Into The Groove

[Irene Spurway]

((Reservado. El día de la salida a Hogsmeade en diciembre, pronóstico de nieve: 20%))

La salida a Hogsmeade tardó más de lo que pensaba lo cual en parte había sido bueno, porque había tenido más tiempo para hacer la lista de canciones que quería enseñarle a su nueva amiga Cecile, pero también malo porque se le había olvidado un poco y terminado con compromisos extra ese día, como por ejemplo una parada obligatoria por Honeydukes con sus otras amigas.

El día anterior le había enviado una nota a la Slytherin para confirmarle la visita a la tienda de discos, pero le avisaba que la vería en el salón de belleza a la hora que tuviera su cita. Como no quería quedar mal y creía en ese dicho de 'no hagas lo que no te gusta que te hagan', llegó unos minutos antes a la entrada del local sintiendo que se había despedido un poco apresurada de sus amigas, pero esperaba que no se lo tomaran a mal.

Esa día estaba un poco frío e Irene usaba una chaqueta acolchada sobre su ropa ((y unos converse en lugar de botines)), pero como había caminado a paso rápido se estaba abanicando con la palma de la mano mientras con la otra se aplanaba las tres arrugas de su camisa.

[Cecile Greengrass]

Su vida después de la fiesta había ocurrido con normalidad, manteniéndose ocupada con sus obligaciones, tareas y decisiones sobre lo que pasaría con su vida después de Hogwarts, que mientras menos tiempo tenía más se sentía insegura en cuanto a sus opciones. Por eso esperaba con bastantes ansias esa salida y conversar con Irene, porque se alejaba de su rutina y necesitaba justo eso.

Decidió no hacer labores de PA y esperar que nadie comprara nada ilegal en la tienda de bromas para dirigirse cuanto antes al salón de belleza. Cuando vio a Irene se quitó los lentes de sol y la saludó con una sonrisa. "¡Hola!" Dijo "¿Llevas mucho tiempo esperando?" Preguntó. Estaba segura de haber llegado a tiempo pero se preocupó ligeramente al verla. No quería que le dieran su turno a otra persona en el salón.

[Irene Spurway]

Además de las inexistentes arrugas, encontró pelos de gato en su chaqueta -¿Pero cómo?- podía verlos claramente, largos y de color naranja ¡Seguro eran del gato de su compañera de cuarto! -¡¿Pero cómo?!- Si ella era una obsesiva con esas cosas y se había revisado tres veces antes de salir del castillo. Los estaba limpiando con su varita (ese era un hechizo muy útil que sí sabía hacer) cuando escucho la voz de la Slytherin.

La miró sin poder evitar quedarse sorprendida con su vestimenta y seguro se le notaba en la cara porque no sabía disimular. "Acabo de llegar" respondió aunque no estaba segura cuanto llevaba ahí "¡Woah, Cecile te ves demasiado genial!" le sonrió, apenas mirándole la cara... acaso... acaso ¿Todo eso era de diseñador?

[Cecile Greengrass]

Otra razón para estar con Irene: los cumplidos. Sus compañeras de cuarto no eran así con ella. Ojalá pudiera hacer una copia de Irene en versión chiquita y se la colgaba de pendiente, así tendría una voz (aparte de la suya) que le dijera lo bonita que era.

Le sonrió "¿Esto? Es de la temporada pasada" dijo, intentando quitarle importancia. "Pero gracias, tu también te ves bien" dijo, y no mentía del todo. Ella nunca se pondría esos zapatos pero eran su estilo, suponía.

[Irene Spurway]

Jajajajaja, omg. Si las intenciones de Irene no fueran puras, podría pasar por una aduladora cualquiera, qué pena con la visita.

Hizo un puchero con sus labios, no solo le había devuelto el cumplido (que no era necesario, ella totalmente iba a entender si le decía algo como 'Lo sé') sino que era super cool y respondía como si no supiera lo magnifico que era su atuendo. Qué. Con razón la habían nombrado premio anual, era humilde también.

"Qué amable" respondió para agradecer el alago, quería decirle muchas cosas más sobre su ropa, pero de estar ahí quieta le empezaba a dar frío en las piernas, "¿Entramos?" propuso, señalando la puerta del local con un dedo, es que extrañaba el calor de los edificios.

[Cecile Greengrass]

Exacto, por eso la habían nombrado PA, por sus buenas notas y capacidad de dar cumplidos incluso cuando no los sentía. Era buena mentirosa, pero no lo hacía compulsivamente, si es que eso contaba para algo.

Asintió y dio el primer paso al salón. La peluquera la saludó al verla y Cecile le dedicó una sonrisa amplia. "Hola, cariño, necesito el pack de salvamento" le dijo, quitándose el abrigo que se colgó solo en el perchero. Su mamá le enseñó que debía ser super amable con quién te toca el pelo y eso era exactamente lo que hacía.

'Has llegado al lugar correcto' le respondió la peluquera y le señaló la zona de lavado. Cecile se quitó los ganchitos que tenía en el pelo y se recostó sobre el lava-cabezas, dejando que le hiciera lo que ella sabía hacer.

No es que se haya olvidado de Irene, pero mientras más rápido empezara más rápido se irían.

[Irene Spurway]

Ya sabía a lo que se enfrentaba cuando había aceptado acompañarla a ese lugar. Lamentablemente no había conseguido cita para la manicura, que además pocos días atrás se habían hecho las uñas entre sus compañeras de cuarto y aún se veían bonitas, así que ya era un poco innecesario pagar porque se las arreglaran.

Tampoco sabía mucho de etiquetas y cosas por el estilo, se quitó la chaqueta y la dobló para llevarla cargando en su brazo. Lo que sí entendía era que podía ser un incordió para la peluquera si se quedaba cerca de Cecile hablándole, así que camino hacía las sillas de espera y se sentó, buscando sus adoradas revistas de belleza para entretenerse.

Uno de los trabajadores del lugar le ofreció una taza de té, que aceptó gustosa porque aún sentía frío.

[Cecile Greengrass]

Cecile entró en un pequeño trance donde no pensaba en todas las cosas que tenía que hacer durante el rato que estuvo dejando que le lavaran el pelo y le aplicaran pociones de brillo e hidratación. Al cabo de unos minutos la peluquera le tocó el brazo que era indicativo que ya había acabado y ella se incorporó, con una toalla envuelta en la cabeza. Se puso de pie para sentarse en la zona de corte y peinado.

'¿Lo usual?' preguntó la mujer mientras le quitaba el exceso de agua del pelo con la varita. "Si, por favor" respondió ella con una sonrisa, mirándose en el espejo. Quiso mirar a Irene pero unas tijeras voladoras se acercaron y se quedó quieta, no quería que le cortaran algo más que las puntas.

Mantuvo una breve conversación con la peluquera sobre cómo le iba en las clases y la mujer le contó que un primo de ella había sido Premio Anual en el sesenta y cuatro y que ahora era jefe de Sanadores. Cecile fingió que se mostraba impresionada.

Ella pensaba que la carrera de sanador era muy noble pero que carecía de glamour y gloria.

[Irene Spurway]

Recibió el té con felicidad y mientras Cecile se encontraba en el área de lavado aprovechó para leer unas revistas sobre nuevas pociones de belleza. Le gustaba leer sobre los nuevos ingredientes, los cambios que hacían en los métodos de preparación y las innovaciones que ofrecían respecto a pociones anteriores. Le parecía más ameno leer ese tipo de información en revistas como esas que en textos más académicos.

Luego de dos revistas, notó que Cecile cambiaba de lugar y como tampoco podía ir hasta allá, porque la silla continua estaba ocupada y seguía siendo de mala educación interrumpir a la peluquera. Y se le ocurrió que podía revisar una revista de cortes porque no le venia mal probar un corte nuevo.

[Cecile Greengrass]

La peluquera le preguntó a Cecile si quería un peinado y ella lo meditó. Consideró a dónde iban a ir, lo que haría al día siguiente y cuánto tiempo tardaría en deshacerse tomando en cuenta que se lavaba el pelo bastante seguido. Le dijo que no, que con secarlo estaba bien. No quería hacer esperar a Irene, cualquier otro día le hubiese dicho que sí solo por la gracia pero tenía otros planes y llevar un recogido era muy innecesario para escuchar música en un local pequeño.

Se levantó del asiento cuando hubo terminado. Quizá la Gryffindor no notara mucho la diferencia de cuando entró dado que solo se cortó un dedo, pero Cecile se sentía más ligera y limpia.

"Mi madre vendrá el fin de semana y te pagará lo mío" le dijo. La peluquera asintió porque esa era la dinámica que solían tener.

Se acercó a Irene con una sonrisa. "Listo" dijo.

[Irene Spurway]

Estaba imaginando cómo se vería con cada corte que aparecía en la revista, podía volver a su corte largo y añadirle una pollina (ya que la magia hacía todo más fácil que las extensiones), pero también quería probar algo más extremo como un corte pixie o un mullet, aunque ese último era muy arriesgado, además, iba a tener que bajar de peso, porque se sentía muy cachetona para que esos cortes le quedaran más estilizados.

De reojo vio como la peluquera terminaba con Cecile, acomodó las revistas y la taza de té en una mesita para estar lista cuando ella lo estuviera. Irene se fijaba en los pequeños detalles de la apariencia de los demás, ya que hacía lo mismo con la suya, no podía decir cuanto le habían cortado pero si notaba una diferencia.

"¡Te quedo súper!" dijo, alzando un pulgar en aprobación. ¿Le habrían hecho algo más? Se había distraído con las revistas.

[Cecile Greengrass]

Le sonrió y se llevó una mano al pelo, agarrando un mechón. "Era solo un retoque" indicó, aunque quizá Irene tenía buen ojo y podía notar el brillo y la suavidad renovada. En cualquier caso era agradable que lo notara, aunque fuese mentira.

Se aproximó al perchero, tomó su abrigo y se lo colocó. Alzó la mano y movió los dedos para despedirse de la peluquera antes de salir del salón.

El aire frío le golpeó el rostro y se sacó del bolsillo los lentes de sol. Solo los usaría unos minutos mientras estaban en exteriores pero era una parte importante del atuendo. Esperó a Irene para empezar a caminar.

[Irene Spurway]

Siempre le había parecido que el cabello de la muchacha se veía muy bonito, quizá porque tenía dinero y seguramente conseguía productos de excelente calidad, o quizá porque así era su genética y era una de los favoritos del señor (ella había visto a sus primos, qué más podía creer). Entonces, no notó mucha diferencia entre lo bien que lucia antes y después.

A medida que se acercaba a la salida, se fue poniendo la chaqueta y esa vez la cerró, porque imaginaba que el frío sería más cruel después de ese tiempo que había pasado en el cálido salón de belleza. Al salir se sintió muy tentada a subirse la capucha y cerrarla hasta dejar solo un espacio para ver por donde caminaba, pero no, era más fuerte que eso, además, Cecile soportaba el frío muy bien, ella también podía ¿no? ¡NO!

"¡Vamos!" dijo, iniciando su camino hacía la tienda de discos, que estaba a la vuelta de la esquina porque ese pueblo no era muy grande.

[Cecile Greengrass]

Cecile tenía una teoría similar respecto a su familia, pero no era algo que dijera en voz alta porque era consciente que decir que venía de un linaje superior era suficiente para que tuvieras a un auror pendiente de tus movimientos. Aparcaba el pensamiento muy atrás en su cabeza, para que no le molestara al interactuar con la gente.

Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y caminó junto a Irene hasta la tienda de música. "¿Qué tal las clases?" Preguntó. No era la mejor con las small talk pero hacía un esfuerzo.

[Irene Spurway]

¿Decir que tenías un linaje superior? No, era más como ganarse el desagrado de la mitad de la población estudiantil, la admiración de un cuarto y ser ignorado por el cuarto restante.

¡Las clases! Oh, Merlín, las clases. Soltó un suspiro cortito, "Ya sabes las clases... están bien" respondió, encogiéndose de hombros. Ese era su tema menos favorito de conversación, sobre todo si lo hablaba con alguien tan inteligente y aplicada como Cecile, o sea, ¿qué iba a decirle? que hacía todas sus tareas y estudiaba suficiente pero no lograba salir del promedio... pfff, nooo. "¿Qué tal las tuyas?" repitió la pregunta, mejor escucharla hablar a ella.