Common ground

[Nathan Colbert]

No es que Bristol quedara ridículamente lejos de Cardiff, pero lo más lógico era encontrarse en un punto que fuera más común que cercano (porque común y cercano los dejaba en el medio del mar, me parece, y aunque fuera verano no era un lugar de encuentro muy adecuado). De Diagon Alley había todo un abanico de opciones de cosas para hacer y lugares para ir.
Así que la invitación había sido hecha y aceptada; y ahí estaba él, con un bolso al hombro como si fuera a necesitar muchas cosas y rogando a todos los dioses (¿contaba Merlín como uno?) que no tuviera que esperar mucho. Caminó hasta la puerta de Florean Fortescue's Ice Cream Parlor y revisó su reloj de pulsera para asegurarse de que había llegado con unos buenos minutos de anticipación.

[Kerry Whittaker]

Bristol y Cardiff de hecho quedan bastante cerca. Cuando Kerry se asoma por la ventana, seguro que puede ver el Pier Head Building. O sea, si desde Alaska puedes ver Rusia... Pero la idea de pasar el rato en Diagon Alley era más atractiva que la de hacerlo en una lanchita en medio del mar, así que ahí estaba, llegando con los segundos contados para estar en punto. La culpa no era suya, sino de la vitrina de la tienda de artículos de quidditch. Tendría que arrastrar pedir a Nathan regresar después para curiosear.
Corrió el último par de metros para plantársele enfrente con una sonrisa enorme. "¡No llegué tarde!" saludó.

[Nathan Colbert]

Solamente la gente con corazón puro y piernas hasta aquí arriba pueden ver Rusia desde Alaska, Kerry, espero que sepas que por eso Inglaterra perdió tanto poder como potencia mundial comparado con Norteamérica.
Lo agarró desprevenido, mirando hacia un punto en la distante calle de enfrente, mientras pensaba en cosas aburridas como los diferentes colores de las portadas de los libros de Runas Antiguas y su posible significado. Sonrió, frunciendo el entrecejo "¿Tengo que felicitarte?" preguntó, cruzándose de brazos sin poder evitar que se le relajara la frente y la sonrisa fuera más amplia. Y cruzó los brazos porque algo tenía que hacer con ellos para no abrazarla como saludo.

[Kerry Whittaker]

Tú dices corazón puro y piernas hasta ahí arriba, yo digo cabeza llena de aire y la graduación incorrecta en los lentes. Por eso la gente no se acuerda de que Alaska es parte de EE.UU.
"No tienes qué, pero podrías hacerlo de todas formas" respondió encogiendo los hombros. Dio un paso hacia atrás, porque por default tendía a acercársele demasiado, y si quería girar para enfrentar la entrada a la heladería sería preferible no golpearlo.

[Nathan Colbert]

Cuando el mundo se vea invadido por osos, yo sé que ella va a probar su verdadero valor y ganarse tu respeto, Kerry.
Dejó escapar una risa breve y bajó la vista antes de volver a verla a la cara. "Lo dejo para después, ¿te parece?" ofreció descruzándose de brazos y metiendo las manos en los bolsillos. "Cuando juntes suficientes méritos te hago un pack, por ahora solamente puedo ofrecerte un helado de la victoria" comentó, girando la cabeza para señalar el negocio con un movimiento del mentón. No sabía si a ella se le antojaba.

[Kerry Whittaker]

Vale, pero te sugiero que esperes sentado.
Resopló por la nariz, pasando la mirada a la gente que caminaba cerca de ellos y le mostró una expresión a todas luces falsamente emocionada por la promesa del pack. "Te acepto el helado entonces" accedió, restregándose las palmas de las manos a los costados. Pero antes de poner los pies en movimiento, y aunque dudó por una fracción de segundo, subió los brazos para rodearlo. No la culpen por echarlo de menos.

[Nathan Colbert]

¿Ves? Va perfecto con mi estilo de vida sedentario.
Si alguna vez pudiera pedir un deseo tonto sabiendo que se haría realidad, seguramente pediría tener la claridad mental para no ser sorprendido, jamás, por las acciones inesperadas de Kerry Whittaker. Se quedó en su lugar unos segundos hasta que reaccionó que, normalmente, los abrazos se devuelven. Pero para cuando Nathan finalmente sacó las manos de los bolsillos el abrazo ya había terminado, así que sonrió de lado exhalar por la nariz y darle un empujoncito en dirección a la heladería.

[Kerry Whittaker]

Avanzó, pretendiendo que el empujoncito la había ayudado a arrancar. "Nos sentamos en la terraza, ¿no?" preguntó, mirando por encima de su hombro a Nathan. Sonaba a pregunta, pero no lo era. Tenía clarísimo qué iba a pedir, así que todo el proceso sería, al menos por su parte, rápido e indoloro. Excepto por la parte en que la gente que había llegado antes que ellos tenía prioridad.

[Nathan Colbert]

Alzó las cejas, intercambiando miradas entre Kerry y la lista de sabores de helado. Siempre pedía lo mismo, pero no estaba de más asegurarse que no iba a ser un día especial en el que quisiera algo diferente, o que su sabor de siempre no había desaparecido de la lista (tenía esa costumbre de pedir los más aburridos, y quizás algún día dejaran de hacerlos). Apuró el paso para andar junto a ella "Sí," porque aunque no fuera una pregunta de verdad tenía que responderla y hacer de cuenta que tenía algo de opinión en el asunto "¿quieres ir a guardarnos lugar mientras espero?" preguntó. No estaba seguro de que se pudiera guardar lugar sin tener el helado, pero Kerry seguramente podía ingeniárselas.

[Kerry Whittaker]

El problema de Nathan era esa parte de no estar seguro de si se podía. Kerry tenía otra filosofía: lo haces, y si alguien te dice algo, lo ignoras. Es decir, tarde o temprano llegaría él con los helados. "Ok" contestó, pasando la mirada a las mesas para elegir ya caminando en esa dirección. No se detuvo a explicarle qué era lo que quería, porque confiaba en que él ya sabía. Y si no, helado era helado, lo que le llevara estaría bien.

[Nathan Colbert]

A Nathan nunca se le daba bien romper las reglas o querer salirse con la suya, porque siempre terminaba pagando por lo que hacía, y muchas veces terminaba desencantado al darse cuenta que no valía la pena. Ni siquiera ir a ocupar un asiento antes de tiempo, así que prefería la parte de esperar obedientemente por su turno, y dejarle la parte que se le daba mejor a Kerry toda para ella.
La miró desde la fila, ojalá le gustara el helado de mantequilla de maní y fresa con nueces, porque eso era lo que iba a ordenar para ella. Para él, vainilla y menta granizada. Si quería quejarse, que lo hiciera antes de que se acercaran a preguntarle qué iba a llevar.

[Kerry Whittaker]

Pero Nathan, ¿qué tal si ese trío de chicos que ordenaría antes que él quería sentarse en la mesa que Kerry había convertido en objetivo y ahora reclamaba como propia al sentarse en la silla? Si la ganaban, sería mucho lío convencer al dueño de que eran cylons y que había que correrlos persuadirlos para que ocuparan otra y le dejaran esa.
Mantequilla de maní y fresa con nueces era perfecto, pero vainilla y menta granizada también, así que si su helado no le gusta, ya sabemos en dónde va a meter la cuchara. Literalmente.
Observó desde su lugar a la gente que hacía sus compras. ¡Qué agradable era estar de vacaciones! Sin profesores viejos, borrachos y mala onda.

[Nathan Colbert]

((JAJAJAJAJA. Gracias por hacer las mejores referencias))
Uno generalmente aceptaba que la mesa le tocaba a los que habían llegado primero con el pedido en mano, y si no aceptaban a entregar el lugar después de preguntar amablemente, tendrían que buscar otra o esperar a que la desocupen, chupando helado derretido de sus manos. Pero admito que el plan de Kerry era mucho, mucho mejor.
Miró nuevamente la lista de sabores, esperando a que fuera su turno. Paseó la vista por el mostrador, preguntándose qué hacían con el helado que sobraba en invierno. Su mente no estaba ocupada por los profesores que los molestaban durante el año, que solamente hacían su trabajo.

[Kerry Whittaker]

((Por nada XD))

Por eso es que son tan buen equipo, y que si Kerry decidía que la única salida para hacerse con la mesa era agarrarse a los golpes con tres personas (dos de las cuales eran niños), Nathan estaba ahí para detenerla y ser razonable.
Ella no se la pasaba el verano pensando en los profesores, pero estando ahí, con todo el tiempo del mundo por delante en un día tan lindo, no podía evitar dedicarle uno o dos chúpate ésta a la gente con autoridad en Hogwarts. Sonrió y giró la cabeza para mirar (o tratar de) a Nathan.

[Nathan Colbert]

Ya había alzado la mano para señalar dónde estaban los sabores que quería, como si el muchacho que lo estaba atentiendo no supiera dónde estaban ubicadas las cosas en la heladería donde trabajaba. Pero en fin, al menos el helado de Kerry estaba a mitad de proceso de ensamblaje. Se movió para pagar, buscando las monedas justas para pagar (se imaginaba que el cambio no era algo que sobrara en el negocio), mientras ya le ofrecían el helado de Kerry y le preguntaban de qué sabor quería el suyo.