Final del castigo

[Bree]

¿Tercer o cuarto día que hacía lo mismo? No estaba segura. Detenerse frente a la vitrina de artículos de calidad para el quidditch esperando encontrar algo nuevo era algo que se había convertido en la rutina del verano.

Su padre le había prohibido asistir a los entrenamientos del Puddlemere United, y cuando había intentado colarse unos magos de seguridad la habían sacado. A Bryanne no le cabía ninguna duda. *Debe ser un nuevo modelo de escoba, ¿qué otra cosa sino para que no me permitan verlos cuando siempre lo hago?*

Estaba perdida en aquellos pensamientos mirando fijo a la vitrina cuando una voz la saco de su ensimismamiento. -¿Eh..? Ah... Hola.- *Gryffindor* Reconocía a la que estaba junto a ella como una muchacha de la casa de los leones aunque estaba segura de que no se trataba de alguien de su curso.

[Bree]

En su cuello, una conocida sensación, pero algo disminuida, se hizo presente, uno de sus tatuajes le estaba dado una leve sensación de tibieza. *Mestiza...* Concluyeron sus propios pensamientos al interpretar aquel infalible detector de sangre mágica en el que se había transformado aquel tatuaje.

-Todo bien, ¿vos?- Respondió cordialmente, su desprecio por los sangres sucias todavía no se había hecho extensible a los mestizos, además, tenía la sensación de que la muchacha integraba el equipo de quidditch de Gryffindor, y cualquiera que gustase del quidditch podría dar una buena charla frente a aquel negocio.

Si, lo escuché, desde que comenzaron las vacaciones que vengo todos los días a ver si hay algo nuevo, la Nimbus nunca me defraudó, pero que va... Un nuevo modelo es un nuevo modelo. Además, creo que el Puddlemere las está probando... Es muy intrigante.-

[Bree]

"¿Si conozco al Puddlemere?" Su voz sonaba sorprendida, y en su rostro, se dibuja una clara señal de sorpresa. En Hogwarts cuando relataban los partidos solían usar los apellidos de los jugadores, aunque en tercer año haían comenzado a llamarla B.J., le parecía raro que la muchacha no hubiese escuchado su apellido, mucho más, que no lo hubiese relacionado.

"Oye..." Dijo lentamente con un tono de diversión. Alardear era lo que más le gustaba, sobre todo cuando alguien que decía que le gustaba aquel equipo inglés no notaba el parecido de ella con el famoso buscador. "Mi nombre es Bryanne Johnson..." Hizo una leve pausa, y giró su rostro hacia la muchacha mientras movía sus manos como apremiándola a notar que era igual a su padre, sólo, que en versión femenina. -Media Inglaterra sabe que la hija del buscador de nuestra selección está en Hogwarts, la otra mitad es no mágica, y esa hija soy, no puedo creer que después de seis años alguien todavía no lo supiese-

[Bree]

El cambio de color de la cara de la muchacha le dio a entender que, por fin, había establecido relaciones de parentesco. "Pensé que ya no quedaba nadie que no lo supiera..." Comentó en voz alta, más para si misma que para la muchacha.

Asintió con una clara sonrisa de orgullo ante la pregunta. "Si, fueron ellos los que me enseñaron a volar, antes de entrar a Hogwarts pasé un año con ellos, yendo a donde el equipo iba. Y las vacaciones de verano también, las pasaba con ellos. Hasta este año..."

[Bree]

"Si, tu hermano está totalmente loco." Afirmó con solemnidad, en su cabeza no entraba la posibilidad de que a alguien no le gustase aquel deporte. "Excelente escoba para incentivar a volar. Aunque, debo reconocer, que las que venden para el público general no son exactamente iguales que la de los equipos. Cuando practico con ellos, uso sus escobas, son otra cosa completamente distinta."

[Bree]

"Una Nimbus 1000, a mi entender, la mejor escoba de carreras hasta el momento, aunque si tenemos en cuenta que es la más nueva, no es raro que sea la mejor." Apoyó una de sus manos sobre el vidrio, y se detuvo a mirar dentro del negocio, al igual que siempre que había estado por allí, abarrotado de gente. "Aunque no puedo esperar por tener una nueva escoba en mis manos."

[Bree]

Su mano se apoyó contra el vidrio, algo tibio debido a que el sol seguía golpeando fuerte sobre sus nucas. "Yo, en cambio, haré lo posible por tenerla antes de que salga a la venta... Si seriamente mi padre tiene una en sus manos voy a llevarme esa y con esa jugaré en el Colegio." Su voz tenía una leve nota de emoción, seguro por el hecho de imaginarse volando en algún desconocido y superveloz modelo de escoba. "¿Quidditch, eh...? ¿Qué posición juegas?"

(FdP: En algún lado está la lista de jugadores de cada Casa? XD)

[Bree]

"Potter..." Repitió en voz alta con cierta nota de odio y resentimiento. El Cazador de Gryffindor, Bree no veía la hora de que aquel muchacho abandonase Hogwarts. -I de ser posible que lo haga con el grupo de imbéciles que lleva pegado a los faldones.- "... un estúpido. Vuela muy bien, pero en definitiva, es un condenado necesitado de llamar la atención.

Extrañamente, en aquella explicación, Bryanne olvidaba mencionar que también, James Potter, era uno de los pocos Cazadores con una capacidad aparentemente innata para hacer que las pelotas se colasen por sus aros.

[Bree]

Asintió a las palabras sobre los dos merodeadores más molestos, según su opinión. "Black... Nunca comprenderé a ese muchacho, su familia parece tan buena, y sin embargo, él... Es cualquier cosa." Sentenció.

Evitó tener que asentir ante la mención de las capacidades de ambos muchachos sobre la escoba. "¿En que puesto pretendés jugar? Sería divertido tener nuevos cazadores a los cuales bloquearles sus tiros. Sonrió con una profunda mueca de autosuficiencia.

[Bree]

Al escuchar el puesto que pretendía la muchacha, Bryanne, se cruzó de brazos y esbozó una sonrisa burlona. "Cazadora, eh..." Su tono de voz encerraba cierto aire de rivalidad tan poco disimulado que sólo podía compararse con el de los aficionados en una final del Campeonato Mundial empatada luego de tres semanas de juego.

"Como ya dije, es divertido tener nuevos cazadores contrarios, frenar sus jugadas y ver la desilusión en sus rostros."

[Bree]

Las palabras altaneras no habían conseguido amedrentarla. El buen trato que había tenido con la muchacha, se había transformado en el desden típico con el que trataría a cualquier Gryffindor.

Con los brazos cruzados y una carcajada resonante miraba a la muchacha como si lo que escuchaba fuese una gran incoherencia. "En serio, muchacha, mira que eres divertida. ¿Tan buena eres jugando que se habían olvidado de incluirte en el equipo los primeros años? Aunque no puedo reprocharte que quieras ser más de lo que seguro eres. De todas maneras..." Le dirigió una mirada despectiva. "...si consigues ingresar, te demostraré que estás en un gran error."

[Bree]

"Sólo espero... Que seas, por lo menos, la mitad de lo buena que crees ser..." Algo en la voz de la serpiente daba a entender que no esperaba mucho de la muchacha. ¿Aquello era sorprendente? Para nada. Cualquiera que la hubiese escuchado hablar por lo menos unos escasos cinco minutos sabía que Bryanne no tardaba en considerarse la próxima estrella del quidditch mundial.

"En todo caso, me gustará ver otro rostro que no sea el de Potter..." Aquello parecía más un deseo que un simple comentario.

(Mi PC murió y me dejó sin conexión durante tiempo. Perdón!)