philip estaba allí por un motivo que lo entusiasmaba mucho más que hacerle el aguante a su amigo, la promesa de alcohol gratis toda la noche. Sin embargo, Ryder había organizado una inauguración que le asegurara una cantidad demencial de gente en su primer noche al frente del bar, incluso había sido su idea que Philip fuera acompañado por Mathilda. Él se había negado al principio, después de haberla cuidado (o eso él creía que había hecho) cuando estuvo enferma, y de haber conocido las condiciones en que vivía, había bajado bastante los niveles de su acoso laboral y de sus exigencias extravagantes. Bueno, un poquito nada más, pero ahora lo hacía con culpa. Por eso le avisó que debía acompañarlo a un evento (no, no le preguntó si quería) con unos días de anticipación, los que consideró suficientes para que Mathilda consiguiera ropa adecuada aunque sea. Él había hecho su propio esfuerzo de producción quitándose el traje que usaba siempre y vistiéndose como si no fuera un estructurado de lo peor.
Habían acordado encontrarse en el mismo Callejón Diagon, donde ella vivía y Ryder había montado el bar. Observó su reloj, obsesivo y puntual, había llegado cinco minutos antes. Volvió a mirar a ambos lados de la calle y todavía no había rastros de Harvey. Exhaló, intentando no tensarse y mantener el buen humor. Difícil. Complicado.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Se mantuvo estoico cual granadero en la esquina, ya no era un adolescente para apoyarse en la pared, desganado. Apenas Harvey apareciera iba a indicarle con un gesto, señalando con su dedo índice el reloj, que se apurara, que estaba llegando tarde, como si hubiera horarios para entrar a un bar y emborracharse. Philip tenía que formalizar todo y volverlo tedioso y burocrático, incluso las salidas. Eso, o estaba desesperado por un trago. Desde la vez que se había emborrachado con Anne Birkin que no tomaba, básicamente porque no quería seguir quedando como idiota con más conocidos de sus amigos, y estaba sintiendo la abstinencia.
Sin embargo, su plan de hacerle gestos molestos de apuro a la distancia, se le olvidó cuando la vio, por fin, a unos metros de él. Alzó levemente las cejas, pensando en que si no hubiera dejado su cabello suelto ni tuviera esa cara de molestia no la hubiera reconocido. Parecía... una chica. OMG, Mathilda Harvey podía verse como una mujer cuando quería. La observó intentando disimular, pasándose una mano por el cabello, como si no estuviera haciéndole una radiografía mental.
"¿Qué pasó?" preguntó, haciendo obvia referencia a su tardanza de... cinco minutos, pero que también podía aplicar a que quería saber por qué tenía el ceño fruncido como si quisiera golpear a alguien, que esperaba no fuera él. Ah, cierto, hola.
Sin embargo, su plan de hacerle gestos molestos de apuro a la distancia, se le olvidó cuando la vio, por fin, a unos metros de él. Alzó levemente las cejas, pensando en que si no hubiera dejado su cabello suelto ni tuviera esa cara de molestia no la hubiera reconocido. Parecía... una chica. OMG, Mathilda Harvey podía verse como una mujer cuando quería. La observó intentando disimular, pasándose una mano por el cabello, como si no estuviera haciéndole una radiografía mental.
"¿Qué pasó?" preguntó, haciendo obvia referencia a su tardanza de... cinco minutos, pero que también podía aplicar a que quería saber por qué tenía el ceño fruncido como si quisiera golpear a alguien, que esperaba no fuera él. Ah, cierto, hola.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Me alegra que Mathilda notara sus esfuerzos por comer más sano que sus hermanos, que aunque se sirviera toneladas de comida porque era alto y grandote, intentaba comer más verdura que ellos, y que los retaba si se servían cosas como papas o arroz de más. Después de todo, era llevar su hobby a un aspecto más de la vida. Philip se sentía cómodo como censor de almuerzos familiares. También quizás había perdido algún gramo por haber dejado de tomar alcohol durante esos días previos.
La observó desencajado cuando se estiró todo el vestido y se acomodó delante de él como si Philip no fuera nene ni tuviera ojos. "¿Qué haces?" se puso de espaldas a ella, para taparla mientras se acomodaba "Estamos en medio de la calle, Harvey" se quejó escandalizado. Ya tenía que arruinarlo, ¿cierto? Parecía tan femenina, tan ¿normal? en ese vestido rosa, que debía de hacer algo para que él recordara con quién estaba.
"Qué pasó que tardaste... eso quise decir" dijo mirando de reojo sobre su hombro para chequear que ella hubiera terminado de acomodarse.
La observó desencajado cuando se estiró todo el vestido y se acomodó delante de él como si Philip no fuera nene ni tuviera ojos. "¿Qué haces?" se puso de espaldas a ella, para taparla mientras se acomodaba "Estamos en medio de la calle, Harvey" se quejó escandalizado. Ya tenía que arruinarlo, ¿cierto? Parecía tan femenina, tan ¿normal? en ese vestido rosa, que debía de hacer algo para que él recordara con quién estaba.
"Qué pasó que tardaste... eso quise decir" dijo mirando de reojo sobre su hombro para chequear que ella hubiera terminado de acomodarse.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Frunció el ceño, aún de espaldas a ella pero observándola levemente por el rabillo del ojo. ¿Por él? ¿Se había arreglado así para no hacerle pasar un papelón? Wow. Era lo más considerado que le había escuchado decir a Harvey.
Ahora él rodó los ojos porque parecía que Mathilda cada cosa que hacía bien tenía que arruinarla, ahora diciendo 'teta' en lugar de pechos o mejor: reprimiendo ese comentario como cualquier persona normal haría.
Giró a verla para responder su pregunta. Volvió a notar lo diferente que se veía, consciente de que estaba hermosa, pero no sabiendo cómo expresarlo. Philip entreabrió la boca, mirándola un instante más, esta vez a los ojos, sintiendo que se le atoraban un montón de palabras en la garganta. "Deberíamos ir entrando" dijo antes de ofrecerle su brazo para caminar, sabiendo que Mathilda lo mataría si le tomaba la mano. No seguir retándola por haber llegado tarde era su manera de decirle que sí, que había valido la pena.
Ahora él rodó los ojos porque parecía que Mathilda cada cosa que hacía bien tenía que arruinarla, ahora diciendo 'teta' en lugar de pechos o mejor: reprimiendo ese comentario como cualquier persona normal haría.
Giró a verla para responder su pregunta. Volvió a notar lo diferente que se veía, consciente de que estaba hermosa, pero no sabiendo cómo expresarlo. Philip entreabrió la boca, mirándola un instante más, esta vez a los ojos, sintiendo que se le atoraban un montón de palabras en la garganta. "Deberíamos ir entrando" dijo antes de ofrecerle su brazo para caminar, sabiendo que Mathilda lo mataría si le tomaba la mano. No seguir retándola por haber llegado tarde era su manera de decirle que sí, que había valido la pena.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Intentó relajar su brazo cuando Mathilda lo tomó y también aflojar un poco su expresión porque se había tensado todo con la pregunta de Harvey. Si él fuera un camionero, como ella, la hubiera mirado un poco más y le hubiera dicho alguna guarangada como ese señor que pasó que tan bien le cayó.
Frunció levemente el ceño, sin dejar de mirar hacia el frente donde un par de persona se habían reunido en la puerta del bar "No, ¿para qué vendría? no estoy en esa área" contestó pensándolo estrictamente en términos laborales "Ryder sabe ganarse sólo los alabes que necesita" le aclaró por si pensaba que él había intercedido en algo para que ese antro estuviera funcionando. Apenas ahora se enteraría de qué trataba la cosa, y le advertiría a su amigo que iba a tener que lidiar con demasiados borrachos por noche si pensaba hacer esa locura de regalar tragos al responder adivinanzas. O no, quizás estaba siendo optimista por primera vez en la vida y la gente al final no supiera tantas respuestas como para emborracharse hasta el infinito.
Al llegar a la puerta y notar que un par de personas los miraban volvió a tensarse, mientras daba su nombre para que los dejaran pasar a la inauguración. Esperaba que aún no estuviera lleno el lugar para poder localizar a Ryder antes de que se perdiera en las tetas (él también puede decirlo) de Elsa Birkin y no lo pudiera saludar nunca más.
Observó la decoración, sintiendo que a veces su amigo tenía mal gusto pero ideas geniales... todos parecían contentos y había una buena cantidad de gente dentro. "¿Quieres tomar algo?" le preguntó todavía absorto observando todo con su típica expresión de desagrado.
Frunció levemente el ceño, sin dejar de mirar hacia el frente donde un par de persona se habían reunido en la puerta del bar "No, ¿para qué vendría? no estoy en esa área" contestó pensándolo estrictamente en términos laborales "Ryder sabe ganarse sólo los alabes que necesita" le aclaró por si pensaba que él había intercedido en algo para que ese antro estuviera funcionando. Apenas ahora se enteraría de qué trataba la cosa, y le advertiría a su amigo que iba a tener que lidiar con demasiados borrachos por noche si pensaba hacer esa locura de regalar tragos al responder adivinanzas. O no, quizás estaba siendo optimista por primera vez en la vida y la gente al final no supiera tantas respuestas como para emborracharse hasta el infinito.
Al llegar a la puerta y notar que un par de personas los miraban volvió a tensarse, mientras daba su nombre para que los dejaran pasar a la inauguración. Esperaba que aún no estuviera lleno el lugar para poder localizar a Ryder antes de que se perdiera en las tetas (él también puede decirlo) de Elsa Birkin y no lo pudiera saludar nunca más.
Observó la decoración, sintiendo que a veces su amigo tenía mal gusto pero ideas geniales... todos parecían contentos y había una buena cantidad de gente dentro. "¿Quieres tomar algo?" le preguntó todavía absorto observando todo con su típica expresión de desagrado.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Se detuvo al lado de una de las columnas que tenía dibujos egipcios y la observó sonriendo levemente por la cizaña en las palabras de Mathilda. "¿No piensas olvidar nunca lo del barco invisible, ¿cierto?" le preguntó divertido porque creía que ella lo mencionaba todo el tiempo porque le había molestado no ser invitada. Nunca se le cruzó por la cabeza la posibilidad de que Harvey los odiara en silencio.
Philip se pasó una mano por el cabello y la volvió a mirar, impasible con la misma cara de desagrado, asintiendo con la cabeza "¿Quieres buscar una mesa, mientras?" Su cara no cambiaba pero algo había aprendido en esos meses de fingir ser su pareja: a disfrazar las órdenes con preguntas. En otra situación él no hubiera dudado en asignarle esa tarea sin siquiera preguntarle si quería hacerlo.
Dio por sentado que Mathilda accedería, así que caminó hacia la barra pensando en qué tenía ganas de tomar esa noche... cerveza no, la última borrachera con Anne Birkin le había quitado las ganas de sentir ese sabor de nuevo en mucho tiempo, ¿quizás vodka? ¿ron? Observó la carta llena de nombres extraños y explicando el sistema. Frunció el ceño ¿Ryder estaba loco? ¿Tragos gratis a cambio de una adivinanza? Exhaló, resignado, y pidió dos Plumas de Fénix. Esperaba que a Mathilda le gustaran los sabores amarguitos, porque tenía Lillet Blanc, Campari y pomelo.
Volvió con los dos tragos rojos en las manos y buscando con la mirada a Harvey. Por un momento había olvidado que se veía como una chica y que tenía un vestido rosa... Merlín. Estaba pensando que estaba linda y ni siquiera le había dado un trago a su vaso.
Philip se pasó una mano por el cabello y la volvió a mirar, impasible con la misma cara de desagrado, asintiendo con la cabeza "¿Quieres buscar una mesa, mientras?" Su cara no cambiaba pero algo había aprendido en esos meses de fingir ser su pareja: a disfrazar las órdenes con preguntas. En otra situación él no hubiera dudado en asignarle esa tarea sin siquiera preguntarle si quería hacerlo.
Dio por sentado que Mathilda accedería, así que caminó hacia la barra pensando en qué tenía ganas de tomar esa noche... cerveza no, la última borrachera con Anne Birkin le había quitado las ganas de sentir ese sabor de nuevo en mucho tiempo, ¿quizás vodka? ¿ron? Observó la carta llena de nombres extraños y explicando el sistema. Frunció el ceño ¿Ryder estaba loco? ¿Tragos gratis a cambio de una adivinanza? Exhaló, resignado, y pidió dos Plumas de Fénix. Esperaba que a Mathilda le gustaran los sabores amarguitos, porque tenía Lillet Blanc, Campari y pomelo.
Volvió con los dos tragos rojos en las manos y buscando con la mirada a Harvey. Por un momento había olvidado que se veía como una chica y que tenía un vestido rosa... Merlín. Estaba pensando que estaba linda y ni siquiera le había dado un trago a su vaso.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
¡Que Ryder no escuche sus pensamientos! Si Mathilda reconsidera su decisión de dejar esa noche a Philip, quizás sea invitada a una próxima fiesta de esas exóticas de Ryder, aunque ahora que era un empresario de la noche quizás comenzaba a resignar algunas cosas. Vos dirás.
Con cuidado, y con la ayuda de ser grandote y poder imponer algo de respeto para que lo dejen pasar, llegó hasta la mesa donde estaba sentada Mathilda. Su sonrisa lo contrarió un poco, sintiéndose por un momento fuera de lugar, como le pasaba a ella en ese bar. Harvey no sonreía, o mejor dicho no le sonreía. Nunca. Disimuló observando a la gente cerca suyo, buscando con la mirada a Ryder para saludarlo pero sin éxito. Una vez que apoyó los vasos en la mesa, tomó asiento también, algo nervioso.
"Espero que te guste..." le dijo extendiéndole el de ella "Intenta adivinar qué tiene" porque en su imaginación Mathilda había salido o salía igual de seguido que él, le gustaba el alcohol como a él y si nada de eso era cierto, estudiaba Medimagia y seguro que veían muchas cosas químicas y raras y podía determinar el gusto del pomelo al menos "¿Ya notaste la esfinge?" le preguntó al ver la figura que adornaba todas las mesas y que gracias a su excursión a la barra ya sabía para qué servía. Se preguntó cuándo se activaría y si tendrían las neuronas suficientes como para responder y beber al menos un trago gratis. Quizás Mathilda le diera una sorpresa...
Con cuidado, y con la ayuda de ser grandote y poder imponer algo de respeto para que lo dejen pasar, llegó hasta la mesa donde estaba sentada Mathilda. Su sonrisa lo contrarió un poco, sintiéndose por un momento fuera de lugar, como le pasaba a ella en ese bar. Harvey no sonreía, o mejor dicho no le sonreía. Nunca. Disimuló observando a la gente cerca suyo, buscando con la mirada a Ryder para saludarlo pero sin éxito. Una vez que apoyó los vasos en la mesa, tomó asiento también, algo nervioso.
"Espero que te guste..." le dijo extendiéndole el de ella "Intenta adivinar qué tiene" porque en su imaginación Mathilda había salido o salía igual de seguido que él, le gustaba el alcohol como a él y si nada de eso era cierto, estudiaba Medimagia y seguro que veían muchas cosas químicas y raras y podía determinar el gusto del pomelo al menos "¿Ya notaste la esfinge?" le preguntó al ver la figura que adornaba todas las mesas y que gracias a su excursión a la barra ya sabía para qué servía. Se preguntó cuándo se activaría y si tendrían las neuronas suficientes como para responder y beber al menos un trago gratis. Quizás Mathilda le diera una sorpresa...

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
Mathilda debería saber que Philip era un alcohólico constantemente en rehabilitación. Ser insoportable no era tarea fácil, cargaba demasiado stress y había pocas formas en las que se permitía liberarlo, una era, claramente, el alcohol. Por eso no dudó un segundo en probar el trago, apenas lo revolvió con la pluma y le dio un sorbo largo. Buena combinación, no era fan de los tragos, prefería tomar litros de una única bebida, pero las chicas eran más de los tragos frutales, supuso que a Mathilda no le agradaría que llegara con cervezas, además de que su cuerpo aún la rechazaba, acordándose de la última resaca. Asco. Papelón. Anne Birkin.
Le dio un trago más mientras escuchaba a Mathilda y sonrió de lado, apoyando el vaso en la mesa. "Sí, lo es... pero no creo que fardos, herraduras y caballos alados sean una buena decoración para un bar nocturno" respondió sarcástico "Esta cosita, sin embargo..." señaló a la esfinge "Puede hacernos beber gratis toda la noche" le explicó con los ojos brillosos de emoción "Supuestamente se va a activar cuando terminemos nuestros tragos y nos va a hacer una adivinanza" se acercó él también a la mesa para que Mathilda escuchara la explicación "Si acertamos, nuestros vasos se van a llenar automáticamente... y gratis" alzó las cejas sabiendo que ella era fan de las cosas que venían de arriba, lo había comprobado en su primer y única visita al antro que tenía por hogar.
Y entonces, no sé si porque tener un trago entre sus manos lo ponía de buen humor, o porque había sido tan típica de ella esa respuesta, el intento de Mathilda de adivinar el contenido del trago lo hizo sonreír "¿En serio crees que te daría amortentia?" dijo para que supiera que reía por lo ridículo que sonaba eso "Claro que no..." respondió "Tiene campari, pomelo y un vermouth blanco" Y se lo refriega porque amo que ella se violente por lo ostentoso y cheto que es.
Le dio un trago más mientras escuchaba a Mathilda y sonrió de lado, apoyando el vaso en la mesa. "Sí, lo es... pero no creo que fardos, herraduras y caballos alados sean una buena decoración para un bar nocturno" respondió sarcástico "Esta cosita, sin embargo..." señaló a la esfinge "Puede hacernos beber gratis toda la noche" le explicó con los ojos brillosos de emoción "Supuestamente se va a activar cuando terminemos nuestros tragos y nos va a hacer una adivinanza" se acercó él también a la mesa para que Mathilda escuchara la explicación "Si acertamos, nuestros vasos se van a llenar automáticamente... y gratis" alzó las cejas sabiendo que ella era fan de las cosas que venían de arriba, lo había comprobado en su primer y única visita al antro que tenía por hogar.
Y entonces, no sé si porque tener un trago entre sus manos lo ponía de buen humor, o porque había sido tan típica de ella esa respuesta, el intento de Mathilda de adivinar el contenido del trago lo hizo sonreír "¿En serio crees que te daría amortentia?" dijo para que supiera que reía por lo ridículo que sonaba eso "Claro que no..." respondió "Tiene campari, pomelo y un vermouth blanco" Y se lo refriega porque amo que ella se violente por lo ostentoso y cheto que es.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
¿No te digo? Fernandito para gente como Harvey, una Quilmes y si tenía ganas de hacerse la finoli podía pedirla Stout. Igual ser un alcohólico no implicaba ser el rey de la noche, al contrario. Ser bebedor social no estaba tan mal visto como sentarse en una barra solo, bebiendo sin parar sin una fiesta, amigos ni motivo para hacerlo. Y Philip era de esos. Las fiestas a lo Rombai de Ryder eran ocasionales y, al igual que el bar, eran de Ryder, no de él.
Philip alzó apenas los hombros "Eso dicen en la barra..." él tampoco había visto aún a la esfinge en acción y suponía que la gracia de las adivinanzas sería que aumentarían de dificultad y, como la mitad de tu cerebro estaría inactivo por el alcohol, iba a ser cada vez más complicado contestar y eventualmente perderían. No le importaba que Ryder derrochara la fortuna familiar en eso, siempre encontraba una manera de salir bien parado y comenzaba a cansarse de decirle lo que debía hacer para que su amigo nunca le hiciera caso. Le dio un trago más a su vaso mientras la escuchaba, pensando que quizás Mathilda tenía algo de razón.
"Casi... pero no" alzó el vaso, tomándolo como lo agarran los borrachos viejos "La amortentia te hace sentir algo que de otra manera no sentirías, el alcohol en cambio..." le dio otro trago "Despierta cosas que ya tenías, te hace decir verdades que la consciencia no te deja" teorizó "Aunque es cierto que todo se ve más bonito" y se mordió la lengua para no decir que por eso a él le gustaba tanto beber. No tenía idea de que compartía el hobby con su suegrita de mentira.
Philip alzó apenas los hombros "Eso dicen en la barra..." él tampoco había visto aún a la esfinge en acción y suponía que la gracia de las adivinanzas sería que aumentarían de dificultad y, como la mitad de tu cerebro estaría inactivo por el alcohol, iba a ser cada vez más complicado contestar y eventualmente perderían. No le importaba que Ryder derrochara la fortuna familiar en eso, siempre encontraba una manera de salir bien parado y comenzaba a cansarse de decirle lo que debía hacer para que su amigo nunca le hiciera caso. Le dio un trago más a su vaso mientras la escuchaba, pensando que quizás Mathilda tenía algo de razón.
"Casi... pero no" alzó el vaso, tomándolo como lo agarran los borrachos viejos "La amortentia te hace sentir algo que de otra manera no sentirías, el alcohol en cambio..." le dio otro trago "Despierta cosas que ya tenías, te hace decir verdades que la consciencia no te deja" teorizó "Aunque es cierto que todo se ve más bonito" y se mordió la lengua para no decir que por eso a él le gustaba tanto beber. No tenía idea de que compartía el hobby con su suegrita de mentira.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
Y Philip sería como un Kiciloff sin patillas, y de River.
Estaba tan acostumbrado a beber solo que no se le ocurrió que ella podría querer de comer, además estaba acostumbrado a salir con anoréxicas que no gustaban de comer mucho y delante de él, pero en cualquier momento iba a empezar a sentir hambre y volvería a ir a la barra para pedir algo con qué hacer colchón. La miró sin decir nada, porque una parte de la frase era cierta y la otra no. Sólo tenía experiencia en el alcohol pero no era algo para andar ventilando orgulloso ni para decírselo a Mathilda. Él también apuró el final del trago y apoyó el vaso en la mesa, dispuesto a responder al menos una de las adivinanzas de la esfinge. Sabía que si no lo hacía, Ryder se lo iba a refregar el resto de su vida.
Escuchó atento a Mathilda y se echó hacia atrás en la silla cuando encontró la respuesta. Demasiado simple, quizás realmente Ryder quería quedarse sin un galeon o emborracharlos hasta que murieran. Sonrió apenas "Los gallos no ponen huevos" se sintió super inteligente al decirlo y miró los vasos, esperando que se volvieran a llenar. Debió elegir otro trago, mucho no le había gustado el sabor del anterior.
Estaba tan acostumbrado a beber solo que no se le ocurrió que ella podría querer de comer, además estaba acostumbrado a salir con anoréxicas que no gustaban de comer mucho y delante de él, pero en cualquier momento iba a empezar a sentir hambre y volvería a ir a la barra para pedir algo con qué hacer colchón. La miró sin decir nada, porque una parte de la frase era cierta y la otra no. Sólo tenía experiencia en el alcohol pero no era algo para andar ventilando orgulloso ni para decírselo a Mathilda. Él también apuró el final del trago y apoyó el vaso en la mesa, dispuesto a responder al menos una de las adivinanzas de la esfinge. Sabía que si no lo hacía, Ryder se lo iba a refregar el resto de su vida.
Escuchó atento a Mathilda y se echó hacia atrás en la silla cuando encontró la respuesta. Demasiado simple, quizás realmente Ryder quería quedarse sin un galeon o emborracharlos hasta que murieran. Sonrió apenas "Los gallos no ponen huevos" se sintió super inteligente al decirlo y miró los vasos, esperando que se volvieran a llenar. Debió elegir otro trago, mucho no le había gustado el sabor del anterior.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
Philip es perfectamente una cruza entre la gordura de Máximo y lo ciego de Coqui rompiendo un diario en conferencia de prensa. El Profeta miente y él lo dice desde el primer día, cuando lo acusaron injustamente de ser gay, de derrochar fondos del Ministerio en una fiesta en otro país. Gracias a que El Profeta miente es que él estaba esa noche sentado junto a Harvey, dispuesto a beber como un cosaco si seguía adivinando y todas las preguntas de la esfinge eran así de bobas.
Menos mal que Mathilda se contuvo de chocarle los cinco pero dudo que Philip hubiera respondido, todavía está sobrio, necesitaba como tres tragos más como para empezar a reírse y un par más para volverse su cómplice. Por ahora sólo le sonrió, satisfecho, y levantando el vaso hacia ella para devolverle el gesto, como un brindis tácito. También le dio un trago al vaso, comenzando a aburrirse del sabor "Iré a preguntar si se puede llenar con otra bebida" le comunicó "¿Quieres tomar otra cosa?" le preguntó porque así de derrochador era. Si iba a tomar toda la noche lo mismo que fuera de algo que le gustara más, al menos. Además Philip tenía esa cosa de rico de imaginar que todo era posible y que debían hacerse todas las excepciones del mundo por él.
Menos mal que Mathilda se contuvo de chocarle los cinco pero dudo que Philip hubiera respondido, todavía está sobrio, necesitaba como tres tragos más como para empezar a reírse y un par más para volverse su cómplice. Por ahora sólo le sonrió, satisfecho, y levantando el vaso hacia ella para devolverle el gesto, como un brindis tácito. También le dio un trago al vaso, comenzando a aburrirse del sabor "Iré a preguntar si se puede llenar con otra bebida" le comunicó "¿Quieres tomar otra cosa?" le preguntó porque así de derrochador era. Si iba a tomar toda la noche lo mismo que fuera de algo que le gustara más, al menos. Además Philip tenía esa cosa de rico de imaginar que todo era posible y que debían hacerse todas las excepciones del mundo por él.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
La miró alzando una ceja, no sólo porque ella pensaba que era tan ¿asqueroso? de pretender que le cambien un trago a medio tomar, sino porque lo había llamado por su nombre y se sentía extraño. Creyó que para ella no era Philip, que era galleta, Bagnold, mi jefe, el insoportable, esas cosas.
"Claro que iba a pedir otro trago, Mathilda" respondió utilizando también su nombre entero, cuando tanto le gustaba llamarla por el apellido, lo hacía sentir que estaba hablando con un chico y le sentaba bien "Pensaba terminar este y antes de que ganáramos otro trago, porque lo vamos a ganar" le aseguró, comenzando a sentirse seducido por poder beber toda la noche con una excusa, no porque significara alcohol gratis "Pedir que lo rellenen con algo diferente..." le explicó su plan "Pero si quieres puedes terminártelo" extendió su vaso hacia ella con una sonrisa, satisfecho de verla con tantas ganas de beber. Sabía que aunque ella se llenara la boca hablando mal de sus fiestas y de que él llegaba con resaca a la oficina, no eran tan diferentes.
"Claro que iba a pedir otro trago, Mathilda" respondió utilizando también su nombre entero, cuando tanto le gustaba llamarla por el apellido, lo hacía sentir que estaba hablando con un chico y le sentaba bien "Pensaba terminar este y antes de que ganáramos otro trago, porque lo vamos a ganar" le aseguró, comenzando a sentirse seducido por poder beber toda la noche con una excusa, no porque significara alcohol gratis "Pedir que lo rellenen con algo diferente..." le explicó su plan "Pero si quieres puedes terminártelo" extendió su vaso hacia ella con una sonrisa, satisfecho de verla con tantas ganas de beber. Sabía que aunque ella se llenara la boca hablando mal de sus fiestas y de que él llegaba con resaca a la oficina, no eran tan diferentes.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
La observó serio mientras ella canturreaba, ¿qué le pasaba? ¿ya estaba feliz? ¿el alcohol ya le había hecho efecto? qué envidia, con lo que le costaba a él últimamente llegar a ese punto, tanto que se pasaba de mambo y terminaba vomitando en el baño de conocidas lejanas.
"Espérame para contestar" le respondió, en ese tono de orden que usaba siempre en la oficina, mientras tomaba el vaso para ir a pedir otra cosa. ¿Qué podía ser? Algo fuerte, tenía que alcanzarla a Harvey si su plan era emborracharse esa noche. Volvió al rato con whiskey de fuego en otro vaso, dispuesto a ganarse los tragos suficientes como para canturrear él también. Lo apoyó sonoramente en la mesa, y se tiró para atrás en la silla, porque en su mente acababa de entrar en una competencia feroz con Mathilda. Se hubiera arremangado la camisa si no se hubiera querido hacer el cool y hubiera ido en remera. Así contestaron las siguientes cinco preguntas, a su favor Ryder no había sido muy ingenioso al elaborarlas, y cuando tomó la sexta adivinanza Philip ya se sentía de buen humor, como si acabara de romper una edición de El Profeta en plena conferencia de prensa.
Achinó los ojos porque no venía entre las luces de colores y la visión algo nublada por el alcohol "Estoy escon... escondido" empezó pero sentía que le costaba reproducir lo que leía para decirlo en voz alta "Para que los mussles..mugg-les no me vean" frunció el ceño y miró a Mathilda "¿No prefieres bailar?" soltó de repente, preguntando algo que nunca hubiera imaginado "Digo, esto ya me aburrió" abolló el papel decretando que hasta ahí habían llegado los tragos gratis. Básicamente, no podía leer ni pensar, mejor hacer otra cosa.
"Espérame para contestar" le respondió, en ese tono de orden que usaba siempre en la oficina, mientras tomaba el vaso para ir a pedir otra cosa. ¿Qué podía ser? Algo fuerte, tenía que alcanzarla a Harvey si su plan era emborracharse esa noche. Volvió al rato con whiskey de fuego en otro vaso, dispuesto a ganarse los tragos suficientes como para canturrear él también. Lo apoyó sonoramente en la mesa, y se tiró para atrás en la silla, porque en su mente acababa de entrar en una competencia feroz con Mathilda. Se hubiera arremangado la camisa si no se hubiera querido hacer el cool y hubiera ido en remera. Así contestaron las siguientes cinco preguntas, a su favor Ryder no había sido muy ingenioso al elaborarlas, y cuando tomó la sexta adivinanza Philip ya se sentía de buen humor, como si acabara de romper una edición de El Profeta en plena conferencia de prensa.
Achinó los ojos porque no venía entre las luces de colores y la visión algo nublada por el alcohol "Estoy escon... escondido" empezó pero sentía que le costaba reproducir lo que leía para decirlo en voz alta "Para que los mussles..mugg-les no me vean" frunció el ceño y miró a Mathilda "¿No prefieres bailar?" soltó de repente, preguntando algo que nunca hubiera imaginado "Digo, esto ya me aburrió" abolló el papel decretando que hasta ahí habían llegado los tragos gratis. Básicamente, no podía leer ni pensar, mejor hacer otra cosa.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
No entendía por qué Mathilda tomaba el bollo de papel para volver a estirarlo y leer algo que ni siquiera él, que no estaba tan ebrio como ella, podía entender. Alzó las cejas y, aunque en otro momento Philip se hubiera fastidiado por la confusión de Mathilda, en ese instante sólo le salió reír. Ni siquiera podía molestarle la carcajada descontrolada que ella soltó, sólo se rió sincero y se puso de pie mientras la miraba todavía sonriente.
"No, Harvey... te estoy invitando a bailar" le explicó extendiéndole la mano para que ella también se levantara y lo acompañara a la pista del bar donde ya había un par de personas bailando. Normalmente Philip tampoco bailaba pero esa noche y el alcohol hacían que quisiera hacer cosas diferentes. Estaba pasándola bien después de mucho tiempo, estaba emborrachándose con compañía y eso no ocurría todos los días "No seas aburrida!" caradura, durísima, de piedra, él diciendo esas cosas.
"No, Harvey... te estoy invitando a bailar" le explicó extendiéndole la mano para que ella también se levantara y lo acompañara a la pista del bar donde ya había un par de personas bailando. Normalmente Philip tampoco bailaba pero esa noche y el alcohol hacían que quisiera hacer cosas diferentes. Estaba pasándola bien después de mucho tiempo, estaba emborrachándose con compañía y eso no ocurría todos los días "No seas aburrida!" caradura, durísima, de piedra, él diciendo esas cosas.

- Philip Bagnold-Browne
- Slytherin
- Puntos: 0
- Mensajes: 310
- Registrado: 26 Sep 2014 13:22
- Ubicación: Londres - Ministerio de Magia
- Contactar:
Re: Aquella noche loca de los mil tequilas
La miró sintiendo como un golpe al ego que lo llamara aburrido... ¿no era que los borrachos, los niños y los locos siempre dicen la verdad? él sabía que era cierto, que era un aburrido de lo peor, pero una cosa era que se lo dijera Ryder mientras lo arrastraba a una fiesta y otra que se lo gritara en la cara Harvey ebria. ¿Qué tenía de diferente? Ella no era su amiga, no lo decía en broma ni para fastidiarlo desde los once años como lo hacía Ryder. Ella estaba siendo terriblemente sincera y que una mujer lo considerara aburrido le hería el ego.
Dejó que lo tomara del hombro para caminar siendo prácticamente arrastrada por él, mientras la miraba con aire de seriedad. Ya no resultaba tan divertida mientras le agregaba el adjetivo desagradable y lo golpeaba. Sin embargo no llegó a contestarle que ella también estaba siendo bastante desagradable, lo siguiente que dijo Mathilda ebria, la borracha más sincera de todo el callejón, lo hizo dudar un poco. La miró como queriendo entender qué le hacía el alcohol a su cerebro para que dijera esas cosas pero no se inmutó. Él también podía ser sincero si quería... había bebido lo suficiente como para bailar, ¿qué daño haría seguirle el juego?
"Y tú eres una pésima empleada..." soltó sintiendo una liberación en el pecho cada vez mayor a medida que avanzaba "Sé que me odias y que un día vas a envenenar mi café, pero..." y alzó un dedo como si fuera a hacer una declaración super importante a la par que se detenía en medio de la pista de baile "Hoy estás hermosa" la miró y sonrió "Así que ahora vamos a bailar". Philip la tomó de la cintura para que no se cayera, dispuesto a hacer su mejor esfuerzo para mantenerse en pie y moverse al son de la música.
Dejó que lo tomara del hombro para caminar siendo prácticamente arrastrada por él, mientras la miraba con aire de seriedad. Ya no resultaba tan divertida mientras le agregaba el adjetivo desagradable y lo golpeaba. Sin embargo no llegó a contestarle que ella también estaba siendo bastante desagradable, lo siguiente que dijo Mathilda ebria, la borracha más sincera de todo el callejón, lo hizo dudar un poco. La miró como queriendo entender qué le hacía el alcohol a su cerebro para que dijera esas cosas pero no se inmutó. Él también podía ser sincero si quería... había bebido lo suficiente como para bailar, ¿qué daño haría seguirle el juego?
"Y tú eres una pésima empleada..." soltó sintiendo una liberación en el pecho cada vez mayor a medida que avanzaba "Sé que me odias y que un día vas a envenenar mi café, pero..." y alzó un dedo como si fuera a hacer una declaración super importante a la par que se detenía en medio de la pista de baile "Hoy estás hermosa" la miró y sonrió "Así que ahora vamos a bailar". Philip la tomó de la cintura para que no se cayera, dispuesto a hacer su mejor esfuerzo para mantenerse en pie y moverse al son de la música.
