Vigilancia permanente

[Mina Hayward]

Miró hacia atrás por encima de su hombro y al regresar la vista al frente puso los ojos en blanco con una mueca de evidente fastidio. ¿Es que no se enteraba de que tenía dieciséis años? Recién cumplidos, sí, pero bien ganados. Estaba a doce meses de convertirse en una bruja mayor de edad, y su madre insistía en seguir tratándola como si tuviera diez. ¡Era perfectamente capaz de ir a hacer sus compras sola! Frenó en seco y aguardó. En veinte segundos su madre, que mantenía su distancia pero no se esfumaba, quedaría alineada con ella. "Seguirme de lejos y dejarme sola no es exactamente lo mismo, ¿no te parece?" murmuró con un tono forzadamente respetuoso.
A veces era difícil creer que de verdad la dejaban estudiar en un castillo a kilómetros de distancia.

[Duke Temple]

Tuvieron que explicarle que, para comprar túnicas nuevas, tenía que ir él para que lo midieran. Aunque enviaran a un criado que más o menos tuviera su contextura física, no era lo mismo, y realmente le tocaba ir a pararse sobre la banqueta mientras un extraño se acercaba demasiado a sus partes privadas. No puedo decir que fue una experiencia agradable, porque salió apenas le pidieron que separara un poco más las piernas y alguien apoyó un centímetro en su axila. ¡Era una parte sensible! ¿Qué tipo de negocio era ese? ¿No sabían lo traumático que fue para él llegar a la adolescencia? Un verano atrás, no le hubiera importado.

Salió acalorado de Madam Malkin’s Robes for All Occasions, sin haber terminado de medirse y cancelando el pedido, considerando que iba a estar muy difícil volver a su casa con túnicas nuevas que le quedaran. ¿Qué tenía de malo hacerlas a ojo? ¿O comprar una nueva de un talle similar al suyo? Ni se detuvo a fijarse si vendían de esas. Necesitaba buscar una esquina para detenerse, respirar hondo, y seguir odiando al universo que no lo complacía.

[Mina Hayward]

Dio media vuelta para recibir como respuesta que no la estaban siguiendo, pero que el único camino a Gringotts era ese. Muy conveniente, ¿por qué los padres siempre tenían una justificación para sus acciones? Respiró profundamente, no se iba a poner a alegar ahí. Pasó la mirada por sus alrededores. Madam Malkin's y una tienda especializada en calderos eran los destinos más cercanos, y como no tenía ganas de pretender que estaba muy interesada en adquirir un caldero nuevo, sonrió a su mamá, giró sobre sus talones y comenzó a caminar. Gringotts no quedaba hacia ese lado, ahora la tendrían que dejar sola en serio.

[Duke Temple]

Y por cierto, ¿para qué necesitaba una túnica? ¿No tenía ya suficientes? Okay, se quejó todo el verano de que necesitaba cosas nuevas, pero nunca especificó que entre esas cosas figuraban las túnicas. Aparte casi todos usaban ropa muggle, así que si quería encajar... Y aunque quisiera, ¿eh? Va a necesitar algo más que ropa muggle.
Se quedó en la puerta del negocio y miró hacia los lados, para decidir en la esquina en la que quería quedarse con los brazos cruzados para encapricharse. Bajó los escalones y ladeó la cabeza, analizando cuál tenía menos gente. Porque a esa iba a ir.

((Me fui, perdón))

[Mina Hayward]

No tenía la intención real de meterse a fingir un rato que iba a comprar una túnica, el plan era acercarse a la puerta hasta que su sobreprotectora madre se perdiera de vista. Por eso iba caminando a paso de tortuga, obligando a la gente que llevaba prisa a esquivarla. Cuando ya no pudo distinguir la silueta de su progenitora entre la multitud, dirigió su total y completa atención al local de Madam Malkin, cuyos escalones le quedaban a menos de un metro. Y ese que estaba ahí mirando a los lados era Duke Temple. Sonrió de lado. El mundo mágico tendría que dejar de concentrar sus negocios en un sólo lugar.

[Duke Temple]

La de la derecha parecía más abandonada, y un perfecto lugar para decidir de dónde demonios iba a sacar una túnica nueva que le quedara. Porque se podía hacer el malo y el selectivo todo lo que quisiera, pero su madre le daba escalofríos. Y golpes, a veces, si le agotaba la paciencia con sus taradeces.
Si no notó a Mina fue porque para irse a su esquina tenía que darle la espalda y seguir caminando. Se pasó una mano por el brazo, como todavía sintiendo el fantasma del abuso (...okay, no).

[Mina Hayward]

¿Ok? Como para que Mina deje de quejarse de su madre, porque creo que la sobreprotección no entra exactamente en la misma categoría de maltrato que los golpes.
Arrugó la nariz. Duke acababa de darle pase libre para continuar con su camino como si nada y pretender que tampoco lo vio. No obstante, se le ocurrió que tarde o temprano su madre terminaría sus trámites en Gringotts, ¿y qué mejor pretexto para hacerle shoo shoo que haberse encontrado a un compañero? Así que redireccionó sus pasos y aceleró a fin de alcanzarlo y colocarse junto a él. Sin decir una palabra; empiezo a creer que es una costumbre suya.

[Duke Temple]

Pero Duke se merecía todos y cada uno de los zapes y bofetadas que su madre le daba: estoy seguro de que estar en su lugar harías lo mismo.
Siguió caminando, viendo hacia el frente. Quería pensar en alguna otra cosa que no fueran túnicas, porque seguramente si ignoraba el problema el tiempo suficiente, habría de desaparecer mágicamente.
No notó que Mina caminaba a su lado, sino que aceptó que alguien estaba caminando junto a él, y que en algún momento se detendría en alguna vitrina o aceleraría el paso. No miró de reojo, demasiado ocupado en no pensar. Y dio un suspiro mental.

[Mina Hayward]

((Tramposo XDD))

Puso los ojos en blanco. ¿Necesitaba hacer sonar una bocina o sacar un letrero en colores chillones para llamar la atención de su compañero? ¡Decir hola estaba sobrevalorado en el mercado del inicio de las interacciones! Quizá necesita darle un zape, y ya. Lo cual resulta muy tentador, ¿pero si después la muerde o algo? Tras calcular los peligros de lo que pensaba hacer, se inclinó hacia él lo suficiente para darle un empujoncito con el hombro. Te aviso que si la empuja de regreso y la tira, te la cobro como nueva.

[Duke Temple]

((Subestimaste mi capacidad de hacerme el idiota durante varios posts, pequeña Lulú))

La idea de la bocina me parece espectacular, porque así aprovechamos y nos deshacemos de esos molestos peatones mayores de edad que caminan lento y golpean a uno con sus bolsas sin pedir disculpas porque se creen que llegar a los setenta años les da superpoderes o algo así.
Cuando Mina le dio un empujoncito en el hombro se detuvo, moviendo el hombro hacia el lado contrario como para que el extraño que se imaginaba que iba a su lado no lo golpeara. Se imaginó que era Zabini el que lo estaba siguiendo. Miró a Mina con el entrecejo fruncido, como si estuviera demorándose en recordarla y decidiendo si iba a hablarle para comprobar que efectivamente era ella.

[Mina Hayward]

((Un error que cometo una y otra vez, porque te tengo fe ciega y estúpida))

Ya, porque Mina totalmente podría pasar por Zabini cualquier día de la semana. Espera a que la escuches hablar, el parecido es increíble. Respondió al entrecejo fruncido enarcando sus cejas, apretando los labios para no reírse. Aprovechó que él se detuvo para avanzar un par de pasos y colocársele enfrente. Ahora la veía porque la veía, a menos que se hubiera quedado ciego durante el verano. "A mí también me da gusto verte" le dijo, como si hubiera escuchado un '¡Hola, Mina, qué sorpresa encontrarte aquí!'.

[Duke Temple]

((No te preocupes, Mina, creo que no hay otro tipo de fe))

Cuando Mina habló (y su cerebro pudo reacomodarse con los pensamientos de '¡Es Zabini! No, espera ¡es tu madre! Ah, ¡no! Es Mina Hayward, tarado' que tardaron en sucederse unos a otros) acomodó la expresión facial a una más relajada.
"Pero yo no te dije nada" comentó dudoso, preguntándose si había empezado a hablar sin notarlo. Le extendió una mano. No tiene muchos amigos, no sabe si les toca darle un apretón como saludo cada vez que ve a alguien que le habla.

[Mina Hayward]

((Igual me gusta recalcar sus características para ver si me dan ganas de dejar de tenerla XD))

Le mostró una de esas sonrisas que sustituían la acción de rodar los ojos. Bajó la mirada a la mano, sin saber qué se suponía que hiciera con ella, ¿chocársela? Porque estaba acostumbrada a que se las ofrecieran sólo cuando le estaban presentando a alguien. Y ella conocía a Duke desde que tenían once. Titubeó, mirándolo dubitativa un instante. Al final levantó el brazo y le estrechó la mano con actitud de estar dispuesta a seguir la corriente. "No necesitabas hacerlo, tu cara me lo dijo todo".

[Duke Temple]

((Si no funcionó para nuestro turbulento romance, no sé si funcionará para la fe))

Odiaba que, en el medio de una interacción social, comprendiera que había estado completamente perdido en el océano de la ignorancia y que, seguramente, había quedado como un idiota. ¿Cuántos segundos llevaba ya pasando verguenza? ¿Demasiados como para contarlos?
"Sí, eh" ladeó la cabeza un instante para volverla a su lugar mientras sonreía a Mina "¿Haciendo... compras?" arriesgó. Porque quizás que estaban en el Callejón Diagon, y quizás que la gente normalmente compraba cosas allí. Bien, Duke, vamos avanzando.

[Mina Hayward]

((Pero tengo fe en que algún día funcione. Es un círculo vicioso sin sentido, ¿checas?))

Nuevamente apretó los labios para no reírse, porque nunca era buena idea reírse en la cara de la gente si no acaban de contarte un chiste. "En realidad me estoy escondiendo de mi madre" admitió sin mucha pena, porque está en la adolescencia, y se supone que haga cosas así. ¿No es maravilloso ser mago/bruja en una época sin celulares? Miró por encima de su hombro; no le sorprendería encontrarse otro rostro familiar menos bienvenido. Pero no.