Silogismo consumista del aburrimiento

[Amelia Grey]

((Permiso))

Si fuese más talentosa y si no tuviese un miedo irracional por ser popular y ser más vista por los hombres, seguramente vería con más emoción esa vitrina, sin embargo, 'Artículos de calidad para el quidditch' era sin duda una tienda fascinante, ver a los pequeños admirar cada escoba que sale a la venta le daba gracia, su barredora 5 estaba agarrando polvo en su habitación porque ni se atrevía a sacarla.
Se suponía que debía estar en Flourish y Blotts con su madre, eligiendo los nuevos libros del año escolar que se avecinaba, pero más aún, debía ir con su padre que le tenía pánico a los duendes de Gringotts pero tenía que ir allí, para cambiar el dinero muggle que traían.
Suspiró. Tenía que estar en dos lugares a la vez y no quería ir a ninguno. Estar con su madre era terrible porque siempre sacaba a relucir a alguno de sus pacientes y sus traumas sobre el sexo. Prefería estar con su padre pero tampoco le gustaban mucho los duendes.
Suspiró de nuevo y se mordió el labio inferior. Miró a ambos lados de la calle que estaba menos abarrotada que en años anteriores aún siendo la fecha para las compras. Los tiempos habían cambiado, y todo se hacía más difícil, especialmente para ella. Era mejor salir de allí cuanto antes, pero era como si sus pies estuvieran pegados al suelo, no querían moverse.
Se acomodó la chaqueta (Porque tenía que ocultar sus pechos más-grandes-de-lo-que-en-verdad-quisiera) y se echó el cabello hacia atrás con los dedos, decidió caminar hacia gringotts con una lentitud considerable, con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, mirando al suelo, porque no tenía ganas de hacer contacto visual con nadie.

[Amelia Grey]

((*Baba* digo, ¡Hormonas!))

Amelia es del tipo de persona que recibe lo que da y viceversa, por lo que el golpe a su hombro por el muchacho le molestó. Notó que era un chico por el cabello, pero no tuvo la oportunidad de verle el rostro. Pero si bien se trataba de alguien del sexo masculino ella no podía aceptar tal acto irrespetuoso.
Se giró en dirección a la tienda, en donde él estaba tan absorto como los otros niños, solo que esta vez no le causaba gracia.
Tenía intenciones de tocarle el hombro. De decirle que se disculpara porque había sido muy grosero al golpearla y finalmente marcharse. Lo iba a hacer. Su mano estaba cerca. Se percató que era joven, más o menos de su edad, si los juzgábamos por su cabello, textura de las manos y estatura. ¿Y si era lindo?. No importaba, había sido grosero, tenía que disculparse con ella, era lo justo. ¿Y si se quedaba como una boba y luego corría?. ¿Y si era de su clase?. No, lo reconocería al menos. Peor, ¿Y si era mayor?. Merlín, no podía, no, los chicos mayores siempre son peores porque a las hormonas les gustan.
Se mordió el labio inferior y se quedó con la mano extendida, a pocos centímetros del hombro del muchacho pero sin terminar de tocarlo, resolviendo su dilema mental.

[Amelia Grey]

Bien. No era de su clase. Mal. ¿Le vieron los ojos?. Podía respirar las hormonas a mil kilómetros de distancia y se acercaban con velocidad alarmante. Abrió la boca para decir algo "Ah..." En blanco, ¡Solo miren esos ojos! "Eh..." Tragó saliva.
Las hormonas habían llegado. Cuando se fijó en la boca se ruborizó, y eso es por culpa de ellas, obviamente. Sintió el calor en sus mejillas "Bueno, este" Cerró los ojos con fuerza. ¡Perfecto!, si no lo veía todo bien "¡Me empujaste!, ¡Pídeme disculpas!" Le exigió aún con los ojos cerrados y señalándolo con el dedo índice. Bueno, no exactamente, no veía lo que apuntaba así que técnicamente estaba señalando la vidriera.
Se veía como boba, pero no es su culpa. Es culpa de las hormonas.

[Amelia Grey]

Digamos que estuvo por lo menos treinta segundos esperando un 'Lo siento' de su parte, por lo que estuvo esa cantidad de tiempo con el dedo apuntando a lo que no era y los ojos cerrados. Al no escuchar palabra alguna abrió solo un poco el ojo izquierdo, solo para verificar que aún seguía allí (No vaya a ser que huyese y ella estuviese hablando sola). Oh, que estúpida era, ¡Estaba señalando el vidrio!. Boba Amelia, el vidrio no habla. Movió el brazo un poco, para apuntarle bien "¡Me chocaste corriendo hacia acá!, ¡Exijo que te disculpes conmigo!" Repitió. Y si, aún sigue con los ojos cerrados. Porque ellos son la ventana del alma y la puerta para las hormonas.

[Amelia Grey]

Tener los ojos cerrados no le ayudaba en nada para comprender la situación. Estaba muy confundida así que tuvo que abrir los ojos y al hacerlo él ya no estaba allí. -Esta vez te luciste Amelia, aparte de parecer una retrasada te quedaste hablando sola- Pensó enfadada consigo misma en eso el '¡Tu dile!' a su lado le sobresaltó. Giró lentamente la cabeza y allí estaban los ojos verdes más bonitos que había visto en su corta vida. O mejor dicho, los ojos verdes que sus hormonas habían hecho que ella viera lindos.
Se alejó un paso de él porque esa cercanía era peligrosa "Ah, pues, eh, tu, chocaste, yo" Tragó saliva. Podía sentir una gota de sudor bajando por su nuca.

[Amelia Grey]

Damn. La player no estaba usando sus respectivos lentes, lo siento.
Inspiró aire hasta que su pulmones se llenaran completamente y contuvo el aire. Correcto. No podía decir palabra alguna sin pronunciar cualquier tontería. Entonces solo podía hacer una cosa. Asintió con la cabeza "Correcto" Le dijo antes de bajar la cabeza y hacer su típica retirada lejos del muchacho. Su rostro estaba enrojecido.
Hormonas del mal que juegan con los pigmentos de la piel.

[Amelia Grey]

La tocó. ¡La ha tocado!. Las hormonas se transmiten por contacto, ¿Lo sabías?. Fue como un impulso eléctrico aunque ni siquiera le había tocado la piel, solo la chaqueta roja que traía, pero no por eso deja de ser alarmante. No podía dejar de ver su muñeca agarrada por el muchacho de los ojos azules bonitos "N-no" Dijo entrecortadamente. Su pulso de aceleró y sus mejillas enrojecieron más aún. No estaba en condiciones de decir algo más.
Pietro va a hacer que tenga ataques de pánico. Va a convulsionar de verdad y todo va a ser su culpa.

[Amelia Grey]

Es que esos no conocen el problema como tal, no lo viven como ella.
¿Por qué, Señor?, ¿Por qué tenías que ser tan cruel y darle a su madre la vocación de sexóloga?, ¿No podía ser maestra, así como de jardín de niños?, su vida sería diferente. Su pavor por las hormonas es algo inevitable, que ella supone que jamás superará, por eso va a morir con muchos gatitos esterilizados.
"¡No!" Repitió en voz alta aún sin atreverse a mirar otra cosa que no sea su muñeca. Alzó un poco la vista y aprovechó que él se había volteado para contestarle "Tú" Respondió por fin.
Si, solo puede contestar monosílabos. Eso también es culpa de las hormonas.

[Amelia Grey]

¿Que no entendía?, era perfectamente obvio que ella le estaba diciendo que él la había golpeado y que por sus ojos bonitos no podía concentrarse en decir una frase coherente. ¿No lo leía en sus ojos?, era claro.
Alzó la vista. Mala idea. "¡No me mires!" Exclamó sin pensarlo cerrando los ojos con fuerza. Porque así como la gente se convertía en piedra a ver a Medusa a los ojos, ella si miraba a Pietro a los ojos se convertía en una niña hormonal y atontada, y ella no quería ser así.
Aunque no podía parecer más tonta y hormonal que ahora, déjala sentir que no es así.

[Amelia Grey]

Siguió con los ojos cerrados. ¿Que intentaba al moverla así tan bruscamente?. ¡Ah!, ya entendió. ¿Trataba de quitarle las hormonas de encima?. Mala idea, Pietro, así no se quitan, ya lo había intentado antes.
Volvía hacerle una pregunta complicada para su cerebro que no funcionaba bien. Abrió los ojos. Lo miró. Su corazón se aceleró. Debía reaccionar, si lo seguía viendo iba a ir al momento del no retorno, tu sabes, ese que comienza a sonreír como tonta y tartamudea de los nervios. No, ella no se lo iba a permitir. Volvió a cerrar los ojos "¡No puedo verte!" Soltó otra vez sin tomar en cuenta que lo que decía carecía de sentido.

[Amelia Grey]

((*Tacha la fecha*. Aquí no paso nada))

Abrió los ojos "¿Con qué?" No. Error. Lo miró. Volvió a cerrar los ojos. ¿Por qué la seguía tocando?. Son esos momentos cuando se necesita un rociador pimienta o una poción que se use como perfume que huela espantoso así nadie se le querría acercar. Si no existe ella lo va a inventar 'Perfume ahuyenta hombres, consígalo ahora en la Sala Común de Ravenclaw o mande una lechuza y se lo enviaremos por encargo'. Más o menos así sería la publicidad.

[Amelia Grey]

NO. El horror. ¡Le tocó la cara!. Y lo peor es que ahora tenía que abrir los ojos si o si.
Ohportodoslosdiosesymerlines, ¡Que ojazos tenía el muy desgraciado!. Se mordió el labio inferior con fuerza.
Muy tarde, sus mejillas comenzaban a tornarse rosadas y sus piernas se doblaban. Hormonas han llegado.
Pero ella no se iba a quedar así, no señor, era fuerte, no iba a dejar que le ganaran. Lo empujó con toda la fuerza que pudo agarrar (No fue mucha, tranquilo, tampoco lo tiró al suelo con una fuerza tipo Hulk).
"¡Déjame ojos bonitos!" Y huyó. Again.
¿Le acaba de decir ojos bonitos?. Son las hormonas hablando, no las escuches.