Café o whiskey

[Clotilde Mollet]

Viendo que un inútil como Cornelius Fudge llegó al poder, no pensaría eso con fuerzas.

Se sentía un poco derrotada pero aún no estaba aburrida, por lo que aún seguía sentada, viéndolo atentamente. No estaba segura pero que entrecerrara los ojos le pareció un síntoma de incomodidad, o quizás era ella viendo lo que quería ver. Suponía que, aún si el sabor no había sido tan horrible, con esa temperatura al menos se le había congelado el cerebro o la boca. Nunca lo sabría pero deseaba que le hubiese dado dolor de cabeza, por necio.

"¿Te ha gustado entonces?" Preguntó sin dejar el tono burlón. "¿Te lo habrías tomado si no te hubiera retado a hacerlo?" Preguntó atribuyéndose todo el crédito porque ya no le queda nada que perder.

[Claude Twilley]

Era mucho desear que no le hablara más. Su boca estaba demasiado helada y su lengua posiblemente congelada como para arriesgarse a decir cualquier cosa, así que decidió que no hablaría. Además, no había nada mejor para ser grosero que evitar la comunicación verbal.

Parpadeo rápido para que no se le escapara alguna lagrima y agradeció sentir los músculos de su cara entumecidos porque eso lo ayudaba a no mostrar más expresiones. Primero asintió, no le había gustado el sabor, pero no le molestaba mentir al respecto. Luego, se encogió de hombros porque no estaba seguro que se habría tomado la limonada si ella no lo hubiera estado incomodando, y esa era la mejor respuesta grosera que conocía.

[Clotilde Mollet]

No es que su cara no fuese convincente, es que Clotilde decidió no creerle por puro orgullo y testarudez. Tampoco es que le estaba dando muchas explicaciones así que entendía lo que le daba la gana. "Al menos gracias a mí no has perdido el dinero que gastaste en esa asquerosidad" dijo, mirando el vaso de Claude. "¿Sabes qué hubiese hecho si hubiese sido tan idiota como para pedirme una limonada en un bar? Devolverla hasta que me hicieran una que supiera bien. ¿Quién sabe? A lo mejor lo que les falta es práctica dado que nadie la pide. Bueno, no nadie" le dedicó una sonrisa burlona que llegados a este punto mucho sentido no tenía.