Reacquaint ourselves

[Alastair Cunha]

Hacía demasiado frío para un helado, pero pensándolo bien: hacía demasiado frío en general en Londres. No podía ni imaginarse cómo debía estar el clima en Hogwarts, en parte porque ya se había olvidado de cómo era que funcionaban las estaciones allá en el norte del reino, y en parte porque nunca se había interesado demasiado por la temperatura. Pero ahora Alastair era como un malcriado, porque cualquier temperatura invernal que bajara de los doce grados durante el día era como una bofetada a sus sentidos.
Caminó con las manos en los bolsillos del saco que acababa de comprarse, porque no se había esperado la temperatura, y caminó hacia la pequeña tienda de infusiones de Diagon Alley donde había quedado en verse con ella. Desde que había regresado a Inglaterra, dos lechuzas salieron en dirección de dos Slytherin, y se alegró al recibir (por ahora) una única respuesta. Lo cierto es que no tenía más que recuerdos buenos de Kitty Heartshape, así que sería un placer enterarse en qué cosas y situaciones se había metido durante estos años. Y si cambiamos de orden algunas palabras de esa última frase, seguramente puedo responderme algunas de esas cuestiones.

[Alastair Cunha]

Así da gusto volver a la vida, siendo recibido con hermosa evidencia fotográfica de ese tipo que no hace más que incrementar la temperatura del lugar. Y aparte me hace extrañarla a Kitty todavía más, y ni hablemos de cuando rompíamos todo adentro de los armarios de escobas o aquellos tiempos en los que existía el Evil Board antes de que el host pusiera reglas anti-actividades físicas del tipo agradable.
Apenas entró al local, se deshizo del saco que había tenido puesto por menos de quince minutos, y agradeció internamente la inteligente decisión de la dueña del café. Tomó asiento en una de las mesas del fondo, donde en vez de sillas habían dos sillones (uno de un cuerpo, y otro de tres) rodeando una pequeña mesita redonda donde, con suerte, uno podría apoyar tres tazas y un plato con galletas. Dejó sus cosas sobre el sillón de un cuerpo, y se sentó en el otro que lo enfrentaba, esperándola.

[Alastair Cunha]

Alastair no se iba a quejar del apodo, porque Merlín sabía que él también había pecado dándole apodos a la gente sin pedir permiso. Aparte Kitty siempre había sido tan cálida y amorosa que era imposible negarle un placer tan sencillo como de apodarlo como más se le diera la gana.
No sé si Alastair había hecho a tiempo para levantarse cuando Kitty se tiró encima para abrazarlo, pero de todos modos habrán quedado ambos cómodamente acomodados sobre ese mullido y cálido sillón. "¡Kitty!" exclamó en respuesta, y estaba apunto de escribir Kittonga, cambiarlo por Kittanga, pero la verdad es que el nombre de Kitty es perfecto así como es, igual que su dueña. "¡Tanto tiempo!"

[Alastair Cunha]

A Alastair tampoco le importanba ser tackleado, ni por un rugbier ni por un policía, y menos que menos por una chica como Kitty.
"¡Bien! Pero extrañándote" y que refregara todo lo que quisiera, si los dioses eran buenos ya iba a ser el turno de él de hacer lo mismo, ¿no? Esta vida es un dar y recibir, querida Kitty. "¡No puedo creer que ya seas una egresada!" exclamó, porque de verdad que había pasado demasiado tiempo desde la última vez que la vio. Años. ¡Años! Se negaba a pensar que el tiempo pasaba para gente como ellos.

[Alastair Cunha]

Él le pasó una mano por la espalda a Kitty, no por toquetearla porque ni ahí, sino para que ella tuviera la confianza de que ese cariño era mutuo.
"¡Cuatro años!" repitió como si fuera increíble aunque sí, era totalmente inverosímil, porque eso significaba que él hacía cinco años entonces que había dejado Hogwarts. ¡Cinco años! Eso equivalía a un bebé grandote que ya sabe repetir malas palabras con sentido y todo, era demasiado. "¿Qué estuviste haciendo?" curioseó.
Y vos sabés que yo no soy fan de decir cosas buenas de mis personajes, considerando mi historial con el bizco y el apestoso, pero Alastair estaba in the prime of his physical life. ¿Alguien quería un tour en bote? ¿Un partido de beach volley? ¿Alguien se estaba ahogando? ¿Había que levantar todas las sombrillas y reposeras de la parte muggle de la playa? Ahí estaba Alastair, todos los días, durante cinco años.

[Alastair Cunha]

Él siempre le iba a creer cuando ella le dijera cosas lindas, porque ¿cuál es el sentido de pensar lo peor de la gente y desconfiar, eh? Esa no era una vida plena.
"Genial, mi trabajo es lo más divertido que hice en la vida" confesó, sabiendo por experiencia que la mayoría de la gente odiaba escuchar cosas así. A nadie le hacía mucha gracia saber que había un desagraciado por ahí, amando tener que hacer algo por lo cual le pagaban. Era injusto, pero él quería ser sincero con Kitty. Igual, por mucho que él amara su trabajo, lo cierto es que no era 100% feliz. "Deberías venir conmigo a Algarve" le dijo con una sonrisa, como si fuera así de simple.

[Alastair Cunha]

Alastair no había sabido exactamente dónde estaba Algarve (o Portugal, en todo caso) hasta que su mamá se lo hizo buscar en el mapa antes de darle su bendición para que se vaya.
"Al sur de la península ibérica, así que tiene playas... Kitty, tú naciste para andar por la playa" le aclaró, como si estuviera predicando la palabra santa. Igual no es que quisiera llevársela, porque ¿y si él no quería volver? No iba a dejarla ahí, toda sensual y húmeda en traje de baño.

[Alastair Cunha]

Alastair pensaba que Kitty no solamente debería ir a mostrar las piernas, sino que debería mostrar tanto que solamente tendría sentido nombrar las pocas áreas no cubiertas por pequeños retazos de carísimas telas. Pero me voy de tema.
"Estuve viviendo allá, sí... por todo el lío que hubo acá con respecto a tú ya sabes" alzó un hombro, no porque no le diera importancia a las cosas horrendas que sucedieron sino porque realmente no quería ensuciar la despreocupada charla con Kitty con algo así. Alastair podía no ser muy brillante, pero se habló de lo de don Voldemort por todos lados del globo.

[Alastair Cunha]

((G'morning, bae!))

Pasó un brazo por encima de los hombros de Kitty, para que estuvieran más cómodos. Le agarró el brazo con la mano, dándole un apretoncito amistoso.
"Tengo ganas de quedarme" admitió, girando la cabeza para tratar de verla a los ojos. "Quiero ser feliz, ¿me entiendes?" preguntó mientras entrecerraba los ojos un poco. ¿Era muy demente lo que decía, era imposible algo así? Las cosas en Algarve eran geniales, todos los días eran una aventura, pero él quería ser feliz.

[Alastair Cunha]

A él le sorprendió que ella se sorprendiera, por lo que me imagino que por unos segundos ambos se miraron con caras alarmadas. "Me encanta la playa" aclaró, haciendo círculos con el dedo índice sobre el brazo de Kitty, mirándola con una ancha sonrisa.
"Pero quiero más, Kitty. Quiero más cosas que me encanten" se sentía un poco loco diciendo eso, pero seguramente alguien como Kitty lo entendería, ¿no? Alastair había encontrado algo similar a la ambición, pero como no estaba en su personalidad poder lidiar con estas cosas, se frustraba un poco.

[Alastair Cunha]

Kitty era tan linda que a Alastair le dio una punzada de amor escucharla preguntarle esas cosas, porque también era cierto que sí extrañaba cosas de Inglaterra. No el Big Ben, pero... cosas, gente, experiencias que no había tenido por haberse ido.
"Cosas así, sí. Pero también te extrañaba a ti, y al Diagon Alley, y a este clima nublado" movió la cabeza hacia ella y le plantó un beso en el cabello, solamente porque podía. Kitty era cálida y reconfortante, una de esas personas que dabe gusto conocer tan íntimamente.

[Alastair Cunha]

"Exactamente" respondió y como si estuvieran coordinados, la sonrisa ladina del rostro de Alastair surgió en el mismo momento en el que Kitty le dedicó esa sonrisa más pícara.
Pero tampoco podía distraerse tanto. Alejó la mano del brazo de Kitty "Pero, antes de que me olvide, ¿qué quieres para tomar y comer?" preguntó, porque sino los iban a echar antes de que siquiera pudieran tirarse más inuendos como en los viejos tiempos.

[Alastair Cunha]

Alastair no tenía planes de separarse de Kitty, por lo que pensaba dejar el té y las galletas en la mesa y volver a sentarse junto a ella. Té podía tomar siempre, galletas no eran difíciles de conseguir pero Kitty... vale, yo sé que Kitty tiene de firma un 'fácil no, accesible' pero para él había sido difícil acceder a ella en varios años.
"Té y galletas, okay" repitió para confirmar, mirándola para ver si había entendido bien, porque a él tampoco le daban ganas de levantarse, pero lo bueno de ese local es que la mesera/dueña nunca se acercaba a tu mesa. Pros y cons, siempre.

((No vi los Oscars, pero no valen la pena si nuestros PBs no se sacan fotos juntos))

[Alastair Cunha]

Le ofrecio una sonrisa con los labios apretados, como si de verdad le resultara triste esta separacion momentanea, entendiendo con solemnidad que su pedido de galletas de canela era importante para su mision.
"Vuelvo en unos segundos" le dijo, levantandose y moviendose de costado para pasar entre la mesita y los sillones, alejandose hacia la barra para hacer el pedido. Saco el dinero del bolsillo, para apoyarlo sobre la barra y apresurar el tramite. Ya estara de regreso para el proximo post.

[Alastair Cunha]

La señora que atendía el local colocó dos tazas de té, una azucarera, un plato con tres galletas de canela y tres de chocolate, y un pocillo con crema sobre una bandeja y se lo pasó a Alastair mientras ella guardaba el dinero que él le había dejado sobre el mostrador.
Caminó hacia ella, sosteniendo la bandeja con una mano, cuidando de no volcar nada en el trayecto. Con la mano libre agarró una de las galletas, de chocolate, y se la metió entera en la boca. Dejó la bandeja sobre la mesa cuando se acercó, antes de moverse para retomar su asiento y sonreírle a boca cerrada a Kitty.