Normal

[Rabastan Lestrange]

Iba a decir un montón de guarangadas, Kitty. Con trabajar, con magullar... de todo. Pero me contuve, ¿ves?
Asintió con la cabeza, sin saber qué decir a continuación. "¿Ya sabes lo que quieres?" preguntó, frunciendo el entrecejo mientras miraba innecesariamente la mesa, como señal más que obvia de que quería una carta, como para tener un momento para organizarse mentalmente.

[Rabastan Lestrange]

Tom se acercó lentamente hacia ellos, pero una señora mayor lo detuvo a dos mesas para preguntarle de qué año era la porción de estofado que acababan de servirle, haciéndose la chistosa. Lo único chistoso es que los pedazos de dientes frontales que le faltaban tenían la forma de una mano de tres dedos, vista con imaginación.
"Pide lo que quieras" le dijo, tratando de sonar entusiasmado por la idea "Yo pago" y esa era la de siempre con Kitty y Rabastan, pero igual había que aclarar.

[Rabastan Lestrange]

((¿Por? ¿Muchos acentos en tu post?))

Sonrió de lado con algo de amargura. "No me casé" comentó, pero lo salvó Tom que se acercaba con una carta para cada uno. Un menú, se entiende, nada de 'Querido Rabastan Lestrange, estos son los postres del día'. Por cierto, el menú tenía como veinte años más que ellos, y varias opciones estaban tachadas a manos.
Suspiró audiblemente mientras aceptaba la carta y el tabernero se alejaba rápidamente.

[Rabastan Lestrange]

((Yo siempre pongo muchas comas y las saco cuando releo al terminar la frase. Normalmente no pongo coma antes de un 'y'.))

Miró el menú, solamente para pretender que estaba ocupado leyendo y decidiéndose.
"¿Vamos a compartir?" preguntó, sin levantar la vista. Paso de página, donde estaban anotados los licores. Hizo de cuenta que estaba tratando de leer la letra pequeña, casi escondiéndose tras la carta. -¿Qué hago?- se preguntó. Parecer normal era horrible, había que hablar un montón.

[Rabastan Lestrange]

Quizás sería más fácil una vez que hubiera comida sobre la mesa y pudiera llenarse la boca de ésta. Con cuidado, eso sí, porque él sabía lo fácil que le resultaba empezar a llenar vacíos con horas y horas de atragantarse, ignorando las ganas de vomitar.
"¿Tienes poco hambre?" la espió por encima del menú antes de dar vuelta la página y encontrándose que esa era la última. Tragó saliva, el tabernero ya estaba regresando hacia la mesa.

[Rabastan Lestrange]

No entendió la indirecta de Kitty, así que la miró confundido. Si no le gustaba lo que vendían en El Caldero, ¿por qué habían ido ahí?
Extendió el menú al tabernero mientras se aclaraba la garganta. Igual habló con los dientes un poco apretados "Un café irlandés, una torta de..." miró a Kitty. ¿Una torta entera y de qué? Sí, ayúdalo a ser normal.

[Rabastan Lestrange]

-Porción, porción- se recordó, se hubiera llevado una palma a la frente si no le hubiera quedado taladrado a la cabeza que era anormal hacer eso, una señal luminosa de una persona de baja autoestima que busca llamar la atención.
"¿Qué hora es 'más tarde'?" preguntó. Porque realmente sus días empezaban tarde, cuando bajaba el sol y había resguardo en la oscuridad para hacer lo que tenía que hacer.

[Rabastan Lestrange]

Vaya que Kitty había cambiado, ahora era toda una mujer de negocios. O al menos hacía cuentas simples con velocidad, lo que es un logro igual de asombroso, considerando.
Se movió incómodo en el asiento. -¿Por qué?- miró a Kitty, asintiendo con la cabeza. ¿Por qué no podía preguntarle? Sería sencillo, él era bueno haciendo preguntas ahora. Pero sentía que acababa perder parte del control de la situación.

[Rabastan Lestrange]

Claro que no le gustó ni que le apretujara las mejillas ni que lo llamara de tierno. Es más, hizo que se tensara aún más en su asiento, apretando la mandíbula. No quería arrepentirse de haber entablado conversación con Kitty.
La pregunta no ayudó a que se relajara, así que se llevó ambas manos a la cara para masajearse las mejillas, tratando de comprar tiempo. "Bo busho" respondió, queriendo decir que 'no mucho', pero probablemente debería dejar de apretarse la cara al hablar.

[Rabastan Lestrange]

Bajó las manos para apoyar las muñecas contra el borde de la mesa, las manos hechas puños relajados.
"Rebecca" repitió, como si necesitara hacer memoria para recordar una de las diez únicas personas que tenían relevancia en su vida. La verdad es que de eso tampoco quería hablar. No quería hablar de nada. Echó una mirada nerviosa al mostrador, esperando ver al tabernero con lo que habían pedido, pero no, nada. "No pasó nada" respondió, mirando a Kitty.

[Rabastan Lestrange]

Apretó los labios, mirándola con expresión de fastidio. No respondió, bajando la vista a la servilleta de tela que estaba extendida en su lado de la mesa, y la corrió con la mano como si fuera una miga de pan.
"Simplemente no se dio" dijo firmemente, esperando que la respuesta fuera suficiente para Kitty y dejara de interrogarlo. Él era el que tenía que hacer las preguntas. Pero no se le ocurría ninguna, y empezaba a odiar que el tabernero estuviera tomándose su tiempo. Devolvió la vista a Kitty, y abrió la boca para hacer una pregunta. No tenía ninguna pensada.

[Rabastan Lestrange]

Exhaló por la boca, mirando hacia un lado. De todos modos se había dado cuenta de algo: Kitty le daba algo de normalidad. Porque después de todo habían sido compañeros en Hogwarts, en una época donde todo podía llamarse normal.
"¿Qué hay de ti?" preguntó, tratando de volver a ser él el encargado de preguntar. No notó que el tabernero por fin se acercaba a la mesa con una bandeja, donde llevaba el pedido de ellos. "Con... tu vida" bueno, no sonaba casada.

[Rabastan Lestrange]

La miró, como si encontrara muy interesante verla reaccionar al arribo de la comida y verla gesticular al contarle su actual situación. Ahogó un impulso de tratar de imitarla, uno de esos impulsos estúpidos y locos sobre los que la gente normal no debería actuar.
"¿De dónde sacas a esa gente?" preguntó. La verdad es que sí le gustaría saber con quiénes se juntaba Kitty después de Hogwarts. Por ahí ella le había encontrado la vuelta a la vista post-Hogwarts.

[Rabastan Lestrange]

Bajó la vista a la comida y luego miró a Kitty, como si dudara a quién tenía que prestarle mayor atención. Supuso que a Kitty, porque ella hablaba. Porque si la comida hablara, lo perdíamos desde chico.
"No existe tal cosa" comentó. Quizás no la estaba entendiendo bien, porque probablemente la única idea de roommates que conocía era la de Hogwarts. "No te puede engañar un roommate" aclaró. No comprendía a lo que se refería Kitty. ¿Le decían que sí y se iban por la noche a otra casa a dormir?