Hallazgos elaborados y no tanto

[Merry Bhaer]

No lo había elaborado tanto como Danny, pero Merry estaba ansiosa por regresar. Se sentía como si le hubieran dado su dulce favorito y luego se lo hubieran quitado. Se pasó el verano contándole a sus papás lo que habían aprendido a hacer los últimos meses de clases, repasando una y mil veces cómo eran los profesores, los animales mágicos que habían visto y hasta había imaginado los que aún le faltaban por conocer. También se había sentido algo frustrada por no poder hacer magia en casa y mostrarle a sus papás lo que podía lograr con su varita, incluso había tenido miedo de que no le creyeran. Menos mal que estaba Thomas para que ella al final de cada frase insistiera con un '¿No es verdad, Tom?' y él sólo asintiera con la cabeza y expresión de aburrimiento o le exigiera que no le dijera más Tom porque sino nunca iba a dejar de llamarla monstruo.

Pero lo más interesante y divertido que le había pasado a su verano, lo único que había hecho que dejara de extrañar Hogwarts, había sido no sólo pasar tiempo con sus papás, sino haber obtenido el permiso para cortarse el cabello. Su mamá seguía insistiendo en que era una pena y que no entendía por que Merry estaba obsesionada con cortárselo pero por fin había convencido a su papá de que la llevara a la peluquería para hacerlo.

Así que ahí estaba, feliz con su look nuevo, mientras leía uno de los libros que le había regalado su mamá pero que no había terminado durante las vacaciones. Cada tanto pispeaba a los que pasaban por el pasillo del vagón para ver si reconocía a alguna de sus compañeras o a Danny, a quién también había extrañado porque no sabía nada de él. Estaba concentrada, comenzando el último capítulo del libro cuando sintió unos gritos con su nombre. Alzó las cejas, tardando un instante en reconocer la voz de su amigo Danny. Bajó el libro al asiento y se acercó a la puerta, dispuesta a asomarse para ver por dónde venía.

[Merry Bhaer]

Aunque la voz le había cambiado sutilmente, no había nadie más que pudiera llamarla así. Por eso le agradaba Danny y eran amigos, era divertido e impredecible. ¿Quién más podía tener cero vergüenza y llamarla a los gritos en un tren lleno de adolescentes?

Merry abrió la puerta con algo de dificultad y se asomó. Danny estaba de espaldas yéndose por el pasillo. "Aquí estoy!" gritó para que no se alejara más "Danny!" lo llamó y, sosteniendo la puerta con una mano, liberó la otra para poder moverla en el aire y que la pudiera ver entre alguno de los chicos de segundo que también estaban en ese vagón.

[Merry Bhaer]

Ella le sonrió, feliz por el reencuentro y, porque aunque el final del libro era interesante, no tanto como estar acompañada. Ya se estaba aburriendo de estar sola en el compartimento. Sin embargo, se asustó cuando lo escuchó así de angustiado, dejando de sonreír ella también. Claramente no estaba tampoco lista para que la abrazara, cada segundo entendía menos lo que pasaba.

Merry frunció el ceño, confundida y levantó despacio un brazo para darle un par de palmaditas en la espalda a Danny. "¿No te dije qué?" preguntó "¿Qué pasó?" ahora sonaba ella angustiada y preocupada por lo que no podía notar pero que su amigo sí. ¿Le habría pasado algo feo en su casa? Pero si acababa de escucharlo cantar y se había puesto tan feliz al encontrarla...

[Merry Bhaer]

Se dejó abrazar, aún sin entender nada, dejando su mano en la espalda de Danny mientras él la estrujaba. ¿Le había pasado algo horrible a su amigo y ella no se había enterado por no tener lechuza? Se estaba sintiendo mal y culpable hasta que lo escuchó hablar.
Merry abrió grande los ojos y se apuró a negar con la cabeza, asustada. Frunció el ceño antes de hablar "No, Danny..." levantó las manos para separarlo y que la soltara para poder explicarle "No, nada de eso" se sentía horrible por haberlo asustado así, sus papás le habían enseñando que con esos temas tan serios y tristes no se jugaba "Sólo me corté el pelo" dijo esperando calmarlo "¿Qué? ¿No te gusta?" le preguntó finalmente, preocupada.