Poca casualidad

[Thomas Gaskell]

Sería poco lógico llamarlo un encuentro casual si él, hace ya cuatro días, que se detiene en la entrada del Callejón Diagon después de clases y antes de entrar al trabajo esperando encontrársela. Podría enviarle una lechuza, podría aparecerse en la casa para hacer más formal la invitación pero sentía que sería más sencillo si simplemente esperaba a que la suerte le diera un empujoncito.
Si ella no aparecía hoy, sería el quinto día en que la suerte no se dignaría a jugar para su equipo. Se apoyó contra la pared, viendo gente entrar de vez en cuando por entre los ladrillos móviles del fondo del Caldero Chorreante, acomodando algunas notas y cuadernillos de aritmancia en el maletín negro que ya comenzaba a quedar manchado eternamente de tiza.

[Sara Hodqkin]

Habia recibido una carta de su 'Madre' aunque claramente no era la letra de ella, sino de su querido hermano sobreprotector, el le mando una bolsita de galeones para que ella pudiera comprar sus ingredientes para pociones, ella le mandaba cartas de vez en cuando para decirle lo nuevo de sus clases y cuanto habia aprendido.
Asi que tomo un autobus (Que ahora si sabia utilizar) directo al caldero chorreante para ir a La Botica para comprar lo que le hacia falta.
Tenia su cabello suelto y esponjado como siempre con una blusa azul claro, jeans y su tunica de Gryffindor.
Estaba metida en su hoja de ingredientes cuando paso por los ladrillos, avanzaba con paso decidido sin ver hacia adelante o alrededor.

((Perdona los acentos, teclado en ingles))

[Thomas Gaskell]

Terminó de arreglar sus cosas, comenzando a sentir el cansancio de mitad de la tarde que sabía que aún faltaba mucho para poder tirarse a descansar. Miró el reloj de pulsera que llevaba: iba a esperar cinco minutos más, y si no aparecía seguramente podía volver a probar suerte mañana en un horario más por la noche, si es que hacía a tiempo.
Alzó la vista, y vio cómo una señora mayor le alborotaba los cabellos a su nieto felicitándolo por algo que Thomas no alcanzó a ver. Giró la cabeza hacia un lado, ya empezando a preparar sus piernas para emprender el camino de salida cuando... "¡Sara!" exclamó. Si no era ella, al menos no se iba a quedar con la duda.

[Sara Hodqkin]

Estaba segura que creyó oir su nombre, volteó hacia atrás pero solo veía los ladrillos cerrandose.
Parpadeó un par de veces, era como si hubiera visto un espejismo o un fantasma corriendo hacia ella.
Pero no pudo ser, no, no puede ser verdad lo que vio justo antes de que los ladrillos se cerraran, era practicamente imposible.
Se volteó de nuevo y siguió su camino, pero como realmente no estaba apurada se quedó viendo las tiendas, quedansose más tiempo en la tienda de calderos, justo al frente estaba La Botica.

[Thomas Gaskell]

"¡Demonios!" exclamó, apretando los puños mientras la veía desaparecer tras la pared. Sacó la varita para apretar nuevamente los ladrillos correctos, dolorosamente lento el proceso de apertura de esa pared. ¡Lo práctico de la magia en general y se les ocurría hacer la entrada a Diagon Alley tan lerda!
Guardó la varita, y pasó por entre los ladrillos que se habían hecho a un lado, sin esperar a que la entrada terminara de abrirse correctamente. ¿Y si ella ya no estaba, y la perdía en la multitud? Estaba casi seguro de que era Sara a quien vio.

[Sara Hodqkin]

Se quedó examinando la vidriera -¡Mira! hay calderos de plata, ¡auch!, el precio no esta a mi alcanze, ni siquiera me alcanza para...- Estaba haciendo cálculos mentales hasta que vio lo que no pudo creer.
Un rostro conocido se vio reflejado en el vidrio, no muy alto, ojos claros, lo conocía "Thomas" Dijo para si misma "¡Thomas!" Gritó su nombre mientras corría hacia el, que parecía que buscaba algo entre la multitud. Se le hacía muy difícil caminar.

[Thomas Gaskell]

Sintió un gran alivio de ver que no estaba tan lejos de él como para alcanzarla, y uno mucho mayor cuando ella lo reconoció y se acercó a él. Y pensar que él estaba a punto de rendirse por el día e intentar el siguiente a otro horario...
Empujó con intención a un tipo que estaba caminando lento, pidió disculpas lo más creíblemente posible y se acercó hacia ella con una sonrisa. "Sara..." exhaló, lo suyo no era el esfuerzo físico.

[Sara Hodqkin]

Era como una fantasía verlo, sintió unas mariposas en el estómago que no sentía desde la última vez que se vieron, lo extrañó, y mucho, en esos tiempos en el que vivía sola y ya no tenía familia cerca, era cuando mas lo necesitaba.

Hasta que porfin pudo llegar a el se le enganchó, lo abrazó lo mas fuerte que podía, luego se separó y puso ambas manos en sus mejillas, lo tenía frente a frente "No sabes cuanto te eché de menos" Hizo encontrar sus ojos con los de el, como extrañaba esa mirada.

[Thomas Gaskell]

"Yo también" respondió, sonriendo inevitablemente. Sara era una de esas personas que lo hacían sentir nervioso y feliz al mismo tiempo: normalmente los nervios eran negativos, y normalmente la felicidad era relativa. Lo que temía era poner en ella la obligación de hacerlo feliz, y terminar arruinándolo todo.
"Lamento no haberte contactado antes, yo" colocó una mano en la cintura de Sara "pensé que no sería apropiado, quizás" excusas para la cobardía.

[Sara Hodqkin]

No pudo evitar hacer un leve gesto con la boca, algo así como un sonrisa de lado. Pero luego el le recordó que no había sabido nada de el despues de que salieron de clases, eso la hizo enojar.
Con la mano derecha en la cual tenía agarrada una de las mejillas de Thomas le dio un golpe moderadamente fuerte "¿APROPIADO? ACASO CREES QUE HABERME ENVIADO UNA LECHUZA SOLO PARA DECIRME QUE NO ESTABAS MUERTO NO ERA APROPIADO" Intentó calmarse separandose de el y repirando hondo, pero simplemente se había alterado demasiado, se había acumulado un monton de sentimientos juntos que no podía controlar.
Solo para ver si se le pasaba, sin mirarlo le propinó un golpe en el hombro "Te lo mereces" Fue lo único que dijo.

[Thomas Gaskell]

Ouch. Si eso era un plan para lograr que de paso la soltara, lo habóa logrado. Sin embargo se quedó en el lugar, con los brazos a los costados, y bajó la mirada al piso. Sabía que Sara tenía razón en estar enfadada con él, y que el golpe estaba más que justificado.
"Lo sé" murmuró en vopz baja, alzando la vista para verla a los ojos "Lo lamento, no pensé en ti" desconsiderado hasta la médula, y de alguna forma no había sido su intención en absoluto. De haber sido capaz de ponerse en el lugar de la ex-Gryffindor, seguramente hubiera actuado diferente. "Lo siento" repitió, acercándose aún más.

[Sara Hodqkin]

No pudo evitar no mirarlo, casi se le olvidaba como se sentía cuando estaba con el, ahora tenía mas necesidad porque estaba sola, valerse por si misma no era un trabajo sencillo y se necesita mucho apoyo moral.

"Pues no te perdono" Le dijo aún en tono alto "Tienes que hacer algo muy lindo por mi para que te perdone" No pudo evitar esbozar una sonrisa, de esas sonrisas suyas que te dejan ciego por lo brillante y blanquecina de su dentadura.

[Thomas Gaskell]

Adoraba esas sonrisas de Sara. Quizás sonaba raro, pero una vez había encontrado una foto de segundo año en la que ella salía en el fondo, sonriendo, y cuando la encontró hace cinco meses, la guardó en su cuaderno de estudios.
"¿Algo muy lindo?" preguntó, alzando la vista hacia Sara "¿Qué te parece si te invito a salir este fin de semana?" sugirió "A donde tú quieras" trató de endulzar el trato para que ella encontrara más difícil rechazarlo. Iba a esforzarse en la salida.

[Sara Hodqkin]

Alzó una ceja "¿Solo una salida?, después del tiempo que me dejaste en el olvido creo que me debes como mil citas" Sonrió de medio lado "Pero si es a donde yo quiera, pues..." Hizo una pausa "Podemos comenzar por algo simple, vamos a Hogsmeade y allí decidimos a donde vamos, luego se me ocurrirán otros lugares, solo dame tiempo para pensar" Pero estaba segura que no tenía muchas ganas de ir a Madame Puddifoot con todos esos colores enfermizamente románticos y las parejas ridículas.

"Pero ahora puedes acompañarme a comprar unos ingredientes, si es que no tienes nada mejor que hacer" Se cruzó de brazos esperando una respuesta afirmativa.

[Thomas Gaskell]

Asintió con la cabeza, la verdad es que, dentro de todo, ella le estaba permitiendo salvarse relativamente fácil. No era castigo alguno salir con ella, y quizás por eso sonrió ante la idea antes de dejar escapar una risa débil y de volumen bajo, como si le diera verguenza admitir que todo le parecía un buen plan.
"Claro" accedió, sin pensarlo dos veces. Tenía que entrar a trabajar en dos horas, pero no podía decirle que no a Sara. Siempre y cuando él no se distrajera pasando el rato con ella y llegara tarde, hasta podría empezar a planear encontronazos diarios.